Partida Rol por web

[D&D 3.5] La Torre de las Almas Perdidas 2: El Plano de la L

Capítulo 11. ¿Una Nueva Esperanza?

Cargando editor
25/01/2018, 00:38
Serge Leblanc

Con la barricada hecha, Serge abrió la ventana para salir por ella junto a Khorvin. No sabía si eran los nervios o si simplemente los dioses deseaban burlarse de él un rato más, pero sus dedos perdieron sujeción cuando estaba haciendo equilibrismos agarrado a la madera de la casa. Por suerte la altura no era demasiada y lo único que había que lamentar era que su trasero le iba a doler un rato. Y encima, para añadir insulto a la injuria, su compañero bajó perfectamente, sin resbalar, caer ni nada por el estilo. ¡Que se suponía que él era experto en allanar casas! Con un suspiro, Serge Leblanc se sacudió el polvo de la culera del pantalón mientras echaba un vistazo a su alrededor.

 -Ce n'est pas possible

Efectivamente, tal y como se había temido en la habitación, todo el pueblo ofrecía ahora ese aspecto sucio, viejo y abandonado que tenían los muebles del cuarto en el que habían estado durmiendo. Se acercó a su compañero y le dijo en voz baja:

 -Khorvin, mon ami, o este pueblo era una trampa muy bien preparada o ese caballo infernal nos ha transportado a otro tiempo. Sea como sea, je pense que deberíamos irnos de aquí cuanto antes.

Porque, ¿cuánto tardaría ese monstruoso animal en darse cuenta de que habían escapado? Incluso un caballo normal corría más que ellos, si les perseguía por la calle les atraparía en menos que canta un gallo. Así que, sin esperar una respuesta por parte de su amigo, Serge comenzó a buscar refugio, intentando caminar sin hacer ruido.

 -Procura ir en silence. No queremos que nos detecten.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Que nadie se asuste, tengo tanto en sigilo por la armadura encantada que llevo, que me da +10 (a los que hay que añadir 12 entre rangos y destreza).

Cargando editor
26/01/2018, 22:46
Khorvin Lluch

Recojones, ¿Que brujería es esta? exclamó en susurros. Tan silencioso como pudo se dedicó a seguir a Serge, que parecía saber hasta cierto punto lo que estaba ocurriendo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
27/01/2018, 07:42
Director

Ocultos entre las sombras aguardaron varios minutos a expensas de que sus compañeras, Billy o su hermosa esposa pudieran dar signos de vida. Deseaban verlas salir sigilosas como felinas para reunirse con ellos y sin embargo nada. Ni tan solo pudieron escuchar un solo ruido, ni un grito de pavor o un lamento. Por no escuchar, ni tan solo volvieron a oír los cascos de aquella bestia en el interior de la morada de los Claxton o un solo relincho.

Para ese entonces había comenzado a llover. Se trataba de una lluvia fina que no obstante empapaba el polvoriento suelo haciendo que surgiera un agradable olor a tierra mojada. Aquel pueblo aparentemente abandonado rezumaba paz en esos momentos. No parecía que instante atrás hubieran presenciado la aparición de aquella bestia hostil de cabellos de fuego.

Casi creyeron por un instante que todo había sido una pesadilla, pero pronto descartaron esa idea. Ambos habían visto a aquel ser penetrar en el interior de la casa donde estaban descansando. Ambos habían oído su relinchar y como tiraba la puerta. Además, la apariencia de la aldea había variado por completo de la noche a la madrugada en la que se encontraban. Aquello no podía ser producto de su imaginación.

Fue en un momento en el que Serge miró en dirección hacia el interior del poblado cuando le pareció ver un pequeño resplandor. Tan solo lo vio por un instante fútil, pero no volvió a verlo más. Se trataba de algo situado cerca de la mitad del pueblo, diría que próximo a las extrañas vías por donde discurría aquel humeante, ruidoso y enorme transporte que casi les pasa por encima a su llegada.

Cargando editor
29/01/2018, 15:34
Director

En su huida Khorvin pisó una rama haciendo que esta crujiera bajo su bota. Maldijo su torpeza, pero no tuvo tiempo a lamentarse ni a rebatir la mirada asesina de su compañero de rostro cubierto por vendajes, pues el relinchar de la pesadilla con forma de caballo y fuego se escuchó procedente el interior de la vivienda tosca de la familia Claxton, ahora aparentemente deshabitada hacía décadas.

Se giraron de nuevo hacia la vivienda. Las llamas de las crines y la cola de aquel caballo iluminaron el interior de la casa surgiendo con un fulgor rojizo a través de las ventanas. Pero no fue eso lo único que desveló aquella mirada furtiva, pues agachados junto a una casa cercana pudieron observar hasta cuatro figuras que pretendían permanecer en el más puro anonimato.

Cuatro figuras que para al menos uno de los dos prófugos de aquella pesadilla equina, resultaban familiares, pues Khorvin veía en ellas el vivo reflejo de cuatro de los valientes con los que cruzó desde el plano Material a través del plano Astral para llegar a aquel caótico y malévolo infierno. Aunque no cierto era que dado el lugar donde estaban y no concretamente en Oderville, sino en el plano demencial al que habían sido enviados, no podía acabar de fiarse únicamente de lo que sus ojos le decían en cuanto a la identidad de cuatro sombras ocultas.

Notas de juego

Seguimos aquí.