Adele extendió su mano hacia la secretaria para tomar la taza de café, pero dirigió una mirada hacia el muchacho. -Conteste a las preguntas de mi compañero, alguacil.- Pidió con voz autoritaria.
Mientras dejaba que Max lidiara con él, puso su atención en la secretaria. -Señorita Basset, asumo que tiene ya un tiempo trabajando aquí. ¿Estaba usted aquí cuando se dio a conocer la desaparición de la niña Theresa O'Hara? ¿Quién atendió el caso en aquel momento?- Mantuvo su atención en la mujer, buscando alguna reacción, alguna muestra de tristeza o preocupación, incluso algo de confusión no le hubiera sorprendido.
Hm, ¿alguna tirada para estudiar a la secretaria? Ya he dejado en el post lo que me interesaría ver, pero también si nuestra presencia le molesta en algún modo, sobretodo la mía.
—Lo siento, pero no tengo ni idea de lo que me hablan. No sabemos nada de que haya aparecido el cuerpo de ninguna niña —miró a Lena, buscando algún tipo de respuesta que no encontró—. Se lo vuelvo a repetir, agentes. Será mejor que esperen al sheriff.
El alguacil se fue hasta su mesa y se sentó tras ella, dejando a los dos federales un poco alejados de él. Levantó el auricular del teléfono y marcó brevemente la tecla de llamada directa con el móvil del sheriff.
—¿HA APARECIDO THERESA O'HARA? —chilló alterada la señora Basset—. Dios bendito... ¿Qué me dicen? Pero, el jefe Taylor no sabe nada de esto, agentes. Él esperaba la llegada de dos Rangers de Texas para ayudar con la investigación, ¿saben? Pero esto que me dicen... ¡Oh Señor Todopoderoso! Pobre niña y pobre Juliette... No creo que pueda soportarlo... Dos años, dos años de sufrimiento... Y su padre... —besó el pequeño crucifijo de oro que pendía de su cuello—. Que Dios me perdone, pero a saber de lo que es capaz ese pobre diablo...
—Señora Basset, ¡cállese de una maldita vez! —recriminó el ayudante Reeves mientras esperaba respuesta por teléfono.
Hm, ¿alguna tirada para estudiar a la secretaria? Ya he dejado en el post lo que me interesaría ver, pero también si nuestra presencia le molesta en algún modo, sobretodo la mía.
Puedes elegir tirar Percepción para ver aspectos más físicos o externos o Empatía para estudiar su comportamiento o revelar algún aspecto de Lena Basset. En ambos casos la dificultad es +1, porque se trata de una mujer bastante expresiva.
La escandalosa reacción de la mujer hizo que Adele cerrara los ojos como si así también pudiera evitar que le rompiera los tímpanos. Respiró de nuevo, y miró hacia la secretaria. -No podemos confirmar si se trata o no de la niña, es por ello que vamos a reunirnos con el Sheriff para poder comparar datos. ¿Quién llevó el caso en su momento, señora?- Preguntó la agente Lewis nuevamente, lanzando una mirada al nervioso alguacil, antes de volver su atención en Lena.
Motivo: Empatía (Comportamiento de Lena)
Habilidad: Mediocre (0) (0)
Dificultad: Normal (+1) (1)
Tirada: [0] [-1] [0] [1] = 0
Resultado final: Mediocre (0) (0), Fracaso
Veamos esa Empatia para su comportamiento. Y los dados demuestran que la empatía de Adele es nula xD
Max tomó la taza de café y sonrió levemente a la mujer. - Gracias. Es usted muy amable. - Le dijo antes de olerlo. Era fácil saber si el café era bueno o malo por el olor y aquel no iba a ser de los peores de su vida.
Pero aquello comenzó a ponerse cada vez más raro. El novato no parecía saber o quizás ocultaba el hecho del cuerpo encontrardo en la isla Tar y así remitirnos a su superior. Pero quien si debería saber algo sin duda, era aquella mujer que hacía de secretaria y que le gustaba tanto meterse con el novato. Pero no soltaba prenda... y si no lo hacía era porque no sabía nada tampoco. De hecho, Max dudaba que nadie hubiese notificado al sheriff que íbamos para allá y empezaba a no entender como tenían la jurisprudencia de un caso que ni conocían.
Adele se puso en plan duro y comenzó lo que a Max le pareció un interrogatorio con el novato. Eso crispó al chico, a Max le hubiese pasado lo mismo y entonces Addi tuvo que hablar de más... y se montó el circo. Max se llevó la mano a la cara. Quizás a Adele también le gustó el novato y ahora su facultad de pensar se había esfumado...
Mientras, la secretaria parecía volverse loca y sacaba conclusiones de la nada, besando la pequeña cruz de su cuello y el alguacil hizo lo que debía haber hecho hacía ya rato: llamar al sheriff si nadie nos esperaba allí.
Los ojos de Max se cruzaron con los de Adele y negó con la cabeza cuando realizó aquella última pregunta a los presentes. Una mujer descontrolada y el otro llamado al sheriff. No era momento de preguntar, era momento de calmar. Max dejó la taza de café sobre una mesa y se acercó a la mujer, no sin antes dedicarle unas palabras a Quentin. - Dígale que ya es urgente que esté aquí.
Max tomó la mano de la mujer con cuidado y la guió a una silla. - Somos agentes de casos de menores. - Le habló con calma. - Nos han remitido aquí por un caso, para hacernos cargo de él. Pero nadie ha dicho que se trate de Theresa O'Hara. Así que, cálmese... - Habló con calma a la mujer antes de mirar a Addie. ¿Qué la pasaba? ¿No sabía cuando parar? Eran de otro cuerpo, pero eran de los nuestros y aquello parecía un interrogatorio. - Y el que tenía que estar alterado era yo por la puta de Lisa. - Lo que me llama la atención es que tengan el caso aquí y nadie sepa nada de él. - Dijo mirando a su compañera.
¿Algo que tirar para intentar calmarla? No quiero hacerla un RCP...
Adele estaba a punto de cometer un asesinato del que, por la mirada hostil que sostenía desde su mesa hacia la secretaria, podría contar con la ayuda cómplice del ayudante Reeves.
La voz estridente de la señora Basset se apagó cuando el agente Jordan le tomó la mano para tranquilizarla. La mujer, con una sonrisa nerviosa, retiró la suya asintiendo. Aquel gesto empático del federal no pareció hacerle ni pizca de gracia. No era una anciana chocha así que aquellas libertades que se tomaba el, oh sí, atractivo agente de la Ley no le parecieron correctas. Ya no estaba casada, no había alianza en su mano derecha, pero eso no significaba que debía guardar las formas*.
—Ya, ya me calmo... Bueno, han sido ustedes los que han mencionado a la pequeña Theresa. En serio, el sheriff podrá contestarles a todas sus preguntas. Él ha llevado ese caso y el resto personalmente, Dios sabe por qué. Yo solamente le echaba una mano con el papeleo. El jefe y los documentos... —miró de reojo a Quentin y descubrió la mirada asesina del joven—. Bueno, ¿otro cafetito?
*Es lo que puede averiguar Adele así a bote pronto: se comporta como la típica señora mayor del Sur. No parece que haya más dobleces en su persona.
Era raro como se comportaban esas gentes. Quizás fuese el lugar. Pudo sentir en la mirada de Quentin que su intento de broma y calmarle los nervios con respecto a las preguntas de Adele no funcionó y ahora la señora Basset retiraba la mano de aquella manera, como si fuera a contagiarle algo.
- Mi superior simplemente ha preguntado por su familia, pues es el único dato relevante que tenemos y nos sorprende que nos manden hasta aquí por un simple caso de desaparación de hace dos años, cuando tenemos otros recientes que no pueden esperar. Nadie asegura que la niña haya aparecido. - Habló a la mujer con calma. Al menos aquella voz de pito que se te quedaba en los oídos había cesado.
Las palabras de la mujer dejaron claro que Quentin estaba fuera de todo aquello. Simplemente era el novato, el negro y lo tenían de mascota. Cada vez estaba más seguro de eso. - No gracias. El mío está sobre el escritorio... - Max se dio la vuelta y lo buscó con la mirada. Lo localizó junto con la carpeta con los documentos facilitados por el FBI.
Cogió la taza y tomó asiento, colocando la carpeta sobre su regazo. Tal y como su olfato le había dicho, había tomado cafés peores que ese. Así que no se iba a aquejar. Al menos no estaba recalentado ni era del día anterior. Luego volvió a repasar mentalmente el informe. La mujer sabía que el caso se llevó desde allí de manera personal, entonces fue a comprobar de nuevo los papeles para la transferencia del caso, buscando que se hubiesen equivocado de lugar de destino.
Si allí no les esperaban y habían investigado de manera personal, era que el caso no era oficialmente suyo, por lo que debía haber algún error en algún sitio. - Dice que investigaron de manera personal... ¿nunca se ha llevado el caso de manera oficial desde aquí? - Preguntó mientras buscaba entre los documentos la dirección donde debían ir, pensando en que se habían equivocado por completo de destino o que alguien la había cagado con los papeles.