Antes de que Michelle reaccione, me echo hacia delante y la besa de nuevo, entrelazando mis labios con los de ella y saboreando su propio sabor en su saliva. Sumergiéndome en su boca, consiguo que ella saque ligeros gemidos junto a los miós, dejándome todo el camino libre para trabajar.
Mientras acomodo el pene totalmente erecto entre sus piernas, mi boca se despega de los labios de la mujer y se posa en el ombligo, dibujando alrededor de él un circulito de saliva. Luego, lentamente, voy bajando, depositando besitos en su camino hacia el tesoro de Michelle.
-Me encanta-
Le guiño un ojo tras su sonrisa y mis manos van acariciando la cara interna de sus muslos, logrando que poco a poco se abran ante mi al tiempo que mi lengua por fin alcanza la entrepierna. Su sexo húmedo y rosado, como una flor, se abre también delante de mi nariz tras deshacerme de su oscura ropa interior. Volviendo a mirar a mi dueña a los ojos, extiendo la puntita de la lengua y recorro los labios mayores, mimoso, antes de hacer un repentino movimiento descendente justo entre ellos. Los labios ceden levemente ante el lametoncito y los primeros jugos mojan mi lengua.
Atrapo con mi boca los labios de su sexo y comienzo a besarlos de la misma manera que besé la boca de Michelle. Apasionada y sensualmente, dejo que mi lengua también se cuele entre los labios como hice en su boca, pero esta vez recorriendo todo el interior de la rajita, saboreando intesamente el jugo de su placer..
Sip, la foto.. :PP
Y bueno el momento también..
No te he dejado a medias, acabo de empezar ;)
Por cierto, me voy, luego a la noche me pasaré. Xao.
Aquel beso fue simplemente una revolución, provocó mis impulsos de pies a cabeza, haciéndome gemir larga y roncamente, haciéndome sentir que estaba en el cielo de su boca, de sus sabores que se confundían en ese momento con los míos. Mi cadera se revolvía al compás de esa lengua abrasándome por dentro, sintiendo sus caricias más y más y bañándolo de mí; simplemente no quería, ni podía evitarlo. Me sujeté de su cabeza para sentirlo aún más cerca si se podía.
Mis piernas temblaban levemente ante las embestidas suaves de su lengua, pero descansaban sobre sus hombros, moviéndose a diestra y siniestra cual acompañantes de mi cadera. Los gemidos subían en intensidad, cobrando vida por si solos, deseando que llegara el momento de poder gritar con toda la fuerza aquel fuego que se hacía más y más grande dentro de mí.
La esencia de mis labios era saboreada por su boca, recorrida por completo por esa lengua viva que se abría paso entre mis pliegues. Un roce y un nuevo gemido, todo iba junto como en una música de dulces tonos. Me aferré a su cabello entre mis dedos, sin darme cuenta que lo hacía siguiendo el ritmo de sus lamidas. Sencillamente no podía contenerme más, algo se apoderaba de mí, de mis suspiros, de mis gemidos, de los contoneos de mi cadera buscando hacer perderse más mi sexo en su boca.
-¡Dios!
Jo, esto se pone mejor ;)!
Un beso
Separándome un momento de la marea de besos sobre su sexo, me elevo ligeramente sobre el cuerpo de Michelle y busco su boca que destella tanta lujuria, tanto deseo como el que me envuelve a mí.
Con mis manos y con su ayuda me voy retirando los boxers..
-Te quiero, cariño..
La vuelvo a besar apasionado, dejando que sea mi peso quien haga que mi miembro se deslice dentro de ella... poco a poco... notando cómo Michelle se va abriendo para recibirle.
La sensación es tan intensa que no puede evitar morder un poco el labio de la rubia. Tan cálida... tan suave y tan húmeda. Mi miembro envuelta en terciopelo, en seda, mientras profundiza más y más..
De pronto sus besos vuelven a mi boca y los disfruto suavemente, aún con aquella mordida que me anuncia lo que está por llegar y lo siento abrirse paso en mí, apoderarse de mis entrañas con su fuego, con su poder, con aquel vaivén que me inunda de forma tal que me hace enloquecer de pies a cabeza. Mis piernas se enredan con las suyas y mi cadera se vuelca en él, en su sexo, que va y viene suave pero firme dentro mío.
-Clive...
Muerdo con un poco de fuerza su hombro pero es todo culpa de sus embestidas, me sostengo de su espalda a fuerza de encontrar nuestros sexos en una guerra en que los dos seremos vencedores. El sonido de nuestros cuerpos se mezcla con la música de voces gimiendo, susurrando, sintiendo el calor dentro y fuera. Aferro mis manos a su espalda, tiemblo por completo y abrazo su sexo con el mío. Lo amo.
Siento como me llega el momento del clímax junto a su cuerpo, no dejo de mirarla a pesar de que ella este en su mundo. Un mundo en el que estamos solos ella y yo. Siento sus roces, sus vaivenes, todo su cuerpo como se funde con el mio...
Mis manos se apoyan en el suelo para no dejar caer todo mi peso sobre ella y ayudarme con ellas para que las embestidas sean mas y mas fuertes.
Busco como un loco beber de sus labios, beber la pasión que expulsamos el uno del otro. Los separo, los junto y los vuelvo a separar para dar tiempo a los gemidos que salen de mi boca junto a la suya.
Mi mano izquierda sube por su muslo izquierdo para que alce un poco mas su pierna y pueda penetrarla mejor tratando de mantener su mirada..
- Me encanta... mhhhh...-
En este punto no hay retorno, la fuerza con que sus embestidas se apoderan de mí, me anuncian que no sólo las contracciones de mi sexo y mi río tibio bañándolo han empezado a suceder, sino también las de él. Me dejo arrastrar por esa marea que son sus muslos golpeando los míos mientras mis caderas en alto lo reciben. Busco sus besos que me envuelven, que se apoderan de mis labios evitando los gritos y reduciéndolos a jadeos y gemidos fuertes, acompañados de los suyos propios.
-Te amo, Clive...
Murmuro roncamente en su oído, sintiendo una nueva descarga en mi cuerpo; nuevos temblores que me arrancan muy lejos de allí al paraíso.
-Ohhhh...- gimo viendo su hermoso cuerpo como cabalga sobre el mío.
En un momento dado, agarro a Michelle y le beso la boca con frenesí, si es que a eso se le puede llamar beso. Me daba igual donde lamerle. Mi lengua pasaba por sus labios y por su cara indistintamente. Entre abrazos y arañazos, sin disminuir el ritmo de mi penetración, ambos nos damos la vuelta de tal manera que ahora es ella quien se queda encima mía. Ahora tengo la visión desde abajo. Puedo verle bien su cara fascinada como si estuviera en trance, su mirada más que lujuriosa, su piel bañada en sudor, y sus pechos.. Sus pechos no paran de moverse arriba abajo..
De repente, con una fuerza sorprendente que hacía dar la sensación de que hasta ahora me estaba guardando la energía, empieza a cabalgar con ella. Apoyo mis manos en la cadera de la mujer y comenzamos en un increíble movimiento de caderas... Y miss gritos se mezclan con sus gritos de locura que llena toda la sala.
Cuando me doy cuenta, entre toda la lujuria y pasión, termino encima de él y no puedo más que continuar con mis movimientos de cadera, buscando hacerlo entrar más en mí, llenarme de él. Apoyo mis manos en su pecho y a veces lo miro a los ojos, mientras mis caderas se mueven a su propio ritmo y que se detienen sólo por él ritmo que él intenta imprimir con sus manos. A veces el movimiento es circular, me muerdo los labios para intentar controlar mis gritos pero es casi imposible. Los gemidos salen por sí solos, mezclándose con los de él como en una melodía imparable.
-¡Dios, oh Dios!
Continúo prácticamente saltando sobre él salvajemente, aquello es definitivamente la gloria.
Perdona la demora, cielo :$ Me olvidé que tenía este post :(. Besos.
Os gusta, os encanta, simple y sencillamente os fascina ver vuestra cara de placer, escuchar vuestros leves gemidos, besaros y sentir la boca húmeda y tibia.
Estando sobre él comienza a moverse más de prisa y le pide que siga así mientras siente su clímax llegar. Escucha su respiración, no puede controlar las expresiones de su rostro, siente calor que recorre todo su cuerpo y ve su sonrisa traviesa. Disfrutáis veros terminar, ¿no es así?.
Decidís dormir en esta misma habitación, al lado del fuego de la chimenea, bajo un nórdico sobre el suelo y con varias almohadas por todas partes.
Desnudos os tapáis y Clive arropa a Michelle con uno de sus brazos y esta descansa plácidamente sobre su pecho. Los ojos empezaban a pesar..
Pasamos a nueva escena..
" A la mañana siguiente "
¿Empiezas a rolear tú la mañana?