Al ver como Masacra de noche toma el control del ritual avisando al resto de que no deben realizar ningún ruido, me quedo un tanto sorprendido, acaso en estas tierras no se siguen con las tradiciones Garou, tanto miedo tenemos al wyrm que hemos perdido el respeto por nuestros ancestros. Mis ojos se clavan en el garou en forma lupus, y mi sangre irlandesa y fianna comienza a arder por mis venas, me pide aullar por todos mis hermanos, los caídos en esta feroz guerra contra el wyrm, los que están vivos y los que tienen que nacer…
Se cual es mi misión como Galliard, entonces comienzo a aullar para fortalecer y apasionar a mis hermanos Garou, mientras los agentes del Wyrm son distraídos de esa llamada, es mi labor dar fuerzas a mis hermanos y demostrar a los espíritus que los Hijos de Gaia no dejaran este túmulo en manos de las huestes del Wyrm.
Al acabar me encuentro en sintonía con Gaia, mi ojo busca a mi pupila en primer lugar sonriéndola abiertamente, venceremos al Wyrm estoy seguro de ello.
Uso el don la llamada de la selva
Escucho la hermosa música que es el aullido de Donovan y me quedo quieta durante un segundo. Si tan sólo me permitiera vivir esta nueva vida estoy segura de que llegaría a disfrutarla. Pero me he exigido morir para reunirme con ella, y moriré con una sonrisa en el rostro.
Dado que el lupus que está convencido de que es nuestro jefe es bastante impredecible, me muevo para situarme cerca de mi mentor, no sea que necesite apoyo porque un sociópata Garras Rojas se enfade con él.
Al escuchar el aullido de Ojo-nublado me levanto sobre mis patas traseras un instante para golpear con las delanteras el suelo.
Excitado por el aullido de mi hermano. Muevo la cabeza arriba y abajo mientras saco la lengua.
¿Nos habrán escuchado muchos hermanos? y nuestros enemigos
Miro a un lado y a otro, dudando si posicionarme del lado de alguno de mis hermanos, Ojo-nublado o Masacra-de-noche.
Observó la naturaleza en su entorno inmediato. No había caminado nunca por el mundo espiritual, no había estado tan cerca de él. Se sentía cómodo, a gusto. Tendría que aprender a volver allí, a comunicarse con los espíritus de la naturaleza.
Hermano de su manada se giró, observando a su alrededor, y se sobresalta cuando Buscador de Respuestas lanza ese potente aullido. Alza las orejas, y cierra la boca en un gesto de sorpresa, observando cómo Masacra de Noche le obliga a callar para no revelar sus intenciones.
Se adelanta un paso, solo un paso. Si debe haber un duelo, será el quien lo juzgue, a pesar de ser solo un cachorro... y por desgracia, ante su animosidad hacia el grupo nazi, estaba de acuerdo con la mejor forma de acabar con el enemigo, y a su juicio, Masacra de Noche, era quien tenía esa forma.
De forma instintiva, gira la oreja hacia Negocia con espíritus, y también le susurra. Ahora somos uno, hermano. De aquí en más, todos garantizaremos nuestra seguridad, la del túmulo y la de la manada.
Y va a añadir algo cuando Ojo nublado lanza ese potente aullido cargado de poder. El viejo no era santo de su devoción, aun más, habían discutido en todo lo que se podía discutir, incluido aquello. Va a reprocharle, pero no es él quien para hacerlo, a él y su pupila era a quien más conocía de aquel grupo, y recordando cómo se comporto cuando unieron fuerzas, discutiendo cualquier decisión, comienza a pensar que Ojo Nublado tiene, simplemente, un problema con la autoridad.
Hermano de su manada se pone nervioso, lo último que necesitaban ahora era que la manada se dividiera o que surgieran problemas con el liderazgo.
Es todo tan… perfecto. La brisa secando lentamente el agua sobre mi pelaje dándome esa sensación de frio y desorientación que se siente al caminar de lado. Trato de estar en comunión con los espíritus pero un nuevo y poderos aullido me interrumpe. Me giro en busca del origen de ese molesto ruido y me encuentro con ojo-nublado. Tiene un rango mayor al mío por lo que no puedo reñirle. Pero interrumpir este momento de intimidad en el que estamos con los espíritus por un berrinche es cuando menos extraño.
Las gotas de agua aun caen por mi pelaje, bajo la mirada y me encuentro con los ojos de un pequeño espíritu hierba, me fijo un poco mejor y veo cientos de ojos pertenecientes a todas la hierba sobre la que camino. Trato de ubicarme de forma que las gotas de agua que escurre mi hocico caigan sobre ellos.
Mientras lo hago una voz desconocida me habla. ¿Hermano?, ¿Túmulo?, ¿Manada? Me siento algo desorientado, la última vez que me llamaron hermano fue hace mucho tiempo. Ojos-del-bosque es mi mentor y buscador-de-respuestas tiene un rango demasiado alto para tener semejante lazo de unión… Nunca he pertenecido a una manada y menos a un túmulo… Que palabras más curiosas, llenas de significado y sin embargo son completamente lejanas a mi ser.
Me giro a hermano-de-su-manada. Es agradable saberlo, así sé que la seguridad de los nuestros está garantizada por todos. Aunque mi promesa va con ellos. Señalo con el hocico a los frágiles espíritus de naturaleza que hemos despertado con el ritual. Las políticas de la nación como quien de órdenes o la razón de las mismas es algo que me tiene sin cuidado, al igual que quien es el que proteja a quien de los garous. Cada uno tiene garras… ¿verdad? Son estos pequeños los que me ayudan a encontrar la paz. Los que me muestran lo mejor de mi ser, aquellos a los que he de buscar por consuelo y hallaré respuestas…