Apuntó el nombre del local en una esquina de la hoja del bloc en la que estaba apuntado los datos importantes de aquella conversación y lo subrayó dos veces. Tal vez le hiciera una visita para investigar un poco. Aunque debería informarse primero más acerca del lugar.
Kate torció el gesto con la pregunta del agente. Ya le gustaría tener a ella una lista tan elaborada como la que le había tendido el agente Jackson, con los nombres y direcciones de todos los desaparecidos.
-No, -tuvo que reconocer,- ese número solo es una cifra- el móvil vibró sobre la mesa y Kate lo miró mientras seguía hablando distraída, -pero realmente no... ¡Espere!. - Casi de un salto se había reincorporado en el asiento.
-¡Adoro a este chico!. - Había estado pensando en él mientras hablaba con el agente pero no quería atosigarle mucho y le había dejado un margen, aunque al parecer él había estado trabajando por su cuenta. Kate sonrió feliz, al parecer tenía un providencial amigo.
-Es mi fuente. -Dijo sin que todavía la sonrisa se le pudiera borrar del rostro. -Ha conseguido algo importante. Puede que mañana tenga la respuesta a su pregunta. -Los dedos de la periodista se movían a toda prisa sobre la pantalla táctil del móvil para responder a su contacto.
Thomas bufó un poco por lo bajo ante la interrupción. ¡Cómo odiaba esos malditos cacharros que siempre tenían prioridad! Algo de su molestia se dejó traslucir en su tono de voz.
-Si la parece bien y tiene asuntos que atender-miró un instante al teléfono- y puesto que ya hemos intercambiado la información de la que disponemos creo que lo más sensato sería dejarlo para otro día señorita Aldridge-
Una vez expresada su opinión volvió a suavizar el tono para agregar más al descuido
-Si la parece puede elegir usted el lugar si el Molly's no la ha convencido- él era perro viejo y se había percatado que no había pedido nada, que había mirado con gesto entre anhelante y odiado los donuts que él sí había degustado y un largo etcétera que hablaba a las claras de esas neuras que nunca había terminado de comprender de las mujeres. Ellas se lo perdían.
El buen humor que le había proporcionado el mensaje de su fuente no podía ser tumbado por el gruñón carácter del hombre y lejos de sentirse molesta le dedicó también a él parte de su sonrisa.
-Son buenas noticias, hombre. Mañana le daré buena información sobre esas desapariciones que le he comentado. - Y tal vez algo más...- Añadió para si misma en un rápido pensamiento. Aunque había condiciones, aquellos hombres no paraban de ponerle condiciones, pero ella era una negociadora tan dura de roer como un viejo hueso.
No tenía excesiva prisa, el tiempo le sobraba, pero si que era cierto que ya habían terminado de intercambiar la información. Kate todavía no había terminado el café así que se lo tomó con calma. -No se preocupe, me gusta el lugar. - dio un trago. -El café no está mal, y esos donuts tienen buena pinta... -Se sintió tentada nuevamente pero desechó la idea. -Tal vez otro día. Si quiere repetir en este lugar me parece perfecto. - Dejo eso de su mano, más o menos era lo acordado.
Thomas mostró un asomo de sonrisa mientras se levantaba.
-Muy bien, como la parezca. Espero su llamada si encuentra algo-terminó de ponerse la gabardina cerca de la silla, aún no había terminado de hablar-de la misma forma que la llamaré si encuentro algo que pueda interesarla.-
Una vez dicho eso abandonó el café pagando su parte, dejando a la periodista con lo que quedaba de su taza y sus pensamientos entre el azúcar que flotaba en el ambiente del lugar. El próximo día también quedarían allí.
Y se pediría donuts de crema en lugar de mermelada. Que se jodiera el ardor de estómago.
Asintió y se llevó dos dedos a la sien para despedirse del agente Jackson dando el asunto por entendido. Le llamaría al día siguiente con la nueva información, y tenía la seguridad de que sería una buena información.
Después disfrutó de lo que le quedaba de café, pago su café y la propina y se despidió de la camarera para salir a la calle, aunque no sin antes volver a abrigarse de nuevo y colgar su bolso con todas sus cosas del hombro. Lo primero que hizo en cuanto salió a la calle fue encender el cigarro que ya había preparado antes de salir.
Tan pronto como la señorita Aldridge se vaya, el bueno de Thomas irá a comisaría a acogerse a la "Causa probable" de la Cuarta Enmienda para monitorizar las comunicaciones entrantes y salientes de ese terminal ^^ que tengo su número.
Básicamente si un agente de la ley tiene sospecha que un terminal puede ser útil como prueba para demostrar un delito tiene potestad para solicitar que se le envíen las transmisiones, que serían aceptadas en un hipotético juicio. En este caso Thomas está convencido que van a valer para resolver entre 11 y 34 desapariciones.