Partida Rol por web

La muchacha frunció el entrecejo al encontrar los papeles en dicha casa. Era enormemente preocupante desde cualquier perspectiva posible y una parte de ella sintió resquemor a la hora de imaginarse que una de las chicas, y a saber cuantas otras, comenzó a sospechar. Sin embargo... También eran motivo de alivio para ella. Lo encontró antes que nadie.

No tardaría en guardar en su sitio las fotos como los papeles... Y entonces III entraría. 

IV se quedó mirando a III un tanto perpleja mientras sostenía en las manos unas cuantas hojas de papel que bien parecían ser informes y una caja de cartón a sus pies. Sin embargo... No le dijo nada, no la detuvo, ni le dio muchas más vueltas a su presencia. La dejó marchar.

Una vez que III se marchó, IV suspiraría... Y buscaría marcharse. Sin embargo antes de eso buscaría el baño, metería la primera de las tres hojas al inodoro y se desharía de ella para siempre. Entonces... Revisaría una última vez la cabaña para ver si habían pistas sobre quien la habitaba. En caso de no encontrar, se marcharía a la "otra" cabaña número 4. Por supuesto, saldría junto a su MARAVILLOSA sombrilla.

Viendo, o al menos creyendo ver que esta no era su casa, a fin de cuentas en estos momentos estaba siendo ocupada por alguien más; esta Maid decidió abandonar aquella cabaña y regresar nuevamente al pueblo del que acababa de salir hacia escasos segundos atrás.

Viendo, o al menos creyendo ver que esta no era su casa, a fin de cuentas había información de que alguien la estaba espiando en estos momentos; esta Maid decidió abandonar aquella cabaña y regresar nuevamente al pueblo del que hacía ya unas cuantas horas -de sueño- que había abandonado.

El interior de aquella cabaña lo primero que una persona podía ver era un mensaje bordado en una pared, aquel mensaje era bastante sencillo, y aunque algo ominoso, no parecía dar mucho más que simplemente recordar a los que se adentraban en aquel lugar esta pequeña norma.

No cometerás actos impuros

Por lo demás, aquella cabaña parecía ser una pequeña vivienda unifamiliar bastante adecentada. Claramente alguien estaba viviendo en el lugar, de hecho había algunas cosas desordenadas que se saliera de la norma de lo que debería haber una cabaña, o el hogar de alguien, debería ser (y estar).

La Maid siguió explorando el pueblo y se adentró dentro de una de las casas al azar -aunque trataría de que fuera la 6- para poder usarla, en donde, esta notaría aquellas cosillas que la diferenciaban del resto de las cabañas, pues pese a estar todas cortadas por el mismo patrón, cada una parecía mostrar su vida y personalidad propia... y lo que era mejor, agua y luz.

Al entrar en aquella casa, aquella Maid sufrió un intenso dolor de cabeza repentino, al parecer había recordado que sufría migrañas o algo similar... al volver a abrir los ojos cuando el dolor pasó, esta no solo pudo reconocer aquella casa como suya propia, sino que recordó que en ella había guardado algo en la chimenea: Una llave floreada.

Al parecer al fin había llegado a casa, y por lo visto, tenia una llave de los jardines, ahora le quedaba por un lado investigar la habitación de II, aunque al parecer, también habían acabado con ella, y por otro lado visitar los jardines, a ver si le resfrescaba algo mas la memoria.

Decidió, como era costumbre registrar su casa, a ver si conseguía algo de utilidad, o algún recuerdo que le ayudase a recuperar la memoria.

Le llego el mensaje...

Cuando acabase de registrar la casa se dirigiría para allí no quería ser la primera en llegar, menos aun teniendo en cuenta que alguien las estaba matando.

Tras revisar aquella residencia halló debajo de la cama una pequeña caja de cartón llena de fotos e informes escritos sobre una de las Maids que habían sido eliminadas, en concreto la Maid IV.

Su trabajo de "Jefa de Seguridad" se limita a hacer paseos nocturnos, parece que tiene una especie de heliofobia o algo así. Aunque no mucha, pues a veces sale también durante el día, usando ese horroroso paraguas de Hello Kitty...

Hoy ha entrado en la casa de la enfermera, al parecer está investigando algo relacionada con ella. Me pregunto si debería yo también interesarme por ello... ultimamente está más ajetreada de lo habitual. ¿Qué estará planeando?.

He logrado hacerme con una copia de las llaves, tanto de las celdas como del escritorio. Las guardaré debajo de una piedra en la fuente del jardín. Así me aseguro que nadie vaya a cogerlas.

Con aquella información nueva, la Maid decidió abandonar el lugar para volver a la plaza de aquel pequeño pueblo costero tan idílico y a la vez que tan confundido lo estaba teniendo. Esperando así encontrar de una vez con las respuestas que andaba buscando por tanto tiempo y que, de momento, no daba encontrado.