Partida Rol por web

Miguel estaba relativamente contento, en el box se había quitado un peso de encima y aunque aún quedaban saboteadores allí dentro tenía suficientes motivos para cantar.

-Confieso que a veces somos cuerdos y a veces locos, y aquí en operación triunfo  hay de todo un poco. Que nos gusta cantá y tambié dar cante, y si hay que votá que sea con arteee.

Triunfitos hubo en nuestros boxes que nos quisieron, pero hemos de confesá que otros también nos hirieron, pero de cada votación que hemo vivio, siempre pudimo sacá el mejó partio...

Y es que aquí, hay buena gente para aburrir, algún truhán, algún señó, y Bustamante el soñadó...

Y es que así, hacemo piña para triunfá, no queremo malos aquí, a los malajes vamo a eshá...

A diferencia de otras ocasiones el ambiente entre sus compañeros era bastante mejor y poco a poco ya confiaban en más gente, así que a los saboteadores, si es que quedaban varios, les quedaba menos margen. 

-Si ya sabía yo que tú estás a todo miarma. -Contestó a Amaia, que seguro había estado observando todo como siempre.- Es que si estoy musho tiempo sin eschuchá tu voz me pongo mu triste shiquilla. Y podeí contá conmigo pa eso de los sanjacobos y los aspersores.

Fuera lo que fuera eso Miguel se apuntaba, así pensaría menos en la gala y las nominaciones. En poco tiempo uno de sus compañeros, o él mismo, sería echado injustamente a la calle a no ser que alguien pudiera impedirlo. Se acercó al grupo formado por Juan y David y se unió al abrazo, aquello no era para nada gay, eran tres hombres sensibles abriendo su corazón.

-Has sio muy valiente pisha. ¿Y solo has soñao con ellos tré? ¿Con nadie má? -Al menos eso era algo, pero ahora debían esperar hasta el lunes para ver si volvía a soñar y aquella misma noche era la gala.- Me estais bajando la moral hasta el suelo quillos, con lo contento que yo estaba, casi me había orvidao que hoy eshan a uno.

Intercambió triste la mirada entre Aitana y David, ellos parecían las dos opciones más probables si los saboteadores escogían a alguien y no estaba claro que alguien pudiera salvarlos, desde luego no a los dos.

-Aitana regresó y nos hizo sentir, que había malos por aquí, y nos ayudó, por primera veeez.

Busta es el hombre al que tanto esperé, cuando no pensaba ya, que alguien iba a soñáaa. Busta es la esperanza de otro amanecéeee.

Por el malaje saboteadooo, sois do triunfitos con un mismo destinoooo, pero no pueden salvaros a los dos es mu cruel el destino.

Por el malaje saboteadooo, sois do triunfitos con un mismo destinoooo, y ahora dices que te salven a ti, y ella dice lo mismo, ¿Qué vamo a céee?

-Por cierto, para el que me pregunte otra vez, yo no he tenido nada que ver que me protejan, de hecho, no me puedo comunicar con nadie más que con los del Box, y sería muy peligroso, por lo que, me reitero, NO he tenido N-A-D-A que ver, macho, que pesaetes estáis-dijo Vicente con un cierto tono de enfado.

Encarna hace un esfuerzo sobrehumano para escuchar lo que dice cada uno. La intervención de Amaia, fiel a su estilo, parece más el de una publicidad viviente insertada en el estudio para patrocinar aspersores o cosas así. —Ay no, tía. Tú es que me pareces rara de cojones. Y encima de gratis, todos te tratan como si fueras un mosquito molesto y no una sospechosa. Si no hubiese gente que cantara más... en el mal sentido, ¿me entiendes? que se le ve lo malo, te seguiría votando— dice Encarna negando con la cabeza. —Pero mientras no le hagas mal a nadie...— y camina para unirse con el grupo discutiendo.

—¿Quién sacude David? Ay no, habla más claro— dice —¿Por qué miras a Vicente y Aitana? ¿Has soñado con ello o algo?— pero había tanta seriedad en el ambiente que abrió los ojos —Anda, sí. Ala. ¿Por eso estás tan seguro? Mira David, pues hay que seguir a los sueños, ¿no? A menos que no sea un sueño sueño, porque aquí todos pueden decir misa, mira que hay cada cual y algunos han engañado y unos dicen que alguien es inocente, pero los encaras y no. Pero mira que con todo lo que ha pasado, yo te creo. Y con esto, me queda más en claro que Vicente es muy sospechoso.— dice frunciendo el ceño.

—Ojalá no te saquen ahora David. Vamos a necesitar todos los votos posibles... o de lo contrario— dice tragando saliva. —Ay no. Que fuerte. Necesito recostarme un momento. Esto me pone de los nervios—

Alfred suspiró aliviado al ver que todo eso se iba solucionando y ya no tenía que estar tenso, esforzándose por sonreír para disimular siquiera un poquito de la ansiedad paralizadora que le invadía el cuerpo. Es que era difícil tener que desconfiar de todo el mundo, pero mientras las cosas se fueran resolviendo y los tramposos siguieran saliendo, todo iría bien. 

Ains, que hambre me está entrando ya... - los sanjacobos habían estado bien, pero no se podía vivir a base de sanjacobos y tofu toda la vida - ¿No habrás soñado con chuletones o algo así, David? Con lo bien que nos iría - intentó bromear, aunque por supuesto, su sonrisa acabó siendo un tanto incómoda por la ansiedad que le provocaba que no les pareciera chistoso. 

La canción de Miguel le hizo reír, y tentado estuvo de unirse a cantar, pero eso de la improvisación le ponía demasiado nervioso y acababa haciéndose un lío solo. Así que para improvisar, mejor que improvisaran los expertos. 

No te enojes, Vicente, es que hay que preguntar. Además es algo raro que no sepas quien te protegió, ¿no? Será alguien que estaba dispuesto a poner las manos al fuego por ti, y eso no es tan común con todo esto de las trampas - se encogió de hombros, frunciendo los labios. Es que contadas excepciones, ya era imposible saber en quién confiar. 

David asintió a Rosa, como queriendo decirle que iba a hablar, pero en cuanto Juan Camus comentó algo se calló para escuchar a su hermano. Era una cuestión de respeto y de admiración puras, algo que nadie podía entender tan bien como él y como el propio Juan.

-Claro amigo, en cuanto salgamos de aquí quiero conocer a toda tu familia porque te llevo aquí- se señaló el corazón, emocionado- y mi familia es la tuya y al revés.  Y sí, los vamos a coger a todos.

Aitana había venido para revolucionar al mundo, cosa que no le parecía mal, pero sí la forma en la que le hablaba. A un tío sensible como él esas cosas no le gustaban lo más mínimo así que se cruzó de brazos y se revolvió. Iba a volver a hablar de nuevo, pero entonces Miguel empezó a cantar y él, como buen músico y tío amable que era, se calló para escucharlo.  Lo principal para sobrevivir era guardar respeto por los compañeros, a pesar de que algunos eran malos y otros no.

Al comentario de Alfred sonrió. Hay que tomarse las cosas con humor- y claro, por las buenas David era el mejor del mundo. La gente currante como él sabía lo duro que resultaba todo esto.

-Vamos a ver, no he dicho que solo haya soñado una vez. Os explicaba lo que pasó para estar seguro de que Vicente no era un buen tío- se rascó la nariz y miró para otro lado, incómodo. No le gustaba hablar mal de nadie y menos cuando estaba presente.  Por ahora he tenido tres sueños pero claro, yo soy un hombre muy soñador y con lo que he vivido pues es normal que sueñe muchas cosas, por lo que al principio no le presté mucha atención.  La primera noche que llegamos soñé con Alfred, Chenoa y Manu. Por ese motivo mi primera votación fue para Alfred, ya que a Alex lo echaron y Chenoa parecía haber visto algo en Agoney. Ahora supongo que me equivoqué y que Chenoa era una tía mala- dijo encogiéndose de hombros mientras miraba a Alfred con gesto de disculpa.

-Después soñé con Aitana, Vicente y Ainhoa.  Ese día voté a Manu, pero claro, como acabaron echando a  Ainhoa y Aitana se fue por amor me di cuenta de que Vicente tenía que ser malo, o eso veo yo. Explicar todo eso era lioso y casi que le recordaba a cuando su padre se ponía a ver los programas de la señora mayor que se iba de vacaciones donde siempre moría alguien. Esta noche, si queréis saberlo, he soñado con Rosa, Amaia y Jorge. Si tuviera que pensar mal de alguien diría que Amaia no habla nunca, así que me parece raro, pero también me parece que Rosa se echa del primero que sea sin pruebas, así que no sé.  Si alguien sabe algo más estaría bien que lo dijera.

David entonces tuvo un poco de miedo, porque sabía que las miradas caían sobre él- Yo no sé si alguien tiene el don de hablar con dirección para que no me echen como ha pasado con Vicente, pero creo que todavía puedo ayudar.  

- Pos no sé Aitanaa - le dice - Que si le dabas mal rollito ya es cosa suya. A mí me pareció que se lo dabas por no saber de que iba Carlos, y al final volviste sola así qué tanto daba lo que pareciese - le comenta, por no añadir lo suyo, que al final Carlos era un inocente también - De todos modos os estoy viendo asín, como muy seguros de que Manu era un saboteador. Así que me voy a ir callando, no vaya a seee' - No vaya a seee'

Con el mismo cuento, se gira y les dice a todos.

- Y sí, oiga... yo protegería a Aitana por multifunción, saes? que ahora puede decí lo que sea. A Migué también lo protegería, que sé yo que se está esforzando mil con to esto, y alguno que otro también. Y ya lo digo así porque no vamos a ponerlo a tiro tampoco, que al final decir pa los buenos es como dar de comer a los malos y eso.

Ante Bustamante se podría decir que Natalia, muy notoriamente, iba dar su opinión. Pero la rubia se ve acallada (casi literalmente) con ese largo discurso.

- Bueno, a ve... esto cambia un poco el rollo - dice.

-¡Pero amo a vé! -Miro con ojo dezorbitao a Buenafuente cuando dice, con rubó arguno, que ha zoñao conmigo. ¡Y no conmigo sola no! ¡Ci no que conmigo y tre má!

¡Degenerao!

Me acehco a él y le zuerto una guantá en toa la cara y le ceñalo, dehpué, con er deo índice de la mano gorpeadora. Mira que obrigarme a ceñalá... ¡Malaje!

-¡¿Cómo ce te ocurre a ti, zoñá conmigo y con má a la vé?! ¡Tú ere un malaje! ¡Y un degenerao! ¡Y un maleshó! -Me retiemblo toa. -Me voy a dushá... que lo nececito -Me voy de ahí... que Ay miarma... que mala zangre...

Uh... Doy palmas cuando Miguel se arranca y se pone a cantar, pero del discurso de Busta de después sólo tengo que decir una cosa.

-Dijiste que nos ibas a enseñar lo que hacías con una tarjeta que te habían dado al entrar. ¿Dónde está esa tarjeta y qué hace? Porque yo veo muy clarinete que nos estás intentando enredar y no me creo nada.

Que parece que la gente no se ha dado cuenta de que el tío ha cambiado de historia sobre la marcha y en nuestra misma jeta. O no se dan cuenta, o no se quieren dar porque le hacen el juego, que puede ser también.

Juan Camus acompañó la canción de Miguel con sus palmas arrítmicas de las que ya había presumido en el Box. Cuando terminó, le aplaudió con energía.

- Claro que sí, Miguel, así se hace, qué maravilla, qué... Componiendo de nuevo, como al principio. No nos quitarán eso, aquí el arte sigue, ¿sabéis? Hagan lo que hagan –dijo Juan Camus con emoción.

Escuchó con su cara seria a su nuevo hermano. Escalofríos le daban de pensar en todos esos sueños con mensaje oculto. David no habría dormido tranquilo, seguramente, con tanta gente que lo visitaba en su subconsciente. Juan Camus tendría que darle unas clases de relajación que había aprendido en sus clases de yoga en el The Isha Yoga Center de London. Juan Camus era un tío de mundo.

Iba a responderle cuando Rosa se acercó a pegarle un bofetón.

- Pero Rosa… Que uno no controla lo que sueña. Además, tendrás que acostumbrarte, ¿sabes? Porque ahora que eres famosa ya… O sea es que estarás en los sueños de millones de personas. Vas a ser un objeto de deseo para muchos –le advirtió Juan Camus. Él ya se lo imaginaba. Y le parecía bien-. Y que sus sueños son distintos, le dicen quién puede ser malo.

Había alguien que no creía a su hermano y Juan Camus, diplomático como era él, salió a poner paz.

- A ver, Aitana. Creo que hilas, eh… O sea, eres un poco tiquismiquis. Sé que estamos todos nerviosos, ¿vale? por el tema de los saboteadores. Y no nos fiamos de nadie que... Tal vez yo soy subjetivo, ¿no? Porque David y yo tenemos una amistad… en fin, muy grande –admitió Juan Camus-. Pero David no nos dijo que nos enseñaría la tarjeta en sí, nos dijo que nos enseñaría para qué sirve esa tarjeta. Y nos lo está diciendo. A él le dirían que tendría sueños y nos está contando esos sueños.

Jorge que estaba cuidándose la voz para la gala y recuperar su zona de confort fuera de los nominados, parece que alguien soñó con él. -Busta amigo, ¿Que has soñao conmigo y con Rosa y con Amaia? P$%& madre. Siendo Rosa y yo inocentes a mi no me queda duda de que Amaia es la culpable. ASin que ya tenemos a dos de los traidores vigilaos por el David. -Palmeo su espalda como si fuera un vasco de pro. -Ahora hay que decidí que hacer con ese par. No seria ideal, ¿Poder sacar a ambos de un plumazo?