La noche cubría el cielo como un manto oscuro, brindando refugio a todo el que se moviera en las sombras.
A esta hora las calles estaban desiertas, la gente honesta ya había ido a sus casas a dormir y solo quedaban algunas prostitutas de calle y su clientela habitual, la guardia hacia sus rondas de a 2 como siempre tratando de cuidarse ellos mas que al pueblo en si.
En esa oscuridad Ragnar se movía para llegar a la cita que había acordado con el espía.
Ragnar estaba encapuchado y vestido de negro: de la cabeza hasta los pies. Alas negras iba colgando de su espalda oculta por la capa. Asemejaba una criatura mitológica de cuentos para niños...
Pero no era ninguna criatura mitológica. Era un hombre, con intereses. Personales y no tanto, pero intereses al fin. Y el hombre que debía encontrarse a tan intempestuosas horas era uno que le podría ayudar con sus intereses.
La información era poder, lo había aprendido hace tiempo. Y ahora la necesitaría.
Cuando vio la figura, también encapuchada, que lo esperaba en un callejón oscuro, miró hacia todos lados para cerciorarse de que no había nadie que lo viera entrar... y se metió al callejón.
-Buenas noches, Álvar- dijo Ragnar reconociendo al espía que trabajaba para la casa... gracias a él -Tengo un par de preguntas para ti y necesito que me ayudes con algunos temas...-
La voz del heredero era baja, pero firme. Conocía a este hombre de sobra, y éste a él, y por eso confiaba.
-Te habrás enterado del torneo que se avecina y que nuestra casa está invitada- comenzó diciendo Ragnar -Necesito que me averigues todo lo que puedas sobre los caballeros que irán, los que justarán, las casas, sus hijas, sus herederos, las ventajas y desventajas de cada uno... y todo lo que se te ocurra que me puede interesar- dijo sonriendo entre las sombras -Y si sabes algo ahora, mejor si me lo puedes decir para saber con qué contar...-
Después te paso la historia personal de Ragnar... la idea es que nos conozcamos de hace mucho y por eso la confianza mutua y que trabaje para la casa. Si querés puede que Owen no sepa (vos me tendrías que decir si mi padre tendría algo así) o como sea...
Gracias por abrir las escenas :D
Buenas noches Ragnar.- saludo el espía y luego hizo silencio para escuchar el pedido de su señor. -Veo que alguien quiere ganar el torneo.-Dijo con una sonrisa -y llevarse a la dama de premio.- agrego marcando mas el gesto.
-No abra problemas, te puedo informar de todo debo mandar unos cuervos, hacer algunas preguntas y conversar con unos amigos pero tendrás toda la información para poder competir... Imagino que me coronaras a mi como reina de amor y belleza si ganas ¿no? pregunto y lanzo una carcajada casi inaudible.
-Pensé que preguntarías por el nuevo caballero al servicio de la casa o de la carta que el principe Rhaegar le envió a tu padre.- Comento el sujeto y le guiño un ojo.
Sabes que Álvar trabaja para la casa y se conocen desde pequeños así que hay una confianza, sin embargo sospechas que a la hora de espiar y de vender secretos no hay amistad que valga para el sujeto.
Ragnar se sorprendió ante las palabras de Álvar. Lo de la carta le intrigaba, y aún más cómo había conseguido acceder a ella. Pero lo del caballero al servicio de la Casa también era algo que no tenía noticias...
-Empezar por ahí seguramente será un buen comienzo- dijo con una sonrisa interesada -No sé si podré coronarte... pero intentaré hacer algo que te complazca... ¿eso te basta? Además me gustaría que asistieras como un invitado más... después de todo prefiero tenerte cerca, siento que podemos hacer muchas cosas juntas con mutuo beneficios...-
Sabía que Álvar era por momentos una persona un poco volátil y por eso necesitaría buscar a alguien que sea más leal y entregado a la Casa... a menos que él mismo cambiara su forma de ser con respecto a la confidencialidad de su trabajo.
-No creo poder ganar el torneo, pero deseo usar todo lo que tengo a mano para avanzar lo máximo posible- confió Ragnar -Y quiero elegir a mi prometida con buenas fuentes sobre la información de la Casa, sé que puedo confiar en tí...- ¿puedo?
Bueno... aunque me parece que si supiera eso no sería el espía de la casa, me parece. Como que si tengo a alguien a mi servicio le exigiría total lealtad y si sé que no es así, entonces no tendría un cargo tan importante como el "Maestro de los Rumores" jeje No sé, fijate vos cómo lo manejás, pero si sigue así, sabiendo que puede venderse, creo que lo cambiaría :D
-Eso me gusta, el torneo será histórico y quisiera verlo de cerca más si existen beneficios como mencionaste.- Dijo con una sonrisa
-La posibilidad de elección creo que esta condicionada a tu victoria en el torneo.- Comento Álvar.
-No te hagas el sorprendido se todo lo que paso en la cena y mas.- Agregó antes que Ragnar dijera algo.
-De todos modos averiguare todo lo que este a mi alcance para complacer tus demandas. -Hizo una reverencia pero siempre manteniendo la mirada
Tal vez entendiste mal, el no te va a vender al enemigo pero si tu padre le pide que te investigue lo va a hacer, es fiel a la casa no a Ragnar solamente.
-De acuerdo, esperaré ansioso tu llegada- dijo bromeando Ragnar -Eso sí, me quedé esperando a que me cuentes sobre el nuevo caballero y la carta del príncipe... ¿no me contarás nada?- preguntó el joven usando un tono familiar que sólo se permitía con Álvar y sus hombres de armas.
Sí, entendí mal jeje Gracias por la explicación :D
-Primero lo menos interesante.- Dijo Álvar.
-El caballero es un hombre joven y fanatico religioso, es de esos que llevan su codigo de caballeria de manera incorruptible, sera un escudo juramentado de tu hermana para cuando esta parta para el castillo de su prometido.- Dijo el espía esperando la reacción de Ragnar.
-La otra noticia es sobre una invitación que el mismisimo principe le hizo a tu padre, parece que quiere reunirse con el y con otros grandes señores, si lo que el pueblo llano dice es cierto me huele a que pronto habrá revolución
Ragnar se quedó atónito. ¿Un escudo juramentado para su hermana y él no se había enterado?
-¿Quién es y dónde está?- preguntó Ragnar -No sabía nada... y si alguien va a proteger a mi gemela quiero que sea alguien de probada valentía y obediencia. Sé que mi padre lo tendría previsto, pero de todas formas querría conocerlo...- dijo para luego guardar silencio para escuchar la otra noticia.
Y la otra noticia era más importante...
-¿Revolución? ¿Estás seguro de ello? ¿Quiénes serían los rebeldes?- preguntó extrañado. El rey no era una de las personas más queridas, pero ¿para levantarse en armas? Eso sería algo interesante de averiguar...
-En este momento debe de estar en las barracas como un soldado normal su nombre es Daeron.- Dijo el Álvar.
Seguramente lo lleven al viaje pero con mi dato podrás conocerlo mejor antes de partir.- Agregó con una sonrisa marcada.
-No estoy seguro de ello pero mis instintos me dicen que en el torneo se plantara la semilla de la traición o de la lealtad depende de que bando gane.- Dijo ahora en un tono mas bajo.
-El rebelde es el galante Príncipe Rhaegar.- Hizo silencio para que la noticia le cayera a Ragnar ¿Que me dices a eso?
-¿Por algo está en las barracas como uno más? ¿Hay una estrategia detrás?- preguntó intrigado Ragnar. Si hubiese sido él, le hubiera dado una habitación del castillo antes que dejarlo con los soldados rasos, después de todo iba a cuidar de su hermana gemela.
Cuando Álvar soltó la bomba, no pudo dejar de sorprenderse.
¿El Príncipe es el rebelde?
-Eso es curioso... habrá que ver qué haremos... ¿alguien más sabe de esto? Además de mi padre, claro está- dijo el Heredero.
Por que allí lo encontró, el joven recibió ya la paga por su trabajo como soldado y se niega a tomar servicio hasta antes no terminar con sus obligaciones.- Dijo Álvar a Ragnar. -Así de fanático es el sujeto-
-Es lo que las malas lenguas dicen.- Comento el espía cuando pregunto si Rhaegar era el rebelde. -Pero que sean malas no quiere decir que mientan.-
Álvar se apoyo contra un edificio y cruzo una de las piernas dejándolo en una pose algo altanera propia del espía.
-Si tu padre sabe de la nota, seguramente el Maestre Teo También.- Contesto -Ellos saben de la invitación, el resto son conjeturas nuestras.-
-De acuerdo, entonces tendré que conocer a este epítome de caballero- dijo un poco socarronamente Ragnar, aunque en el fondo, si era así el futuro escudo juramentado de su hermana, mejor sería para todos.
-Eso seguro, hay que estar con los oídos atentos ante cualquier noticia útil para nosotros...- dijo Ragnar con la vista perdida en la oscuridad.
Una rebelión por parte del Príncipe no sería cualquier cosa, después de todo, habría que ver quiénes se sumarían a sus filas, y quiénes no. Él era una persona muy respetada y querida, mucho más que su padre...
-Bueno, no te retengo más... espero tus noticias y durante el torneo me gustaría que tengamos una comunicación fluida- dijo Ragnar acercándose al espía con una sonrisa -Tengo un par de encargos luego de este, y quiero tenerte cerca...- le dijo cuando se dieron un abrazo fraternal.
Luego de eso, se despidieron y cada uno se fundió con las sombras para volver a sus respectivos hogares...
FIN DE ESCENA