Partida Rol por web

15 de Diciembre
21:00

Sentado ante tu pequeño escritorio, jugabas con uno de los bolígrafos entre tus dedos mientras mirabas una hoja totalmente en blanco. Hacía horas que habías terminado tus quehaceres con los estudios de la universidad, a los que le dedicaste una mirada rápida, con la esperanza de tener algo más que hacer. No fue así.

Estabas solo en tu habitación. La mayoría (por no decir todos) de tus compañeros compartían habitación, pero a pesar de tus intentos por pasar desapercibido, tu padre se había encargado de que vivieras solo en la habitación. Llevabas tiempo dándole vueltas a si era un método de control, el deseo de que su hijo tuviera un espacio total para si solo, o simplemente, que no te relacionaras con nadie más, o el deseo de un padre por lo mejor por su hijo.

Fuera como fuera, seguías mirando la hoja en blanco, sin saber que hacer, sin nadie a quien llamar. Los demás, correteaban por sus vidas sin rumbo, sin objetivo ni deseo o ambición. Y tú te encontrabas atrapado en el centro de tal vorágine.

Clavaste el bolígrafo en el papel, solo durante unos segundos, para volver a despegarlo. Escuchabas el ir y venir de gente por los pasillos, fuera de tu habitación. Gente hablando de cosas insustanciales para ti, porque sabías que, en algún lugar dentro de ti, había algo mucho mejor.

Y, sumido en tus pensamientos, algo te hizo dar un respingo. Tres golpes secos en la puerta de tu habitación.

Oh, la monotonía.Si había algo peor que la rutina de todos los días, era terminar con ella y no tener nada que hacer.El aburrimiento puede ser peligrosamente mortal para una mente tan activa como la de Logan.Sin embargo allí estaba, sin nada que hacer y demasiadas cosas en que pensar. "¿Debería salir afuera?" Se preguntaba a si mismo, pensando que en algún lugar de los alrededores encontraría algo que hacer, puesto que todo parecía mucho mejor que quedarse sentado en su propia habitación sosteniendo un bolígrafo mientras observaba un papel en blanco.Por su mente se cruzo visitar algún tipo de bar, siempre le había interesado el investigar ese tipo de lugares, y quizá estuvo a punto de hacerlo hasta que alguien golpeo la puerta de su habitación.

Arrancado del reino de sus pensamientos, se levanto extrañado de su silla y movido por la curiosidad mas absoluta "¿Quien seria?" Pensó cuando poso su mano en el pomo de la puerta, lo giro y abrió la misma para encontrarse con quien sea que estuviera llamando.

- ¿No te enseñó a tu madre a preguntar antes de abrir? - No hubo saludo inicial, si no una pregunta repentina de un hombre de mediana edad, con una sonrisa extraña y única sonrisa, clásica de un hombre que había triunfado en cuanto se había propuesto. El hombre tiró de las solapas de aquella americana que llevaba, estirándola, y acto seguido, apretó el nudo de la corbata, quedando como el perfecto caballero. Tu padre. Era innegable. Aquel era tu padre.

- Espero que no tengas planes para esta noche - Dijo, sin borrar aquella sonrisa mientras se pasaba la mano por la perilla, peinándosela. Thomas estaba solo, no venía con nadie, ni siquiera con tu madre. Y eso era extraño, porque siempre venía acompañado de alguien, bien tu madre, bien un guardaespaldas, bien alguien que hiciera cuanto él necesitaba.

La gente seguía pasando por el pasillo, caminando más lento para escuchar fragmentos de la conversación, que serían la comidilla de los próximos días. Aunque nadie se detuvo, quizás la vergüenza podía con la curiosidad. Y mientras, Thomas Wilson seguía esperando en la puerta del a habitación.

Al ver a su padre en la puerta de su habitación, los primeros tres segundos el joven fue invadido por un sentimiento de sorpresa.Luego, agudizo la vista mientras escuchaba sus palabras y analizaba cada posible razón por la cual este estuviera justamente allí, sin compañía de nadie. "¿Por que estarás aquí?" No parecía venirle a la mente ningún motivo por el cual su padre, un hombre de negocios altamente exitoso y ocupado todo el tiempo se había tomado la molestia de honrarle con su presencia.Pues si algo era cierto, a pesar de que sus padres se aseguraron de que tuviera lo mejor siempre, lo que le falto durante casi toda su infancia era mayormente la presencia de sus padres.

-Cuando dices madre, ¿A cual de todos mis tutores te refieres?.- Sonrió ampliamente ante su padre, para que supiera que solo estaba jugando.Estaba consciente de que los estudiantes que pasaban por ese mismo pasillo podían reconocer a su padre, y la curiosidad les podía. -Bueno, donde están mis modales. Adelante, supongo que querrás pasar y decirme que te trae por aquí, porque yo muero por saberlo.- Dicho esto abrió mas la puerta y se aparto del camino para dejar pasar a su padre, si es que esa era su intención.

Aquella sonrisa solo se amplió al ver el gesto de sorpresa de su hijo. Lo había conseguido una vez más, sorprender, innovar y marchar a la vanguardia. No se movió, dejando que su hijo sacara lo mejor de su herencia, analizando la situación, intentando adaptarse e intentando sobreponerse. Solo esperaba poder estar orgulloso de su hijo.

- Yo también me alegro de verte, Logan - Fue su respuesta a tu primera pregunta. Entró en la habitación, observando con detalle todo lo que tenías allí. Era evidente que estaba estudiando como habías decorado tu habitación, que había en ella. Estaba juzgando, y para empeorar las cosas, no había borrado esa sonrisa de su rostro, lo que no te dejaba claro del todo, que debía estar pasando por su mente. 

- ¿Qué podría traerme hasta aquí? - Te preguntó, parándose y girándose hacia tu persona. Se encogió de hombros, torciendo el gesto de los labios de su boca, sin abandonar aquella actitud juguetona y graciosa que podía poner de los nervios a cualquiera.

- Estoy aquí por ti, Logan. Porque tengo cosas que... hablar contigo, que no podía hacer por teléfono. ¿Podríamos... ir a un lugar donde tus compañeros puedan dejar de echarme fotos? - Te preguntó, girándose hacia la puerta, saludando a los chavales que estaban pasando por allí y miraban hacia adentro con curiosidad. Aun no habías visto a ninguno echar foto alguna, pero si sabías que más de uno había reconocido a tu padre* y que, por supuesto, eso acabaría salpicándote.

Logan cerro suavemente la puerta tras el paso de su padre, y extrañado lo observo -Dime padre, ¿En que lugar no te reconocerían?.- "Realmente no necesito una evaluación sorpresa sobre si estoy a la altura de mi apellido justo ahora.-" -Estoy cansado de estas personas, parece que la única emoción que pueden tener es asombrarse cuando ven a alguien de éxito.- Un suspiro prolongado demuestra su fastidio -Quizá lo mejor sea que me digas aquí lo que tengas que decir, no se que sera pero planeaba salir a hacer trabajo de campo justo en este momento.- Decirle a su padre que no tenia nada que hacer y estaba enteramente a su disposición no le parecía la mejor idea, después de todo lo conocía, y una vez que le das un poco de poder sobre ti a ese hombre es difícil quitárselo.

Tu padre bajó la mano en cuanto cerraste la puerta. Su perfecta sonrisa fue difuminándose hasta dejar paso un gesto más bien neutro, mientras se volvía hacia ti, llevándose las manos a los bolsillos de la americana. Pasó la punta de la lengua por los labios, humedeciéndolos, mientras lanzabas tu primera pregunta al aire, a la cual, no respondió.

Sabías que la había escuchado, era imposible que no lo hubiera hecho. Así que la había ignorado deliberadamente.

- ¿Alguien de éxito? ¿Cómo tú o... como yo? - Thomas sería un empresario de renombre, éxito y con un don especial para los negocios. Pero una patata emocional incluso con su hijo... o simplemente un ególatra. - No importa. - Dijo, refiriéndose a quien era esa personad e éxito - ¿Trabajo de campo? No importa. He traído el talonario y por lo que he podido ver mientras el chofer me dejaba fuera, este sitio necesita una donación urgente -

Camino, aun con las manos metidas en los bolsillos por tu habitación. Evaluándola en silencio, hasta volver a mirarte, una vez situado junto a la ventana. - Quien diría que odias a tus compañeros... ¿Seguro que quieres hablar "aquí"? Ten por seguro que debe haber... al menos tres personas tras la puerta, poniendo la oreja. Y yo no, pero tu pareces más... celoso de tu intimidad. - Acabó por añadir, acentuando aquella sonrisa.

- ¿Compañeros? Tu lo has dicho, solo son eso, gente que te acompaña en una cosa u otra.A nadie le interesa realmente quien soy, solo ven mi apellido, tu éxito.Solo quieren prenderse de el.- Entonces el joven Logan poso su mano en la puerta, calculando la altura en la que la gente podría estar escuchando -Y sobre eso, creo que ellos entienden que hay algo llamado derecho a la..- En ese instante, descargo un fuerte golpe sobre la puerta -¡PRI- y otro -VA- y otro -CIDAD!.- El ultimo golpe fue mas fuerte que los demás -Y si en medio de la conversación abro al puerta y los encuentro allí afuera, seguramente no sigan estudiando en esta institución por mucho mas tiempo.-

-Ahora padre, trata de no meter tus manos sobre este lugar, me gusta tal y como esta sin tus "Donaciones".Y por favor, ten la amabilidad de hablarme sobre el tema que has venido a discutir, después de todo, tu no eres un hombre que malgasta su tiempo. ¿Verdad?.- La sonrisa convincente y la mirada calculadora, ambas seguramente heredadas de su padre, se usaban contra el mismo en ese momento.

- ¿Y no es tu apellido parte de ti? - Preguntó, con esa naturalidad que prodría irritar a cualquiera. Esa pequeña sonrisa, que no deseaba desaparecer de su cara, siguiendote con la mirada - Deberías aprovecharte de ellos, aprovecharte de tosas las herramientas que tienes a tu alcance, con o sin apellido -

Y cuando vio lo que comenzabas a hacer, pasando la mano por la puerta, tu padre puso los ojos en blanco, girandose y colocandose de espaldas cuando comenzaste a dar golpes y a gritar. A cada golpe que dabas, Thomas inclinaba más la cabeza, haciendo muecas de decepción. - Quizás sea demasiado tarde - Bromeó, girandose hacia ti, metiendo las manos en los bolsillos del pantalón.

Pero cuando mencionaste el tema que lo había llevado hasta allí, pareció fingir una mueca de sorpresa. - Mi visita, tienes razón. ¿Ves como eres genial? Has salido a tu padre. Necesito que me hagas un favor. Me han invitado a una fiesta en fin de año, pero odio esas fiestas... ¿Te gustaría ir por mi?

Logan se cruzo de brazos, y apoyado sobre la misma puerta de la habitación, observo a su padre con ojo critico -Sabes que no me interesa asistir a esos eventos, sobre todo porque me interesa estudiar el comportamiento de las personas en ese tipo de situaciones.- "A decir verdad, los ricos son un poco aburridos en algunos casos." -Sin embargo, ¿Es ese un tema que no se puede hablar por teléfono? Me parece extraño que vinieras hasta aqui solo por eso.- Quizá algo había oculto, o quizá no, pero si hay algo que movía a Logan era su curiosidad -¿Seguro que solo era eso?.-

- Claro que te interesa - Contestó inmediatamente. Se giró hacia ti, metiendo las manos en los bolsillos en los pantalones de tela. - Los ricos, poderosos y dirigentes también necesitan... - Hizo una pausa, chasqueando la lengua, haciendo una mueca como si estuviera pensando. Te quedó claro en ese momento, que no tenía claro que era lo que estabas estudiando. O que lo estaba fingiendo muy bien. Un padre ideal. - ¿...qué es lo que estudias? ¿Psiquiatría? ¿Sociología? No, no... Psicología. Psicología ¿No? - Te señaló con el dedo índice, con una media sonrisa - Los ricos también necesitan psicólogos, sería tu gran oportunidad para darte a conocer, y comenzar a labrarte un futuro lejos de la empresa de tu propio padre.

Pero fue cuando preguntaste si había algo más, cuando Thomas amplió su sonrisa sin apartar la mirada de ti. - ¿Ves como eres digno hijo de tu padre? Digno heredero. - Por un momento, lo viste vacilar. Tomó aire, dejándolo escapar por la nariz. Nunca lo habías visto vacilar, o suspirar antes de anunciar algo.

- Nunca he sido un buen padre. Y eso no va a cambiar ahora. Has querido que fuera aquí, cada uno es esclavo de sus decisiones, Logan. - Se puso más serio, sacando las manos de los bolsillos, guardando unos segundos de silencio.

- Mi tiempo se acaba, la luz de esta vela se consume, y llega a su final. Estoy muriéndome. - Y a pesar de la noticia, sonrió, mirandote. - ¿Qué? ¿No vas a soltarme tu también ese rollo sobre las Cinco Etapas del Duelo?

Logan no se sorprendió ni hizo gesto alguno de emoción cuando su padre intentaba adivinar cual era la carrera que el estaba siguiendo. "Digno heredero ¿De que, de tu dinero? Un padre debería dejarle algo mas importante a su hijo que el producto de sus estrategias capitalistas." Sin embargo cuando su padre se puso mas serio, y continuo con lo que estaba diciendo, el rostro de indiferencia de Logan que hasta ahora estaba manteniendo se fue deformando a uno de preocupación.Por su comportamiento, nunca antes visto, podría saber que no estaba mintiendo y si lo hacia, su padre era el perfecto actor sin moral.

-Aunque lo hiciera, parece que ya estas en la ultima.- Logan ladeo su cabeza -Pero no entiendo, tu siempre has tenido buena salud ¿Que es lo que te sucede?.- Por su mente pasaron varias enfermedades e intento divisar con sus ojos algún síntoma de ello en el cuerpo de su padre que este estuviera intentando esconder o disimular, algo que le diera alguna idea de lo que sucedía con su padre, a pesar de haberlo preguntado hace un segundo.

A simple vista, Thomas no parecía herido, ni demacrado, ni enfermo. Aun así, algo le pasaba, su forma de ser, de comportarse, a pesar de intentar que pareciera ser "la de siempre" había algo que fallaba. Aquella despedida implicita en todas sus palabras. De dejar las cosas atadas y cerradas.

- Angisarcoma Agresivo - Estaba claro, no era la primera vez que pronunciaba aquellas dos palabras. Su frialdad, seriedad e indiferencia dejaban bastante claro que había aceptado lo que era. - Que traducido al vulgar quiere decir Cáncer de Corazón. Uno bastante extraño y singular, solo 1 caso cada 75.000. Excepcional incluso a la hora de morir ¿Cierto? - Lo peor, era que aquella última frase venía cargada de cierto orgullo o desdén por el destno que iba a sufrir.

- Parece que alguno de esos vagabundos que disfrutan con estas noticias, acertó. El dinero no da la salud. Una verdadera pena. - Y contrario a lo que decía, sonrió de aquella forma tan peculiar, una sonrisa que siempre dejaba claro lo superior que era a todos los demás.

- Dime... ¿Es esta una noticia a la altura de una visita a tu cuarto? -

-Es una de las sistemáticas recompensas ante una vida extraordinaria, parece que ni siquiera puedes irte de manera normal, como bien has dicho.Aunque no si yo estaría orgulloso de esto si estuviera en tu lugar, pero tu, quizá estabas destinado para estas cosas.- Logan sentía un poco de tristeza, pero entendía la forma de ser de su padre después de todo -Esta bien, supongo que tendré que asistir a esa fiesta después de todo.Pero ¿Ahora que harás? Pocas son las personas con el conocimiento exacto de cuanto le queda de vida en este mundo, entonces, ahora que tu lo tienes ¿Cuales serán las ultimas acciones del gran Thomas Wilson?.- Miro a su padre, fue una mirada profunda.Para el, un futuro psicólogo, este era un caso maravilloso. ¿Como actuaria su padre, un hombre exitoso en aquello que se propuso, ante la noticia de su muerte inminente. ¿Dedicaría el tiempo que le queda a hacer buenas acciones? ¿Utilizaría su fortuna para cumplir cada capricho o deseo que aun no había cumplido? Las opciones eran muy amplias, pero, cual seria el camino que seguiría era el verdadero misterio.

- Dime... ¿Y qué preferirías si estuvieras en mi lugar? Si fueras yo. ¿Qué te atropellara un coche y tu bonita caja de ébano tuviera que estar encerrada en tu velatorio porque ni tu hijo sería capaz de reconocerte? - A pesar de que había cierto reproche en respuesta a su primera frase, parecía que la pregunta era una pregunta real.

Sobre como prefería morir.

Pero Thomas no parecía sentir tristeza o lástima por el destino que le aguardaba. Y ante la pregunta de qué es lo que iba a hacer a partir de aquel momento, aquella sonrisa cargada de seguridad, de arrogancia y de superioridad volvió a aflorar. - ¿ Qué harías tu en mi lugar? - Tu padre era experto en psicología humana. Lo demostraba cada vez que daba la vuelta, cada vez que giraba las preguntas, y que acababa haciendo lo que deseaba. Era fácil plantearse si de verdad no había estudiado la "pseudociencia" que el llamaba "Psicología".

- Las últimas acciones del Gran Thomas Wilson - Se le llenó la boca al decir esto - Serán las acciones de siempre del Gran Thomas Wilson. Asistiré a mis reuniones con la junta, negociaré los tratos, y cuando la parca venga a reclamarme, le pediré quince minutos para terminar el balance anual. Como siempre. - añadió las últimas dos palabras tras unos segundos de pausa.

- Dime Logan... ¿Eres un hombre temeroso de Dios? -Hasta donde sabías o recordabas, aquella era la primera vez que escuchabas la palabra "Dios" en boca de tu padre.

-Ni yo podría adivinar lo que haría yo mismo si estuviera en tu situación.- Los ojos de Logan se tornaron grises en ese momento, transformándose en una mirada vaciá "Mi padre, aun frente a su muerte, seguiría con su rutina. ¿Acaso somos todos así? Debe haber alguna parte de nuestro ADN programada en cada uno de nosotros para actuar de esta forma por naturaleza.Para el hombre la muerte es el final de todo, el borrado total, el acto final antes de que tu mente desaparezca para siempre en la nada. La inexistencia misma aun no es suficiente para que un hombre no altere su status quo ni en lo mas mínimo." La vida volvió a los ojos de Logan cuando su padre menciono una palabra clave, una palabra que nunca antes había escuchado oírla de el. "Dios".

-No me permito vivir limitado por el miedo a que el invento humano para explicar las cosas que no entendía en el pasado me condene al sufrimiento eterno después de mi muerte.Y aun sí este delirio que el hombre aun no abandona existiese, ¿Crees que serviría de algo tenerle miedo? Actuar de la manera que es moralmente correcta aun cuando tu mente es tentada por la otra opción, pero elegir la primera para asegurarte un lugar en el reino de los cielos.- Pareció querer reírse ante sus palabras -Eso es estúpido, no creo que puedas esconder tu verdadera naturaleza de alguien así.Pero ¿Por que lo mencionas? No me digas que eres un creyente después de todo, o que este asunto te ha hecho pensar sobre ello.-

- Oh, vamos... todos hemos fantaseado con cómo sería nuestro entierro ideal. Es... humano. - Añadió la última palabra con un deje de placer. Sabías perfectamente que él jamás había hablado del momento en el que fuera a morir, cómo si tu padre planeara vivir para siempre, cómo si no le importara el momento de su muerte o porque, simplemente, nunca lo había mencionado hasta el momento.

Pero hubo algo, en aquel "Es humano" que podría arrancar un escalofrío al más frío o duro. Algo siniestro, y a la vez, cargado de resignación. - ¿De verdad no sabrías decir qué harías? - Quien diría que parecía disfrutar con aquella siniestra conversación.

Pero te dejó hablar. Tu padre no era uno de esos que estaban callados demasiado tiempo, y que no te interrumpiera era un autentico logro. Te dio la sensación, de que por una vez en tu vida, estaba interesado en saber cual era tu opinión. Por extraño que pareciera. Por raro que fuera.

Y no fue hasta tu pregunta final, que él si se permitió aquella carcajada que tu habías reprimido. - Logan. Si Dios existe, soy yo. - Soltó sin contemplaciones, sin abandonar esa pose de caballero arrogante, esa elegancia perfecta. - Y me alegro de ver que mi hijo comparte mis mismas ideas. Después de todo, eres digno hijo de tu padre. - Comenzó a caminar por tu habitación, mirando esta vez por la ventana. Aquella sonrisa suya desapareció durante unos segundos, en los que fruncía el ceño. Se apartó de la ventana, caminando hasta la puerta, como alejándose de la primera, y te volvió a mirar.

Rebuscó en el interior de su americana, tendiéndote una carta que estaba a su nombre. - Toma. - El sobre no tenía sello, ni remitente. Solo el nombre de tu padre en la parte frontal. El sobre ya había sido abierta. - Lo necesitarás. -

-Definitivamente hay algo retorcido con la raza humana, pues si liberas todas las fantasías que su mente es capaz de tener, el mismo infierno de Dante quedaría como un paseo en el parque una tarde de día soleado.- "Después de todo, ese infierno fue creado también por la imaginación de un hombre, se puede decir, que el infierno y el cielo están en la mente" Tras este pequeño pensamiento al aire, Logan se pregunto porque su padre había dicho la palabra humano de tal manera, sin embargo su siguiente pregunta lo saco de esa linea de pensamiento -La verdad que lo que haría podría variar dependiendo en el momento que me llegue tal noticia.No seria lo mismo lo que haría ahora, como lo que haría en veinte años, o en cuarenta.Ademas, también intervienen otros factores...Pero quizá el sueño de cualquiera en mi edad de sexo masculino seria pasar su ultimo día entre las tetas de varias mujeres hermosas en alguna piscina privada.- Logan sabia bien que haría en realidad, pero esa idea ya estaba encerrada en los recónditos mas siniestros y oscuros de su mente.Algo así no lo revelaría, ni aun a su padre.

Aun así rió junto a su padre cuando este contesto a su pregunta sobre Dios "Si algo eres, es el dios del ego." Y luego observo su cambio de comportamiento cuando se acerco a la ventana con una mueca pensativa -Bueno, supongo que estoy libre de tu ira divina.- Dijo con una mirada de sospecha hacia el "¿Que has visto?" Y luego concentro su mirada en la carta que le estaba entregando, para quitar el sobre que su padre obviamente ya había leído y averiguar de que trataba.

- Lo estás por ahora. - Bromeó sobre el alcance de su ira divina. Se quedó junto la puerta y miró el reloj que llevaba a la muñeca. No miraba la hora, miraba otra cosa. Pero no sabías el qué. Fuera lo que fuera, no perdió el tiempo mirando el reloj y volvió a mirarte.

- Pero no es por el ahora por lo que debes preocuparte. - Aquella frase sonó ligeramente más siniestra, más oscura, más profunda. Y solo pasaron unos segundos de silencio, hasta que miró de reojo la puerta, tras él. - Ahora será mejor que me vaya, o me meteré en un buen lío. Incluso yo, de vez en cuando, tiene cosas más importantes que hacer que estar con sus hijo. - soltó sin demasiados problemas.

- No olvides la fiesta. Respeta la norma de etiqueta, y no llegues tarde. Podría ser tu gran oportunidad, Logan. - Acabó por levantar ligeramente el mentón, orgulloso y con aquella diminuta sonrisa de superioridad.

- Adiós, hijo mío. Adiós. - Fueron sus últimas palabras, antes de abrir la puerta con intención de abandonar el lugar.

-Adiós, Padre.- Logan no estaba seguro si volvería a ver a su padre, después de todo quizá se la pase trabajando como siempre hasta que llegue el tiempo de su muerte.Lo cierto es que después de todo, su comportamiento y palabras daban indicios a que había una segunda intención en cada una de sus acciones.Observo la invitación mas de cerca* y levanto una ceja segundos después "Gran oportunidad...¿Que planeaste para mi?" Al irse su padre Logan se sentó nuevamente en su silla, dejo la invitación sobre su escritorio y miro hacia el techo. "Increíble las cosas que pueden suceder de manera repentina, sin embargo..." Logan miro a su alrededor "Volvemos al mismo problema, el aburrimiento volverá en cualquier segundo. ¿Que hago ahora?" El bolígrafo volvió a girar en su mano, mientras lo absorbían sus pensamientos en aquella nuevamente silenciosa habitación.