Voto a Adela Lastra.
Voto a don miguel
Las palabras seguían cayendo como cuchillas y al parecer las suyas solo fueron escuchadas por el miope. Pero al menos parecía sensato. Y a pesar de que dijeron de hacer un voto en abierto para votar en secreto, allí continuaban mayores y pequeños discutiendo por su acusado, sin llegar a un acuerdo. Así que cansado el zagal se levanto de donde esta sentado, poco mas que un tocón quemado y grito sin importar si era escuchado.
-Ya que el pueblo no se ha consolidado, lo mejor es que vote a quien yo crea mas atacado. Muchos nombres se han dicho hoy, Miguel, Ramon, Adela incluso el mio propio, pero con cara de otro. Así que creo que al menos entre esos cuatro, elegiré a quien me plazca, porque yo no soy un cobarde, como aquí el Fraylecito. Mas le valdría haberse marchado a rezar a los pies de su dios y esperar sopas, que no votar y ayudar a que un lobo se escape, padre.-Aprovecho a sabiendas que aquel devoto hombre no podría hacerle nada, por miedo a represalias o que le pusieran el san benito con cola y orejas.
Votare esta noche a Rodrigo Belmonte de la Poza , no porque crea a Ramon, sino porque esta centrando la atención de todos. Y seguro que los demás lobos, estarán sonrientes enseñando dientes, esperando, sin miedo a que los cacen.
Yo en mi defensa poco más puedo decir. Me equivoqué al confundir las votaciones y no tengo forma de demostrar que no se trataba de un movimiento maligno sino que fue fruto de las prisas y del despiste. Creerlo o no es algo que dejo a su elección. Nada tengo para demostrar mi inocencia, y admito que he cometido errores, pero no comprendo que se me esté mencionando como una de las principales sospechosas con tanto ímpetu por parte de algunos, cuando hasta el momento solo he intentado aportar y ser constructiva. Más sensato me parecería sospechar de aquellos que no hacen sino pasar de puntillas con sus intervenciones.
Sea como sea, procedo a mojarme, que al fin y al cabo es lo que cuenta en estos momentos. Quisiera decir que no veo una amenaza tan clara en el niño flautista; quizás esconda algo, quizás no, pero me sorprende la rotundidad con la que algunos le acusan. Por otro lado, me sigue pareciendo extraño el comportamiento de don Miguel de León llevó a cabo durante las votaciones y esto es algo que he señalado desde el principio, pero de momento no considero esto una razón de peso como para ajusticiar a alguien. También el fraile ha levantado mis sospechas por lo que ya se ha comentado anteriormente. Sin embargo, considero que ninguno de estos tres casos me ofrece argumentos de peso como para saber a ciencia cierta que no me estoy llevando a un inocente por delante con mi voto.
Por último, quisiera centrarme en don Rodrigo Belmonte. Me parece que sus palabras han generado caos y desconfianza desde el principio, me parece que solo aporta incomodidad y lentitud en este debate y, desde mi posición de simple aldeana que solo yo puedo conocer, me resulta tremendamente irritante y sospechoso que cargue de esa manera contra mí. Como he dicho, esto último es algo que tampoco puedo demostrar a nadie, pero quería incluirlo en mi razonamiento. Además, me resulta de una soberbia intolerable el hecho de que pretenda manejar los poderes de otros para probar su punto que no tiene por qué valer más que el de al lado. De poco me sirve que me hable con condescendencia usted cuando propone que se me proteja esta noche, si yo no hago más que ver cómo trata de buscar argumentos donde no los hay para acusarme. No comprendo esa embestida a cierraojos contra mí durante el primer día de acusaciones cuando estamos todos más perdidos que una cabra en un establo. A no ser, claro, que usted sepa algo que los demás, ni siquiera yo misma, sabemos, ¿no, Don Rodrigo?
Como ya he dicho, no tengo ningún sospechoso rotundo y me cuesta creer que don Rodrigo Belmonte sea un lobo, pues muy necio habría que ser para estar comportándose tan brusca e injustamente desde un principio, pero también sospecho, por sus palabras, que no posee ningún poder especial, así que antes de arriesgarme a votar a un inocente con un poder útil prefiero contribuir a llevarme por delante a alguien que, en el mejor de los casos es un lobo que no ha sabido disimular su condición y, en el peor de los casos, es un aldeano simple y llano que solo empaña y entorpece el debate aquí creado. Y digo esto sabiendo que me encuentro en una posición muy débil y siendo consciente que estoy acusando a la primera persona que puso mi nombre en la lista de acusados. Me doy cuenta de que no estoy jugando en mi favor, pero no me perdonaría votar a cualquier otra persona en este momento.
Rodrigo Belmonte
— Catalina, no puedo acusarte de bestia sin mas, así... solo apunto la única connotación (propia) apreciada desde mi corto enfoque. Las primeras impresiones crecen allí desde donde nacen. Sé que has vuelto a contribuír. No conforme todavía, aludo a pequeños gestos que podrían ser azar inicial, o no serlo — Tampoco se le podían pedir peras al olmo en la primera ronda, ciertamente — Y en todo caso, no hago alusión a participación — los hay con mayor credito. Asiente a la moza, pues.
— Y Ramiro, permitame dudar del cuadro que me pinta. No estoy seguro, quizá guarde usted razón, pero pienso que se nos dará una lista de resultados, es decir, nombres y números (A: 10 votos, B: 4 votos, C: 7 votos, etc...). Si esto fuese así, podríamos colocar nuestros votos el día de mañana, aunque fuesen dispares – buscarle las cosquillas al modo – Es seguro que las bestias podrán mentir o desmarcarse según el resultado, pero no tanto como si anticipamos nuestra intención en el día de hoy sin necesidad de hacerlo en bloque.
— Si no fuera así, y tan solo nos pretenden dar el nombre del ejecutado, sin mas... lo que digo no tendría sentido, y tienen ustedes razón — mejor que elija el pueblo, y no ellos. Error de concepto, pero mal asunto igualmente.
Don Lucrecia miró la hora y se dio cuenta lo tarde que era. Rezar hacía que su tiempo se consumiese rápidamente
-He prometido que diría a quién voy a votar y mis motivos. No he podido hacerlo antes, pero más vale tarde que nunca. Mi voto será para don Miguel y ya he explicado el por qué. Ha dicho que tiene información poderosa y la desvelará al final del juego. Como no sea lobo (lo único que me hace dudar es que pueda ser cupido) no me lo explico, porque ni la bruja tiene información (a menos de que salve a alguien cosa que no ha sucedido) y no creo que sea la vidente porque ha sido demasiado directo.
Voto a Miguel de León
Rodrigo suspiró mirando al suelo mientras se frotaba los ojos. Estaaba pasando lo que había temido: que por su parquedad y vehemencia a la hora de mostrar al pueblo sus ideas estas fueran descartadas por no ser comprendidas, por ser tomadas por palabra de lobo o por ser tachadas de estúpida. El ebanista solo añadió antes de que llegase la hora definitiva:
- En fin buenas gentes, creo que esta falta de consenso conducirá a mi fallecimiento a causa del conseso de la otra parte, las lupinas bestias que azotan este pueblo, que me habrán votado en unidad. Ningún rencor les guardaré a las buenas gentes de ocurrir tal cosa, solo espero que mis ideas no se olviden, pues aunque no las reptiré ya más sigo pensando que son la manera más fiable de proceder. Demasiado tarde es ya para cambiar nada, casi de seguro, así que solo me resta despedirme de los buenos cristianos y pedir a Dios perdón por no haber sabido usar mejor mis talentos. El Señor les salve y les tenga en su gloria a todos los cristianos de bien.
Y tras decir las que creyó que serían sus últimas palabras, Rodrigo esperó en silencio el linchamiento que creia ver venir sobre su persona.
Veamos, flautista, no os hagáis duro de oído:
Y cansado de tanta plática, don Diego fue a la caseta del capitán a votar a quien se había comprometido, como hombre de palabra que era.
Ramón Gutiérrez
Serafín Grimón se mostraba cansado después del intenso día de debate y quedaban ya pocos minutos para terminar el día.
-Hay que poner fin a esta tortura y pronunciarse- se dijo
Señores, -habló a los presentes-, dado que ha sido difícil llegar a un acuerdo común, me decantaré por alguno de los que hasta ahora me han parecido más sospechosos, por sus actos o por sus palabras. Ciertamente Don Rodrigo, su necio y delirante discurso no juega en su favor, pero me parece más producto de la necedad, que de la lobeznería… Igual me equivoco, pero por el momento, no me decantaré por usted. Debo confesar que he estado muy dudoso al respecto, pues siguiendo el razonamiento de Adela, ante el temor de poder ajusticiar a un inocente poseedor de algún privilegio, prefiero hacerlo a alguien que en todo caso, parezca ser un llano aldeano… y es lo que creo que es usted.
Finalmente mis intenciones de voto se han decantado por Don Miguel. –se dirigió hacia éste- Puede que a estas alturas me equivoque, lo más probable es, dada la estadística, pero es duro acometido éste al que nos enfrentamos, y hay que tomar decisiones. No sé si finalmente será usted linchado, y en caso de que lo fuera y resulte inocente, le pido disculpas. En este punto sólo tenemos pequeñas acciones y palabras para opinar sobre cada uno de nosotros, y en su caso, el comportamiento extraño que ha tenido durante su candidatura a alcalde, genera cuanto menos, desconfianza. Alguien que se presenta a alcalde, con un convencimiento profundo en su futuro buen hacer desde el puesto, no se retracta a la primera de cambio, es más, se vota a sí mismo en la demostración de dicho convencimiento. Sus argumentos de justificación me siguen pareciendo vagos y perfectamente compatibles con intenciones oscuras. Puede que me equivoque, pero ahora mismo es de lo poco que tengo para tomar esta decisión.
Voto a Don Miguel
Voto a Don Miguel (Es en esta escena, de forma privada donde hay que votar?)
De nuevo, contestó a Pedro.
-Ojalá fuera como vos decís, pero lamentablemente, creo que no es así, supongo que el Capitán sabrá decir si me equivoco o no. No sabremos nada sobre las votaciones excepto quien morirá linchado.*
Luego miró a "El flamenco".
-El argumento que decís me parece correcto, pero sesgado. Miguel no fue el único en hacer eso, también Ramón, así que supongo que eso lo hace igual de sospechoso ante ese argumento, más aún sabiendo que no se molestó en defender su candidatura y cambió de opiniones sobre a quien votar en más de una ocasión.
*O eso es lo que me dijo el director cuando pregunté.
Señor de Narváez. Quisiera aclararle que, como ya dije anteriormente, su propuesta de votaciones me parece correcta y acertada y es por esto por lo que he mencionado mi voto en público. Sin embargo, observará usted que nos encontramos hacia el final del día y, aunque hay algunas líneas de votación, no parece que exista una acusación clara contra nadie. Estamos votando todos un poco como pollo sin cabeza porque no hemos logrado llegar a un acuerdo unánime. Por esta razón es por la que he decidido no entregar mi voto par ajusticiar a nadie que no sea don Rodrigo.
Hubiera sido ideal que su propuesta saliera adelante, ya le manifesté mi apoyo en su momento, pero no trate de hacernos parecer culpables a los que no hemos seguido al pie de la letra la misma, pues comprenda que la realidad al final poco se ha ajustado al escenario que usted describió en el que todos contábamos con tiempo para señalar un único culpable.
Aprovecho para recordar que no hay nada mejor para evitar llegar a un consenso que escurrir el bulto en los debates y las acusaciones. Sigo pensando que siguiendo esta pauta llegaríamos a algún lobo en algún momento.
No le gustaba nada lo que escuchaba. Varios de los acusados realmente parecían lobos, pero unos más que otros.
-SeñorRrodrigo, no se si, fruto de su ignorancia, de su egocentrismo o de las orejas que le parecen asomar de noche, está usted decidiendo qué hacer con los dones que han sido entregados a nuestras buenas gentes. Por si fuera poco, propone ir dejando pistas y mensajes "secretos" que cualquiera puede leer e interpretar. Por mucho que pensemos en ellos como lobos, hay que tener en cuenta que también tienen raciocinio humano, y es algo que no debemos subestimar, pues el peligro que aqui tenemos no es pequeño.
Don Ramón; no le corresponde a usted decidir el destino de estas buenas gentes, ni los linchamientos que debemos hacer.
En realidad, en este cruce que ha habido, me viene a la mente la idea, propuesta por algunos compañeros, de que todo sea una estrategia de los lobos. Bien que los dos sean lobos, con lo cual uno de los dos se "gana" la confianza del pueblo; bien porque se haya desviado la atencion hacia un inocente. Me hace pensar en las acusaciones sufridas y hasta hace poco olvidadas hacia Miguel de León, si bien sus explicaciones sí que tienen sentido para mí, y no le considero licántropo. Así, a riesgo de equivocarme, y ruego me perdonen si tal tragedia ocurre, voy a votar al señor Rodrigo
Rodrigo Belmonte de la Poza
Llegó el Capitán y se llevó los cuencos sin que nadie pudiera ver quién o a quién habían votado. Los habitantes de Castronegro se quedaron viendo cómo caía la noche y la oscuridad a la espera del recuento.
Entonces oyeron un disparo en la lejanía: ¿Qué había pasado? ¿A quién habían atacado los soldados si aún no se sabía quién era el linchado por el pueblo?
El Capitán volvió a caballo.
- Pueblo de Castronegro. Uno de vosotros ha llegado al campamento y ha intervenido en la decisión final. No sabemos quién es pero sí que se llevó un buen disparo así que esperemos que no vuelva a intentar influir así. Al parecer había un empate y ha desempatado sin que tengamos más pista de él que estos mendrugos y cestos cubiertos de su sangre.
Yo prestaba atención a este hecho inaudito que acababa de suceder pero la verdad es que mi mente solo pensaba en el nombre del elegido tras haberse desecho el empate: Y entonces pronunció su nombre...
Traducción: Ha habido un empate así que aquel con el rol de Anciano ha tenido que desempatar... a cambio de perder una de sus dos vidas.
He dado de plazo para que me digan el nombre del elegido hasta las 12.
Sí, yo también estoy nervioso...