Partida Rol por web

Sales de la casa de Lady,aun sientes el flujo correr por tus piernas,aun quieres mas.¿No has tenido suficiente?.Coges tu porsche y vas a tu casa pensando en esa magica noche y si volveras a verla algun dia.Te pierdes en esos pensamientos mientras conduces con tu musica favorita.Finalmente lleguas a tu casa,abres la puerta,es algo tarde ya.Enciendes la luz de tu casa y una sonrisa picara se dibuja en tu cara al pensar en tu vibrador,piensas con locura que quieres cogerlo y excitarte pensando en como te tocaba Lady..

Una pícara sonrisa se dibuja en mi boca, cierro la puerta y me dirijo sensualmente hacia la cocina hoy quiero preparar algo especial.
Me dirijo lentamente hacia el armario para coger un vaso ancho y luego hacia la nevera, saco un limón algunos cubitos de hielo y pienso unos instantes si coger las fresas que tenía compradas, definitivamente sí.
Mientras paso al salón cojo el mando y enciendo la música, un cd de chill out que tenía preparado empieza a sonar suavemente mientras me acerco al minibar y cojo una botella de ronmiel y el bote de azúcar moreno.
Lo llevo todo hacia la mesa y enciendo la tele, sin volumen. Activo el reproductor donde tenía introducida una película erótica de lesbianas, no llega a ser porno. La he visto tantas veces que casi podría reproducir los diálogos, cosa que tampoco es tan difícil.
Paso mis manos por mis pechos, estoy muy caliente aún, y empiezo a preparar el ronmiel como a mí me gusta. Mientras se enfría lo suficiente me dirijo al baño al tiempo que voy desnudándome lenta y sensualmente, me encanta quedarme desnuda en mi casa es una sensación sencillamente brutal.
Una vez en el baño me introduzco en la ducha, me doy un baño ligero y me paso por todo el cuerpo una crema perfumada deteniéndome en mis partes íntimas, me gusta estimular todos mis sentidos.
Vuelvo hacia el salón.

Una vez he creado el ambiente adecuado me dejo caer suavemente sobre mi sofá, completamente desnuda y cogiendo la copa para agitarla suavemente dando un pequeño sorbo que recorre mis sentidos.
La imagen del televisor muestra a dos mujeres semidesnudas mientras se besan de forma atractiva y sutil en casa de una de ellas.
Cierro los ojos imaginándome a mi misma en esa situación y paso el borde del baso por mis pechos, está frío. El contacto hace que mis vellos se pongan de punta y una plácida sensación recorre mis nervios, por mi mente pasa una idea traviesa, lujuriosa.
Doy un nuevo sorbo y dejo la copa en la mesa sobre un posa vasos y me dirijo de nuevo a la cocina, allí cojo las pinzas para el hielo y lleno una cubitera con hielo, volviendo hacia el salón.
Traviesa observo las fresas que dejé allí y cojo una delicadamente mientras me la llevo a la boca cogiéndola con la punta de la lengua y enredándome en ella antes de morderla poco a poco sintiendo su sabor.
Me tumbo en el sofá y cojo un cubito de hielo con las pinzas, cierro los ojos y llevo el cubito hacia mis pechos donde empiezo a dibujar formar con él, mis pezones se erectan.
Voy recorriendo cada parte de mi piel, estimulando con el frío mis pezones y empiezo a dirigir lentamente pero de forma decidida el cubito hacia abajo por mi vientre, sólo de pensarlo mi sexo empieza a rezumar fluidos de nuevo.

Sigo recorriendo mi cuerpo disfrutando de las sensaciones que me produce el pequeño trozo de hielo que se ha ido derritiendo al contacto con el calor de mi cuerpo hasta que finalmente llego a mi sexo, recorriendo mis labios exteriores provocando que se hinchen muy levemente de forma casi imperceptible.
Una vez se derrite vuelvo a tomar un sorbo del maravilloso licor de ronmiel dejando que su aroma inunde mi boca y mi nariz, luego cojo otra fresa que paso suavemente por mis pechos y me la llevo a la boca para morderla sensualmente.
Sonrío, estoy alargando demasiado el momento del éxtasis pero puedo sentir como mi cuerpo va pidiéndome más cada vez. Mi mano izquierda desciende por mis senos, mi vientre y mi monte de venus hasta que finalmente alcanza su objetivo en mi pequeño tesoro.
Empiezo a masajear mi clítoris y labios superiores con tres dedos usando mi propio flujo como lubricante, es sencillamente delicioso. Mi dedo corazón comienza a introducirse entre los pliegues superiores hundiéndose en mi pequeña hendidura proporcionándome una descarga súbita de placer.

Mi dedo va jugando poco a poco con los labios superiores y rozando el clítoris haciendo que todos mis sentido se activen en sentir ese placer.
Mi otra mano se dirige a mis pechos y empieza a jugar alternativamente con mis pezones, mientras sigo estimulando mi sexo al completo.
Cierro los ojos unos instantes para disfrutar del momento mientras las notas de la música chill out me trasladan a un paraíso en mi mente.
Vuelvo a abrir los ojos, el televisor muestra a las chicas ya completamente desnudas haciéndose cariños, todo muy sutil y romántico.
Introduzco uno de mis dedos en mi interior y poco a poco bajo la otra mano para que vaya estimulando mi clítoris, una oleada de placer me llega y tengo otro orgasmo más, si supiera Dominique cómo me ha dejado.

Estoy prácticamente a punto, con mi mano alcanzo mi pequeño juguetito y voy acariciando mis labios con él sin dejar de introducir un dedo en mi intimidad al que le sigue otro.
Poco a poco voy entrando en calor, deseo más y cierro los ojos. La película está en un punto álgido y me dejo llevar, saco los dedos de mi interior y los sustituyo por mi consolador, con el que tantas veces me he dado placer hasta que finalmente llego a un orgasmo muy deseado.
Cuando recupero el aliento termino la copa y poco a poco recojo todo rastro de la actividad que acabo de realizar en el salón para irme a mi cama a dormir.