Aquella estancia era completamente distinta a lo que se había visto hasta ahora, pues a diferencia de las anteriores zonas de bosque, de playas, de pueblo y de acantilados, esto era un hermoso campo por donde alcanzaba la vista, con alguna que otra columna romana alzándose del suelo en pequeños patios abiertos, comederos de pájaros, fuentes, bancos y mesas de piedra pulida. Todo esto bellamente adornado con flores y árboles bien cuidados y en un perfecto estado de salud.
Así como un gran muro amurallado que superaban los cinco metros de altura que dividían aquella estancia de la mansión que estaba algo más al norte de aquel lugar. Aunque se podía dejar ver los torreones de esta timidamente asomarse detrás de los imponentes muros.
La única puerta, de metal, con aleación de plata, se encontraba cerrada a cal y canto, y no parecía haber forma alguna de abrirla salvo con el uso de la llave, pues el candado que esta tenía, a pesar del estilo de la puerta, parecía ser fascinante e imposible de manipular debido a su complejidad.
Siguiendo el muro hacia el Oeste, aquella Maid que venía de la zona de las cascadas del Sur se encontró con semejante paraíso terrenal, más similar al jardín del Eden que a cualquier otra cosa que hubiera visto o incluso soñado en un primer lugar. La hermosura del jardín no tenía nada que envidiar a... a... a algo muy bonito.
El tiempo siguió pasando en aquella isla, y poco a poco con el sol asentándose, el reinado de la noche, bajo la atenta mirada de la luna y las estrellas tomaría el poder. En la noche las sombras inocentes se volvían monstruos hostiles tan solo guiados por la más vívida imaginación. Y las acciones más mundanas se convertían en viles conspiranaciones bajo el secretismo de la oscuridad.
Era un buen momento para dormir, aunque quién sabe si de ese sueño una se podrá despertar...
- LUNA LLENA -
VI chasqueo la lengua molesta al ver que la puerta estaba cerrada y no tenia la llave, trato de usar la llave dorada que habia obtenido como loot del oso, en caso de que no funcionase, deberia de buscar refugio para volver al dia siguiente al pueblo, a rebuscar en las casas que aun no lo habia hecho, con suerte estaria en una de ellas...
La llave dorada no entró, pero la llave que encontró en la chimenea sí entró a la perfección dentro de la cerradura de la puerta que daba a los Jardines -o que salía de ellos- sea como fuera, al parecer este tramo iba a estar disponible a partir de ahora. Y todo gracias a la manía de la Maid VI de meter cosas en coas y luego girarlas hacia el lado correcto.
- Puerta Desbloqueada -
Aquella Maid VI decida avanzó a través de aquella puerta en dirección a la Mansión, en donde tan solo tendría que subir muuuuchas escaleras hasta llegar hasta allá arriba. Pero después de estar andando, subiendo, escalando, finalmente llegaría a la mitad de las mismas, por lo que ahora le tocaba... la otra mitad.
Aquella estancia era completamente distinta a lo que se había visto hasta ahora, pues a diferencia de las anteriores zonas de bosque, de playas, de pueblo y de acantilados, esto era un hermoso campo por donde alcanzaba la vista, con alguna que otra columna romana alzándose del suelo en pequeños patios abiertos, comederos de pájaros, fuentes, bancos y mesas de piedra pulida. Todo esto bellamente adornado con flores y árboles bien cuidados y en un perfecto estado de salud.
Así como un gran muro amurallado que superaban los cinco metros de altura que dividían aquella estancia de la mansión que estaba algo más al norte de aquel lugar. Aunque se podía dejar ver los torreones de esta timidamente asomarse detrás de los imponentes muros.
La única puerta que daba acceso a más allá parecía estar abierta.
Aquella Maid decida avanzó a través de aquellas muuuuchas escaleras en dirección hacia el inicio de las mismas. Y después de estar andando, bajando, descendiendo, finalmente llegaría a la mitad de las mismas, por lo que ahora le tocaba... la otra mitad... y tras seguir andando mucho más, finalmente logró llegar abajo del todo.
Ya en kos jardibes decidio buscar lo que habia escondido en una de las piedras al lado de la fuente del jardin, total, ya que estaba alli, por que perder mas el tiempo, despues de ello miraria si hubiese algun lugar donde pasar la noche refugiada.
Tal y como recordaba de la nota que encontró:
He logrado hacerme con una copia de las llaves, tanto de las celdas como del escritorio. Las guardaré debajo de una piedra en la fuente del jardín. Así me aseguro que nadie vaya a cogerlas.
Ha conseguido un manojo de llaves.
VI se rasco la barbilla, quizás ir a la comisaria y pasar allí la noche no seria mala idea, aunque volverse a meterse en el bosque de noche, no le parecía la mejor de las ideas.
Suspiró algo duditativa...
"Meh, mejor que pasar al noche en el raso será"
Pues ale, aprovecho y voy a comisaria
Viendo que se había encontrado con las plantas esta lo tuvo claro, volviendo sobre sus propios pasos la Maid decidió volver en busca de alguna otra zona para poder descansar, encontrarse con alguien más, o quizás simplemente buscar otro camino que no tuviera un enorme muro impidiéndole pasar... o quemar cosas...