Por cierto, el maestre Femeref nunca te ha tratado como varón, pues él dice que es de la vieja escuela y eso de la identidad de genero no le termina de cuadrar, pues con sus casi cuatrocientos años, esas cosas no le van.
El hecho de que sea tan longevo te sorprende, pero el te dice que es un efecto secundario del despertar, les devuelve a elfos y gnomos su longevidad de antaño.