Partida Rol por web

Oh, que genial que no estuviese cabreado!

Buah, no - le dice entonces - Nosotros creemos que, por descarte, ya casi nos pillaron a todos. Y si no, pos estamos a un palmo. Al menos Aitana, que está reuniendo mogollón de datos - le dice - A ti, a mí, a todos - Jo! - Pero sí, vamos a votarte a ti, Busta. Basta con que uno se tire a por ti para hacer el 5vs4 y salvar un turno - dice - Te confirmo nuestros 3 votos, al menos.

De momento hilamos esto:

En la casa:

Álex - Tenía 3 repescas y le queda 1. Si no lo echamos fue por si estaba protegido (Que podía ser).
Bisbal - Este va de matasuegras. Hay que echarlo cuanto antes que nos la lía en un periquete!
Aitana - Bruja. Ya no puede hacer nada. Solo tratar de dirigir a los inocente'.
Alfred - ¿? Ni idea. Los chicos piensan que es un tozudo de tres pares.
Jorge - ¿? Lo mismo que Alfred.

Fuera de la casa:

Miguel - Este protegía gente por la noche, que me lo dijo a mí en el Box, y de cara al final podría fastidiar las cuentas.
Ainhoa - Esta veía lo que hacíamos. Por suerte nos la quitamos rapidín del medio.
Rosa - Esta tenía enchufe con plató, confirmada por Encarna. La echamos sin querer, jiji, pero bueno... lo mismo nos daba uno que otro - encoge los hombros.
Chenoa - Esta niña era una salvaje, evidentemente. Nos lo confirmó Encarna. 
Manu - Soñador - Jo... - Tú lo hiciste PERFE, tío! Pero te trilló la tarjeta esa de las narices.
Vicente - Un buitre el tío, saes? Copió a Agoney y se unió a nuestra causa - Aunque así como vino también se fue...
Carlos - Un celestino de la vida. Ni fu ni fa el pobre. Echarlo vía votación, al menos, fue un éxitazo y eso.
Amaia - ¿? Ni pajolera, oye.
Juan Antonio - ¿? Otro que tal baila, no sabemos nah de él.

No se dejaba a nadie ¿no?

Los demás - Encarna, Busta, Luis, Camus, Natalia y Agoney - estuvimos en el mismo barco desde el principio, pero menudo cristo hemos montao!

- Bueno, no te olvides de votarte, vale tesoro? - le dice - De cualquier cosa te voy diciendo.

- ¡Muy genial, David! - Una votación ideaaal ♪ - Salvamos el turno!

- Y mira, que ahora estamos valorando un par de cosillas, saes? Cargarnos o bien a Álex para que no traiga a nadie más (si es que no miente), o bien a Bisbal para que no nos eche a ninguno - por parte de Luis. - O... tratar de buscar al Nigromante para dar un buen golpe de remo a los inocentes - por parte de Juan.

- ¿Tú a quién vas a proteger? - le pregunta. - Lo mismo no nos vale de ná, pero yo protegería a Luis que ya lo tienen cruzao - le dice - Si se te ocurre algo cuentame, eh! Que se lo digo a los chicos. Igualmente en un ratillo a ver si vuelvo por aquí y te digo lo que vamos a hacer.

David oyó las explicaciones y asintió. 

Vale... la verdad es que está complicada la cosa, tía- comentó, rascándose la cabeza. Hemos salvado el turno pero a saber qué pasa con el concurso.  Yo creo que David os va a dar problemas chungos si lo dejáis y puede ir a por alguien.  Alex también es un problema porque traería a alguien más, pero después de eso no serviría para nada.  Hagáis lo que hagáis puede traeros problemas.  Quizá si Alex trae a Ainhoa tarde en poder ver a alguien, como ha pasado con David, así que yo iría primero a por Bisbal. 

Luego miró a Natalia mientras hacía un baile típico de las mil y una noches... interpretado por él, claro está. Se olía el drama. Tenéis a alguien que mueve los votos como quiere y eso es un problema, pero los otros dos son peores. Yo me iré la semana que viene, pero voy a dejar a Luis protegido por si acaso. 

—Por lo demás, Aitana y Juan Camus interpretarán «Valerie», de Mark Ronson con Amy Winehouse.

-¡Hola, Juan! -le saludo de buen humor al entrar en el box, pero enseguida me voy para el sofá para sentarme-. Jo, que canción más chuli nos ha tocado,no? ¿Tú quieres hacer la parte de Amy o la de Mark? Por cierto, que sepas que has hecho una Blancanieves maravillosa, me ha encantado. 

Y ya empiezo a echar un ojo al libreto con la letra, pero las letras me bailan con la resaca y al final vuelvo a levantar la mirada para enfocarlo a él. 

-Por cierto, que la semana pasada no quisiste decir nada en el box de los nominados con la excusa de que  estaba Luis, pero ahora estamos los dos solos... -Me encojo de hombros, dejándolo en sus manos-. Así que si quieres confesar o contarme qué has estado haciendo en el programa... Pues no te cortes. Y oye, que aunque yo estoy muy segura de que eres un saboteador no tenemos por qué estar de malas, ¿no? Que la canción nos puede salir genial igual.

Juan Camus se había limpiado bien después de vaciar todo su interior. El estómago ya no le bailaba una jota, pero la cara de medio muerto o muerto completo no se la quitaba nadie.

- Hola, Aitana –saludó sin apenas mirar. Se sentó en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. No estaba seguro de qué estaba hablando, ni de por qué hablaba de Blancanieves o de Luis. Juan Camus no recordaba casi nada hasta que llegó de vuelta de la gala-. Ah, sí, gracias, gracias. Tú también has estado muy bien –respondió, sin estar seguro de qué era lo que había cantado esa chica.

- ¿De verdad te va a servir algo lo que te diga? Pero si no me vas a creer, Aitana, qué ganas de hacerme hablar, por favor –dijo, con cara de sufrimiento. Por primera vez en mucho tiempo, Juan Camus no tenía ni ganas de cantar. Alzó un poco el volumen de su voz, para que se le oyera bien, pero pronunciaba muy lentamente-. Supongo que te da igual que te diga que Bustamante, mi hermano, era el protector oscuro; que Encarna era una saboteadora; que Chenoa seguía siendo la niña salvaje cuando la echamos y admiraba a Luis. Ah, y Ainhoa es el brujo. Sabe información de todos, pero trabaja para los malos. Claramente los saboteadores la cagaron y la echaron antes de enterarse. Y Agoney sí era saboteador. Pero, bueno, yo podría estar inventándome todo esto. A lo mejor Bustamante era realmente el soñador, a lo mejor Chenoa ya era saboteadora cuando la echamos, a lo mejor Encarna era una simple miembro de la tríada, a lo mejor Ainhoa es realmente una buenísima vidente.

Esa maldita luz lo estaba matando. ¿No podían apagarla y quedarse a oscuras? Se llevó el brazo a los ojos.

- Diga lo que diga, tú seguirás pensando lo que Alex te diga, ¿verdad? Pues ya está, no sé para qué quieres más explicaciones. ¿Pero te has parado a pensar que todas esas pruebas que dice Alex no dicen nada en mi contra? Él me dijo que tenía un plan malvado con alguien de la academia que lo había traído. Como es lógico y normal, me pareció peligroso y lo compartí con vosotros. Porque, en fin, él dijo que era un plan malvado, ¿sabes? ¿Qué iba a hacer, sino? De hecho, él me ofreció protección. Me dijo que si yo era saboteador, podía hablar con su amigo y entre los dos desviarían las sospechas de mí para ganar junto a ellos. Algo a lo que yo me negué, claro. Si yo fuera un saboteador, me lo habría callado y habría buscado a esa persona desde las sombras para aliarme con ellos. Pero lo dije en voz alta y todos lo escuchasteis. Y qué casualidad, nadie dijo nada al respecto. Solo tú respondiste a mis sospechas. Tal vez alguien sí le dio importancia, se lo calló y ha estado buscando a ese nigromante, haciéndose el tonto, para que luego toda la mierda me caiga a mí.

- Pero volvemos a lo de siempre, puedo decir cualquier cosa y no me vas a creer, ¿sabes? Quién sabe cuánto de lo que te he soltado es cierto, ¿no? Solo yo lo sé, tú nunca podrás estar segura porque sospechas de mí. Yo podría ser saboteador o enterrador o parte de la tríada. O cualquier otra cosa. Pero lo único que te vas a creer es que te diga que soy un saboteador, sea o no cierto, ¿no? Pues ya está, te lo voy a conceder, venga: Soy un saboteador. Así cuando salga por la puerta, no tendrás mala conciencia y podrás decir: "Estaba en lo correcto, él me lo dijo".

Intentó levantarse del suelo, pero cuando abrió los ojos se dio cuenta de que no sabía cuál era el suelo, cuál el techo y cuáles las paredes. Así que se quedó muy quieto, como paralizado, hasta que se le pasó esa sensación. Entonces, ya se levantó lentamente.

- Te diré que a mí Amy Winehouse no me gusta mucho, ¿sabes? A mí la gente que se tira todo el día drogado o borracho, ¿sabes? No es gente que se tome la música con seriedad, como yo y… Pero es lo que nos ha tocado y mi público no puede quedar decepcionado.

Lo escucho bien atenta, aunque a veces me entran ganas de pincharle un poco para que hable más rápido, que así tan despacio es casi como si me estuviese contando un cuento para dormir y en un par de ocasiones me pillo dando un respingo para no quedarme frita. Lo que sí me hace gracia es lo que dice al final de Amy, porque parece que él no se acuerda de la semana pasada, pero yo sí me acuerdo de todo. De casi todo. Bueno, de algo. Pero me río sólo un poquito entre dientes sin explicarlo y ya. 

-A ver, Juan. Que yo ya tengo mis ideas de antes, no por lo que diga Alex solamente, sino por lo que has estado diciendo tú todos estos días. Pero estoy abierta a escuchar y más aún, a que me demuestres tu inocencia. Y eso siempre se puede demostrar, ¿sabes? -Me revuelvo el flequillo para frotarme las sienes, que vaya migraña me han dado antes en la sala común-. Si me dijeras que eres un cotilla de las mochilas de los expulsados pues yo podría preguntarte por algo de ellos que sólo yo sepa. Si me dijeras que tienes amigos de antes de entrar en la academia, pues me podrías decir quiénes son y se contrastan las cosas. Y si eres un saboteador... pues poco más hay para discutir. Ahí ya sólo nos queda intentar que esta canción nos salga bien mientras intentamos expulsarnos mutuamente. Como Pimpinela. Pero vaya, que si no lo intentas no será porque yo no te escuche, será porque tú no quieres. 

Me pongo en pie cuando lo hace, aunque sólo llego hasta el asiento del piano antes de sentarme otra vez. 

-Y no te preocupes, tú puedes hacer la parte de Mark y yo hago la de Amy que a ti no te gusta. Y listo. ¿Quieres que lo hagamos con la base grabada? ¿O en acústico? O si quieres nos componemos otra canción y la cantamos a nuestra bola. Y así nos lucimos más. Que a nadie le importan ya esas cosas. 

Tras las votaciones, Juan Camus volvió al Box y besó las paredes y el suelo, como si saludara a un viejo amigo al que no había visto hacía años.

- Ya pensé que no volvería a entrar en ti, boxecito mío –le dijo con cariño al cuartucho donde tantas horas había pasado-. Aitana, no sabes lo afortunado que me siento de estar aquí unos días más. En fin, ¿dónde nos habíamos quedado? –preguntó, con cara pensativa. Tras su pequeña conversación, Juan Camus había decidido ahogar sus penas en silencio, pues el silencio era la mejor medicina contra el problemilla que había tenido.

- Que sepas, Aitana, que yo en ningún momento he querido expulsarte, ¿vale? A pesar de lo mucho que me has tocado… O sea, que has sido un grano… En fin, que me has atacado mucho, ¿no? Pero a pesar de eso, creo que eres una chica muy profesional y que tú sí mereces una carrera musical, ¿sabes? –le dijo con sinceridad poniéndole la mano en el hombro-. Ah, y que sepas también que ese "plan" de Alex para "pillarme" era una patraña. Cuando dijiste que "tenía sentido" no me lo podía creer, porque no tenía ningún sentido. Todo lo que os dije sobre él es cierto, ¿vale? Toda esa conversación que tuvimos y que os relaté, cierta. ¿Lo que te dije antes de que Alex me ofreció protección si yo fuera un saboteador? También es cierto. Pero de verdad de la buena, ¿eh? Y mi pena por Rosa también lo es. Rosa era… Rosa tenía que haberse quedado hasta el final, ¿sabes? –dijo con pena, mirando al suelo-. Si hubiera dependido de mí, Rosa habría estado vetada para ser expulsada, ¿sabes? En plan... no sé, hacerla favorita o algo así, ¿sabes? Y que nadie pueda echarla. Me da igual que Rosa me haya llamado "malaje" un millón de veces o que ella... Ella se merecía seguir aquí.

Suspiró tres veces y volvió a la canción que les tocaba defender esa semana.

- Yo por mí, ¿sabes qué haría? Un remix de todo lo que hemos estado componiendo todas estas semanas, ¿no? Como un homenaje a todos los grandes que han pasado por aquí, que todos han aportado su… El público lo agradecerá, ¿no? –aseguró, imaginándose a legiones de fans cantando las estrofas que habían compuesto desde la primera semana.

-Ooooye, pues me gusta esa idea, ¿eh? -aseguro, asintiendo con la cabeza repetidamente-. Hagamos un medley de todo, así arrejuntado en plan homenaje a los que se han ido. 

Y de lo que ha dicho antes... Bueno, nada nuevo bajo los focos del box, si es que ya estaba todo cantado hace días. 

-Bah, no te creas que lo de Alex lo dije en serio. Era sólo porque yo ya desconfiaba de ti de antes y si le daba bola sería más fácil convencerlos de ir a por ti, ¿sabes? -Me encojo de hombros-. Si es que los buenos han sido un poco idiotas desde el principio, así que tenía que darles bola cuando tenían ideas para que fuera más fácil que usaran la cabeza. Pero Alex es imbécil y su plan era una chorrada. Se creía que habían ido a por Miguel buscando al que repescaba cuando Miguel le había contado a todo el mundo su habilidad. Pero en fin.

-Ya que estamos sincerándonos... Yo no entiendo por qué no me habéis echado hace mucho, si no he parado de daros cera desde que volví de la tertulia. Pero bueno -Me encojo de hombros otra vez-, la verdad es que de ti sospechaba desde el principio del todo, pero me caías bien y me gustaba componer contigo así que sólo me metí contigo cuando tú te metiste conmigo para defender a Busta, que era indefendible. Por mí te habría dejado para el final. 

-Y que da lo mismo ya todo. Si a esto no le queda nada. Habéis ganado desde el momento en que Alex y Bisbal han decidido hacer el mongolo en las votaciones. Si es que yo me tendría que haber ido al boicot, está claro que pensáis mejor. ¡Pero bah! Lo que no sé es por qué echasteis a Rosa si no queríais echarla, Luis dice lo mismo, yo lo que sé es que era un sol de mujer y nos alegraba la academia que no veas. 

Toco un par de acordes en el piano, recordando las melodías de las primeras composiciones que hicimos todos juntos cuando nos robaron las chuletas. 

-Supongo que en esta gala me iré, así que nada, tío, la verdad es que me alegro de que mi último box haya sido contigo. No me quiero ir con mal rollo ni mal sabor de boca, si es que me caéis bien y todo, aunque no sé por qué esa manía de echarnos a todos que tenéis. Pero cuando estemos fuera podríamos hacer algo juntos. Yo soy una artista polivaliente, ¿sabes? Así como tú. Voy a sacar un libro de poemas y todo, ya lo tengo medio pensado. A lo mejor podrías ponerle música a alguno, ¿no?