Era el primer día y los nervios estaban a flor de piel, más para algunos que para otros. Yo intentaba guardar mis nervios y emociones para dentro, consciente de que habría cámaras grabando y no quería hacer algo inapropiado. Pero parecía que muchos de mis compañeros no compartían mi punto de vista, no paraban de hablar y cantar, hasta que llegado aun punto, me dejé llevar por la corriente y me puse a dar palmas y acompañar al pequeño grupo que estaba haciendo una letra al himno de España.
Me acerqué a Luis, no le conocía personalmente pero sí habíamos coincidido en algún casting. - jajajaja, eso es, ahí a darlo todo.
De repente, la atención se desvió a la cocina, parecía que al fin podríamos comer algo que no fuera el fuet. A medida que mis compañeros llegaban, se veía cierto bajón y descontento en sus caras, ¿qué pasaría?. Cuando llegué hasta las bandejas lo entendí. Todo ensaladas... - Pero bueno, ¿qué es esto?, tendríamos que haber intentado meter alguna pizza a escondidas... - dije con cierta sonrisa pintada en la cara intentando quitarle algo de hierro al asunto.
Me serví un plato poco contundente de aquella gama de ensaladas y me senté al lado de la primera persona que vi ya sentada y preparándose para comer.
En cuanto hablan de comida se me activa el radar y dejo de dar palmas al ritmo de los que cantan cosas raras. Que ya me esperaba yo que lo del indie no calase mucho aquí dentro, pero qué le voy a hacer si soy una moderna. Salgo detrás de los que se mueven y escucho algo de pizza que me hace la boca agua.
-Uy, ¡pero si sólo hay ensaladas! ¿Y la pizza? -le pregunto al chico que creo que la ha mencionado.
Voy cogiendo un plato de lechuga con soja Tendría que haberme guardado un trocito de fuet para sobrevivir a la cena. Me siento frente a la chica que habla de una broma y asiento con la cabeza, convencidísima.
-Uh, esto debe ser como las novatadas de la universidad, ¿no? A mí no me han hecho nunca porque acabo de salir del instituto y ya me he venido directamente aquí a triunfar, pero seguro que es eso. Mañana habrá comida de verdad. Unos sanjacobos o algo.
—Oye, comida saaaana, que molón— dice Encarna con una sonrisa de oreja a oreja. —Y tiene pinta de que a todos os gusta por lo que escucho. ¿A qué sí? Esto está mejor que el fuet. Mira, que el tofu es la alternativa sana, es amigable con el medio ambiente, si no cuentas los bichitos que se mueren en las segadoras gigantes— explica Encarna.
—¿Qué dices?— dice mirando a Aitana —¿Dónde hay caldo? ¿algarrobos? que suena todo tan bien. Bueno, se ve todo tan bien, porque no me entero bien de qué más hay— pero no sigue hablando porque se empacha de ensalada y verduras. —Fay que fuidar la figuga— dice con la boca llena. —Y ef bueno pafa cantafff—
—¿Qué dices?— traga —¿Cuándo son las pruebas o algo? ¿Nos han dicho ya?—
A Vicente realmente le daba un poco igual el cenar eso, ya que él apenas cenaba algo grande, en todo caso pizza, nada más, pero lo que a el le volvía loco era... unas tostadas con o bien, Ali-Oli o Manteca, eso, para él era oro, ORO PURO.
-Bueno chavales, mientras vosotros coméis esa cosas "vegetarianas", porque a saber de que estan hechas, yo voy a mirar el frigo... jejeje.
Vicente se dispone a abrir el frigorífico.
No digo lo que hay para que el dire lo decida por mí, yo ya decidí el espetec, ahora le toca a él xD.
En cuanto Vicente abrió el frigorífico lo encontró totalmente lleno.. Lleno... De botellas de agua. Agua con gas, agua sin gas, agua con agua...
Listo. :)
Todo esto es súper fuerte, no me lo creo. De pequeña estuve en un concurso y salí en la tele, pero no me imaginaba estar en Operación Triunfo. Claro... Para mí estar en Operación Triunfo es la hostia. Además supongo que mi familia estará muy contenta, sobre todo mi abuelo. ¡Ese sí que canta bien! Además es mi mayor referente.
En cuanto llego y veo una casa tan grande lo primero que pienso es en hacer una fiesta. Tendría que ser genial. Miro a mi alrededor y parece que la Aitana esa, Agoney y David Bisbal podrían ser súper divertidos. Estoy a punto de proponerlo... Cuando veo lo que han puesto de cena.
-Bueno... Yo creo que lo han hecho para echarse unas risas, pero vamos, no me creo que sea la cena. ¿Qué quiere, que nos muramos de hambre, qué tipo de ser humano come de eso?
¡Pero ehto que eh! ¡Eh iiincreible!, ¿no? Si aquí no hay máh que enhaladah. ¿Y de dónde vamoh a sacar los hidratoh para quemar en el gim? Joder, joder, joder, tío, cusha, tío, ¡que todo ehto eh pahto pa rumiantes!
Dijo preocupado al ver la mesa de ensladas que les habían preparado. Se giró con rostro sorprendido. No podía impresionar a las dos chatis que le habían seguido con un especie de gelatina blancuzca y salsa barbacoa aguada de esa... ¿o sí?
Guapah, pa canela en rama ehtáih vohotrah, pero lo que sí puedo haceroh eh un rollito de goku con salsa de moja, ¿no?
Y como lo suyo es coser y cantar, se puso manos a la obra a hacer rollitos de tofu con salsa de soja mientras lo acompañaba de una canción.
Volandoo, volandooo. ¡Hiempre arriba! Allá van. Tu y yo lucharemoh loh doh... Juntoh, podemoh romper un iiiicebergncreible...
Ay, qué pobrecica esta muchacha que no se empana de nada...
-¡CALDO NO! ¡SANJACOBOS! -le grito al oído a ver si así me oye y le sonrío mucho para que entienda que es algo superchuli-. ¡Nada de pruebas! ¡Cena! ¡CE-NA!
Asiento convencida a lo que dice Amaia. No puede ser en serio, tienen que tener la cena de verdad escondida. Miro a mi alrededor y luego me giro hacia ella.
-Tía, ¿tú crees que es una cámara oculta?
Una botella de agua con agua sabía mejor que una botella de agua con agua pagada del propio bolsillo, por lo que, sin ser corto ni perezoso, Álex se escabulló cual serpiente hacia el frigorífico para coger una, o dos, o tres botellas de agua con agua; no porque tuviera sed o algo similar, sino porque estaban ahí y si no era él quien las cogiera sería otro, y él prefería que fuera él.
-Agua... con... agua... -No parecía especialmente entusiasmado, pese a ser gratis.
Con esa aceptación tristona que no lograba reflejar su ansiedad y entusiasmo por ser admitido en el programa debido al nerviosismo que la provocaba, Alfred hizo entrada en la casa que ahora observaría cada uno de sus movimientos. Sin embargo, eso le daba igual. Él solo quería esa oportunidad, ese giro de película donde tu vida se transformaba en el sueño de todo artista.
Para intentar hacer alguna conexión con el resto, además de para ensayar, reflexionar frente al atardecer sobre cuando conocería a su alma gemela o soñar bajo las estrellas, había traído su confiable y querida guitarra. Pero las cosas no se daban como el esperaba, y otro chico parecía haber tenido la misma idea, así que solo se sintió un poco tonto y evitó decir nada respecto a su instrumento mientras se encorvaba ligeramente y se rascaba la nuca en un gesto ansioso para luego mostrar una sonrisa alegre que pretendía ser natural pero que de espontánea no tenía nada.
Ya habría tiempo para conocer a la gente. Al menos la casa se veía genial, y le hacía muchísima ilusión ver su nombre ahí en la puerta de su habitación como si fuera el vestuario de uno de sus futuros conciertos. Era un augurio de los buenos, y le daba toda la confianza del mundo tan solo pensar que estaba un paso más cerca, que aquí se empezaba a escribir la historia de su futuro como artista.
Evitando el tema del himno y el club del fuet, siguió a la gente a la cocina. Tenía un poco de hambre, así que era decepcionante ver toda esa comida sana servida sin un trocito de carne, pero bueh, era lo que había.
Bueno, la caprese no está mal, ¿no? - comentó al aire, sonriendo nuevamente mientras iba a servirse un poco - ¿Alguien quiere agua? – con su plato en mano fue a sacar al frigorífico una botella para él, aprovechando que había algo de beber para ofrecerle al resto.
El espectáculo había terminado, pero solo momentáneamente porque todo aquello era un espectáculo en si mismo, y Miguel siguió a sus compañeros a la cocina. Se quedó tan pasmado como la mayoría al ver el repertorio culinario que ofrecía la academia y miró a un lado y a otro buscando más recipientes.
-Cusha pisha, pero esto será solo el entrante ¿no? -Otros ya habían comprobado que en la nevera solo había agua y por aquella sala no había más comida que aquella.- ¡Un cardito me tomaba yo ahora bien a gusto, o un sanjacobo, o un buen pescaito rico! -Pero no había nada parecido, identificaba las ensaladas pero lo otro no lo había visto en su vida.- ¿Esto que é miarma? -Preguntó a cualquiera que pudiera identificarle el tofu con soja, la soja con tofu, el tofu con tofu o la soja con soja. Y mientras tanto vio a Álex haciendo un gran acopio de agua de la nevera y se intrigó.- ¡Cusha quillo! ¿Que te vas ar desierto o qué? -Sonriendo miró a Alfred y le señaló a Álex.- El prenda me parece que está un poco sediento.
Miguel parecía resignado a que la cena de aquella noche sería una ensalada y... lo que fuera lo otro, así que mientras se desvelaba el misterio y todos se iban sentando cogió un plato y comenzó a servirse, pero eso le recordó una canción de su época de campamentos y no pudo resistirse a compartirla con el resto así que dejó el plato por un momento y se preparó mientras llamaba a sus compañeros.
-¡Cusha quillos, esto se merece una canción!
Cuando Rosa le dijo que era un regalazo, Juan hizo un gesto con la mano, lleno de humildad, que quería decir "Bah, mujer, no exageres que me pongo rojo", pero sin ponerse rojo. Sonreía con inocencia, como si no estuviera acostumbrado a escuchar halagos. Y en realidad no lo estaba.
- Sí, sé que hablo así, pero es que… Bueno, siempre he reprimido mi pasión, ¿no? He trabajado en algo rutinario y no… Pero ahora que soy artista, la pasión fluye en mí y en mis ideas y, bueno… Muchas cosas tengo ahora en la cabeza y me vienen, me van, se quedan y yo lo tengo que soltar todo, ¿sabes? Pero aprenderé a controlar toda esa pasión –explicó.
Se acercó a comer con los demás y puso cara de circunstancia. Lo que quiere decir que su cara no decía nada.
- No tener carne, pues es una putada, ¿no? Pero yo estoy acostumbrado, porque… O sea, sí como carne, pero yo es que vivo en Londres… Bueno, vivía en Londres, claro. Y allí esto es muy normal, son más abiertos a... O sea, allí se come mucho tofu, mucho vegetariano –dijo, como sabio que era. En realidad, podría ser que fuera cierto o podría ser que se lo estuviera inventando todo. Juan Camus era un misterio en sí mismo.
- Yo quiero agua también –le dijo al jovencillo de sonrisa deslumbrante que, si no recordaba mal, se llamaba Alfred-. Que, no sé, hay que cuidarse, ¿no? La voz sobre todo, es importante. Y en la actuación de hoy lo he dado todo y siento la garganta resentida –añadió con gesto contrariado mientras se llevaba la mano al cuello.
-¡Total! Yo creo que es una trola. Ay lo siento pero me hago pis.
Jorge estaba que no sabia donde meterse, corría de aquí para haya, mirándolo todo, ya tendría tiempo para intimar con la gente, ahora tenia que verlo todo y sobretodo los espejos. -No me lo creo, la ilusión de mi vida. -Dijo con una sonrisa de oreja a oreja delante del espejo.
Acto seguido entro en la cocina, donde estaban sino todos, la gran mayoría de los que seguro serian sus mejores amigos mientras estaba en el programa. -¿Que no todo es genial? -Pregunto en alto mientras se acercaba a la gente que discutía. -¡Mira! ¡Ensalada! y de sabores. Ala, ¿Pero esto que eh? -Pregunto al ver el tofu antes de acercarse a la nevera. -Venga ya que de agua, es alucinante. -Comento ilusionado, mientras se pasaba la mano por su perfecto peinado.
Er ciquillo era mu majo pero mu raro. Que me habla de pación, como una de eza cerie venezolana de la hora de comé, pero yo penzaba que eza coza la veiamo zolo la shica y va a cé que no, que le gutan a too. ¡Po Ole! Mu bien po ezo. Pero e una pena, po que paece que no van a dá de comé, y la shiquilla eza, la Tatiana, que é mu pilla y mu graciocilla, no engaña con que hay zanjacobo pa comé y no, hay coza mu de la que a mí no gutan... too verde y blanco, y con oló a pradera. ¿Pero ehto que eeeeehhhh? Ehto tié que ce una broma. O argo azín.
-¿Pero ehto eh lo que hay pa comé de vedá? -A mi ce me zaltan la lágrima po que zoy mu cencible y no me gutan la injuticia pa nadie. -Ojú, de vedá, que yo no cé lo que é ezo... qué tofú, ni qué tofú. Y la zoja... ¿Con la zoja no ce atan los caballo?
Eto empezaba mu malamente. Mu malamente. Ayyy pofavó que too eto cea zolo una broma.
Tras ver Vicente que lo únco que había era Agua normal, Agua con gas, Agua sin gas y Agua con agua decidió pillar cinco botellas de agua con gas y se las bebió del tirón.-Ya que no hay nada aprovechable se van a aprovechar esto.- de repente se tiró tal eructo que hizo que el agua de las demás botellas temblara.
Listo. :)
Maldito Sádico...