- Mi héroe...- masculló. El Big Cool Dryden era un puto cabezota. Su puto cabezota.
Para Taylor Francis Hawkins, Batería de Sniper y miembro destacado de la Asociación Nacional del Rifle, habría una ambulacia con la mejor dote de medios técnicos y personal sanitario en la misma puerta de su humilde morada (13,4 millones de dólares según la última tasación) con un chasquido sus huesudos dedos si, por ejemplo, una fístula le hubiese reventado en su peludo trasero.
Para Rage, por contra, no habría nada de eso. Es más, le esperaba una certeza bien jodida: la que habla de heridas abiertas por las que penetran infecciones. Fiebres que harían pedir la baja al mismo Satanás, deshidratación, naúseas, dolor...Un proceso similar al que sufrió la pobre niña Reagan justo cuando el tocapelotas de Max Von Sydow decidió que el agua bendita era buenísima para el cutis de un endemoniado.
-Diosss...
Abrió la boca de puro placer cuando la nieve cubrió casi la totalidad de su cuerpo y los músculos de la cara se le deformaron cuando cesó el dolor salvaje: su cara era la de un heroinómano recién chutado. De fondo, escuchaba voces...dos de ellas inconfundibles y una tercera desconocida. Hizo un esfuerzo por incoporar ligeramente la cabeza y abrió un ojo. Aquello era el grupo de paramédicos más bizarro que había visto en su corta pero intensa existencia. Sonrió.
- Qué...¿qué tienen en común...un gorila que habla, una calavera en llamas y un negro?...- babas y lágrimas se mezclaban en la presa que formaba su barba.- Ni puta idea...- acertó a balbucear respondiéndose a sí mismo.- Sólo sé...que no me gustaría tenerlos como vecinos...
Rió lo que le dejo la tos. Cuando el acceso le dió una tregua, guiñó un ojo a Victoria.- Es broma...- y dejó caer la cabeza de nuevo, rendido al alivio. Desde su mortaja de hielo, grogy como Foreman contra Ali en el octavo, Hawkins murmura algo con lengua floja mientras mastica gargajo...
- Hay que...llevar a Amber ante Oskar...- eres un puta rémora, vaquero. Lastre.-..., y hay que encontrar metamizol...Entre toda esa chatarra hay un...un puto supermercado...
Roan observó lo que su posición le permitía. Seguía sorbiendo el llanto, secándose la nariz en constante moqueo con el antebrazo mientras veía a Antti cargado en el hombro de Hugo, temblando y pasándose las puntas de los dedos por la cara, arañándose hasta el sangrado con las pupilas contraídas y los ojos en un movimiento similiar al R.E.M. La paranoia en aquel momento le causaba apnea y el propio Seras podía notar en el hombro el retumbo de los latidos desbocados del finés. Ninguno hizo especial caso del chiste de Taylor... Las cosas estaban demasiado jodidas como para enfadarse por chorradas semejantes.
Victoria en cambio se había puesto en pie en cuanto Rewell apareció, mirando un instante a Taylor y devolviendo la mirada al esqueleto llameante, que lejos de representar un monstruo para ella, le parecía la ilustración de la esperanza. Se esforzó en sonreír, aunque no entendía el chiste de su padre... Lo único que vio era que entre tos y tos, éste sonreía.
El niño, por su parte, metió la mano en el bolsillo de su chaquetón y apretó las llaves dentro de éste. Tragó saliva, mirando el abismo en las cuencas de aquel cráneo negro.
- Prometedme -la voz le temblaba tanto como las piernas, en apenas un hilillo de voz- que si os doy las llaves, nadie matará a nadie... Que ningún asesino ni ninguna persona mala se va a subir a ese camión con Vicky, con mamá y conmigo...
"Mierda, esta hablando de Donnie, joder, no puedo dejarlo en tierra, Dale me mataria, ya esta bastante jodida, si entera de que el padre de su..." Me vienen la cabeza, recuerdos y datos de muchas cosas, cientos de imagenes donde la tragedia se producia por algun miembro dando rienda suelta sus poderes sobre nosotros, la traicion de la novia de la "sirena", pasando a ser un mosntruo cuyo amor se habia distorsionado a algo repugnante y venenoso, pero sobre todo, lo que nos conto Falken, un camionde mutantes acabo en una tragedia en llamas y metal destrozado por un solo mutante. Me odiaba a mi mismo por pensar en esto, pero Roan tenia razon, ya habiamos sufrido bastantes bajas, no podiamos permitirnos mas, aunque eso significara dejar atras a un "amigo".
-Supongo que te refieres a Donovan, el que mato a Sven.- Dije para aclarar las dudas, ya que aparte de Michael, que seria un cabron pero no un asesino, no sabia a quien podia referirse.- Esta bien, no te prometo que Donovan no nos siga, pero te puedo asegurar que no le dejare subirse al camion ¿Te basta con eso?
Espere a la respuesta del crio con una mirada cansada, no triste, solo cansada, para los ataques de ansiedad y depresion ya tenia a Antti, a lo cual, a cada minuto que pasaba se hacia mas agobiante y preocupante. Si no le llevaba ante Maria o le chutabamos con calmantes, sospechaba que Antti moriria por pura pena, lo cual no queda tan cursi cuando el mundo muere en llamas a tu alrededor.
John, transformado en el esqueleto llameante, había clavado las garras en la nieve bajo Taylor mientras el rockero y los demás hablaban. Cuando levantó los brazos, con sumo cuidado, elevó también a su maltrecho amigo, aún bien cubierto de nieve que, sin duda, le haría el viaje mucho más llevadero. Teniendo en cuenta que su rostro era una calavera casi podría decirse que estaba riendo sus chistes... Aunque la realidad era bien distinta. Máxime al saber que Sven había sido asesinado nada menos que por su hermano Donovan.
Y, aunque no lo sabía, aquello no era ni la punta del iceberg de malas noticias. Pero llegados a ese punto, el balance resultaba sobrecogedor. Sven, Madison y Lex muertos... Antti completamente trastornado, Taylor en un estado muy avanzado de la maldita enfermedad que había cambiado las vidas de todos... No eran buenos tiempos para la esperanza, eso estaba claro.
-ESPERA UN MOMENTO... ¿QUÉ ES ESO DE QUE DONOVAN HA MATADO A SVEN? ¿QUÉ COÑO HA OCURRIDO EN EL HOTEL? ¿EL DOCTOR ERA DE LOS GELUS VIRICA? -aquello tendría sentido, teniendo en cuenta que, sin saberlo, todos habían estado trabajando para ellos -y contra ellos- todo el tiempo.
Rew no estaba dispuesto a dejar entrar en la furgoneta a ningún maldito asesino sanguinario... Pero su hermano era su hermano...
-¿Espera que, Sven trabajaba para Gelus Virica?¿De que estas hablando?- Como siempre, no me enteraba de lo mas minimo de lo que ocurria a mi alrededor, solo llegando a tiempo para las explosiones y disparos producidos por saber que.- Ugh, te vas a enterar de todas maneras, asi que creo que deberia decirtelo, pero joder, prometeme que no se te ira la pinza, porque si no, creo que voy a empezar a mearme encima y llorar en el suelo.- Vale, tu puedes Hugo, cuentale al monstruo de fuego como han matado a un ser querido, si va empezar a matar como Donovan, mejor que sea lejos de la gente que te importa y no en el camion.-Amber fue asesinada, y no, no por Sven, actualmente, no estoy seguro, pero recuerdo una pistola y la niña con el muslo destrozado, si, era uno de los siervos de la diosa, Emma, no lo vi en el momento, pero recuerdo muy bien la pistola que sostenia su cadaver. Desde entonces, Donnie ha actuado "raro", y ahora hace unos minutos, acaba de matar a Sven, el unico tio que sabia que hacer en caso de "Estar muy jodidos". Lo esta perdiendo Rewell, todo esto ha sido demasiado para el, y creo que de seguir asi, se va a convertir en el proximo "Sloan O`hara".
En lo referente al número de experiencias únicas que suceden a lo largo de la vida, ser un mutante de mierda suponía una clara ventaja sobre el común mortal. Eso pensaba Taylor, cuando el dolor pudo ser soportable, mientras su mejor amigo (un esqueleto bonzo de llama esmeralda) lo separaba del suelo para llevárselo a cuestas. El aturdimiento - primero por el impacto, deapués por el daño y más tarde por el alivio- se desvanecía poco a poco y le dejaba escuchar cosas que hubiese preferido no oir nunca.
El fuego del Big Cool Dryden no quemaba y Hawkins, ya en los brazos de Uncle Rew, miró a su hija. Levantó el pulgar y sonrió de medio lado. En medio de toda esa fuerza bruta, de la presencia salvaje y multiforme de Hugo, de la estampa tremenda de Johnny Boy...en el centro de toda esa contundente demostración de poder, había una niña pequeña que a juicio del californiano tenía la única solución viable a la desgracia. Incluído lo de Amber.
- Veréis chicos...- dijo con un tono que evidenciaba su ligera recuperación- No sé a vosotros, pero a mí ya me la trae floja el puto Gelus. Quiero decir...es sólo un nombre. Una etiqueta que alguien ha colocado para confundirnos y matarnos entre nosotros. Joder, miráos...
Sabía Taylor que Rew era bastante más feo que Donovan, pero el segundo no podía competir en estabilidad emocional con su hermano. Aún así, lo de Amber era un empalamiento de culo a boca que haría tambalearse a su amigo. ¿Y lo de Donnie?. Demasiada mierda junta en el bol de los Dryden como para desayunársela de una sola tacada: había que arrimar el hombro.
- Hay mucha gente que no veo por aquí. No veo a...a Lex. No sé cómo estarán Madison o María. No lo sé y, de momento, no quiero ni saberlo. Sólo sé que hay un tipo que aún puede hacer algo por Amber, y si lo puede hacer con ella...- hace un año, Taylor tacharía de sectario gilipollas a cualquiera que hubiese dicho aquello. Ahora él mismo parecía cofrade de Waco. Cosas de los genes desbaratados.- Creo que Oskar,...Obituary..., nos puede echar una mano con esto, ¿vale?. Y puede que también nos ayude con el Ignea, no sé...El caso es que nos podemos quedar aquí y llorar hasta que se nos sequen los huevos...o salir ahí y tratar de salvar el pellejo. Primero el nuestro, y luego ya veremos.
Aunque Rewell no era el tipo más listo del barrio, por lo general era capaz de comprender cosas y asumir ciertas situaciones. Por desgracia, que su sobrina de dos años muriera no era una de ellas. Sobre todo cuando, por lo que sabía, estaba al cuidado de su padre y de Donovan. Pero el segundo había matado a Sven, y lo único que esto podía significar era que el doctor había matado a la pequeña... Y, sin embargo, no tenía ningún sentido, ya que si algo había querido siempre Lockhart era apartar a Amber de todo peligro. Incluso a costa de quedarse con ella.
Las llamas desaparecieron de golpe, arremolinándose en torno al esqueleto azabache y cegando por un instante a quienes estaban a su alrededor. Un segundo después era Rewell el que sostenía a Taylor. Y Rewell bajó la mirada y cerró los ojos. Emma, una pistola, el muslo de la niña destrozado, Donovan perdiendo la cabeza... Y ahora le hablaban de Obituary, el que había hecho a Victoria como era...
¿Qué coño iba a saber él? Él era un puto mecánico. Uno que podía convertirse en un monstruo llameante, sí, pero en esencia era un mecánico; un niño tonto que se había dejado engañar y que, a la postre, había crecido... No como la pequeña Amber. A ella se le había negado, de pronto, esa posibilidad.
Tragó saliva sonoramente. Sus ojos estaban puestos en algún punto del suelo nevado, pero su mirada, perdida sin lugar a dudas, se encontraba en algún otro lugar. Y entonces lágrimas amargas comenzaron a caer sobre el vientre de Taylor, que aún seguía en sus brazos. La mandíbula de Rewell se tensó y su boca se entreabrió, dejando ver dos filas de dientes apretados como un cepo.
Su mente, de pronto, se activó. Oskar, Obituary, Victoria... La niña había dicho aquello: que llevaran a Amber con él. Taylor también lo había dicho, y al menos el segundo podía ver el futuro, así que podían haber razones para que Victoria también pudiera. Después de todo, ¿acaso él no tenía el mismo poder que su padre?
Sus labios temblaron, su rostro enrojeció, las lágrimas no cesaron.
Victoria, Taylor, Obituary, Amber... Amber... Quizá había algo de esperanza todavía. O quizá no, pero era preferible pensar que sí, sobre todo entonces, cuando todo parecía estar perdido. Alzó la vista bruscamente, los ojos desencajados, inyectados en sangre y lanzando copiosas lágrimas. A la mierda...
-Se acabó -sentenció con su potente voz-. Nos largamos todos de aquí ya mismo. ¡Y ya es AHORA! ¡Volvemos todos al puto hotel, cogemos a la niña y nos vamos a buscar al cabronazo ese, y como se le ocurra algo similar a un "no voy a ayudaros" espero que tenga dos piernas largas y rápidas, porque tendrá que huir muy deprisa para que no le rompa hasta el último hueso del cuerpo! Hugo, coge a Roan-Kale y no sueltes a Antti.
Cogió con un brazo a Victoria y la subió a pulso, sin esfuerzo, hasta su pecho sin soltar al padre.
-Victoria, cariño, abrázate a mi cuello y no te sueltes -ordenó antes de echar a andar en dirección al hotel-. ¡Vamos todos, joder! ¡No pienso dejar que el cuerpo de mi sobrina se enfríe ni estando en este puto infierno helado! ¡No hay ninguna puta opción: o la recuperamos o la recuperamos, ¿está claro?!
Rewell, que había comenzado a caminar como un tren de mercancías, quería... O más bien necesitaba matar a alguien en compensación por la vida de su sobrina, aunque ésta pudiera ser al final salvada. En su defecto, necesitaba odiar a alguien. Y, mientras caminaba, empezaba a plantearse quién sería el afortunado.
Tirada: 2d10
Motivo: Pérdida de EQM (muerte de allegado)
Resultados: 9, 1
Bueno... 10 punticos menos de EQM... Teniendo en cuenta lo que podría haber sido, no he salido tan mal parado, xDDD.
PD. Perdón por el tocho U_U
Roan no era capaz de asistir a aquel minuto de silencio omitido que de pronto se apoderó del entorno. Estaba terriblemente nervioso, y aunque en su opinión y en la de Victoria el doctor Lockhart se merecía un mejor recuerdo, no era el momento de defender sino la propia vida. La niña mantuvo la sonrisa para su padre hasta que se dejó coger por Rewell, y Roan, que ya tenía lo que quería, le dio las llaves del camión a Hugo y echó a correr tratando de ignorar los lamentos de los que estaban a punto de morir dentro de aquel tren que, gracias a Dios, Rewell no le había dejado mirar.
Les llevó corriendo cuneta abajo, entrando entre algunos árboles y matorrales bajos. En menos de diez minutos vieron una nueva escena junto al camión de congelados del que el niño hablaba: Valdemar Berggrerson tendido en la nieve con sangre en la nariz, inmóvil, y frente a él Sven Lockhart, cuyos ojos, nariz y boca también sangraban. A éste lo tenía en el regazo Nadra Oluwatobi, quien lloraba amargamente y lo abrazaba.
En el aire, un clon de Andrea sostenía aún a Dale, bloqueada al observar el cadáver abandonado en la nieve de la pequeña Amber, blanca y con los ojos entreabiertos, con la pierna prácticamente mutilada por el muslo. Donovan, empapado de sangre, era sujetado por Mortymer, con quien parecía haberse congelado durante un forcejeo. Ninguno de los dos se movía ni hablaba.
Carla y Dan aún mantenían las distancias con el grupo, esperando a que alguien reaccionara, fuera como fuese, mientras otro Andrea mantenía vigilados a Dryden y Lagoon...
Cambiáis de escenario, pero no de escena.
En medio de aquella tensión y quietud mantenida por la orden que Andrea había dado, aparecieron entre los árboles los que -algunos a duras penas- habían sobrevivido al accidente del tren del que se podía oler claramente a quemado y ver las columnas de humo ascender desde los restos. Hugo, convertido en gorila albino, se había echado al hombro el cuerpo de Antti, que sólo miraba con la tez casi cérea el lugar por el que habían venido; Rewell, con media cara cubierta de sangre, sujetaba en brazos a un Taylor cubierto aún de nieve, entre la que se podía ver un montón de llagas abiertas, supurantes. A coscaletas también llevaba a la pequeña Victoria, que se agarraba al cuello de Dryden clavando los ojos de nuevo en Amber. A la cabeza de ésta reducida comitiva estaba Roan...
Roan corrió hasta el cadáver de Amber. Quería cogerlo y meterse en el camión, esperar que el resto terminaran de matarse y no molestar a sus futuros compañeros de viaje... Sin embargo, la fuerza con la que atacaba aquella imagen era demasiado para él, igual que el llanto desesperado de su madre, pidiéndole a Sven que volviera. Un posible padre y un reencuentro con Laniece, todo demasiado breve...
María, en cambio, se había levantado para recoger en brazos a Jolene, a quien abrazaba como si ésta siguiera consciente mientras buscaba con la mirada entre los árboles. Ahí estaban, de pronto, los que completaban el grupo. Volvió a morderse los labios cuando comprendió que los que faltaban no volverían... Lex... Madison... Las había llegado a considerar amigas... Y sin embargo el gesto amargo se tornó en una sonrisa amplia, aunque triste, al ver al resto. Quería decir "Hola, vaquero" a Taylor, abrazar a Rewell y pedirle a Hugo que volviera a ser humano para poder besarle... Pero de todos los que habían sido, sólo quedaban trece, y aquella pareja extraña que acababa de aparecer. Sólo sabía una cosa: No iba a colaborar en que nadie más muriera. Miró a Roan.
- [ESP]Los has traído... -asintió y se esforzó en sonreír mientras apenas le salía la voz- Muy bien, eres muy valiente...[ESP]
Sin más, caminó hasta el camión y subió dentro a Jolene, tras lo que miró al resto.
- Nosotros subir a Roan y Victoria... Por favor...
Tirada: 1d100
Motivo: RP Roan
Dificultad: 53-
Resultado: 54 (Fracaso)
Tirada: 1d100
Motivo: EQM - Mara
Dificultad: 89-
Resultado: 81 (Exito)
Se acaba la dominación. Si alguien va a emprender acciones de combate, como todos estamos muy tensos, hay que tirar INI.
La cabeza de Nadra daba vueltas, no podía separarse de aquel cuerpo y simplemente dejarlo allí. Laniece se aparecía ante ella como una revelación y un recuerdo, un recuerdo de que aquello ya le había sucedido una vez y tendría que volver a hacerlo. Se odiaba por eso y se preguntaba si tendría que dejar alguna vez así a Roan. Su angustia se recrudeció, no quería irse pero sólo tenía una razón para vivir y esa razón estaba listo para partir, tenía que ser fuerte por él aunque fuera sólo una vez más.
No miraba a los demás y poco le importaban los demás, en realidad parecía que ahí a casi nadie parecía importarle algo, excepto a Andrea que se había puesto como escudo o algo así. La mujer negra no entendía nada y al parecer jamás lo haría; miró a Roan en un intento de controlar su llanto mostró una breve sonrisa pero de nada sirvió, sabía que su hijo estaba perfectamente enterado de lo que le pasaba a ella por la cabeza. Intentó ponerse en pie tras escuchar las palabras de María, una de las pocas que había sido amable con ella pero no lo consiguió, volvió a abrazar el cuerpo inerte del doctor. Mucho le estaba costando dejarlo ir.
-Imagina que es un saco de papas, imagina que es un saco de papas, imagina que es... ¡Imagina que es un saco de papas!
Algo tenía que funcionar y Nadra no se sentía con fuerzas.
Dicho eso, me coloco junto a Maria y subo a Antti al camion, poniendola junto Jolene y comprobando sus pantalones y chaqueta, buscando cualquier cosa electronica y rompiendola de inmediato, una vez terminado, me paro unos segundos a hablar con Maria, necesito contarselo.
-[ESP] Roan se niega a que Donovan suba al camion, dice que no quiere asesinos cerca de su madre, y creo que tiene razon, el anterior grupo perdio a muchos cuando Ohara perdio la cabeza. Nos podria ocurrir lo mismo con Donovan[ESP]- Dije en un tono frio, como si esuviera asimilando que no estaba hablando de alguien que hara unas horas lo consideraba como un amigo.-[ESP]¿El coche en el que veniais aun funciona? De ser asi, Rewell podria transportar a su hermano en el, mejor que tener que abandonarlo en mitad de la nada.[ESP]
- ¡Rewell! - El grito de Donovan casi era de alivio cuando pronunció el nombre de su hermano, aunque su voz fuera la de otro hombre y sonara tan extraña. Se levanta como puede, tropezando con sus propios pies y cayendo de bruces de nuevo sobre la nieve, demasiado conmocionado para poder coordinar. Dale y Rewell, ambos estaban relativamente bien. Y Jolie también.
Medio a gatas, incapaz de incorporarse del todo, llega hasta la figura de Dale y se deja caer a su lado, sollozando, ofreciendo un espectáculo patético de derrota total. - Dale... soy un peligro para todos... No es seguro seguir conmigo... No, no es seguro seguir conmigo... - Parecía completamente ido, pero algo de cordura quedaba en el chico, quizá la suficiente como para razonar de alguna manera - He perdido la cabeza... Cuando mataron a mi padre y... - No pudo continuar, solo desvió la mirada hacia el cuerpecito de Amber, tan fría como la nieve a su alrededor. - Tenéis que decirle al niño que me devuelva mi cuerpo... Y me iré... Me iré lejos... No es seguro seguir a mi lado... Joder... Soy un puto peligro... Así que por favor, por favor... Si me quieres, dile al niño que me devuelva mi cuerpo y largáos... Porque estoy muy mal y verme... verme así - Donovan abre y cierra las manos, unas manos que son las suyas, pegadas a un cuerpo que ni por asomo se parece al que dio a luz su madre - Verme así no me ayuda... - Sus palabras sonaban cada vez más histéricas, cada vez mas fuertes y desesperadas - Yo... yo te curé ¿Verdad? Te curé porque te quiero... Por eso te curé... No soy un mal hombre... No... Es solo... Es solo que estoy mal... ¿Tu lo entiendes, verdad? Tu sabes lo que es estar mal... ¿Verdad? No, no razono muy bien... me siento cansado y perdido... Di que si, por favor... Di que lo entiendes... Di que no soy un asesino... Por favor... Por favor... Dilo aunque lo sea... Miénteme, miénteme porque necesito creer que no lo soy... Y luego dile al niño que me devuelva mi cuerpo... miénteles a todos y que me devuelvan mi cuerpo. A ti te creerán, eres la mujer mas inteligente del mundo... Todos te creerán... - Donovan ya divagaba, perdido por completo el hilo de sus pensamientos, sin prestar la más mínima atención a todos los demás- . Porque no puedo más... No puedo más Dale... Solo quiero rendirme y morir... Que se acabe todo este dolor...
Estando todo lo sereno que era posible habida cuenta de la situación, Rewell comenzó a transformarse nuevamente conforme se acercaba al resto del grupo, de forma que para cuando llegó volvía a ser la amenazante mole de flamas esmeralda. Porque, con Donovan reventando cerebros y una diosa del hielo en mitad de un frenesí asesino, el mayor Dryden prefería curarse en salud antes que lamentarse. SObre todo teniendo en cuenta el carácter de la mayoría de sus compañeros (no olvidaba que fue Lex quien asesinó al bueno de Art Connor y a aquél niño psicópata).
Observó la escena con aquella monstruosa faz incapaz de expresar emociones... Y en todo momento rehuyó la imagen de su sobrina muerta. La transformación había evaporado las lágrimas, pero eso no quería decir que, en verdad, Rewell no estuviera llorando. Dale bloqueada, Dan y Carla expectantes... Y el resto... Bueno, salvo María no podía decirse que el resto tuvieran muy buen aspecto. Pero fue, sobre todo, al mirar a Nadra que un torrente de sentimientos se encontraron en él.
No sabía muy bien cuál era más intenso: lástima, compasión... O asco. Porque mientras esa mujer lloraba a moco tendido a un hombre que conocía de apenas unas semanas, su hijo se esforzaba por comportarse como un hombre. Pero el problema era que Roan-Kale tenía nueve años, una edad muy alejada de la de un hombre adulto.
-JODER, POR EL AMOR DE DIOS... -susurró la calavera, con aquella voz tan sobrenatural como siniestra. Se encaminó hacia el camión de hielo, en cuyo interior dejó a Taylor, junto a Jolene y Antti-. QUÉDATE CON PAPA, VICTORIA. TE NECESITA.
Se dio la vuelta y encaró a los que restaban.
-ANDREA, CARLA, DAN Y DALE... AL CAMIÓN CAGANDO HOSTIAS -ordenó, porque no estaban los chochos para farolillos ni los rabos para guirnaldas-. ROAN-KALE, TÚ TAMBIÉN. Y TÚ, NADRA... DECIDE QUÉ ES LO QUE PREFIERES: ESTAR CON TU HIJO, QUE ES DONDE DEBES ESTAR, O LLORANDO LO QUE YA ESTÁ PERDIDO Y NO VA A VOLVER.
Para entonces observó el espectáculo que componía su hermano, atrapado en el cuerpo de un clon de Andrea, algo sin duda obrado por el poder de Roan-Kale. Pocas veces... No, nunca le había visto así. Tan desquiciado, tan desesperado... Y, para colmo de males, hablaba de su padre muerto. Su padre, al que había odiado durante más tiempo del que le había querido... Con el que empezaba a retomar su relación... Su padre, otro que no volvería...
Los afilados dientes de la calavera negra rechinaron al apretarse unos contra otros. No sabía qué decirle... No sabía qué hacer... Con Donovan ahora mismo, así, no... ¿Realmente era un peligro? ¿En verdad podía, como había sugerido Hugo, convertirse en el nuevo Sloane O'Hara? De ser así... Bueno, las cosas estaban mal, pero aquello sería el hundimiento del Titanic versión mutante.
Por eso decidió seguir moviéndose. Porque, sentía, si se detenía ahora acabaría sumido en una espiral auto-destructiva similar a la que algunos de sus compañeros empezaban a recorrer. Así pues, se enfrentó por fin al cuerpecito de su sobrina... Con aquella pequeña piernecita casi mutilada.
Lloraba. Lloraba amargamente, pero nadie podía verlo detrás de aquella máscara de llamas verdes.
Se acercó lentamente hacia Amber. Era un esqueleto ónice ardiente... Casi sería como si no la cogiera él realmente... Los brazos, terminados en huesudas garras, se extendieron... Se clavaron en el suelo bajo Amber... Y levantaron el cuerpo inerte del pequeño ángel, que estrechó delicada y amorosamente contra la inmensa caja torácica. Acto seguido, comenzó a caminar hacia la furgoneta sin perder de vista a Mortymer Lagoon.
Siempre había pensado que ese chico estaba loco. Bien, ahora no se iba a andar con hostias. Si estaba loco y quería guerra, simplemente lo fulminaría.
-NOS LARGAMOS DE AQUÍ EN MENOS DE VEINTE SEGUNDOS. EL QUE SE QUEDE ATRÁS... SE QUEDA ATRÁS...
Tirada: 1d100
Motivo: RP-Coger a la niña
Dificultad: 77-
Resultado: 25 (Exito)
Ich... he tenido que editar sobre la marcha al ver el post de Don/drea, pero bueno, xDDD.
Por cierto, tiro RP para coger a Amber porque he visto la misma tirada en Roan-Kale... No sé si está correcto, pero por si acaso...
De nuevo, disculpas por el tocho... Pero es que la situación se las trae.
Parpadeó con languidez siendo consciente, nuevamente, de donde estaba... no tenía explicación de que le acababa de pasar ni cuanto tiempo había pasado; solo sabía que hace un segundo tenía cogido por el pescuezo al tipo que apresó entre sus brazos a Donovan y ahora había mucha más gente... caras conocidas y otras completamente desconocidas. Volvió a pardear y apretó los labios con fuerza como reprimiendo un grito lleno de rabia por no entender que había pasado.
Se quedó, durante un instante parado obsevando la situación... sobre todo el hecho de que aquel tipo hablaba como si fuera Donovan... en un principio le pareció harto imposible así que tendió a pensar que se trataba de una macabra casualidad... otro tarado más en el mundo que había perdido todo cuanto quería... como el propio Mortymer.
Hinchó su pecho con fuerza al inspirar y después de observar como aquella molde ardiente y huesuda recogía a Amber se puso a andar tras Emmerald, percibió que le estaba mirando, aunque le costaba imaginarse con que expresión ya que sus cuencas vacías y ardientes no ayudaban a entender una posible mueca o gesto... siempre le pareció como un icono de violencia en estado puro, algo digno de ver en una fotografía o ilustración... no para tener cara a cara. El joven Lagoon le devolvió una despreocupada mirada con unos ojos sin brillo mientras le seguía a unos escasos tres metros.
- Das Ende ist unvermeidlich für alle - dijo con voz atona, sin hablar en nadie en concreto y con la mirada perdida en un punto del infinito para luego cruzarse de brazos y esperar a que salieran de allí a rehuir del final inevitable.
Das Ende ist unvermeidlich für alle = "el final es inevitable para todos"
- ¡Oh Dios mío!. Me...me han dado, Smithy...
- Tranquilo McMartigan. Te recuperarás.
- Nada de eso, amigo. Estoy acabado...y os retrasaré la marcha. ¡Dejadme aquí y largaos!.
- Eres un auténtico héroe, McMartigan. ¡Que Dios te bendiga a tí y a los Estados Unidos de América!.
...
Y así debería haber sido, como en los grandes clásicos del cine bélico. Para un hipocondríaco radical -como lo era Taylor-, cuando la sospecha se convierte en evidencia sólo cabe pensar en una muerte entre estertores..., pero Hawkins no tenía ni puta gana de morirse. De hecho, estaba cagado de miedo.
- No tendrás un pitillo, ¿verdad?.- le dijo a su amigo, a su hermano, cuando éste lo depositó en el vehículo. Ya en ese momento, Hawkins había visto quién faltaba y quién no...y había presenciado cómo se desmoronaba el grupo entre el luto y la locura. También asistió con cierta curiosidad al despliegue de los poderes legislativo (el del líder discreto, Hugo) y ejecutivo ( el de Rew y sus cojones encima de la mesa), lo cual tejía un fino aunque consistente hilillo de esperanza para todos. De la cordura de ambos dependía aquel negocio..., ante elementos extraños de difícil ubicación entre el saco de aliados y la bolsa de enemigos:
"Yo pego duro", había dicho una vez Mortimer, el mismo que ahora, con el semblante más negro que los huevos de un grillo, decía algo en algún idioma extranjero...y al que Johnny Boy miraba receloso. Y Donnie, sobre todo Donnie...o lo que quedaba de él. Ellos dos, como Michael, eran bombas de relojería. Amenaza intramuros, como el Alien en la Nostromo. Taylor, cubierto de nieve en el interior del camión, quiso acomodarse. Apretó los dientes y volvió a mirarse las heridas.
- Ven, Vic. Papá quiere hablar contigo.
No poco sabía Taylor de mujeres. Por eso intuyó que su hija era la mente más clara de la reunión...y que la mirada que María le había regalado a Hugo poco que tenía que ver con la que él recibió. Y eso dolía como la carne abierta.
Taylor proyecta un visión sobre Rew, Donnie y Jolene. Es la imagen de Victoria adulta, en el futuro, sin secuelas de ningún tipo. Del zombie que empezó siendo, se convierte en una mujer hermosa...con lo que Taylor pretende hacerles ver que no todo está perdido y que eso precisamente es lo que podría esperarle a la pequeña Amber si se le aplica el tratamiento y los cuidados de Oskar.
Nadra escuchó las palabras de aquel hombre o lo que fuera, no le importaba lo que una cosa así tuviera para decir. Incapaz de cuidar a los suyos, en eso ella salía ganando aunque más no fuera para tener a Roan consigo. Miró al pequeño y finalmente se levantó y se acercó a él con calma, el cuerpo de Nadra pesaba en ese momento el triple de lo que normalmente pesaba. Miró a su pequeño hijo e intentó sonreír.
-¿Estás seguro de querer ir con estas personas? Aquí a nadie le importa lo que nos pase a ti o a mí... Podríamos cuidarnos solos y...-a Nadra no le importaba que la escucharan, era lo que creía.-Yo no quiero ir con ellos pero voy a hacer lo que tú quieras porque confío en ti, así que, amor mío, ¿vienes conmigo o vamos con ellos?
Si, ella había decidido y si ya había perdido a dos grandes amores, no quería perder a un tercero. Se miraba en los ojos de su hijo y las lágrimas seguían escurriendo pero no le importaba, sabía que en el fondo, él sabía que ella estaba aún entera.
-Aquí cada quién pelea por sí mismo, no les importa si tienen que empujar a alguien al abismo para salvarse ellos... No te quiero entre esta gente... Piénsalo bien, hijo. Piénsalo bien... El egoísmo de estas personas no tiene límite, ni siquiera saben mirar a los ojos y creen que lo saben todo... Vamos lejos de ellos, quizás nos quede una oportunidad...
Tirada: 1d100
Motivo: Influencia
Dificultad: 86-
Resultado: 92 (Fracaso)
Tirada: 1d100
Motivo: Crear Ilusión (INT/3)
Dificultad: 33-
Resultado: 41 (Fracaso)
Uyyyy...Mierda!.