Babras callejea por la ciudad. Uno de los licántropos se entretiene entrando en una casa y matando a gente inocente, pero el otro le sigue. Puede sentirlo, como un aliento fuerte en la nuca. No necesita mirar atrás para saberlo. Dobla la esquina, trata de perder a su cazador. O que por lo menos esté tan desorientado como el enano lo está. Otra esquina. gira a su izquierda. El callejón ha serpenteado un poco, y ahora vuelve a una de las avenidas principales. Cruza la avenida central justo hasta un callejón en el lado opuesto de la casa.
Tap-tap-tap-tap...
La zancada rápida de otro licántropo lo hace pasar por delante del callejón como un borrón negro y peludo. Luego viene un grito humano, como un trueno que persigue al relámpago. Babras ya no lo ve, pero sabe que para cruzar la avenida1 tendría que pasar al lado de un híbrido comiendo. Exponerse a otro zarpazo. O quizás a un mordisco, si el híbrido adoptó su forma de lobo para comer.
Las otras opciones no son más esperanzadoras...
Hay un montón de basura en un pequeño ensanche del callejón, como una ladera apoyada sobre una pared. Lo suficientemente grande para esconder2 a Babras dentro. Mondas de plátanos, coles podridas y algún que otro excremento vaciado de un orinal. Y moscas, muchas moscas.
En el lado opuesto hay un canalón para la bajada del agua. La tierra a los pies del tubo está oscura por la humedad, pero la falta de lluvia del verano dorviniano evita que llegue a estar embarrado. Se podría trepar3 hasta el tejado si el canalón aguantase el peso de Babras.
Otra opción sería derribar4 una puerta para entrar en alguna de las casas. Babras tiene que decidir rápidamente para que el lobo que le sigue no sea también el lobo que le de alcance.
Motivo: Ados a Babras
Tirada: 2d20
Dificultad: 16+
Resultado: 6(+4)=10, 16(+4)=20
Exitos: 1
Motivo: Daño a Babras
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+2)=4
http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=69486
Babras -34. Daño atenuado 4. Sin cadena armada. Despavorido, -2 a las tiradas de d20.
El mapa está a la mitad de escala. Cada casilla son 10'x10'. Corres 6 casillas por asalto.
1Te llevas un AdO y cruzas al lado opuesto de la avenida para meterte por otro callejón.
2Tirada de esconder para meterte en la basura, con penalizador de armadura y -2 de estremecido.
3Tirada de trepar CD 15 para subir al tejado de la casilla E10, con penalizador de armadura y -2 de estremecido. Puedes elegir 10 y subir sin problemas o puedes trepar apresuradamente con un -10 a la prueba para trepar sin reducir tu velocidad a la mitad (también CD 15 y total -12 entre apresurar y estremecido).
4Tirada de fuerza para derribar una puerta y ocultarte en una casa, con el -2 de estremecido. CD 13
Si se te ocurre una opción 5, adelante.
La sangre se le agolpa dolorosamente en las sienes. El viejo guerrero siente que la cabeza está a punto de explotarle. ¡Acaba de dejar a la bruja de Hala a merced de los cambiaformas!
-Soy un maldito cobarde--se reprocha Babras sin dejar de correr por las calles de Lechberg.
De pronto, varias opciones de huida se presentan todas a una. ¿Y qué más dará? ¿De verdad quiere seguir viviendo después de abandonar a Leiath a su suerte?
-¡Mmmmmpf!--el tozudo enano gira una esquina y, a pesar del miedo, abre la primera puerta que encuentra a la fuerza. Puede que la cacería haya terminado. ¿Y si no qué? La muerte, ni siquiera eso sería un consuelo ahora.
Motivo: Prueba de Fuerza (estremecido)
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 16(+2)=18 (Exito)
Babras entra en una casita humilde, de una sola planta, con olor a madera podrida. El cuarto es rectangular, con una chimenea a la izquierda y un armario empotrado a la derecha. En el centro hay una pequeña mesa circular con tres taburetes debajo, para ahorrar espacio.
En la pared por la que entró Babras, uno de los lados largos de la habitación rectangular, la puerta queda cerca del armario. Más hacia la izquierda hay una ventana con las cortinas echadas, de modo que no se puede ver la calle. Toda la luz de la luna y las estrellas que ilumina la habitación entra por la puerta rota.
Enfrente de Babras, un tabique de madera va desde la derecha hasta el centro de la casa, dejando el lado izquierdo para pasar a otra habitación, con la que no le separa puerta alguna. Se intuye que la planta de la casa podría ser cuadrada, y que la habitación contigua debería de tener las mismas dimensiones que estas. Eso significa que el tabique no es meramente decorativo, sino que sobre él reposa el peso del tejado.
¿Quepo en la chimenea? ¿Podría tratar de ocultarme ahí dentro escondiendo mi olor con el del hollín y tal?
Cabes en el hueco de la chimenea, el hollín te oculta del olfato de los licántropos y si te cubres de hollín (no podrías esconderte a plena vista más que camuflándote con hollín) tienes un bono +4 a tu tirada de esconderte. Por donde no cabes es por el tubo de la salida de humos, con lo que si el lobo te ve quedarías acorralado.
Por un momento, Babras se vio a sí mismo embadurnándose de arriba a abajo con negro hollín para camuflar mínimamente su fuerte olor corporal y luego introducirse por la estrecha chimenea hasta donde le fuera posible. Sin embargo, aquella era una idea absolutamente descabellada. ¿De cuánto tiempo gozaba? ¿Y desde cuándo se le daba bien esconderse? ¿Acaso se iba a pasar la vida ahí dentro? No, tarde o temprano el viejo guerrero debía hacer frente a sus miedos. Así que, finalmente, no se le ocurrió otra cosa más que sacar un vial de pociones para tratar de aliviar en parte las heridas sufridas hasta ahora.
Motivo: CHM
Tirada: 2d8
Resultado: 7(+3)=10
Doy un pasito a un lateral de la puerta, saco un vial de CHM y lo ingiero.
Por si quieres adelantar, mi idea es sacar el martillo de guerra y preparar acción de atizarle al primer lobo/licántropo que se le ocurra entrar. Si veo que pasan varios minutos y no acude nadie, me tomo la poción de CHL y vuelvo a lo mismo.
El licántropo irrumpe en la casa haciendo que la poción de Babras se atragante en su gaznate. Ambos se miran, uno al lado del otro, sin reaccionar. Ninguno se esperaba un desenlace tan temprano de la cacería. Las heridas de Babras se cierran, el combate vuelve a empezar.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+6)=11
Babras -24. Sin cadena armada. Despavorido, -2 a las tiradas de d20.
Si superas iniciativa 11, haz tu turno.
Sin su preciada cadena armada, Babras desenfunda el martillo de guerra y asesta un fuerte golpe en el hombro de la bestia.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+1)=13
Motivo: Martillazo
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+8)=21
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 5(+6)=11
Nah, acabo de fijarme en lo del -2. Va él antes. Luego yo (con el ataque que tienes aquí). Y de nuevo él. Estoy jodido...
El torso del licántropo se inclina hacia atrás, absorviendo el impacto del martillo con su dura piel.
Grrrrrr...
El cazador resopla su aliento sobre su presa antes de propinarle un zarpazo en su enorme calva.
Motivo: Garras
Tirada: 2d20
Dificultad: 18+
Resultado: 7(+4)=11, 14(+4)=18
Exitos: 1
Motivo: Mordisco
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 12 (Fracaso)
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+2)=3
Babras -27. Sin cadena armada. Despavorido, -2 a las tiradas de d20.
CA del monstruo 20, efectivamente fallas por un pelo por culpa del -2.
Le toca a él de nuevo. Recuerda que me ganó la iniciativa...
Perdón, el -2 de estremecido no se aplica a las tiradas de iniciativa. Solo a ataque, característica, habilidad y salvaciones. Sería de nuevo tu turno.
Acorralado, Babras trata de contraatacar al cambiaformas, pero los movimientos del enano no son demasiado rápidos que se diga. El horrible licántropo esquiva el martillo de guerra sin mucha dificultad y luego se relame ante lo que tiene toda la pinta de convertirse en una apetitosa cena.
Motivo: Martillazo (estremecido)
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 9(+6)=15 (Fracaso)
La pelea continuaba junto a la puerta, mientras las sombras del licántropo y el martillo de Babras se proyectaban en el tabique central de la casa. Juntos coreografiaban una danza de negros y oscuros, que dificilmente se teñiría de rojo con semejantes defensas. Babras tenía su flamante armadura nueva. El lobo tenía su dura piel y su capacidad de regeneración. El combate estaba en tablas.
Motivo: Garras
Tirada: 2d20
Dificultad: 18+
Resultado: 12(+4)=16, 8(+4)=12
Motivo: Mordisco
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 4 (Fracaso)
De pronto, la frágil memoria del viejo de barba blanca recordó algo importante. El enano dio un paso hacia atrás para evitar las garras de su oponente y luego luego sacó e ingirió de un único trago uno de los pocos viales que le quedaban. La suerte estaba echada, era todo o nada.
Pasito (para evitar AdOs), saco una poción y la bebo. Fuerza de toro (+4 de mejora a la Fuerza durante 30 asaltos)
Cuando la última gota de la poción roza sus labios, el licántropo de un manotazo al frasco haciendo que se escape de entre los dedos rechonchos de Babras y se haga añicos al estrellarse con la pared.
¡Grrrrrow!
La zarpa se posa violentamente sobre el hombro del enano, y aprieta y se cierra hasta que las uñas perforan la armadura de metal y se hunden en la carne.
Motivo: Garras
Tirada: 2d20
Dificultad: 18+
Resultado: 16(+4)=20, 13(+4)=17
Exitos: 1
Motivo: Mordisco
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 13 (Fracaso)
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 3(+2)=5
Babras -32. Sin cadena armada. Despavorido, -2 a las tiradas de d20. Fuerza de toro +4 (ahora hace 1d20+8 de ataque y 1d8+9 de daño).
Si quieres podemos acelerar un poco las cosas. Si dejas las tiradas de ataque para dos turnos, yo puedo hacer 4 garras y 2 mordiscos. Solo de momento, que aún te queda mucha vida de margen. Luego vemos si seguimos así o volvemos a 1 post por asalto dependiendo de lo cascado que estés.
El licántropo y el enano continuaron luchando a muerte, uno para salvar la vida y el otro para terminar con el ansia asesina. Sin embargo, poco a poco, el cambiaformas iba llevando el combate a su terreno.
Motivo: Martillazo
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 8(+8)=16 (Fracaso)
Motivo: Martillazo (del siguiente turno)
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 8(+8)=16 (Fracaso)
Mátame, máster. Lo merezco...
Por dos veces el lobo utiliza su brazo para bloquear el golpe de martillo. Así, Babras queda con la guardia baja y es presa de varios desgarros en el cuello, bajo su espesa barba. El licántropo se inclina hacia adelante con sus fauces abiertas. Trata, sin éxito, abarcar esa enorme y redondeada cabeza de huevo. Sin embargo es más de lo que puede tragar. Las mandíbulas se escurren hacia un lado y los colmillos desgarran casi accidentalmente la sien y la oreja izquierdas.
A pesar de lo ligero del rasguño en la cara, un enorme dolor atenaza a Babras. Un dolor que viene de dentro. Y en su subconsciente escucha la voz de su viejo amigo Olisk.
No puedes luchar contra lo que eres, Bebefloreros. Tu esensia es la de un asesino desalmao y ahora esa esensia hase burbujitas por dentro. Como una botella de sidra agitá antes de abrir.
Motivo: 4 garras
Tirada: 4d20
Dificultad: 18+
Resultado: 15(+4)=19, 13(+4)=17, 9(+4)=13, 18(+4)=22
Exitos: 2
Motivo: 2 mordiscos
Tirada: 2d20
Dificultad: 18+
Resultado: 2, 19
Exitos: 1
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 7(+4)=11
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+1)=5
Babras -48. Sin cadena armada. Despavorido, -2 a las tiradas de d20. Fuerza de toro +4 (ahora hace 1d20+8 de ataque y 1d8+9 de daño).
Tres desenlaces posibles:
-Tirada de fortaleza CD 15 para no convertirte en lobo, y si la pasas seguimos luchando (bebiendo otra poción, jugándosela buscando un crítico en ataque, etc..).
-Eliges fallar la fortaleza, convertirte voluntariamente en lobo y renunciar a tu enanidad, tu personalidad y los pocos recuerdos que tienes.
-O también puedes suicidarte golpeándote la cabeza con el martillo para no ser transformado.
La poca cordura que pudiera tener aquella cabeza desaliñada y dolorida se evaporó de ipso facto con el voraz mordisco de la bestia. Y resulta que, al fin y a la postre, no sienta tan mal perder la consciencia para dejarse llevar por los instintos. De verdad. Si antes se acordaba de nada y menos, ahora el viejo guerrero iba a fluir en un vacío purgatorio sin memoria. Quizás algunos puedan sentirse tristes por el fatídico desenlace, pero lo cierto es que no deberían. ¡Por fin ha llegado la era del enano (licántropo)!
Motivo: TS Fortaleza (estremecido)
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 6(+6)=12 (Fracaso)
Ha sido un verdadero placer tenerte como máster, Braderick. Me apunté a la partida en un momento de esos en los que tienes las demás paradas, pero te aseguro que me ha sorprendido gratamente y se ha convertido en una de mis favoritas. En serio, me ha gustado muchísimo tu manera de dirigir. Gracias por permitirme tomar parte en la misma.
(PD: Quema los dados de Babras, anda.)
Hohohoho... Seguro que creías que estabas luchando con uno de esos estúpidos kóbolds licántropos, ¿verdad? En realidad te enfrentabas con el mismísimo Señor de los Hombres Lobo, el gran Yuris Khan de los Terg. Te has defendido con bravura. Aguantaste más que ningún otro. Te has ganado el privilegio de ser mi general más avanzado...
La zarpa de Yuris Khan acaricia el cuello peludo del enano recién trasformado, como si fuese una mascota. Indómito y salvaje, el instinto animal que posee a Babras le obliga a postrarse. Luego recibe la orden de salir a cazar con el resto de sus hermanos. Recorre las calles, muerde, mata... Al girar una esquina ve a lo lejos a dos nuevas presas.
Un hombre... ...y una mujer...
Babras echa a correr hacia ellos. La mujer, ajena al peligro, dice unas palabras mágicas. De inmediato, el carromato que hay en la calle se encoge hasta tener un tamaño tal que puede guardarse en un bolsillo. Eso es lo que la gitana hace, guardarlo. Ambos cruzan la calle, dejando a los caballos atrás, hacia la muralla. Suben las escaleras de madera hasta lo alto. Ya casi los tiene, puede saborear su carne en sus nuevas mandíbulas... Pero la pareja se arroja al vacío. El híbrido se asoma. No ve sus cuerpos. Solo la enorme lengua de niebla que cubre el río Vasha. Babras mira a su espalda, al edificio de dónde habían salido ellos dos...
Babras no es capaz de reconocer las letras del rótulo con su nuevo cerebro lobuno. No importa. Se da un festín con los caballos de aquella bruja. Al día siguiente se levanta en forma humana. Sin la menor idea de qué ha pasado. La boca le sabe a sangre. Sale fuera de un pequeño cobertizo en el que no recuerda haber entrado. Escucha un aullido a lo lejos, y es atraído como hipnotizado hacia él. Sigue en la ciudad de Lechberg. Desde un opulento balcón, un ser humano desnudo aulla. A sus pies, la plaza está llena de kóbolds y humanos que aullan con él. Y desde su garganta no lo puede contener más: Babras se une al coro de la camada.
Súbditos míos... Hoy estamos en un día histórico para los Terg. Es el primer paso para que nuestro vasto imperio renazca, y podamos vengarnos del Conde Strahd Von Zarovich. Antes de que mis huestes tribales se unan a nosotros en el paso de las Balinok, aún debemos alistar a un último soldado. Aparecerá pronto en el valle de Dorvinia, como los chamanes me pronósticaron. ¡La bestia definitiva! Y después que la hayamos mordido entre todos nosotros, mis fieles... ¡LA BESTIA LOBO DEFINITIVA! ¡AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
La plaza aulla con su Señor una vez más.
Descansad hoy. Mañana nos espera un largo día de caminata. Devorad los cadáveres de los que no fueron bendecidos. Comed hasta quedar saciados. Cortesía de Yuris Kahn.
Al ocaso, las Brumas ya han cubierto Lechberg. Se escuchan más aullidos a lo largo de todo el día, pero los que resuenan desde las calles brumosas son ligeramente distintos a la de los lobos. De pronto irrumpen, transportados por las nieblas, una especie de pequeños monos demoniacos de tres pies de altura. Aparecen por hordas, infestando las calles y devorando los cadáveres que quedaban a estas alturas. Se lanzaban sobre los lobos, como un enjambre. Como una plaga.
Humanos y kóbolds comienzan a transformarse para resistir el ataque. Mucho más fuertes, los licántropos acaban con esos simios demoniacos de dos en dos. Pero vienen más. Siempre vienen más. Desde las Brumas, un gran ejército de pequeños y voraces monstruos está ganando la batalla. Por segundo día consecutivo, Lechberg es conquistado. Yuris Khan huye con una décima parte de los licántropos que formaban su ejército original. Huyen al sur, adelantando el plan de batalla que tenían previsto.
Pasaron los días, y la manada de Babras y Khan vagaba por el valle de la niebla.
¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWN...!!!
El rugido lo estremeció todo. La Bestia Definitiva había llegado. Yuris Khan dió la orden, y los lobos se lanzaron con Babras a la cabeza. Ante ellos un oponente formidable. Un bípedo escamoso tan alto como un edificio de cinco plantas. Se comporta como un ave de presa, lanzándose hacia delante y utilizando su poderosa cola fustigadora para mantener el equilibrio. Tiene dos cuernos sobre su cabeza y un grueso caparazón sobre su espalda. Más de lo que el ejército diezmado de Yuris Khan puede morder.
Babras cayó en esa batalla. Sus párpados se cerraron pesadamente por última vez. Murió sin saber si aquella gigantesca criatura fue transformada a tiempo, mordisco a mordisco, o si la manada fue totalmente exterminada. Babras cayó ante el único oponente que su cadena no pudo derribar... la legendaria Tarasca.
- F I N -