Blrizbrubrilibirtzzzz...
Farastu posa con mimo la cabeza cercenada de Richard Corven en el interior de un saco, mientras los ojos cristalinos y sin vida del humano le devuelven la mirada. Un ruido de vegetación obliga al ser amarillo a alzar la vista.
Echa un vistazo a su alrededor. Pantanos y más pantanos. Ha vuelto a Orthys, y aquí no son infrecuentes los monstruos que patrullan en busca de alimento. No hay nadia. Aguanta la respiración y aprieta su espalda contra el túmulo de tierra con la madriguera que lleva a la caverna del lago de lava. Definitivamente no hay nada. Y más aliviado, retoma su tarea.
Richard no tiene que esperar mucho tiempo solo antes de recibir compañía. Farastu guarda en el saco a Donowalt. La tercera cabeza en acabar en el saco es la de Epplet. En ese momento, la imagen de Farastu se vuelve intermitente: pronto será teleportado.
Noooo... No-no-no-no...-apura sus últimos segundos en intentar cerrar el saco-Glzmolg rrrrrlilulo chwoporpockrrrrr... No me hagáis esto.
El paisaje pantanoso desaparece. Lo siguiente que ve es una vela tililando en medio de la oscuridad, solo que Farastu ve perfectamente. Las paredes... el escritorio... y el gordo y grasiento supervisor que le devuelve la mirada.
El enclenque ser amarillo se pone en guardia, levantando los brazos listo para enzarzarse en un cuerpo a cuerpo del que sabe que no sobrevivirá.
Farastu, inmundicia... ¿Qué diablos haces con esas posturitas?
¿Guyrkplplplt?
Le habían prevenido de la trampa, de las conspiraciones para asesinarle. Pero el supervisor mantenía una actitud serena sentado en su ostentoso trono. No había hostilidad ni resquemores. No más de las habituales. Farastu tachó a su supervisor de la lista de sospechosos. La voz grave en la oscuridad volvió a alzarse...
La evasión del túmulo cuatro. ¿El tema está solucionado?
Ngggh... Ah-ah. No. Traigo la cabeza de tres. Pcht-krazle. El resto escaparon de Farastu. Pe... pero... Pero no es culpa de Farastu. Un grupo de ajenos del plano material les ayudaron. Farastu está sobre la pista.
Trae. Debo ver las cabezas para su identificación y clasificación.
Farastu se acercó, al abrir el saco sobre la mesa las cabezas rodaron con un ruido hueco. El pelo largo de Donowalt quedó demasiado cerca de la vela. La cera derretida empezó a quemar sus cabellos.
Uhm... ¿Y cuál es esa pista sobre la que estás? ¿Cómo volverás a encontrarlos?
Farastu tiene un plan. Pero necesito ayuda. Por favor, señor... debe teleportarme...
Tonterías, mi magia no puede llevarte a ellos si yo no sé dónde están.
No... con ellos no... ¡¡¡Teleportarme al Bastión de la Última Esperanza!!!