Era una noche cualquiera en la discoteca, te tocaba hacerte cargo de la puerta principal junto con Joe Romani.
La noche iba como siempre, tranquila y sin mayores inconvenientes, salvo por un par de borrachos que intentaron colarse en la fila y a quienes despacharon rápidamente con una buena patada en el culo.
Ya faltaba un par de horas para el cambio de turno y podrías ir a la barra a tomar un trago mientras vigilabas el interior, cuando Joe ve al tercer borracho de la noche.
¿Y bien Axel, quieres encargarte de él o me dejas la diversión para mi?
-Tranquilo, yo me encargo.- Respondí con calma mientras tomaba un poco de aire y suspiraba, mirando al borracho acercarse. Cuando estaba a unos pasos de llegar cerca de la puerta fue cuando me acerqué y colocaba mis manos hacia adelante, como indicando que se detuviera. -Hey hey amigo, tranquilo, pero no te puedo dejar pasar así.-
Conforme te acercas al origen del barullo, logras distinguir que quien está armando alboroto es un elfo bastante enjuto lo que termina por llamarte mucho la atención, pues es extremadamente raro que un elfo se embriague hasta ese punto, normalmente eran los humanos y enanos quienes daban esa clase de espectáculos.
Cuando el elfo repara en tu presencia intenta darte un buen empujón para apartarte del camino, logrando su cometido, por lo que caes de culo al suelo mientras él se aparta tambaleándose hasta meterse por un callejón.
Normalmente dejarías pasar algo así, pero no esta noche, había algo en ese elfo que te decía que no podías dejar pasar este hecho...
Motivo: Empujar
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+7)=19 [12]
Me quedé algo sorprendido cuando vi que era el Elfo el origen de todo ese espectáculo. Ladeé la cabeza y me quedé de pie en el lugar por unos segundos, pero cuando empecé a caminar hacia él, me tomó muy desprevenido por toda esa fuerza que tenía, cayendo de culo mirándolo con asombro antes de levantarme y sacudirme con la mano derecha la suciedad del culo.
-Oye Joe, quédate aquí, si logras escuchar mucho estruendo o algo llama a la policía.- No sabía que era exactamente lo que sucedía, pero toda la situación de por sí era rara como para tener algo de cuidado. Sin decir más nada empecé a seguir el Elfo hacia el callejón, mirando que hacía o a donde iba.
Sigues al elfo por el callejón y de pronto se desploma en medio de la basura y cuando te acercas a verificar su estado el elfo emerge transformado en una aberración que nunca habías visto en tu vida, una criatura más propia de una pesadilla lovecraftiana que de la propia realidad.
Piel púrpura, cuatro enormes tentáculos y una boca llena de afilados colmillos y se abalanza sobre ti, con bastante dificultad logras evitar su primera acometida, pero te encuentras forzado a adentrarte aún más en el callejón lo que te dificulta poder ver a tu enemigo quien recoge un tubo de acero de la basura y se apresta a atacarte nuevamente.
¡Hambre! ¡Tengo hambre! - exclama la criatura mientras avanza hacia ti con la mano extendida intentando alcanzarte.
¡No huyas, necesito sustento, aún no estoy del todo bien, debo alimentarme! No dolera, sólo será un momento y luego no sentirás nada.
La criatura se veía débil y confundida, al parecer no estaba consciente de donde estaba ni porque razón estabas luchando contra él.
No es necesario que lances iniciativa, vas primero con ventaja, en breve vas a ocupar el primer truco de tu personaje pero será narrativo.
De pronto el elfo se desplomó, a lo que me acerqué para ver como estaba, para así ver como de la nada salía una criatura horripilante salía de la basura. Abrí en grande los ojos y me separé lo más que pude. -¡¿Q-Que mierda?!- Pregunté totalmente asombrado, boquiabierto, antes de que empieza a correr hacia mi, listo para atacarme. Con suerte respondí rápidamente, colocando ambas manos en sus hombros, coloqué el pie izquierdo a un lado y rápidamente giré mi torso hacia un lado, para así tirarlo al suelo. Casi logro caer con él, pero logré sostenerme.
Con miedo de ese bicho rápidamente corrí callejón adentro para poner algo de distancia entre ambos. Me detuve y me di la vuelta, mirando como ese bicho se tambaleaba de un lado a otro mientras se me acercaba, débil y confundido, pero aún diciendo todas esas cosas totalmente preocupantes, desagradables, pero no iba dejar que eso pasara. Alcé mis puños y me paré como era debido, flexioné un poco las rodillas y me encorvé ligeramente hacia adelante, para así irme acercando a la criatura, y al estar lo suficientemente cerca lancé un fuerte golpe, apuntando a esa gran y bulbosa cabeza morada.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+6)=19 [13]
Motivo: Daño desarmado
Tirada: 1d8
Resultado: 6(+4)=10 [6]
El golpe es bastante potente, la criatura no tiene como esquivarlo, pero para mala suerte tuya, aquel repugnante ser engancha uno de sus tentáculos alrededor de tu puño con una fuerza bestial y te arrastra con él al suelo.
Acto seguido intenta alcanzar tu cabeza con los otros tres tentáculos, mientras tu luchas por empujarlo, posando tu mano en su pecho para tener mayor área de empuje, durante dicha lucha tu mano llega a colocarse sobe una especie de talismán qu el elfo portaba alrededor de su cuello.
A diferencia del resto del cuerpo de la criatura, el talismán era cálido al tacto y emanaba una energía bastante particular, una energía que empezaba a recorrer tu cuerpo.
En ese preciso instante sólo un pensamiento recorrió tu mente y ese era: aléjate bestia. Acto seguido de tus manos sumergió una potente corriente eléctrica que forzó a la criatura a alejarse de ti mientras tu te quedabas con su talismán en la mano.
Pero esto aún no había terminado, la criatura estaba herida y aturdida pero aún podía dar lucha y ahora estaba cabreada. Sin embargo, unos pasos se acercan al lugar y ante ustedes aparece una mujer vestida de forma algo peculiar.
Yo me encargo no se te ocurra irte, tenemos que hablar. - dice ella mientras asume posición de combate.
Adquieres tu foco arcano y el truco contacto electrizante, sólo que aún no eres consciente de ello ni sabes como usarlo.
Cuando aquel tentáculo me toma del puño abro en grande los ojos, cayendo al suelo sin apenas poder gritar por como los otros 3 tentáculos empiezan a rodearme. -¡No, no, ya suéltame hijo de perra!- Decía entre gruñidos, forcejeando con toda mi fuerza antes de apoyar mi mano libre a su pecho, donde además de sentir una cosa de un material duro en su pecho, además siento como transmite cierto calor. Era algo curioso, pero no podía concentrarme en él, así que seguí y seguí forcejeando hasta que de pronto ese calor y energía la sentí en mi pecho, seguido de mi brazo hacia mi mano, y luego de que el bicho se retorciera y lograra zafarme de su agarre, tenía claro que quería más.
En eso escucho unos pasos y veo a aquella hermosa chica de cabello rojizo, con una ropa extraña... ¿Acaso venía de alguna clase de Yoga o algo así? ¿O tal vez Karate? No parecía el típico traje que se usaban para ese deporte, pero tenía cierta similitud. Una vez dice que se hace cargo, sin más alzo las manos, sujetando el talismán con la mano derecha mientras decía. -Es todo tuyo.-
Tan pronto te apartes, notas que los puños de la mujer empiezan a brillar con fuerza para luego lanzarse al ataque contra la criatura, cada uno de los golpes de la mujer parece causarle un enorme daño a la criatura, la misma que cae al suelo inconsciente tras recibir unos cuantos golpes de tu interlocutora, quien rápidamente saca una pequeña esfera de hierro de su bolsillo y la lanza contra la criatura.
Al impactar con su diana, la esfera se transforma en tres banda de hierro que sujetan a la criatura inmovilizándola, mientras la mujer te observa con seriedad.
Buen trabajo mago, el concejo te lo agradecer, ahora yo me encargaré de este azotamentes antes de que siga causando daños, lástima, solía ser uno de los nuestros. ¿Cuál es tu nombre? Necesito verificar si eres un mago registrado o un neófito, pues de ser el caso tendrás que venir conmigo y espero que sea por las buenas. - dice la mujer mientras echa mano de su teléfono inteligente y empieza a revisar una aplicación.
Mierda odio estos chismes, es mejor con los registros manuales. Soy Ulrica Morningstar por cierto, Guardiana de las sombras de primera clase.
Manteniendo mi distancia me quedo mirando como los puños de la chica brillan de la nada, casi hasta aparto la vista por lo brillante de la luz, pero rápidamente logro acostumbrarme a la luz, observando así como ella empieza a golpearlo y causándole una gran cantidad de daño a aquel hombre-calamar, que cae al suelo casi al instante. La luz disminuye, y entonces veo como saca de su bolsillo una bola de hierro, que al lanzarla al bicho de pronto se trasforma en 3 aros de hierro, apresando al monstruo.
De momento seguía muy sorprendido, se notaba en mi rostro mientras abría en grande los ojos. Ella habla, y yo sigo perplejo, intercambiando mi mirada entre el "azotamentes" y la mujer, sin entender que decir y aún sujetando ese amuleto con la mano. Luego de que termina de hablar me quedo callado, hasta el punto donde se vuelve algo incómodo y esta voltea a verme esperando una respuesta, a lo que respondo. -Huuuuh... ¿Hola? Yo soy Axel y trabajo como Bouncer en la discoteca Trinity de al lado, y no entiendo nada de lo que me estás diciendo... ¡Pero nada!-
Ante tu aceptación, la mujer saca una tiza y dibuja una serie de símbolos en el suelo formando un círculo lo suficientemente grande como para que dos o tres personas se paren en el interior del mismo sin problemas, luego levanta a la criatura como si no pesara y se la echa al hombro para luego tenderte la mano.
Cuando ingresas al círculo y tomas la mano de aquella mujer, una potente luz multicolor te rodea y un instante después ya no sientes el suelo bajo tus pies y una fuerza irresistible te arrastra fuera de la realidad.
Por unos segundos la luz te ciega y cuando recobras la visión te encuentras en el linde de un gran bosque y frente a ustedes había una imponente fortaleza.
Puedes reaccionar si gustas, pero con esto ya cerramos tu prólogo, te voy dando acceso a tu escena personal