Partida Rol por web

Todos parecen demasiado contentos y demasiado "bien". Demasiada ayuda desinteresada unos con otros. Creo que lo mejor ahora mismo es escuchar lo que el líder diga. El secreto debe estar en sus palabras.

No perdía ojo de los alrededores y cogí a Rofellos de un brazo y nos llevé hacia un lugar más concurrido. Mezclarnos más con la muchedumbre y estar dentro del grupo para cuando el gurú apareciera. Quería sentir las reacciones de la gente a las palabras del líder desde primera línea.

Si nos quedábamos demasiado apartados del resto levantaríamos sospechas entre los voluntarios y teníamos que evitar eso.

Rápidamente minutos se van convirtiendo en horas y los miembros del culto los van organizando. Alrededor de la media noche un anciano llega al lugar y se dirige a la multitud.

Buenas noches hermanos, por favor que los invitados den un paso al frente y se preparen para conocer a nuestro señor Quetzalcoatl, la gran serpiente alada que creó el quinto sol y nos trae un mensaje de amor.

Nuestro señor, desea que todos sus seguidores aprendan a valerse por si mismo y transmitan su mensaje de amor, esta noche todos ustedes darán el primer paso hacia su nueva vida.

Por favor vengan por aquí, vamos a clasificarlos de acuerdo a sus habilidades. - dice el anciano mientras los voluntarios los van llevando hacia un lado del complejo y una vez allí empiezan evaluar sus distintas habilidades.

Estaba en una duda entre si mezclarme con ellos o quedarme a salvo allí. Entrar era arriesgame a lo que fuera que hacían a la gente allí dentro. Podía ir desde drogas, una especie de ritual hasta simplemente escuchar los delirios de un gurú.

Por otro lado, esa era la oportunidad que estábamos esperando y la razón para estar allí aquella noche. Era algo que no podía dejar pasar de ninguna manera.

Rofellos. Voy a entrar con ellos. Quiero ver la pinta de ese Dios. Es nuestra oportunidad. Si quieres, quédate aquí fuera. Así si me pasara algo dentro, podría dar la alarma.