Partida Rol por web

Sentado sobre mis cuartos traseros puedo sentir esos extraños sonidos, mas propios del reino espiritual que en el que me encuentro, vaaa, debe ser la altura, ya ojos-del-bosque le habría notado, me giro para observarlo y me encuentro con su mirada severa.

- Creo que tú también lo sientes, dame un momento -

me paro enseguida y me mantengo alerta, así que no lo soñé, el solo estar con ojos-del-bosque me enseña cosas que me servirán para auxiliar a Gaia.

- Un espíritu de aire de la montaña nos llama, Negocia-con-espíritus. Debemos atender a su llamada y caminar de lado, pero sé cauteloso, bien sabes que no todos los espíritus son amables -

- Como dictes -, siiiiií, parece que al fin vamos a toparnos con los espíritus de gaia, empezaba a pensar que toda la travesía era solo para encontrarnos con este garou de pocas palabras.

Al caminar de lado las cosas cambian demasiado, primero el Garou sin palabras nos acompaña, que manía la de ojos-del-bosque, ¿que no lo podía dejar allá?, sin embargo, es mas extraño lo que hay al frente, dos Garous nos adelantan en el camino, ¿serán theurges busca espiritual? y descendiendo de la montaña baja un hombre.

mi giro a ojos-del-bosque, - maestro, es posible que la sombra y posterior luz que divise antes fuese generada por el homínido que baja la ladera -.

No alcanzo a explicar mas de mis sospechas ya que el espíritu, posiblemente el mismo que nos llamo, ahora nos exige seguirlo y según dice con una misión de Gaia.  

¿Silencio? Mi historia entera reposa en los ecos que se desvanecen entre los silbidos del elemental. No logro entender la sabiduría detrás de su silencio y seguramente nunca lo haré. A sus ojos el tiempo viene y se va, como amalgamas atemporales que se burlan del devenir de las cosas. Su ayuda, así sea tardía, llegará cuando deba llegar a la puerta de la morada que habitarán los lobos, cuando Gaia así lo determine.

Las bocanadas de aire que acudieron a mi llamado para servirme de cómplices, traen consigo aromas lejanos y diversos. Han captado mi atención. Respiro una nueva bocanada para identificar sus procedencias y por fin se hace claro que tras de mi se encuentra el aroma de Tomasz junto a otros... ¿lobos?

Volteo sorprendido, con la esperanza de ver a un Señor de las Sombras umbral, comulgando con su naturaleza espiritual en las cercanías de los vientos. Sí, es él. La mancha oscura que respira el mismo aliento que nosotros, el aliento del kaos.

Junto a él otros dos lobos. No es seguro que sean Garou; he visto muchos espíritus que toman nuestra forma. ¿Quiénes serán? En definitiva su arribo no llega desprevenido para mi. Sigo observando. ... Una forma humana. Si fuese uno de esos que alimenta a mi manada, estaría satisfecho por ver un descerebrado comulgando con la razón de ser de nuestra guerra. Pero no, no es un humano. Puede que sea también un espíritu o un Garou.

La llegada de los acompañantes de Tomasz, aunque me hubiere sorprendido, no deja más que una pequeña sensación de curiosidad. Aun tengo asuntos pendientes con el espíritu que silba frente a mi. Sin embargo, parece que hoy los lobos despiertan una inusitada curiosidad en la umbra. No pasa desapercibido el cuervo que sobrevuela nuestras cabezas, dando señas de lo que parece ser una abrumadora ansiedad. Hasta que por fin el mensaje sale entre sus graznidos.

No me cabe duda, todos los presentes son Garou. El cuervo nos ha llamado a todos Guerreros de Selene. Suelto un tenue gruñido al viento que se arremolina expectante, agradeciendo su piedad para con los habitantes del mundo.

Me giro lenta y meditadamente, miro a Salama y luego a Sombra-Roja, manteniendola fija en este último, y me acerco a él. Un pequeño mordisco sobre su lomo se torna al final en una sutil caricia de satisfacción. Me complace verle de este lado de la Celosía, a pesar que tiene muchas cosas por aprender aún.

Paso rápido de mi pupilo y olfateo a los lobos recién llegados con extrema curiosidad y cautela, mientras susurro tenues gruñidos roncos, entre los cuales logra percibirse sutilmente dos palabras- Grrrrarrrassss Rrrrojassssss...Grrrrarrrassss Rrrrojassssss- Me estoy presentando. Termino de aprenderme sus olores y marcho al son del cuervo, imitando sus círculos y trayectorias, esperando que todos los lobos presentes hagan lo mismo.

Ignoro conscientemente al hombre que baja la ladera, al menos con la vista. Mi poderoso olfato se esfuerza por desnudar su aroma para resguardarlo en mis recuerdos, y mis poderosas orejas trabajan en mantener clara nuestra distancia.

La visión de aquel espíritu del viento era lo que estaba esperando. Siempre tenía el impulso de dirigirme a los sitios donde los espíritus requerían mi presencia. Ese era el motivo de mi viaje a aquella montaña para meditar. Era como si Gaia guiase mis impulsos, la verdad es que debía de estarle agradecido por ello. El espíritu nos instaba a seguirle así que acorté la distancia que había entre el resto de garous y yo.

Al llegar a su altura alcé mi mirada hacia ellos. Por linaje y reputación debían presentarse ante mí, aunque las antiguas tradiciones eran consideradas obsoletas para algunos cachorros. El Garra Roja que me saludó parecía el único consciente de cual era mi posición entre ellos, no era en absoluto un joven pupilo. -Saludos hermanos garous, parece que Gaia ha decidido que nos encontremos aquí por lo que yo os saludo. Mi nombre es Stephan Krauss, Buscador de Respuestas. Partamos sin demora en pos de este espíruto, y que La Madre esté de nuestra parte.

Mientras esperaba que el Espiritu siguiera hablando un sonido llega de detrás nuestro.

Me vuelvo rápidamente y veo como Sombra-Roja llega hasta nosotros acompañado de dos Lobos, Garous sin duda, el olor los delata como tales. A lo lejos puedo observar como viene alguien con forma homínida.

De repente un Cuervo habla y nos dice que le sigamos. Observo como Masacra-de-Noche se acerca a Sombra-Roja y le saluda a su modo para a continuación presentarse.

- Camina-Veloz, Ragabah de los Caminantes Silenciosos. - digo en aullidos incomprensibles para el humano.

- Si quiere saber algo de mí se tendrá que transformar en Lobo. No pienso enojar a mi Mentor transformandome en humana en estos momentos.

Con este pensamiento me giro y me encamino tras Masacra-de-noche y el Cuervo.

- Vamos Sombra-Roja. Esta vez no te quedes atrás. - digo a mi compañero de manada.

 Caminar de lado siempre es una experiencia gratificante. De repente, me encuentro rodeado. Esta vez he tenido suerte, no parecen presencias agresivas. Agradezco en silencio a Gaia por esta lección sin dolor.

 Mis ojos se arrastraron uno a uno, por los recién aparecidos. Al parecer todos son cachorros en busca de respuestas.

 Bueno, no todos. Cuando uno de ellos se acerca, puedo ver, por su forma de pisar el suelo, y por la forma en que los otros le miran, que se trata de alguien superior. Sus gruñidos me desvelan su clan. Humildemente, me dejo examinar por él, y noto la fuerza de su espíritu envolviéndome, mientras mis sentidos se llenan de su intensa fragancia.

 Respondo a sus atenciones con inclinación de mi cabeza, ofreciendo mi garganta.

 Escucho atento las palabras de aquella que se presenta como un caminante silencioso. - Así que no estaba tan solo como decía - pienso, dirigiendo una fugaz mirada a Sombra-Roja.

 Ante el comentario de Abelard, asiento casi imperceptiblemente.

 Espero a la llegada del humano para revelar mi nombre:

- Me llaman Ojos-del-bosque. Soy Theurge de los Hijos de Gaia, espero podamos conocernos más tarde, Gaia nos llama ahora - mientras hago un gesto a Abelard para que se presente. Espero a que lo haga y sigo al espíritu cuervo, atento a sus indicaciones, confiado de que mi pupilo hará lo propio.

Veo con curiosidad como mi mentor se somete al lobo rojizo que se nos acerca, debo suponer que es de mayor rango, ¿si no se presentan uno como sabe?

Ahora... recuerda Abelard, como se hace para presentarse correctamente a un lupus... en ese momento veo a ojos-del-bosque ahh si, mostrando el cuello, invitando a una decapitación, que forma mas simpática de mostrar respeto.

Muevo mi cabeza para exponer mi cuello.

Una vez el lobo rojo se aleja, escucho como el homínido nos habla a todos, otro garou, los espíritus deben necesitar nuestra ayuda para haber reunido tantos.

Miro extrañado al homínido, es algo mayor... me acerco a ojos del bosque y veo como este se presenta y me insista a hacer lo mismo, así que respondo en elevado. 

- Yo soy Negocia-con-Espíritus Cliath Hijo de Gaia Theurge, y ojos-del-bosque es mi mentor. -

luego me acerco a mi mentor y le ladro para que solo el me escuche, - si no nos dijeron sus respectivos rangos, como sabes que debíamos someternos? -

Escuché paciente las presentaciones del resto de garous que allí nos encontrabamos. Uhmm ¿todos somos theurges o Ragabash? Esto no es un buen augurio. Si nos necesitaban los espíritus mejor estar preparados. Más vale prevenir que curar. Así que concentrando el calor que surgía de nuestro interior cambié a forma Crinos. Mi pelaje plateado surgió en mi cuerpo, dejando claro cual era mi noble ascendencia. Adoraba ir en aquella forma, puesto que era en ella cuando más cercano al mundo espiritual, a Gaia y a Selene me sentía.

-Soy un theurge Adren.-comenté lleno de orgullo en el idioma elevado de los garou para que todos me entendieran. No dije cual era mi tribu, puesto que al ver mi pelaje unirían cabos. -Vayamos pues en ayuda de Gaia, pero estad atentos, tengo un mal presentimiento.

Primera vez que experimentaba tal situación, sin consciencia de los que sucedía, simplemente dejaba que su ser se relajase y permitiera que aquella esencia le envolviera, pero nunca sin dejar de estar atento a los dos que tenia enfrente, para poco a poco presenciar el manto nubloso que pronto se revelo, cambiando la realidad.

Rápidamente pudo identificar a su maestro y a su compañera, cosa que lo tranquilizo, permitiendo así, mirar de reojo a Ojos-del -Bosque cuando su maestro le olfateaba y Negocia-con-espíritus, por lo que dijo para si -Completamente solo- De haber sido humano, se podría ver una amplia sonrisa en el rostro del joven.

Luego de unos momento, simplemente se dedico a observar a todos los presentes mientras se reunía con Camina-Veloz.

 Mi mirada ante su pregunta no deja lugar a dudas, es esa mirada de "ahora no es el momento", que tanto conoce Negocia-con-espíritus.

 La revelación del rango de Stephan no me sorprende, y miro con contenido asombro su despliegue de majestuosidad al convertirse en Crinos.

 Una sombra de preocupación me ensombrece el ánimo. - ¿Por qué habrán requerido la presencia de tantos de nosotros? - en mi fuero interno espero que sea algo que pueda ser resuelto mediante una intervención no violenta, aunque sospecho que no será así.

- Gaia está en peligro, vayamos pues - pienso avanzando ahora a bueno paso tras el espíritu cuervo.