Me estoy muriendo...Se acabo,voy a pagar por cada vida que he quitado...Los veo a todos en mi cabeza como si fuera un tunel...Pero al final del tunel esta ella,con su pelo negro y sus ojos perfectos...Iba a dejar de matar,iba a ser padre...Pero se acabo,tengo todo el interior destrozado por el choque,no se cuantos huesos me estan perforando los organos...Me da miedo respirar por si mis propios huesos me apuñalan,y me siento solo tan lejos de ella.Queria morirme de viejo a su lado...No...Queria ser inmortal a su lado...
Noto unos dedos y que alguien me llama...Muevo la cabeza como si alguien me la moviera y miro con los ojos inchados a Maria,pero en mi mente no es Maria,es la chica a la que quiero ver antes de morir...
Levanto la mano con un esfuerzo mortal y cojo la suya.
-Don´t cry...Jolene...
Me cogen de la nuca y vuelvo a abrir los ojos.Rewell.Le sonrio...No queda nada...
Le cojo la camisa con la mano que habia conseguido mover pero muy debilmente...
-Jolene...Amber...nuestro...Darian...
Me cae una lagrima,la primera en toda mi vida...No voy a ver nacer a mi hijo...Solo he estado un dia con la unica persona que he amado...No he cumplido mi promesa de quedarme con ella...
-Cuidales Rewell...cuidales...cuida...
Se me quedan los ojos y los labios entreabiertos y la mirada perdida.La mano se cae por su peso.
Tirada: 1d100
Motivo: Con
Dificultad: 78-
Resultado: 43 (Éxito)
-Joder... ¡Joder, joder, joder! ¡¡¡¡JODER!!!! -grito, finalmente, entre dientes. Tengo... tengo que hacer algo... Rezar a Dios, rezar a cualquier Dios... ¿Pero quién puede salvarle en un momento así? No existe ningún Dios que... Me quedo un momento lívido. Isenhall... Mierda... Jolene... Amber... Mi otro sobrino nonato... Balaguer... Cierro los ojos y aprieto los dientes. Sé que, si esto resulta, me habré condenado de por vida, precisamente a no tenerla... Pero no puedo hacer más... No puedo, no... -¡¡¡Y UNA MIERDA, ¿¿ME OYES, BALAGUER?? ¡¡¡Y UNA MIERDA!!! ¡¡¡¡ISENHALL!!!! ¡¡¡SÁCANOS DE AQUÍ, DAMA DEL HIELO!!! ¡¡¡SÁCANOS DE AQUÍ Y SÁLVALE Y TE SERVIRÉ HASTA QUE MUERA, TE SERVIRÉ DURANTE TODA MI VIDA!!! ¡¡¡SÉ QUE PUEDES HACERLO, SÁLVALE!!! -grito, súbitamente, al cielo. Ella puede hacerlo. Puede teleportar a la gente desde donde quiera, ¡puede hacerlo! Le ofrezco mi vida, mi servidumbre total y completa a cambio de que salve a este... Joder, a este asesino al que mi hermana ama. No sé ni por qué lo hago. Pero lo hago, y mi petición es sincera. John Rewell Dryden no ha mentido jamás en su vida, y cuando jura algo es para siempre.
El grito es similar al del pavo cuando empieza a cantar, xDDD
No es fácil tocarle a Taylor la fibra sensible, pero los desgarradores gritos de Rewell consiguen hacerlo. Aún así, por su parte, confía poco en los caprichos de Isenhall: a ojos de aquel ser demoníaco y la chiquilla malcriada que tiene por alter ego, lo ocurrido no dejaba de ser un gran cagada. Una metedura de pata más que Los Mejores nunca cometerían. ¿Podría ser dejarlos aquí, a su suerte, un castigo "merecido"?
A la mierda con Copo de Nieve.- piensa desde la cabina del furgón. Dispuesto a hacerse con el volante del vehículo, aún a pesar de su estado, rebusca entre los cuerpos de los Policias la preciada bolsa de farlopa...para meterse el viaje más necesario de su vida.
Ostiá que miedo! Vaya berrío! Aunque este de Phil Anselmo tampoco habría quedado mal.
María mira la escena, cerrando los ojos cuando Balaguer queda con el cuerpo inerte... La pérdida de sangre en el brazo empieza a ser demasiada y se marea... Hugo tampoco parece tener demasiado bien la pierna...
- Hugo... Dile... A Rewell... Que nos ayude, por Dios...
La cabeza me da vueltas y siento como si un gorila me hubiera partido la pierna con un bate de beisbol, no me encontraba bien, y la situacion no ayuda a nada a concentrarme. Balas se estaba muriendo, Rewell habia perdido la mente, Maria estaba sufriendo tanto mentalmente como fisicamente de la situacion, Taylor y Erick no aparecia por ninguna parte y yo me sentia impotente e incapaz de dar siquiera un paso sin que el puto gorila me diera otro golpe. Mirara por donde mirara, solo se me entraban ganas de taparme los ojos y seguir en aquella posicion de hombre herido."No... No puedo dejar que esto acabe tan pronto en drama. No quiero tener que pasarme meses pensando en mi mala suerte y como afectan a los demas. No, otra vez."
-[ESP]Tranquila, Maria, ahora mismo se lo digo. Pero por lo que mas quieras, aguanta.[ESP/]- Dije desesperado cuando la vi suplicando y con aquel brazo sangrante. Podia soportar la idea de perder a Balas, pero no a ella.-Rewell, deja de una puta vez dar chillidos como un loco y poneros sobre hielo. Si la diosa nos ayuda, lo utilizara para transportarnos.- Dije en una especie de orden aguda y ronca que bien podia pasar por un ladrido, mientras intentaba arrastrarme hacia el gentio.- Despues ayuda a Maria en todo lo que puedas para parar la hemorragia y estabilizarlo hasta que venga un "medico" de verdad, e intentad todo lo posible en hacerle recuperar la conciencia.- Luego dirigo la vista al furgon y grito a lo bestia.- !Taylor, Erick, salid del puto furgon y cortad la hemorragia de Maria o os juro que os voy a cortar las pelotas y comeros el rostro a mordiscos!¿ME HABEIS OIDO CABRONAZOS?
Descanso por un momento y me hecho las manos a la pierna, cabreado y dolorido por no poder ayudar a Maria, ni acercarme a ella sin que pase cinco minutos arrastrandome como una serpiente. De repente lo veo, las piernas de algun transeunte que se ha acercado demasiado y se ha dejado llevar por la curiosidad. Doy un salto digno de un gato cojo y me agarro con las manos a su pantalon, levanto la cara hasta mirar el rostro del chino que tengo entre mis manos y sonrio fieramente, desesperado y dispuesto a morderle la entrepierna si se escapaba.
-RING,RING.-Suelto una mano para hacer como si estuviera llamando por el movil.- RING, RING, CALL A AMBULANCE. DO YOU UNDERSTAND?.- Sigo hablando con los dientes apretados de dolor e intentando mantener esa sonrisa desesperada.- MEDIC, AMBULANCE, NURSE, HOSPITAL, CALL A DOCTOR. CALL A DOCTOR OR I WILL POKE OUT YOUR FUCKING EYES, DO YOU UNDERSTAND?
El tipo que ha cogido Hugo de las piernas se queda estupefacto. Entre los gritos de un hombre que sostiene a un moribundo diciendo no se sabe qué de una "Dama de Hielo" (que todo sea dicho: ha salido de un furgón blindado de la policía, para más Inri) el "Ring-Ring" de Hugo con la amenaza de meterle los deditos en los ojos, la cara de desquiciado y María con la respiración agitada sin dejar de gritar preguntando a nadie en concreto qué estaba pasando, el chino se quedó clavado al suelo con el rictus contraído por el horror, mientras el resto de curiosos huían. ¿Que porqué? Porque uno ya había sido implicado, y nadie quería ser el siguiente en participar forzosamente en esa locura.
- I... I have not a cellphone... - negó el pobre hombre - But... There - señaló el furgón - must be a radio... I can't use it, I don't know how to do it... Sorry...
María aparte de balbucear y apretar los dientes por el dolor parece que se mantiene consciente, aunque el suelo bajo su espalda empieza a empaparse de la sangre de su brazo y su piel a palidecer. Se mira el brazo intentando averiguar un método para padecer menos el penetrante dolor y poder ser útil en aquella situación, pero su mente no trabaja como debería con aquellas punzadas llegándole desde las puntas de los dedos hasta la cabeza...
Tirada: 1d100
Motivo: CON Mara, penalizada
Dificultad: 66-
Resultado: 62 (Éxito)
Tirada: 1d100
Motivo: Mara primeros auxilios (PEN)
Dificultad: 30-
Resultado: 32 (Fracaso)
Taylor... Corrígeme si me equivoco, pero... ¿Te estás metiendo una sobredósis? XDDDDDD
Miro al chino con una mirada de oido puro. Tantos chinos, y de entre todo ellos, me tenia que tocar el unico suficiente inteligente para poder hablar ingles y demasiado pobre para costearse un telefono movil. Le suelto del pantalon y le dedico una ultimas palabras al chino.
-Ok, thanks for you help.- Dije mas calmado y menos agresivo.- Now, if you are so nice to go some hospital or telephone and call an ambulance, I will owe a life debt.- Giro apenado la mirada, indicando al chino donde estan Balas y Maria.- And they will owe their life.
Dejo de hablar con el chino desconocido, habia prisa y caminado a dos brazos y una pierna no iba apresurarme mucho. Cuando llego donde esta Maria, intento ponerme a su lado y ver la herida del brazo, a simple vista esta fatal y Maria habia perdido ya suficiente sangre como para quedar inscociente, y si no me daba prisa,suficiente para estar muerta. Intento desesperado recordar todas las lecciones sobre primeros auxilios que el colegio y el cine me han enseñado, pero no se me ocurria nada y la impotencia y los nervios estaban haciendo que perdiera la razon.
[ESP]Maria, aguanta. No puedes morirte, te necesito, Balas te necesita, Oso Jilipollas, Drogata de mierda y Erick tambien te necesitan. Yo no se hacer torniquetes, me tienes que enseñar.[ESP]- Un par de lagrimas aparecen en mi cara mientras contemplo impotente aquel brazo roto y destrozado.- Mierda, Rewell.- Dije por lo bajo, aun incapaz de girar la mirada y paralizado en aquella posicion.- Tienes que ayudarme a llevar a Maria al hielo y parar la hemorragia, o ella tambien va a morir.
Tirada: 1d100
Motivo: Primeros auxilios(Torniquete)
Dificultad: 70-
Resultado: 97 (Fracaso)
Es la primera que utilizo puntos de voluntad, y no estoy seguro de si el gasto es o no es pernamente o si este es un momento que se puede utilizar...
En cualquier caso, si hay exito con voluntad incluida yo voy hacer como si hugo creyera que lo esta haciendo bien, pero no voy a indicar si hay exito.
Tengo 69 puntos, asi que me gasto 60 y me subo 20 los 50 de primeros auxilios.
Empiezo a pensar que la mala suerte de Hugo empieza a influir a los dados virtuales. XD
El juramento está hecho, así que Isenhall decidirá si le interesa aceptarlo o no. La pelota está en su jardín. Por mi parte, continúo con los dientes apretados como un cepo. La orden de Hugo consistía en ponernos sobre hielo... Bien, entonces sobre hielo habrá que ponerse. Y María, efectivamente, está fatal también, aunque las comparaciones son odiosas... En primer lugar, mientras el español decide convertirse en una digna imitación de Charles Bronson amenazando a un chino anónimo, coloco rápidamente, pero con sumo cuidado, a Alejandro sobre uno de los montículos de nieve cercanos que hay por los alrededores.
En segundo lugar, me acerco hasta donde María se encuentra. Intento memorizar algunas de las nociones sobre torniquetes y primeros auxilios en batalla que mi abuelo me enseñó, pero entre los nervios y lo jodido y asqueroso de la situación me es imposible hacer nada lógico con ese brazo. María no va a morir, coño, no va a morir nadie si la diosa sabe lo que le es más conveniente. Ella puede ayudarles con un chasquido de dedos, algo ínfimo para ella a cambio de... Pufff... Una vida entera de servidumbre... No abro la boca de nuevo, porque ya he dicho todo lo que tenía que decir, pero una vez más cojo a María con muchísimo cuidado. una mano bajo las rodillas y otra bajo el cuello, habiendo colocado el brazo previamente en una posición que le resulte menos dolorosa (dentro de lo posible) y me coloco sobre el hielo, en el lugar donde he dejado a Alejandro. -Taylor, por favor, ven aquí... -pido a mi amigo con todo el aplomo del que soy capaz, aunque cada vez me cuesta más esfuerzo soportar el peso de los acontecimientos. No puedo ni bajar la vista para mirar a María ni a Balaguer.
Tirada: 1d100
Motivo: Primeros Auxilios
Dificultad: 33-
Resultado: 52 (Fracaso)
Refunfuñando algo parecido a Mecagoenlaputaquemarióyenlosmuertosdesupadre..., Taylor sale del furgón. Rewell pedía pocos favores y, cuando lo hacía, no era por ninguna gilipollez. El ambiente radicalmente más fresco del exterior alivia la quemazón interna: está con el pecho al aire, sudando como Cassius Clay en el duodécimo asalto y una especie de repugnante urticaaria salpicándole el brazo. Lleva los bolsillos abultados(*) y una cara que mezcla cólera, fatiga, deseperación, hastío y dolor. Nada bueno.
Ese tío,...Erick. Creo que ha muerto.- dice con las piernas sobre las rodillas mirando con cara de asco las heridas de Hugo, el brazo destrozado de María y, sobre todo,...el estado de Balaguer. Ahí cambia su expresión: Él no puede morir. Él es el único que podría hacer algo por Ella...
Mira, John...si les pones hielo para bajarles la hinchazón, por mí de puta madre, ¿vale?.- dice sorprendido por la maniobra de Rewell. El caso es que...¿SE PUEDE SABER QUË COJONES HACES?!!. Tío,...tenemos un furgón blindado, varios heridos y poco tiempo para salir de aquí cagando leches antes de que... - mira al pobre chino-... antes de que venga el puto Señor Miyagui con un ejército de ninjas.
¿China? ¿Japón? ¿Quién coño es capaz de distinguir entre esos jodidos amarillos?
Niega con la cabeza, exhausto. La coca no está, un hospital es una sentencia de muerte y le quedan las fuerzas justas para mantenerse en pié.
Vamos, Rew...! Súbelos y arranca este trasto!
* Esos bolsillos abultados...son sus pertenencias (el móvil y todo lo demás)
De pronto el entorno empieza a cargarse... Una fina niebla se hace densa y finalmente impenetrable, rodeándoles...
Cuando la niebla se disipa, todos menos Balaguer, Erick y María están en el santuario de Isenhall. El dolor sigue atacando como punzadas directas al sistema nervioso de Hugo... Isenhall no presenta su forma humana... Y mira sin expresividad alguna tanto a Rewell como a Taylor... No obstante, finalmente se gira hacia Hugo:
- ¡BASTA, ÍBERO! ¡SÓLO ES UNA RODILLA DESENCAJADA! - su voz, fría y monstruosa, hace eco en el lugar y en vuestras mentes mientras ella misma es quien se acerca y coge la pierna del español, girando ambas partes sobre donde debería estar la rodilla. El crujido es grimoso para cualquiera que lo escuche, pero para Hugo supone un terrible dolor...
...Tanto que tiene que tirar CON con un +30 a la dificultad XDDDDD
Por fin, las oraciones habian sido escuchadas. Despues de un espectaculo magico y digno de un dios, Rewell, Taylor y Yo volviamos al santuario de la diosa, mientras que los demas habian desaparecido de escena y yo aun seguia con la pierna destrozada y saboteando mi sistema nervioso. No importaba, por lo menos ya sabia que Maria estaba en las buenas manos del doctor Sven, y el dolor, aunque inmenso, ya desapareceria, a la vez con mi necesidad de gemir pateticamente y contraer los dientes de puro dolor. Tristemente, la diosa no era una persona muy paciente.
-Por favor espere un momento, no hace falta que haga nada.- Dije mientras me arrastraba como podia hacia fuera de la habitacion y levantaba los brazos hacia la diosa en señal de que no se acercara.- Tranquila, ya me lo hago yo mismo. Mire, hasta creo que ya no noto ningun dolor...
Demasiado tarde, ella posa sus gelidas manos sobre mi pierna y me la pone en su sitio, bruscamente y demasiado bestia para mi gusto y mis nervios. Un chillido de puro dolor sale de mi boca y retumba en la sala durante unos minutos, precediendo la sobrenatural y debil calma que combinaba con mi palida cara y los ojos a punto de cerrarse, y por ultimo la caida y desmayo incapaz de aguantar ni un minuto mas tanto dolor.
-Gracias...
Digo debilmente y hacia la gorila disfrazada de diosa de hielo, antes de que mi cabeza choque inscociente contra el suelo.
Tirada: 1d100(+30)
Motivo: Con (Ouch...)
Dificultad: 96-
Resultado: 83(+30)=113 (Fracaso)
Esta claro que Hugo no esta teniendo un buen dia.
Una vez ha encajado en su sitio la rótula de Hugo, la diosa se levanta en lo que en cine tarda en pasar de un fotograma a otro...
Su cuerpo se dispersa en una niebla blanquecina y se reordena frente a ambos hombres... Su mirada podría congerlarlos con su odio y determinación...
- No sólo sois unos descerebrados... Sino que sois lentos de reflejos, no sabéis trabajar en equipo y vuestra disciplina es NULA...
La pared se recubrío entonces de estacas de hielo que les apuntaban, la nieve del suelo se derritió, dejando una resbaladiza capa de hielo escarchado bajo los pies de ambos...
- ...Pero Me perteneces, John Rewell. Y vas a aprender a ser uno de Mis guardias a costa de, como bien Me has prometido, tu vida, tu servidumbre...
Una capa de niebla surge del suelo y se pone a la altura de las piernas de ambos... Entonces, como si la niebla tuviese brazos, una fuerza desmesurada retuerce la pierna de Rewell como la tuviese Hugo, y Taylor siente que sus dedos se parten uno a uno... La espiral de pústulas que rodeaban su antebrazo hace erupción hasta cubrirlo como un brazalete, extendiéndose más allá del codo. Ésto provoca gritos incontrolados, pero la voz de la diosa puede alzarse en vuestras mentes sobre ellos mientras habla...
- Así que, Rewell: Cuando yo te avise, dispondrás que Taylor se marche contigo... Os reuniréis con aquellos que están en Sidney e iréis a Londres... No sólo a ver qué ocurre con Jolene, sino a coger a Art Connor y traérmelo. Un sólo error más y no quedará nada del cuerpo de la niña que trajo Obituary... Dos errores y Amber será mía. Si volvéis a quejaros o a desobedecer...
Inclinó el rostro y una tormenta brilló en sus ojos.
- Tengo cuatromil años de experiencia en torturas... Y la muerte me parece un alivio, no tendréis esa suerte... Ahora marcháos.
Marcharse era algo difícil estando heridos de esa gravedad, desplazándose por el hielo sin el calzado adecuado para no resbalar y precipitarse contra una de aquellas horribles estacas... Ahora es cuando Isenhall les llevaría por un camino difícil... Y ahora no había duda.
Tendido sobre el suelo congelado, Taylor creer estár soñando, o más bien arrastrarse por una pesadilla tan real que duele...aunque "dolor" no es la mejor palabra para describir aquello: un sufrimiento, un tormento físico y mental que le hace desear una muerte rápida. Si no fuera por Ella, habría tirado la toalla. Y precisamente Ella es, como decía aquella archireputa helada, el pago a su sumisión.
En mitad de esa pesadilla, al borde de la pérdida de consciencia, Taylor piensa y recuerda a jirones difusos: una parte de él se enorgullece al comprobar que ha sido castigado por desobedecer a un Dios.
Otra parte clama venganza.
Otra, pide serenidad y obediencia como paso previo para cumplir la anterior.
En otra hendidura de su cerebro reside cierta preocupación por Hugo y aflicción verdadera por el destino de John.
Una pequeña sección de sus pensamientos agoniza por no resbalar y ser atravesado por esas estacas de hielo..., y, en el centro de todo, una niña le pide ayuda a su padre.
Haré lo que pides..., pero, por favor,...no la hagas daño...- dice entre estertores, sin poder siquiera mirarla a los ojos. La pústulas y el calvario del mil huesos rotos acortan los plazos: debe hablar cuanto antes. Esto no puede quedar así...
Dirzas, Obituary, ...Zaan, Radar. Dale..., Saulot...- murmura, enumerando a los protagonistas de sus sueños oscuros.Los...preconozco, Dama. Se quienes fueron...,y lo que serán. Y sólo espero de tí que me des fuerzas para contarte todo cuanto sé...
La Dama ríe a gusto la proposición de Taylor. Su risa retumba en las paredes
- Lo cierto es que a Mí no Me importa lo más mínimo lo que pase con el Ígnea, ¿comprendes? Yo sólo He puesto el lugar y el alivio... Los que están implicados en ese asunto humano eran Antti, Lior y Stern. Stern muerto, Lior desaparecida y Antti ahora mismo no está para escuchar vuestras lamentaciones: En el ejército tienen a Falken, Arthur y Renka. Tú, mortal, no tienes nada que a Mí Me interese, y todo lo que puedas hacer, Mis Hermanos lo harán mil veces mejor. No Me adoras, tan siquiera lo pretendes así, eres todo una absurda vanidad metida en un cuerpecillo enclenque, una mente rasgada y una concepción enfermiza de tus circunstancias... No deberías esperar nada de Mí, porque ni siquiera Me pareces una criatura "hermosa" a la que cuidar. Así que... Haz por tí y por tu hija, Taylor Hawkins... Tú eres quien tiene que reunir la fuerza que restaure tu cuerpo y mente: eres padre, y quizás Me piense el ayudarte. Estáis sólos en ésto una vez salís de éste lugar cuyas normas os habéis empeñado en romper.
Agitó una mano en el aire sin siquiera volverse, indicándoles que se marcharan.
- Lo curioso del ser humano es que SIEMPRE puede mejorar y empeorar. Si quisieras hacerte un acuario, Taylor Hawkins... ¿Escogerías a los peces horrendos que devoran a los demás...? - se giró entonces, con aquella sonrisa helada en su rostro - Largo.
Sí... Aquella niebla que surgió de pronto cuando nos colocamos sobre el hielo me hizo saber que la diosa había escuchado el juramento. Me hizo saber que acababa de condenar mi vida y que lo que me quedaba por delante era un camino de esclavitud sin cadenas (aunque... quién sabe) y las circunstancias de un soldado. En el momento en que comienzo a ver cómo ante nuestros ojos aparece el santuario de Isenhall, al mismo tiempo que siento cómo María desaparece de mis brazos poco a poco, mi mente intenta comenzar a convencerse a sí misma de lo que va a tener que experimentar a partir de ahora... Porque he salvado la vida de un asesino para convertirme yo en otro. No me voy a hacer falsas esperanzas: siendo el siervo de Isenhall tendré que matar... Ahora las cosas sólo puedo hacerlas a su manera...
Pero merecerá la pena... Balaguer se salvará, y eso hará feliz a Jolene. Juntos vivirán felices. Harán de sus dos preciosos hijos dos niños felices, que crecerán como deben crecer, en familia, queridos por ambos padres por igual... Y todo esto hará feliz a Donovan, que continuará con su magnífica carrera como actor, probablemente en unos años gane un Oscar... Con lo mucho que también le gustan los niños irá a visitarles muy habitualmente. Sus sobrinos le adorarán, como es de esperar, y todos podrán vivir felices sus vidas. En el futuro esto será así, y debo preocuparme de que así sea. Pero, como ya sé, no hay hueco para mí en ese futuro, porque para conseguir que tenga lugar me he excluído a mí mismo de él. Pero no me arrepiento... Aún no he tenido tiempo para hacerlo y no creo que llegara a hacerlo pese a todo...
Mantengo la cabeza agachada en todo momento mientras recoloca la pierna a Hugo, quien se desvanece inevitablemente por el dolor. Cuando por fin se dirige a nosotros, aunque con esas palabras de desprecio y esa frialdad, alzo la vista con solemnidad, convencido de que, si no estoy viendo a una diosa, al menos para mí tiene que serlo, porque le he entregado mi vida. Pero las estacas, el hielo que se forma... ¿Qué coño? ¡¡¡¡¡GAAAAAAAAAAAAAAGH!!!!! No llego a gritar por fuera, pero lo hago por dentro. Abro la boca mientras caigo al suelo, aferrándome a él con las uñas para evitar deslizarme demasiado, aunque la caída sea seca, y aprieto después los dientes, acabando rojo por el dolor y el esfuerzo que hace que se contenga dentro. Mi pierna... joder, duele mucho...
Pero otra cosa de cuantas dice me hace levantar la vista hacia ella con los ojos como platos: Dos errores y Amber será mía. ¿¿¿¿QUÉ???? ¡¡¡EL SOLDADO SOY YO, EL QUE HA ENTREGADO MI VIDA SOY YO!!! ¡¡¡QUE ME TORTURE DE CUANTAS MANERAS PREFIERA HASTA EL FIN DE LOS DÍAS, PERO MI SOBRINA NO TIENE NADA QUE VER EN ESTO!!! No... tranquilízate, no puedes perder la calma o sólo ella sabe lo que te va a hacer... A ti o a quienes amas. Además, ahora ella manda. Cuando la Dama lo ordene, iremos a buscar a todo el mundo a Sidney y después a Londres, a buscar a Art. Ha encontrado a Jolene... gracias al cielo... ¿Está en Londres? Eso no puede suponer nada bueno... Pero nada. Demasiado cerca de ellos... Mejor pensar en eso cuando me vea en la situación.
Las palabras de Taylor me llaman la atención por la gran cantidad de información que parece poseer... Quizá sea bueno preguntarle al respecto más tarde.
Mantengo el silencio, jadeante y recuperándome del dolor, mientras ambos hablan. Y por fin parece que llega el momento de tener que marcharnos. Y si así lo determina la Dama, así tendrá que ser... La velocidad con la que el pensamiento y la relación aparecen en mi cabeza me entristece demasiado como para que no se note en mi rostro. Me mantengo serio, pero con la mirada algo perdida y los hombros caídos.
Finalmente, procuro ponerme en pie con cuidado con una sola pierna, pues la otra está hecha una mierda*.
-A partir de ahora, mi señora... Vivo para serviros... -digo, con toda la solemnidad de que soy capaz-. Acataré vuestras órdenes sin rechistar, cumpliré las normas que impongáis y... seré vuestro siervo hasta que muera, como he jurado -hago una profunda inclinación de cabeza, con los ojos cerrados-. Como dijisteis, a una orden vuestra Taylor y yo iremos a Sidney y después a Londres. Traeremos a Art Connor y a ver qué ocurre con Jolene... -acto seguido, tal y como ha ordenado, me doy la vuelta e intento salir, cojeando profundamente, de la sala, con sumo cuidado porque esos pinchos que hay en las paredes... en fin...
*Porque me la ha puesto como antes la tenía Hugo Sánchez, ¿no?
Taylor no puede más que agachar la cabeza: las carcajadas aterradoras de Isenhall y, sobre todo, su discurso lleno de suficiencia, frialdad y desprecio hacen mella, y se hunden en su cerebro como cuchillo en la mantequilla. Sin embargo, tras esas últimas palabras de John, Taylor alza la mirada hacia la diosa: su mentón apunta al suelo, pero sus ojos no pueden reprimir un brillo de odio puro, tan vivo y fuerte que contrasta con su estado físico como la noche y el día.
Ya lo había visto antes, incluso había sido él mismo víctima de ello: la arrogancia es la perdición del poderoso. Y cuanto más se subestima a una absurda vanidad metida en un cuerpecillo enclenque, una mente rasgada y una concepción enfermiza de tus circunstancias..., mayor es la sorpresa final.
¿ Podrás con él ?...- pregunta a Rewell, rompiendo su silencio. Hugo, desmayado y malherido, yace en el suelo congelado.
Con el pensamiento rebosante de aversión y rencor, Taylor se arrastra hacia la salida obedeciendo a la Dama,...sin más reverencia que mostrar la espalda desnuda (y el culo vestido) a una Diosa.
Cojo, antes de continuar, a Hugo en brazos sin mucho problema, pero con el mismo cuidado para no hacer que mi pierna empeore. El castigo de Isenhall ha sido grande y no sé hasta qué punto merecido, aunque ya no entraré más a discutir la justicia de sus acciones, porque como mi señora todo lo que haga será válido y estará justificado. Asiento, pues, cuando tengo al español en brazos, a la pregunta de Taylor, aunque sin abrir la boca. Camino, cojeando y renqueante, hasta la puerta del santuario, y antes de salir me doy la vuelta un momento más, agachando la cabeza en actitud reverencial, como los perros. Ahora es lo más parecido a lo que soy.
-Mi señora... Esperaré vuestra orden -dicho lo cuál abro las puertas y salgo de la tétrica morada.
- ¿¡Te he ordenado acaso que toques a mi íbero!? - rugió Isenhall, acercándose velozmente hasta donde estaban para arrebatárselo de los brazos a Rewell y hacer que el español se fusionara con una de las paredes. Tras ello, le propinó a Rewell una patada bestial, a la que sólo Art y Mortymer podrían hacer algo de sombra... Y eso sin ponerle ningún esfuerzo. Luego suspiró y sonrió, inclinándose hacia ellos - Si digo "largo", es "LARGO" y punto. No se discute Mi orden, no se le hacen añadidos... Tan sólo os marcháis, ¿de acuerdo? Y... No toquéis a los íberos si estoy yo, ¿de acuerdo? Los quiero mucho. Salvo al más joven.
Si salís, seguid por el hotel a vuestro aire hasta que os llamen :P
Recibo la patada que iguala la fuerza de Emmerald sin ningún problema como si hubiera recibido un mazazo directo en el pecho. Es más, debido al hielo y al golpe salgo disparado en el aire, cayendo sobre el primero y deslizándome por él hasta chocar contra la puerta. De mi interior surge un quejido de dolor perfectamente audible, mientras que mi subconsciente envía un impulso a mi cuerpo: "mata, destruye y no te dejes amedrentar". Demasiado tiempo dejándome gobernar por esa regla. Ahora las cosas cambian, y esta mujer tiene licencia para hacer lo que le plazca conmigo. Y lo peor de todo es que esta es la vida que he decidio tener hasta el final. Para salvar a un asesino, vuelvo a repetirme a mí mismo, para salvar a la persona a la que Jolene ama. Toso con fuerza en el suelo, sintiendo casi cómo mi esternón toca el corazón. Consigo volver a ponerme en pie, ahora con mucho más cuidado pero ayudado por la puerta. Conforme lo hago, consido articular las palabras: -Lo... lo siento, mi diosa... lo siento de verdad... No volverá a... pasar... -dicho lo cuál abro la puerta y salgo, renqueante, con una mano en el pecho, un ojo cerrado por el dolor y cojeando todavía de una pierna. Mis pasos, seguidos por los de Taylor o no, me llevan a un destino clarísimo: el bar del hotel.
Como perros apaleados. John primero, saliendo renqueante por la puerta después de aquella inmensa patada, y Taylor tras él. Aquel impacto en el pecho de Rewell habría sido suficiente para destruir un bloque de hormigón armado con placas de acero y tornillos de ferrocarril. Sin embargo, el Big Dryden no parece estar ahora mucho más jodido de lo que ya estaba.
¿Qué hubiese pasado si llegas tú a llevarte al mexicano ? ¿Eh, vaquero? Lo mismo podrían aprovecharte para un cóctel: un "Bloody Hawkins". Ja!. No habría que removerlo. Ya estaría bien licuado...
Ya en el pasillo, Taylor se ayuda del muro que se levanta frente a la puerta para incorporarse: el contacto de las irritantes pústulas con el hielo alivian picor y escozor..., y, como siempre bajo este techo, aquellos "efectos secundarios" de las visiones parecen mitigarse. De todas formas siente cada centímetro de su cuerpo dolorido, como si alguien se hubiese dedicado a dislocar cada hueso y volver a colocarlo en su sitio.
Arrastrando el hombro por la pared, avanza encorvado a través del pasillo siguiendo a Rewell. Y, como un niño que acaba de cometer una travesura y es regañado por su madre, Taylor sonríe lejos de la mirada atroz de Isenhall: se siente orgulloso de sí mismo. Tanto que se agarra el paquete con la mano y lo menea, al tiempo que piensa:
¡ Qué cojones tienes! ¡Qué huevos, vaquero! ¡Qué huevos...- porque no todos los días tiene uno la oportunidad de cagarse en Dios, ser castigado por ello y seguir vivo. ¿Quizá porque ese Dios lo quiso? Sin duda,...pero vivo al fin y al cabo.
Eh! Jhonny!! ¿Dónde vas, tío?- pregunta al autómata que se aleja por la galería.- E-Espera...