Partida Rol por web

En algún lugar entre tiempos, dónde el ayer es el hoy y el hoy el mañana. Un momento para la reflexión y las advertencias, para encauzar las corrientes y evitar destinos funestos.

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Han pasado unos días de convivencia con Herzeleid. Aunque convivencia no sería el término más adecuado. Quizá vigilancia intensiva por parte de alguien que no necesita comer, dormir o descansar sería mas correcto. No te ha permitido coger el teléfono, ni tocar el ordenador. Cualquier tipo de intento por comunicación con el exterior era rápidamente corregido y eliminado. Solo la televisión permanecía encendida veinticuatro horas, en los canales de noticias. La información solo entraba, pero nunca salía. Era tal el nivel de paranoia de la mujer, que había creado de la nada una serie de rejas que ahora cubrían cada una de las ventanas y había puesto nuevos cerrojos a las puertas. Y eso que la casa estaba en mitad de ninguna parte.

Tras el último encuentro con los de Boston, la mujer reapareció de la nada para llevarse al niño con ella, sin dar ninguna explicación salvo que con ella estaría mas seguro y alejado de los problemas. El motivo por el cual solo salvó a Demian es completamente desconocido.

Y lo mas frustrante de todo era que los poderes de Demian no funcionaban en ella. De nuevo era imposible saber el porqué o el cómo, pero era un hecho. No sucumbía a los intentos de dominación del chico ni este era capaz de leer sus sentimientos. Aquella mujer parecía tan fría por dentro como lo era por fuera.

Las noticias hablaban de lo normal en el mundo. Guerras, catástrofes, asesinatos, robos... Nada demasiado alentador. Sin embargo parecía que el canal elegido, uno local, hablaba constantemente sobre la ciudad de Boston y el proceso de reconstrucción que se estaba llevando a cabo en ella. Una empresa privada había sido contratada por las autoridades locales ante la imposibilidad de hacer frente a los desastres provocados por la intensa y antinatural lluvia que había azotado la urbe durante tres largos días y sus noches. Los operarios de Jeric.Orp trabajaban codo con codo con policía, bomberos e incluso destacamentos de la Guardia Nacional para poder hacer volver la ciudad a la normalidad. Los daños materiales se contaban por millones de dólares y las víctimas mortales y desaparecidos alcanzaban ya el millar. Cada día se encontraban cadáveres de personas que habían muerto ahogadas, atrapadas bajo escombros o calcinadas. Los menos se encontraban despedazados o con marcas de arañazos y mordiscos de grandes fauces, responsabilizando a los animales fugados del zoo de estas matanzas.

Tras la comida del día, tan frugal pero completa como siempre -Curiosamente Herzeleid había resultado ser una buena cocinera y había accedido a todos los deseos alimenticios del chico- Demian se disponía a ver la televisión, único entretenimiento del que podía disfrutar últimamente.

Mientras veo esas noticias sobre Boston en la televisión, único divertimento en estos días, voy destacando lo que me parece curioso - Una empresa privada, Jeric.Orp... habrá que enterarse de quién la lleva y que otros intereses puede tener - río levemente al escuchar lo de los animales - Claro, es cosa de los del zoo, nada tienen que ver esos demonios. Ha sido una buena excusa - tras ver esas noticias, me giro hacia Herzeleid - ¿Y bien? Sigo sin saber por qué estoy aquí, aunque digas que es por mi seguridad, hasta ahora me he sabido defender. En cualquier caso, si te has fijado en las noticias sobre Boston te habrás dado cuenta de que son asuntos que pueden requerir nuestra presencia. ¿Se sabe algo de los chicos? Espero que no les haya comido un animal del zoo - río de manera un tanto oscura -Esta situación no puede continuar -

En el momento en que la extraña y silenciosa mujer parecía a punto de contestar a esas y otras dudas presentadas por el chico a lo largo de su cautiverio para arrojar algo de luz sobre su situación, algo aún mas extraño sucede. El cuerpo de la mujer, que hasta ese entonces se había movido con una lenta y medida naturalidad, mas propia quizá de una marioneta que de una persona viva, se ralentiza aún más mientras las palabras que iba a pronunciar mueren en sus labios. El cabello rojizo permanece flotando el el aire, sus labios se separan lentamente, como a cámara lenta, mientras sus ojos se abren a la par de sorpresa y alarma. Podría decirse que la captora estaba siendo capturada por el tiempo y se hacía consciente de ello.

Al tiempo, mientras la mujer quedaba paralizada, el resto de la casa sufre el mismo efecto que paree estar focalizado en ella. Las motas de polvo se quedan suspendidas en los rayos de luz que entran por entre los barrotes de las ventanas, la televisión queda atrapada en un fluctuar de ondas y el sonido se hace tan grave que acaba por ser imperceptible al oído humano.

Y todo queda detenido. Congelado en un fotograma de manera inexplicable. Todo petrificado en un nanosegundo... Salvo Demian.

Miro a mi alrededor dándome cuenta de que todo se está congelando en el tiempo - No haría falta ni que pensara que esto no es normal... y puede que consiga sacar provecho de la situación - voy directamente a coger mis cosas al tiempo que siento a mi alrededor como a veces acostumbraba a hacer aunque pensando ahora en que lo raro de la situación podría permitirme percibir algo distinto.

Cuando el niño se dirige hacia la puerta del salón, descubre que está tan atrapado como su captora, ya que esta está cerrada. Lo que solo habría supuesto algo tan cotidiano como un giro de muñeca para mover el pomo y un ligero empujón se convierte en un imposible cuando el tiempo alrededor de uno ha quedado detenido.

Sin embargo, cuando el chico extiende su consciencia más allá de su cuerpo para captar las emociones reinantes en el ambiente descubre algo que antes no había estado ahí. Una sensación de apremio, de urgencia, entremezclada con una gran responsabilidad y un semiento de sacrifico que escapa a todo lo que Demian había visto hasta el momento. Las emociones son tan fuertes que podría situarse el foco en ese mismo cuarto, aunque allí no hubiera nadie.

Y entonces se produce un fogonazo de intensa luz azul. Comienza a dibujarse entre espirales de destellos lo que bien podría ser una figura humana. Chispas saltan por todos lados creando un juego de luces digno de ver y tan imposible como fascinante. En ese mismo instante parece que el tiempo vuelve a fluir, aunque esta vez en dirección contraria. Demian se encuentra navegando en la corriente temporal hacia atrás. Recrea los movimientos de Lavenna segundos antes de que todo eso comenzara, salvo que esta vez es la única que actúa, ya que él mismo ha salido del cuadro.

La figura gana definición mientras Lavenna se mueve de forma antinatural. Se atisba entre destellos un hombre alto y corpulento, vestido de negro, pelo cano y barba.

Como si una piedra hubiera sido lanzada contra el tejido de la realidad, una onda de luz azulada inunda el cuarto, extendiéndose en todas direcciones y haciendo avanzar de nuevo el tiempo hasta el punto de partida. El efecto es tan fuerte que Demian cae al suelo, con los ojos dañados por la luz.

Cuando todo acaba, frente al niño se encuentra Hero, que lo observa con expresión grave.

No puedo evitar quedarme en el suelo durante un momento restregándome los ojos con mis manitas para que, una vez acostumbrada la visión tras el destello, pueda levantarme. Me quedo mirando entonces a Hero - Me alegro de verle, señor. ¿Cómo nos ha encontrado? No he tenido ni una oportunidad de lanzar mensaje alguno al exterior, pero si he visto que están pasando muchas cosas que requieren nuestra atención. Al menos estoy en plenas facultades - miro de reojo a Herzeleid - ¿Y ella? - y continuo diciendo - Me ha cuidado a su manera... pero, ¿Qué hacemos ahora? -

- Ahora... - Responde el anciano héroe, repitiendo la última palabra del niño. Parecía algo confuso, aunque su determinación era fuerte. Demian podía captar esa fuerza de carácter incluso en la postura estática que mantenía.

- ¿Qué día es hoy, Demian? - Pregunta, observando a su alrededor con expresión extrañada. Parecía que algo no iba bien. Alza la mano derecha y observa la esfera de lo que parece un reloj digital. En su superficie, una serie de números y caracteres incomprensibles para quién no estuviera familiarizado con el artefacto. Al moverlo, pequeñas líneas de luz azul acompañan el reloj, idénticas a las que se vieron a la llegada del héroe a la habitación.

Un poco extrañado por la actitud del héroe le contesto - Pues llevo aquí cuatro días desde el fin de la tormenta. ¿Por qué lo pregunta? - y miro su artefacto mientras pienso - Puede que en este lugar no pase el tiempo y su "reloj" se haya alterado... -

El viejo héroe parece hacer un cálculo mental rápido y asiente con cierto alivio en el rostro. Observa la habitación durante unas décimas de segundo, se hace una idea de la situación y detiene la mirada en la mujer, valorando el posible riesgo que podría suponer. No responde en un primer momento a la pregunta de Demian, sino que avanza hasta él, extiende la mano derecha, la que portaba el artefacto, y se la coloca sobre el hombro.

- Vamos a sacar a un aliado de un lío peor que este en el que te has metido. - Anuncia mientras el reloj vuelve a destellar con intensos haces de luz azul. - Cuando estemos todos juntos, os daré las explicaciones pertinentes. Hay demasiado en juego. - La fuerza de los rayos aumenta y comienza a producirse el mismo efecto que cuando apareció Hero, salvo que a la inversa. Lavenna se mueve a cámara rápida hacia adelante, avanzado hacia vosotros mientras en su mano comienza a materializarse un objeto que posiblemente acabe siendo un arma. Aunque para ella han sido segundo, para Demian han sido solo décimas. Atrapado en el ingenio de Hero, ve la corriente de tiempo ser absorbida por el extraño reloj como si de un sumidero que tragara agua se tratara.

Sin siquiera tiempo para parpadear, ambos desaparecen de la habitación dejando tras de sí una Lavenna frustrada...