El portal no llega a abrirse según los deseos de Cofre. Al contrario que en otras situaciones que acudían a la mente y los recuerdos de Jack, en los que las barreras mágicas habían desplazado el portal hasta su límite de acción, esta vez ni siquiera se llega a formar la oquedad de pura negrura.
O bien algo iba mal y la distancia que lo separaba de Zorro comenzaba a hacer mella en sus poderes demoníacos... O bien el almacén tenía mejor seguridad de lo que parecía a simple vista.
Freeze echa las orejas para atrás y ronronea como un gatito al que estuvieran acariciando. La idea de dulce para toda la semana y repetir es más que apetecible para el extraño chico.
Mientras Jack procede a crear su espléndida magia Freeze observa como si de un espectáculo de algún teatro se tratara. Después de haber vencido al enorme ogro la vagancia hace mella en el chico y se sienta en el suelo para seguir sin hacer nada.
-¿Porqué no llamas a la puerta?-pregunta inocentemente desde su posición y con su cara de aburrimiento empezando a formarse de nuevo.
Antes nos ha salido bien así...
"Vale, demasiado tarde, la puerta ya se ha cerrado y estamos igual que antes. Solo que Schultz ahora estara preparado para acabar conmigo usando la primera arma sacra que tenga a mano." Un solo vistazo a esa puerta ya lo demostraba de por si, mucho mejor hecha que la de la base."Solo me queda un recurso para sacarle de ahi y pillarle desprevenido."
-Me gustaria hacerlo yo, pero cruzar mas alla de este portal seria, como decirlo, bastante "perjudicial".- Dije señalando con la palma la linea que rozaba entre el "area 51" y el almacen, aun no me habia atrevido a comprobar que ocurria si la cruzaba.- Asi que tendras que tocar tu y decirle al Señor Schultz que a menos que quiera decirle adios al Señor Hope para siempre, deje de aferrarse a trucos baratos y negocie como un enano de verdad.- Me giro indignado, Andre era toda una alegria comparado con tratar a esa rata enana.- Y ofrezcan lo que te ofrezcan, no cojas nada. Sus regalos dan dolor de estomago.
-Mmmmm-gruñe Freeze frunciendo los labios y meditando su próximo movimiento. Todavía no tenía mu claro que es lo que se supone hacían metidos ahí dentro pero si derrotando a un enorme y feo ogro Jack le promete dulce para toda la semana, si derrota a otro a lo mejor le da para todo el mes.-Valep.-dice con cierto entusiasmo mientras se levanta.
Se acerca con paso relajado a la puerta y cuando esta delante suya vuelve a pararse pensativo con un dedo en la barbilla y la cabeza ladeada hacia la derecha. Finalmente golpea la puerta dos veces con el puño.
-¡Hola! Soy Freeze, Señor Schultz. ¿Hay alguien ahí?-entre el tonito y las palabras que utiliza las escena bien podría pasar por una típica de barrio yanki.
La puerta no se abre. Los golpes de Freeze quedan sin respuesta al otro lado de la entrada del almacén.
Una ligera y fría brisa se cuela por entre las ropas del chaval de pelo negro, aunque este no la nota debido a su superhumana constitución.
Los sonidos de la ciudad, que hasta el momento habían estado silenciados por sabe dios qué, regresan poco a poco hasta el lugar, arrastrando con ellos el ajetreo de una ciudad en pleno apogeo.
"Maldicion, no va abrir la puerta. ¿Para esto he perdido un tiempo precioso y una herramienta bastante valiosa?". Gruñi por lo bajo, cabizbajo y muy incomodo. Hace unos dias era capaz de robar la joya mas valiosa del mundo, y ahora ni siquiera era capaz de llegar hacia el hombre que me ha condenado a vivir preso del area 51. Si no encontraba una solucion rapido, pronto me veria como un naufrago vagando por la eternidad entre paredes blancas buscando a mi peludo amigo.
-Vamonos de aqui, Freeze.- Avise al chaval mientras me dedicaba hacer mas malabares magicos con las manos.- La gente esta empezando a llegar, y si ven este escenario, podemos llamar "atencion" no deseada.
Empiezo a cerrar todos los portales con cuidado, esperando que Freeze cruze primero, y luego intento abrir otro portal pequeñito, lo suficiente para que no cruze el brazo de un ogro, en direccion de Andre. Puede que aun consiga algo de el.
¿Hace falta que tire por todos los portales abiertos, o solo puedo tirar uno y suponer que valen para todos?
Freeze se encoge de hombros cuando Jack le avisa que es hora de salir. Al fin y al cabo empezaba a aburrirse y más cuando la puerta no se ha abierto. Tenía cierta curiosidad por saber quién era el tal señor Schultz, aunque su principal motivación era sin duda la posible recompensa.
Se gira lentamente y avanza hasta el portal abierto por el mago.
-Mmmm...¿y a hora a dónde vamos?- pregunta a la vez que se adentra en círculo mágico.
Tengo que volver con "Jamei". Se supone que volvería para merendar...pero...¿qué hora es? Bueno da igual...se puede merendar a la hora que sea...
Lo curioso del caso era que... Nadie estaba llegando. El callejón de acceso al almacén estaba tan desierto que hasta producía cierta incomodidad. Lo lógico sería que, después de los gritos del ogro, algún curioso se hubiera acercado a ejercer su profesión: curiosear. Pero no era el caso.
Y ahí estaba la enorme masa de músculos que hacía las veces de cuerpo de seguridad principal -o eso era lo que se suponía sin haber puesto un pie en el interior del almacén- en mitad de la tundra helada. El portal de cofre, que hacía las veces de mirilla a través del espacio y el tiempo, mostraba que André estaba lo suficientemente furioso como para pagar su cabreo con todo lo que encontraba a su paso. Una estela de pisadas que se hundían en la distancia indicaban que ya había recorrido unos cientos de metros para cuando Cofre fue a comprobar su estado. Rocas partidas, árboles arrancados de cuajo y el cuerpo de un oso polar -que podía estar muerto o no- eran los mudos testigos de su furia.
André parece captar la apertura del portal, pues alza la cabeza, olfateando el aire, y comienza a girar lentamente el cuerpo hacia el foco de magia que conectaba su lugar de exilio temporal con el otro montón de nada que rodeaba el complejo de blancas paredes. Era bien sabido que los seres sobrenaturales como los ogros tenían cierta sensibilidad a la magia...
El callejon aun parecia desierto y a salvo de mirones, bien por mi y la puerta roja. Ahora si pudiera pensar en una solucion para poder sacar a Schultz de ahi y sacarle la informacion del "area 51", podria ya terminar con este bochornoso espectaculo y de estar de brazos cruzados. Tal vez Andre podia ayudarme con mi problema.
-Sienta fatal que te traicionen y te dejen en mitad de la nada, ¿Eh, Andre?.- Dije en un tono levemente burlesco y confiado, demasiado para alguien que esta hablando con un ogro cabreado.- Tu jefe, Schultz, no te tiene ningun aprecio, para el, tu solo eres un maton mas, al cual puede remplazar con tanta facilidad como ladrones como yo, no pagara ni una moneda por tu regreso al almacen.- Era cierto, solo mirar esa puerta roja que se habia cerrado detras de la espalda de Andre lo demostraba, y yo tambien intente dejar claro esa verdad en mis palabras.- Tristemente, aun no tengo los medios para vengarme de esa rata ladrona y no puedo usarte de rehen, pero quizas tu si me puedas ayudar con mi pequeño problema, pareces tener un buen olfato para la magia.¿Dime, que tal se te da encontrar rastros de energia demoniaca en un ambiente laberintico y esteril?
Mientras esperaba la respuesta de Andre con los oidos tapados, que no pudiera tocarme no queria decir que no fuera capaz de romperme los timpanos con sus rabietas a todo volumen, me dedique a abrir otro mini-portal en direccion a una pasteleria cualquiera. Freeze estaria aburrido de tanta espera y aun le debia unos dulces, y yo soy una persona que siempre cumple sus promesas.
Tirada: 1d100
Motivo: Portal a pasteleria
Dificultad: 100-
Resultado: 30 (Éxito)
A trvés del nuevo portal abierto por Jack, Freeze puede aspirar el aroma característico de uno de sus lugares favoritos en este mundo: una pastelería. Al sentirlo echa las orejas hacia atrás como un perrillo al que estuvieran acariciando y se le pone cara de satisfacción. Poco a poco se va acercando con los ojos cerrados guiado únicamente por la nariz al mini portal. Cuando está a su lado se asoma y aspira el aroma con intensidad.
mmmmm...pasteles...dulces...chucherías...chocolate...
Su estado zombi empieza ha hacerse cargo de su voluntad, más las palabras del Ogro le sacan de su ensoñación, aunque no se mueve de su posición.
-Uhmpff...-gruñe como despertándose de un sueño.-Jack. El bicho verde te llama. Creí que habíamos terminado con él...-dice con indiferencia.