Dorothy Preston se impacientó al ver aquel policía no dejaba de hablar por teléfono con alguien. De un tiempo a esta parte la gente se había vuelto estúpida y maleducada, siempre con aquellos aparatos en la oreja, hablando solos como un lunático... Incluso la mugrosa imitaba a su compañero...
—Ya veo el interés que tiene por resolver este crimen —se quejó con amargura—. Entre el cretino que tenemos por sheriff y ustedes, solamente podemos confiar en la justicia de Dios Nuestro Señor para vengar la muerte de esa pequeña.
Agarró de nuevo la escopeta y se giró camino de su casa. Entonces se detuvo y se giró de nuevo.
—Mis perros solamente ladraron una vez, estoy completamente segura de ello. Ese sendero sale a la carretera de Dorough, un camino como este, y luego al bayou Big Cypress. Si fueron por allí o tenían un coche esperando en la carretera o se la llevaron en una embarcación por el canal.
La anciana llamó a sus perros y junto a ellos se dirigió al porche de la casa sin mirar atrás ni una vez.
Y fin de la conversación. La señora Preston no sabe más.
La señora Preston se retiraba, aunque no sin haber revelado que los perros únicamente habían ladrado en una ocasión, lo que significaba que el secuestrador o secuestradores solo habían pasado una única vez durante aquella tarde. Era evidente que debían conocer bien la zona, lo suficiente como para saber que no debían pasar inicialmente junto a la casa de la señora Preston para no alertar a sus perros, cruzando por allí solo durante la huida.
Bennet se aproximó hasta la agente Lewis, ahora que la anciana se había retirado al interior de su casa y ya no apuntaba a la afroamericana con su escopeta.
-Deberíamos echar un vistazo a la parte trasera de la casa, hacia el oeste -le sugirió a Lewis, señalando en la dirección por donde Preston había indicado que sus perros habían estado ladrando-. No creo que quede ningún rastro, pero puede que valga la pena echar un vistazo.
Adele colgó la llamada con Max y asintió a la propuesta que le hacía Bennet. -Vamos allá entonces. Deme el número de móvil de Greenwrim, que esos dos resuelvan si quieren trabajar juntos o no.- Una vez el ranger le pasó el número, se lo envió en un mensaje de texto a su compañero del FBI. Ya quedaría de parte de él si contactar con la pelirroja o seguir trabajando en solitario.
Adele y Scott se internaron por el sendero que discurría por detrás de la casa de la señora Preston y, durante un buen trecho los perros no dejaron de ladrar. Anduvieron más de un kilómetro por una zona igual de accidentada que la que habían dejado atrás. La diferencia ahora era que se estaban aproximando a terreno pantanoso y caminaban atravesando una nube de mosquitos tras otra y que el sol castigaba con más fuerza. Los pies se hundían peligrosamente en la hierba húmeda y el barro y tuvieron que desandar en más de una ocasión algunas bifurcaciones que terminaban abruptamente en medio de la nada.
Dieron finalmente con un claro, con terreno algo más firme, lo dejaron atrás, salieron a la carretera que la anciana les había mencionado, esquivaron una furgoneta que no les vio salir y les pitó largamente mientras se alejaba a toda velocidad, reunieron su último aliento y cruzaron para continuar por el otro lado hasta que, finalmente, llegaron al bayou.
La peste a agua estancada y más mosquitos les recibieron antes de que alcanzaran a ver el agua verdosa y el ancho canal que se extendía de noreste a suroeste, como si se tratara de un río. Vieron a lo lejos un para de pequeñas embarcaciones de recreo y ellos mismos encontraron, en la orilla, un embarcadero que parecía muy viejo y abandonado.
Motivo: Golpe de calor
Habilidad: Grande (+4) (4)
Dificultad: Mediocre (0) (0)
Tirada: [1] [1] [-1] [1] = +2
Resultado final: Fantástico (+6) (6), Éxito
Hacedme una tirada de Físico cada uno contra dificultad +6 para resistir el calor, los mosquitos, los arañazos, el cansancio y la sed.
¿Qué hacéis?
-Quien... mierda... me manda.. a venirme en tacones...-
Adele estaba resoplando, cansada y furiosa consigo misma. Ya había hundido los zapatos en el suelo pantanoso, incluso había tenido que agarrarse del brazo de Bennet en un momento que el pie le patinó en la tierra. Para el momento que llegaron al bayou, ya la mujer estaba arrepentida de haber seguido aquel camino. Incluso se llevó las manos al rostro pensando en que tendrían que recorrer el mismo camino de vuelta.
Venga, no eres una novata en el campo, Adele. Pero se notaban los años y el sobrepeso encima. Apartó la mirada cuando se dio cuenta que iba a perder la compostura y se le escaparían lágrimas de rabia y frustración. No quería que el ranger la viera así. Necesitaba a Max, joder. Intentó tomar aire y concentrarse en ver alguna cosa que pudiera justificar todo el esfuerzo que estaban haciendo.
Motivo: Físico
Habilidad: Mediocre (0) (0)
Dificultad: Fantástico (+6) (6)
Tirada: [0] [1] [-1] [1] = +1
Resultado final: Normal (+1) (1), Fracaso
Que sepas que te odio mucho ¬¬
Quiero usar mi punto de destino para darme un +2 a la tirada y que no sea tan fuerte el golpe, pero no sé qué en qué aspecto usarlo... ¿Te parece en "Agente veterana del FBI experta en casos de menores", de manera que ésta no es la primera vez que me tengo que enfangar y soportar climas así para resolver casos de niños? ¿Y puedo usar la invocación gratuita de "Rastro Antiguo" para sumarme otro +2?
Seguir aquel sendero había resultado agotador para Bennet, quien podía ser muchas cosas, pero desde luego no se trataba de un hombre con una gran capacidad física, por lo que a medida que caminaba junto a Adele se mostraba cada vez más cansado. Desde luego, sus zapatos no estaban en condiciones de caminar por aquel terreno enbarrado.
-Aguante... -le dijo a Lewis, entre jadeos-. Vamos, Lewis, solo un esfuerzo más...
Mientras lo decía, señaló hacia el embarcadero. ¿Era posible que los secuestradores se hubieran llevado a Theresa O'Hara desde allí? ¿Quizá en barca o en una lancha motora? Desde luego, fuese quien fuese, debía encontrarse en una buena forma física para haber recorrido todo ese trecho desde la casa de los O'Hara sin desfallecer.
Motivo: Físico
Habilidad: Normal (+1) (1)
Dificultad: Fantástico (+6) (6)
Tirada: [1] [1] [1] [-1] = +2
Resultado final: Bueno (+3) (3), Fracaso
Adele volvió a resoplar. No le gustaba el aspecto de ese embarcadero, parecía que en cualquier momento podría partirse bajo sus pies. -Si acabamos siendo comida de lagartos juro por Dios...- No acabó esa frase, negando con la cabeza. -Bien, acerquémonos con cuidado, y si hay que dejarlo para después, se deja. Sé que mis curvas son un delirio, pero en este caso son más bien desventaja.-
Vale, me tacho el Estrés Físico, ¿que nombre le pongo a la condición leve?
Aspectos Temporales:
Rastro Antiguo (1 Invocación gratuita)
Atento a los detalles (Scott. 1 Invocación gratuita)
-Mírelo por el lado bueno, Lewis. Si nos comen unos caimanes, ya no tendremos que hacer el viaje de regreso caminando -dijo Scott, a modo de broma, ante la queja de la agotada federal. No obstante, pese a que se trataba de un chascarrillo, Adele pudo percibir que Bennet lo dijo con absoluta seriedad. Desde luego, aquel hombre no era el mejor a la hora de hacer chistes.
El ranger decidió entonces tratar de aproximarse al embarcadero, con la esperanza de que poder investigarlo arrojase algo más de luz a la desaparición de Theresa O'Hara. Desde luego, no le cabía la menor duda de que el secuestrador debía de estar en una excelente forma física si había aguantado todo el trayecto, más aún llevando a una chiquilla en brazos.
Motivo: Investigar
Habilidad: Grande (+4) (4)
Dificultad: Fantástico (+6) (6)
Tirada: [-1] [-1] [-1] [1] = -2
Resultado final: Competente (+2) (2), Fracaso
Aspectos Temporales:
Rastro Antiguo (1 Invocación gratuita)
Atento a los detalles (Scott. 1 Invocación gratuita)
Os tacho los dos aspectos para que lleguéis a empate.
El embarcadero estaba en unas condiciones lamentables. La madera se deshacía sólo con tocarla en algunos sitios y el resto crujía de forma amenazante. Los alrededores del mismo estaban crecidos de hierbas y enredaderas, lo que indicaba que nadie se había acercado al lugar en bastante tiempo.
Scott se aproximó con sumo cuidado, procurando no tropezar con algunos de los tallos y ramas. Adele le seguía trabajosamente, respirando muy fuerte y notando que le abandonaban las fuerzas.
El hombre puso un pie sobre los tablones del embarcadero y se agarró a un saliente de la caseta para no caerse. Paradójicamente fue la madera de ese saliente la que se quebró entre sus dedos mientras que el suelo aguantó perfectamente su peso. Cuando se fijó mejor se dio cuenta de que aquellas tablas, a pesar de que estaban gastadas por la interperie, eran bastante más nuevas que el resto de la construcción.
Scott ayudó a la agente del FBI a subir, después de asegurarse de que andar por el pequeño embarcadero era seguro. Adele buscó señales de amarras recientes, pero solamente encontró un cabo muy viejo pudriéndose al sol. Su compañero se acercó entonces a la caseta, cuya puerta también parecía haber sido reparada. La empujó sin dificultad y, apartando las telarañas entró en el diminuto recinto, apenas un techado para resguardarse de los elementos. Sus ojos tardaron en acostumbrarse a la penumbra pero finalmente pudo contemplar el interior, justo en el momento en que Adele Lewis abrió el ventanuco, que se quedó en sus manos al ceder las bisagras.
Cuando la luz penetró en la caseta lo primero que encontraron fueron algunos restos más de amarras, todos ellos en mejor estado que el trozo de fuera, aunque cubiertos de polvo y moho. Había un par de latas de comida vacías y un paquete arrugado de Lucky Strike deformado por la lluvia y la humedad. Scott se agachó para ver mejor las latas: una de ellas tenía fecha de caducidad para abril de 2005 grabada en la tapa, por lo que debía datar de un par de años o tres antes, como mucho.
Adele sintió que algo le rozaba el pelo y cuando se apartó asustada vio que de una fina cuerda atada a un travesaño colgaba un símbolo idéntico al colgante que habían encontrado en el sendero. Estaba hecho de ramas y estaba en el mismo mal estado que el resto del edificio. Entonces su tobillo se torció al pisar, arrancando un breve grito de dolor.
Cuando logró recuperar el equilibrio con la ayuda de Scott, ambos buscaron el origen de aquella pisada en falso: una zapatilla de deporte de color rojo que correspondía exactamente en la marca, el modelo y el tamaño con las que aparecían relacionadas en el atuendo de Olegario Fuentes el día de su desaparición.
Al percibir que Adele se había torcido el tobillo, Scott la observó con una clara mirada de preocupación. La agente federal no estaba en condiciones de seguir andando por mucho más y, para colmo, cubiertos de barro como estaban, no se encontraban en buen estado para ir precisamente a visitar a los Tillman.
-Lewis, ¿se encuentra bien? -le preguntó, sorprendemente más empático de lo que hubiera querido sonar-. Cuando bajemos del embarcadero, la ayudaré a caminar. Tranquila, ya ha hecho bastante por hoy. -Miró hacia la zapatilla de deporte, que sin lugar a dudas encajaba a la perfección con la que había llevado Olegario Fuentes el día en que había desaparecido-. Es la zapatilla del chico mexicano, Fuentes... Olegario Fuentes. Debieron traerlo hasta aquí, ya fuera a pie o en barca. Él también era de Uncertain...
Bennet tomó una de las bolsitas de pruebas que llevaba, utilizando sus guantes y se dispuso a introducir en ella la zapatilla para no contaminarla con posibles huellas. Después, se la tendió a Adele para que lo llevara.
-Deberíamos fotografiar este -dijo, señalando al travesaño del que colgaba un símbolo idéntico al del colgante-. Es igual al que vimos antes. ¿Qué cree que estamos viendo? Niños de corta edad desaparecidos, secuestradores capaces de recorrer trechos complicados sin cansarse, figuras importantes del condado posiblemente implicadas que dirigen sus sospechas a un profesor de instituto, un sheriff corrupto que se niega a colaborar... Definitivamente esto no es obra de un maníaco que esté actuando en solitario -le aseguró a Adele, plenamente convencido de que había varios hombres implicados en los crímenes.
Adele maldijo por lo bajo por el dolor, aunque el descubrimiento de la zapatilla le hizo sobreponerse de momento a ello. Estaba apoyada al brazo del ranger de momento, y le lanzó una mirada molesta al comentario. -No sea condescendiente conmigo, Bennet. Apuesto que tengo más años en casos así de lo que tiene usted.- Comenzaba a sospechar que el tipo no había tenido mucha relación con otras personas para saber como tratar con ellas. Tomó aire, y replicó. -Pero gracias, acepto su ayuda para volver.- Admitió.
Lo detuvo antes de que recogiera la zapatilla. -No mueva nada aún.- Buscó de su bolsillo la cámara digital que usaban para las pruebas, y le indicó al ranger para que fuera colocando los marcadores en los distintos puntos, tomando fotografías del lugar. Una vez tuvo todo registrado, dejó que Scott continuara con la recolección de pruebas. Resopló un poco a lo que decía el hombre. -No me gusta esto... Pero si, no parece el trabajo de un sólo hombre. Jordan ha descubierto que hay un patrón en temporalidad. ¿Qué piensa de la teoría de que se tratase de una secta que haga sacrificios en fechas especiales?-
-¿Una secta que necesita niños para realizar sacrificios cada ciertos meses? Desde luego no lo descarto -le indicó Bennet a Lewis, pues si bien podía no ser exactamente tal cual, el hecho de que hubieran encontrado aquel símbolo apuntaba a que sin duda se trataba de un culto u organización-. No podemos cerrarnos en torno a ninguna teoría, pero tendría sentido, sí... Hay un componente pagano en todo esto. Y por el testimonio de O'Hara y los Tillman sabemos que quienes lo hicieron, llevaban tiempo espiando la vivienda de los niños desde los alrededores, seguramente planteándose cómo llevar a cabo el secuestro sin que nadie pudiera ver lo que sucedía, trasladando a los pequeños hasta aquí, donde imagino que otro de los secuestradores tendría preparada una barca o lancha para escapar.
Bennet dejó que Lewis tomara las fotografías. No creía que pudieran rascar mucho en ese lugar y debían manejar aquel descubrimiento con cuidado, pues si el sheriff Smith o cualquier otro quedaba al tanto de que conocían el embarcadero, lo más probable es que enviasen a alguien al lugar para destruir pruebas.
-Deberíamos regresar al hotel. Desde luego necesitamos un buen baño -comentó a la afroamericana, observando lo sucias que tenían ambos las ropas-. Tal y como estamos, dudo que estemos muy presentables para hablar con los Tillman.