Partida Rol por web

Beatriz aprovechó aquella hora libre que le proporcionaba el pueblo para volver a su hogar. Tan calurosa mañana era un hastío para la anciana que con sigilo alcanzó la despensa después de mandar al chico a por agua al pozo.

Haciéndose con la botella de vino “bien escondida” en las alturas de la despensa, le pegó un par de buches. Sospechando que la botella estaba más vacía de lo que se imaginaba, volvió a dejarla en su sitio cuando escuchó al chico volver.

De vuelta a la plaza, con lentos andares, Beatriz refunfuñaba por la elección de la nueva alcaldesa. Y por si no fuera suficiente que no era de su agrado, esa misma alcaldesa había fallado en su primer cometido.

 - Qué no se vuelva a repetir, alcaldesa- espetó con ligero desagrado pues en juego había demasiadas vidas.

Tras escuchar a los vecinos, Doña Beatriz carraspeó aclarándose la garganta.

-Como decís algunos, es de seguro que los lobos habrán planeado su estratagema para confundirnos y provocar la acusación entre los aldeanos más inocentes. Y dar palos de ciegos como dice nuestra querida alcaldesa – repitió con cierto retintín las palabras de Inés.- No nos ayudará, pero como dice el pequeño intérprete, hacer publica nuestras opiniones solo nos llevará a mayor desconfío entre nosotros.-

Reflexionó unos instantes. - Me entristece la idea de que todos estáis tan ciegos como yo ahora. –Negó con la cabeza con tristeza.

- Fray Olegario, iluminadnos con vuestra sabiduría.-

Señora Adela, su planteamiento me parece sensato. Sin embargo me hallo en un debate… Abogo por dialogar públicamente y poder así irnos generando ciertas opiniones con las aportaciones de cada uno. Sin embargo, no estoy seguro de si elegir a un candidato único, juega a nuestro favor o es preferible preservar cierta disparidad de voto, como propone Adela, para aumentar las probabilidades de atinar y observar también qué ha pasado finalmente. Efectivamente lo más probable es que al final del día nuestras sospechas se ciernan sobre un inocente. Los lobos intentarán confundirnos y en caso de verse amenazados es probable que se alíen para tratar de salvarse. No obstante, si observan su batalla perdida pueden hacer lo que Adela señala, votar a uno de ellos, para no sembrar dudas. Sin embargo, al ser las votaciones secretas, esta situación no se dará esta noche. Esta noche pueden votar sin esconderse. No necesitan aparentar. De ahí mis dudas sobre si merece la pena llegar a un candidato común al menos 9 personas, cómo algunos habéis propuesto... De esta manera al menos nos aseguramos una dirección común y que no ocurre nada fuera de lo previsto y de lo que la mayoría hemos elegido.
 

Y por arrojar un poco más de luz, por si fuese de ayuda para algunos, me planteo la siguiente hipótesis que tal vez ayude a descartar a ciertos candidatos de la lincha: El puesto de alcalde queda bastante expuesto (si no es de forma inmediata, sí a corto plazo), al conocimiento de su identidad real; es por tanto que las personas que se presentan a este cargo, son probablemente, aunque ciertamente podría haber excepciones, inocentes. Quiero decir, que podrían ser a priori descartables. Si bien es cierto, que la teoría de la señorita Mireille no es ninguna tontería. Si descartásemos a los candidatos a alcalde del linchamiento, los susceptibles de ser linchados se reducirían, pero ese grupo incluye también a muchos inocentes, y ¡no solo eso!, ¡esconde también a personas con poderes muy valiosos!. Es por ello que aunque esta teoría mía pudiera ayudarnos a decidir, también corremos muchos riesgos…

Serafín se retiró a seguir meditando sobre cuál podría ser la mejor estrategia esta noche... pero algo sí tenía claro, había que dialogar...
 

Al oir su nombre, el abad abandonó sus oraciones a la sombra del roble y se levantó acercándose a la ciega anciana.

-Tened por seguro una cosa Doña Beatriz, no es menester del hombre decidir sobre la vida de otro, pues cualquier buen cristiano sabe la importancia de guardar el Quinto Mandamiento. Asumo que todos queremos vivir, y justo y lícito es, más a costa de la vida de inocentes me parece harto cruel- dijo con un deje de tristeza en el rostro -Conscientes somos de que, llegado el momento, a todos nos llegará la hora, pues todo el que vive muere y todos nacemos para morir-.

-En cuanto a las brujerías y conjureos, nada puedo iluminar más que el fuego del Altísimo que purificó los estantes y anaqueles de heréticos volúmenes. Lobisomes o demonios, todos arderán en el fuego purificador junto con aquellos que aquí los trajeron- concluyó recordando las palabras del capitán de que los monstruos habían venido de fuera, con fuego en su mirada.

-Estad tranquila, Doña Beatriz, que buena mujer y cristana sois, que guarda los mandamientos del Señor. Nada debeís temer mientras la luz del Creador os siga iluminando-.

La idea, si lo he entendido bien es: hacemos una votación pseudopública (hasta el viernes a las 00.00 utilizando notas) y el que salga más votado nos comprometemos a votarle en privado al de la garita. 

Me parece bien esa propuesta y yo acataré la norma. 

Creo que casi todos estamos de acuerdo. Ahora entonces dejemos de filosofar sobre esto y hablemos de sospechas. No he escuchado nada a parte de lo que he puesto sobre la mesa y la contrasospecha de Don Miguel. 

Como odiaba tener razón. La primera oportunidad que tenía la alcaldesa para demostrar su valía acababa en las letrinas
-Enhorabuena alcaldesa. Espero que cumplas mejor con el resto de obligaciones que tu cargo exige, pues las consecuencias de el error que tenemos entre manos, se pueden ver diluidas con las buenas ideas de estas gentes.

Creía que el debate era imprescindible, pero decidir a priori el voto no estaba exento de peligros, como ya habían apuntado. Aun así, parecía la mejor opción
-Estoy dispuesto a poner mi voto en manos de la mayoría. Esperemos que esta situación no se vuelva a repetir

Señor Serafín, sin más ánimo que el de buscar la crítica constructiva le tengo que decir que creo que comete un grave error con su deducción. Que alguien se haya presentado a alcalde no le convierte en inocente, de hecho Miguel de León ha sido el único con un comportamiento sospechoso señalado hasta ahora y ha sido precisamente por eso. Presentarse y encontrar la excusa para no salir elegido puede ser una jugada arriesgada pero muy rentable si le sale bien a un lobo.

Yo, por mi parte, aunque participe en el debate no tengo intención de hacer mi voto pseudopúblico por las razones que ya he dado, Mireille. Ruego que consideréis mis palabras al respecto (en las actas un par de intervenciones más atrás) porque creo sinceramente que votar todos a una puede resultarnos caro en el futuro.

En cualquier caso, no tengo razones de peso para defender o atacar a nadie, pero hasta ahora lo único que me ha llamado la atención es la actitud del señor de León durante la ronda de elecciones a alcalde, nada más. Seguiré dándole vueltas a todo lo que ha estado sucediendo por si diese con algo nuevo.

Cuando digo que no tengo intención de hacer mi voto pseudopúblico me refiero a que no voy a votar nada consensuado, sino que votaré a quien considere con más posibilidades de resultar ser un lobo. Quería aclararlo.

El ebanista Rodrigo se indigna ante el giro que han tomado los acontecimientos tras las últimas intervenciones.

- ¿Pero que andan diciendo, buenas gentes? Tengan a bien entrar en razón, que aquí nos están intentando dar gato por liebre. Los que argumentan que de pactar una votación pública solo centrarán la atención de los lobos me huelen a chamusquina como poco. ¿Es en verdad necesario recordar que los lobos van a intentar hacer de nuestra carne su cena uno por uno independientemente de la estrategia que adoptemos? ¿Qué clase de chafladuría es esa de que las posibilidades de ser comidos aumentan si pactamos en grupo? ¡Ántes al contrario! Si todos tomamos una decisión unánime, la misma amenaza representaremos para esas bestias. Bestias, que repito, no cesarán en su empeño hasta que las mandemos a fría tumba o en sus panzas terminemos, sin importar que parlamentemos, callemos o leamos la santa Biblia. No dejen que el miedo que inspira les aleje de sus verdaderos buenos vecinos, el pueblo que lucha unido prevalece unido.

Rodrigo resopla, aleteando las ventanas de su nariz sobre su poblado bigote en un ictus de enfado, a la par que da un fuerte pisotón en el suelo.

- Y puestos que estamos ya y la hora se va acercando no me va a temblar el pulso en señalar a quienes creo que nos están tomando por pazguatos. Acabose la tontuna y la pantomima.- Su dedo se alza acusador y señala a Ramón y Adela - Vosotros, que tan pronto habéis sugerido apartarnos del camino de la decisión común, ni medio pelo me fío de vosotros. A uno de ellos creo que se debe votar buenas gentes, y así lo haré yo si esa es la decisión que tomamos. ¡Y que se sepa! ¡Si esos lobos del averno ven en mi una amenaza, les invito a venir a por mi esta noche! Ahí me los lleve conmigo por delante si eso trajese la paz al pueblo. Diantres, hasta lamento no haberme presentado a la alcaldía, de temeroso he pecado pensando que no sabría ayudaros buenas gentes, pero ahora veo claro el camino.

Incluso un poco rojo queda el carpintero tras su arrebato de furia.

Lucrecia se asomó

​-​Estoy muy de acuerdo con sus palabras señora Adela. Creo que no deberíamos consensuar una votación y que cada uno vote a quien crea que pueda ser un lobo. Puede morir cualquiera, pero creo que de allí también puede sacarse información. En cuanto a sospecha nada podría asegurar. Es cierto que don Miguel esta siendo bastante señalado por su actitud al inicio de la ronda, pero luego me ha dado un poco más de tranquilidad, quizá porque veía la que se le venía encima. Creo que es importante que veamos también qué ha sucedido en las peticiones a alcalde. No estoy muy segura, pero considero que algún movimiento extraño ha habido-

Sonríe Ramón mientras toca, pues su discurso cree haber captado a uno de los licántropos...

- Buen amigo Rodrigo, o examigo debería decir, e aquí ya habiéndote oído, el porque de mi propuesta, es como he dicho bueno decidir y hablar, pero no decir en voz a quien se va a votar, pues de ello siendo votación oculta a los demás, solo los lobos ganan, para saber a quien escoger, pero otro motivo muy simple tengo, yo ya lancé mi migaja de pan, yo, ya voté, pues sin saber quienes son los lobos, dejé un poco a mi cabeza que fuera ella quien escogiera sin pensar demasiado, y a vuestras palabras ahora voy a responder, y decir el por que creo que vos sois uno de esos malditos que buscamos. Empezaré por vuestra respuesta, acusadora a dos personas, cuya opinión podría ser molesta para los lobos, más solo opine y no di nombres ni falsos juicios, seguiré con lo que me confirma mi sospecha, y por ello yo diré lo opuesto a vos, yo no haré un llamado a que me devoren unos lobos que de ser parte de ellos, nada me harían, haré un llamamiento a que de morir y verse que no soy lobo, sea usted el próximo en apaleamiento, más propongo también, que si vos morís primero y se demuestre vuestre vuestra inocencia, sea yo el próximo apaleado. Pues es mayor el poder del pueblo, y puede alguien no morir por los lobos, pero no creo le salven de ser escogido por las gentes inocentes. Quiera yo equivocarme, aunque no lo creo, si caigo yo como inocente, solo pido a la gente que vos caigáis luego. Más así en brazos del señor que un poco de lado nos ha dejado, me recibirá orgulloso por haberos delatado.

A Adela casi se le cayó el excéntrico sombrero del susto al verse señalada por Rodrigo Belmonte en su discurso. Se lo colocó como pudo y poco a poco fue recuperando la templanza al escuchar pronunciarse también a María Lucrecia y al flautista con bastante más sensatez. La costurera les dirigió una mirada de agradecimiento antes de volver a tomar la palabra.

Don Rodrigo Belmonte, no solo encuentro su acusación injustificada sino que creo que sus palabras están fuera de lugar, pues me está atacando simplemente por proponer una estrategia de actuación diferente a la suya. Permítame decirle por qué creo que no lleva razón en su planteamiento: usted, al proponer que 9 personas voten en bloque para contrarrestar el voto lupino se olvida de tres cosas. La primera, que entre esas nueve personas no podemos saber si se cuela algún lobo o no; la segunda, que de poco nos sirve lanzarnos a linchar en bloque a alguien sobre quien no tenemos más que intuiciones; y tercera y más evidente, usted está asumiendo que los lobos van a votar en bloque y a la misma persona. Muy tontos tendrían que ser para delatarse de esa manera a la primera de cambio.

Me cuesta creer que no haya contemplado ninguna de estas posibilidades cuando son planteamientos a mi parecer bastante obvios. Pero aún me parece peor que se lance con ese descaro y ausencia de pudor a fomentar tales acusaciones sobre Ramón Gutiérrez y sobre mí. Me da la impresión de que lo que busca es generar desconcierto, y eso sí que no me gusta nada.

El ebanista esperaba este ataque, pues al fin y al cabo sospecha que ellos son parte de las bestias que están atacando la aldea. Sin embargo su cabeza cada vez está más productiva, y en lo que le respondían ha tallado una idea como si de una exquisita pieza de artesanía se tratase, de las más finas que nunca hubieran salido de su taller.

- Seguid ladrando, que no entonáis más que sandeces. Vos, no se si pretendéis crear la confusión o no habéis escuchado bien lo que dije - le espeta a Adela, refiriendose a su previa intervención:

La primera, que entre esas nueve personas no podemos saber si se cuela algún lobo o no

 - pero si votamos solo nueve de nosotros, aunque los cuatro lobos votasen en bloque a otra opción, su voto fuere irrelevante ya que serían una minoría frente a los otros cinco buenos aldeanos. Así que elegimos a nueve personas que emitan su voto, y el resto de buenos aldeanos se abstienen de votar. Recordemos que el buen pueblo vamos juntos, no tiene sentido votar por libre ya que solo contaminaríamos este método. Estas nueve personas votan a UNA sola y misma persona que decidimos entre todos, los veinte aqui presentes, y sabemos a ciencia cierta que esa persona y no otra saldrá elegida. Aunque se diera el caso de que quedasen los cuatro lobos fuera de este concilio de nueve y votasen por su cuenta y de tapadillo, de nada les valdría señora: seguirían siendo cuatro contra nueve. Respecto a su tercer punto:

 tercera y más evidente, usted está asumiendo que los lobos van a votar en bloque y a la misma persona. Muy tontos tendrían que ser para delatarse de esa manera a la primera de cambio.

Esta estrategia no busca destapar a los lobos, al menos hasta aquesta parte señora. Esta estrategia es para asegurar que las votaciones se encauzan de manera adecuada. La parte en la que descubrimos a esas bestezuelas de medio pelo viene más adelante, y con el segundo punto de su discursito anda relacionada. - Una vez despachada Adela, Rodrigo se gira a Ramón.

- Y tú, flautistucho del tres al cuarto, ¿qué balbuceas?

Empezaré por vuestra respuesta, acusadora a dos personas, cuya opinión podría ser molesta para los lobos

Rodrigo repite las palabras del flautista imitando satíricamente su tono. Luego continua:

- ¿Vuestra opinión, molesta para los lobos? ¡Já! No me hagas reir zagal, vuestra opinión les favorece, es obvio que el consenso de este pueblo en nada les beneficia a esas bestias. He expuesto claramente los beneficios del voto en bloque, y vuestras intentonas mediocres de desprestigiarlo no van a ninguna parte. Pero, ¿temes que yo pueda ser uno de esos lobos, que esté lanzando una bravata a sabiendas de que pasaré la noche cómoda tras el pelaje de animal? Bien, pues escuchad lo que propongo para demostrar mi honradez. Voy a llamar a tres figuras importantes que hemos sabido que habitan nuestro pueblo ahora, pero no las insto a mostrarse abiertamente, si no a ejercer una función popular para llevar adelante este plan. Me refiero a la Vidente, la Bruja y la Prostituta. La Vidente cuenta con el poder de ver a través de falsas pieles en sus sueños. Ponga en mi su ojo esta noche. A la Bruja y la Prostituta las convoco por su capacidad de salvar la vida de los que lo merecen. Vigile la Bruja que nada le ocurra a este musicucho esta noche con su mágica pócima de salvación, y cuide de mi la Prostituta para evitar que esas bestias me den muerte mientras el ojo de la verdad de la Vidente prueba mi inocencia.

El carpintero toma aliento tras su larga perorata. ¡Qué manera de hablar! Que pesado incluso, pero le ha puesto mucha emoción al discurso y mucho seso al plan. Concluye y resume para dejar claro todo:

- De esta guisa estás protegido esta noche muchacho, nada tienes que temer. Si yo fuera o no una de esas bestias se verá mañana, ya que la Vidente escrutará mi alma sin tapujos, pero ya te adelanto que mi nombre quedará sin mácula alguna. Y dando un nuevo paso al frente, propongo a la señora Adela como candidata definitiva de esta primera votación.

- lo lamento Rodrigo, vuestro plan me suena a desenmascarar de bendiciones, quizás paganas, pero bendiciones al fin y al cabo, al pueblo, no por obligación debéis ser un lobo, aunque esa propuesta me suena aun peor que la anterior,... mi propuesta es simple, si yo muero inocente, que vos sigáis mis pasos por apaleamiento, no he pedido más que eso,... ¿que me burlo decís? Siento decíroslo, a mi son vuestras respuestas las que me parecen tomar por tontos a los demás, más si muero, y vos de verdad sois inocente, propongo que dos inocentes caigan, obviamente, yo primero, más que sois lobo sigo creyendo

Don Diego de Narváez carraspea.

Me gustaría que vuesas mercedes tuvieran a bien recordar que las votaciones son secretas, no privadas. No se sabrá nunca quién votó a quién, y de esta manera no se podrá extraer información de quién sea el ajusticiado hoy por el capitán. Algunos vecinos, como María Lucrecia, no parecen haber comprendido esto. O eso quieren hacernos creer.

Me parece respetable, faltaría más, que haya quien discrepe de la idea que servidor ha propuesto; no obstante, entiendo que quien discrepe de mi propuesta está también en contra de que las votaciones sean públicas en lugar de secretas, pues lo que he propuesto equivale exactamente a hacer que estas pasen de ser secretas a ser públicas.

Cosa distinta es que haya quien parezca negarse a ver la lógica de mi propuesta, cosa sencilla y sin misterio alguno.

Como don Diego quería apartarse del infernal bullicio para leer un rato gruñó:

A falta de ver con estos ojos miopes lo que ocurre de aquí a un rato, aunque no son estas las únicas personas que arrugan mi ceño, creo que señalaré con el dedo, que no votaré, poco antes de que termine el día (*) a una de las tres personas siguientes: Ramón Gutiérrez, María Lucrecia o Adela Lastra, puesto que esta última, como la monja, también parece que quiere hacernos pensar que las votaciones son privadas y no secretas (de lo contrario, lo que ha dicho de ir obteniendo patrones de comportamiento no tendría sentido, puesto que estos patrones solo se pueden hallar con votaciones privadas, jamás secretas)

Y a continuación se retiró durante un rato, aunque sin perder detalle de lo que a continuación sucediese.

Las buenas gentes, y las malas también, discutían sobre como votar, a quien y otros asuntos no menos importantes.

-Sobre que la gente que se presentó a alcalde es inocente no es una teoría descabellada. Aún así, yo tampoco descarto que algún lobo lo hiciera para despistar, más aún si ese hombre o mujer solo propusiera su nombre pero no apoyara su candidatura en ningún momento, hasta el punto de ni siquiera votarse a sí mismo.

El primer día era muy difícil encontrar a un lobo, pero había gente que lo fuera o no, actuaba raro.

-Yo ya expuse que quizá la única baza que tenemos era votar en masa. La pega es que podemos asesinar a un inocente eligiendo a alguien equivocado, pero eso también pasa si cada uno vota a su bola, con el extra de que de esa forma los lobos conseguirán votar en masa a quien ellos quieran, pues con una diferencia entre los votados de menos de 4 votos los lobos han ganado esta votación. Sobre el quien votar, lo siento mucho pero creo que votaré a Ramón. Su negativa a compartir votos, que se presentara a alcalde sin ninguna aspiración de serlo y su actitud es, si no sospechosa, sí poco admirable desde mi punto de vista. Sin más pruebas que nuestro instinto me temo que miga de pan irá hacia él.

Don Diego de Narváez, tiene usted toda la razón. En mi ignorancia he confundido las votaciones privadas con las secretas y es por esto que les pido disculpas a todos. En este nuevo panorama que a mí se me descubre empiezo a entender el sentido de lo que algunos de vosotros proponéis. Realmente hasta este momento no he sido consciente del grave problema que edte tipo de votaciones nos resulta, por lo que les pido por favor me concedan unas horas más para yo poder reflexionar al respecto.

En cualquier caso, desde este mismo momento puedo afirmar que sigue sin gustarme nada la actitud de don Rodrigo, quien parece creerse con la capacidad de repartir sentencia a diestro y siniestro y, lo que me parece más grave, pretende acaparar durante la primera noche la atención de la vidente, proponiendo que esta trabaje para su propio beneficio, el de Rodrigo, y no para el de todos. ¿No sería lo más lógico investigar a la alcaldesa en la primera oportunidad que tengamos?

Adela se retiró algo dubitativa, pues de pronto todas sus cabilaciones habían dejado de tener sentido.

​-Lo mismo puedo decir yo. Observando que algunos hablaban de votaciones privadas y secretas indistintamente he llegado a confundirme. Por supuesto que si fuese lobo, no me arriesgaría a armar este jaleo "tan fácil de descubrir" al inicio de la partida. No volverá a suceder. Pero por favor, haciendo las votaciones en alto antes, que cada uno vote a quien crea conveniente (y no todos juntos al mismo) porque de ahí si podremos extraer información valiosa, y sobre todo, la ronda siguiente ya podremos linchar con criterio. Sigo pensando en que debiéramos mirar los pasos que se han seguido en las votaciones a alcalde. Tengo la sensación de que hemos empezado bastante fuerte con las acusaciones, producto de los nervios iniciales o quien sabe de qué, pero en las proposiciones a alcalde se ha establecido alguna estrategia, es decir, no descarto que algún lobo se haya presentado y luego intentado mantener al margen para usarlo como excusa-

Rodrigo estalla en estruendosas carcajadas.

- ¡JÁ JÁ JÁ! Vedlos buenas gentes, ved como huyen en desbandada, con el rabo entre las piernas, tratando de agarrarse a cualquier argumento a la desesperada. Ramón, zagal, te veo nervioso en extremo. ¿Destapar las bendiciones? ¡Já! ¡Antes al contrario, pues indiqué en bien alta voz que quería que estas tres importantes figuras se mantuvieran en secreto, y no necesitan darse a conocer para llevar a cabo la tarea que les he pedido. ¿Y Adela me acusa de "querer acaparar a la Vidente"? ¡Já! ¿Que sentido tendría eso de ser yo un lobo? De ser así y descubrirme ella esta noche, simplemente necesitaría dejar de hacerme caso e ir poniendo al pueblo en mi contra, cosa que ocurrirá a instancia de los lobos a través de una falsa Vidente sin duda, pero ¡Ay! maldita su suerte que en ello también he pensado, e infalible método para que la Vidente se vaya revelando a aquellos en los que pueda confiar he barruntado en mi cabeza aserrinada: no necesitará confiar en nadie que ella misma a través de su don no haya visto como honrado.

Haciendo una pausa Rodrigo camina mesándose el bigote. Los vecinos empiezan a ver lo que el ya percibe con claridad meridiana.

- Fíjense por cierto en como Ramón se ha dedicado a lanzar ataques a destajo cuando ha sido acusado, con lo simple que hubiera sido admitir lo sencillo y efectivo de la votación en bloque aunque fuera por una noche, que ningún mal le debiera de hacer... si no esconde un morro negro de bestia desatán tras esa flauta claro. Maestro Narváez, me regocija de plano que hombre docto como usted vea el asunto claro como lo ve un simple como yo, me lleva a pensar que mis sesos funcionan como deben. Uniendome a usted y a Ramiro, insto al pueblo honrado a seguir la votación en bloque a Ramón, ya que pareciera que le ven más culpable que Adela. Necesitamos al menos otros seis votantes honrados buenas gentes, recordad que alguien va a perecer antes de esta noche de uno u otro modo y este al menos garantiza que dicha persona sea quien el pueblo elija, ¡y no las bestias! Pido a la Bruja que proteja a Adela esta noche en caso que fuera atacada, para que vean que soy consecuente con mis palabras. Más no creo que sea necesario... los lobos no atácanse entre ellos, ¿me equivoco?

La noche se acercaba. Era el momento de que las gentes de bien se uniesen y empezasen a expulsar el mal de este pueblo como la luz del Señor expulsa las sombras de la noche cada mañana.