Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[ICEHOTEL] - Hobby Room

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14/08/2009, 16:34
Taylor Hawkins

Tras casi seis años buscándola sin descanso, Taylor la encontró a las 13:41 horas de un 14 de Octubre de 1998 en el aseo de la Deluxe suite, Okura hotel. City South, Amsterdam.

Su color era el adecuado, perfecta en tamaño y grosor (como un vaso de cubata, aproximadamente) e impecable en cuanto a su textura, pues resultaba lo bastante dura como para dejarte el ojo inmaculado y lo suficientemente blanda como para no rasgártelo. Además, casi no olía.

Sin duda, era la mierda perfecta.

Aquel día de 1998, Hawkins observaba ese milagro de la biología con fascinación, parpadeando lo justo. Sonreía sin articular palabra, y la mirada del hombre pareció la de un niño. Allí, en ese momento, fué feliz...

...y con esa misma expresión de alegría, Taylor recibe a su amigo Rew. Como en aquella ocasión, tampoco dice nada: se limita a mirarlo con orgullo y sus ojos celebran, también como en el Okura Hotel, el encuentro con entusiasmo.

Pocos reparos y ningún pudor tiene en soltar de mala manera el taco sobre la mesa, desbaratando la posición de las bolas que quedan y arruinando la jugada. Ya frente al Big Cool Dryden, el californiano sonríe.

-Tío..., eres mi mierda perfecta.- dice palmeando el hombro de su salvavidas.- Tomaremos unas cuantas por Arty.

Sin más, Hawkins se dirige a la puerta. Antes de llegar al marco se detiene.

-¿Vienes?.- pregunta mirando a Madison al tiempo que ladea la cabeza señalando la salida.-Y vosotros dos...

...iros a cagar.

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17/08/2009, 15:51
Andrea Scerri

Andrea asintió lentamente a las palabras de Rewell, y se volvió hacia las chicas, Ha sido agradable conoceros, pero prefiero arriesgarme a estar como estaba dijo.

Luego, salió de la habitación esquivando al californiano.

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17/08/2009, 16:25
[Madison Greens]

Sonrío a Andrea cuando intenta quitar hierro sobre lo pésima que soy en esto, pero bueno, nadie nace sabiendo. Observo su, de nuevo, brillante actuación, sorprendida de que se enfade por no haber metido la tercera llevando como llevan la enorme ventaja. Y musito un Bueno, vale… para no quedar tan mal la próxima vez.Sonrisa espontánea, amplia, y paso a concentrarme en la actuación de Nadra…

… Termino frunciendo el ceño entre resignada y divertida, definitivamente la suerte no está en el bando de las chicas. Pero vamos, tampoco pasa nada, ¡Qué es un simple juego de azar! Otra que se enfada, aunque supongo que es por perder ante Taylor, no hace falta ser muy lista para ver que entre ellos hay un pique. Ya aprenderá a conocerlo, no es tan malo, sólo es demasiado brusco. Limarán asperezas cuando ella vea que de verdad le importan las injusticias o la vida de los demás. A mí me pasó.

Romper el buen estado de ánimo en el que me encuentro es bastante difícil… pero no imposible.

El enfado se materializa en las palabras tan fueras de lugar de Rewell, empezando por que entra mandando a Taylor e ignorando lo que pueda querer hacer, que está con nosotros, y broche final cuando se pone en plan (muy) borde con Andrea, que sólo está aquí a gusto jugando. Desde que es un mandado de Isenhall me cae mucho peor. El cargo de poder le ha sentado mal. En la misión no nos dio la más mínima información, nos dejó opinar sólo cuando le interesaba y ahora esta actitud tan déspota… Niego con la cabeza al mirarlo, sin disimular, no me apetece… lo que yo decía, realmente mal. A un paso de ser un Sanuye, eso entreveo con claridad. Suelto el palo en el mismo sitio en el que lo coloca Taylor, sólo que con menos ímpetu, es más pena que otra cosa. Se me han quitado las ganas de jugar.

Levanto la cabeza Ehhh… cohibida con la invitación de Taylor y parpadeando sorprendida… me muerdo los labios, deliberando en una mezcla entre curiosidad, emoción por lo que parecería un avance con Taylor y rechazo por lo que acaba de pasar… ¿Voy?... Es Andrea el que me hace decidirme, lo miro espantada cuando desaparece del todo, lista como estaba para discutirle lo que parece quiere hacer... Esp… Mi cuerpo sale corriendo detrás suya, a prevenirlo ¡Andrea!... ¡No!... ¡Espera! Es un buen momento para ignorar la advertencia sobre nada de correr. La ocasión lo merece.