Corre el año 2018, la vida continúa pese a los últimos acontecimientos que deberían importar a una cada vez más pasiva población. Las leyes se suceden tratando de alcanzar un nivel de proteccionismo exagerado…Hemos llegado a la época de los…
¿Superhumanos?, si le preguntas al ciudadano medio del mundo para el no existen los superhumanos, aunque siempre han estado entre nosotros. Desde la antigua Egipto ya existían hombres y mujeres con capacidades especiales, y las guerras, tales como las napoleónicas y subsiguientes vieron unas estrategias innovadoras e imbatibles, producto de mentes brillantes fuera de lo común. Uno tiene que investigar, y hacerlo a fondo, para encontrar la huella de héroes y villanos fuera de lo común, pero nunca se supo a ciencia cierta quienes o que eran. Hasta ahora.
Alemania fue la primera en aprobar un plan de actuación cuando de la Selva Negra salieron varios humanos con poderes descontrolados. Los medios achacaron los problemas a la contaminación, la industria, o quizá a los experimentos médicos descontrolados. Y quizá tuvieran algo de razón; solo sabemos que “Los otros” han desaparecido del mapa, y las conspiparanoias se suceden en las redes. Casualmente, las películas de héroes se sucedieron una tras otra tras aquel evento. Al final, todo quedó en un buen acto de publicidad. ¿Pero lo era?
En Australia la política aislacionista favoreció la aparición de un misterioso justiciero que protege las fronteras y envía de vuelta a los hombres y mujeres que tratan de llegar al país de manera ilegal, a todos los deja en su tierra de origen con un mensaje de “No volváis, o no volveréis”. Nadie sabe cómo este justiciero lleva a cabo su tarea, ni se sabe su identidad, pero el gobierno de Australia parece aprobar su actuación en la mayoría de los casos, a veces rebelando que algunos de estos individuos “devueltos” tenían relaciones con grupos terroristas.
Mientras tanto, en China, se suceden los avistamientos de un dragón verde que se desliza entre las montañas, los videos, virales en internet, circulan y cada vez son más frecuentes. Las bromas de que el dragón ha salido a pasearse, porque le hubiera tocado a un perro gigante pero los chinos se lo comieron, circulan también por la red. Vivimos en una época en que la sátira y el ataque en las redes se anteponen a la conciencia y a comprobar los hechos que se nos plantan delante de las narices, ya nadie cree nada, y si se hace, es solo para motivo de mofa.
Mientras tanto, el ser humano viaja al espacio para renovar sus satélites espaciales, hacer alguna investigación en la luna, y probar materiales de alto rendimiento. La tecnología quiere avanzar pero parece llevar una década atascada en los mismos conceptos que se repiten una y otra vez sin éxito, como aquel del acelerador de hadrones, que resultó en un punto muerto.
Así es la Tierra en 2018.