EPÍLOGO 8. ISMAÎL Y DAXA.
La niña tenía ya varios meses cuando llegó el verano. El norte era un clima complicado y la pequeña no soportaba bien aquellas temperaturas. La niña pasó un mal invierno. Padeció fiebres y moqueó durante todos los meses fríos. Ese no era lugar para ella, eso era evidente, como tampoco lo era para la madre. Nadja tampoco lo estaba pasando bien alejada de los mares del sur, de su gente, de su barco.
La pelirroja era una buena madre, quería a su hija y quería lo mejor para ella, pero también quería volver a sentirse marinera. Necesitaba un cambio. Necesitaba volver a estar a mandos del un timón, dar órdenes a su tripulación, sentirse de nuevo viva. El frío del norte no estaba hecho para ella, eso era evidente. Por eso le pidió a Daito viajar al sur en verano y así lo hicieron.
Daito se había adaptado bien al norte. Era ahora el alcalde de Nueva Kornvaskr. Ya contaba con un centenar de vecinos y empezaban a organizarse bien. El puerto era funcional y ahora que llegaba el buen tiempo, podrían tratar de sembrar cultivos. Daito era feliz entre los suyos y en su tierra, pero veía que a Nadja le faltaba algo. Era evidente que ella no lo estaba pasando tan bien como él.
Daxa e Ismaîl les recibieron con los brazos abiertos en Duartala. La indígena se había hecho muy bien a la vida sureña. Ya comprendía el idioma a la perfección y lo hablaba casi sin acento. Ismaîl había invertido bien lo que había ganado y ahora regentaba un puesto de fruta en el centro y tenía cuatro empleados a su servicio. A ambos les iba muy bien en la capital del Imperio Rojo. Para ellos había llegado una época de paz que esperaban fuera duradera.
- Es una alegría veros de nuevo. - Le dio Ismaîl a Daito nada más reencontrarse con él. Se agarraron del antebrazo y tiraron hacia ellos fundiéndose en un abrazo. - Ciertamente os añoramos. No tanto los tiempos convulsos que vivimos juntos, pero si a vosotros. ¿Cómo les va a Grud, Ragnar, Flajnagar y a las chicas? ¿Todo bien el el norte?
A Ismaîl se le veía bien. Ya estaba recuperado de las heridas que sufriera en los viajes junto a Daito. Mahtudi y Rashid no habían corrido la misma suerte que él. No todos los que se embarcaban en una nave llamada Venganza sobrevivían y menos con la suerte que había tenido aquel sureño, felizmente casado y con una buena posición dentro de Duartala.
- ¿Cómo estar, Nadja? - Le preguntó a la capitana pirata mientras trataba de ver al bebé que iba envuelto en una manta.
Nadja y Daxa nunca habían tenido una relación demasiado cercana. En ocasiones había habido acercamientos, se habían contado cosas acerca de sentimientos, pero la diferente visión del mundo que tenía una y tenía la otra, siempre había acabado por distanciarlas. Nadja tuvo algo con Mayuul, algo breve pero muy intenso y fruto de aquella relación, que cambió la forma de pensar de la capitana para siempre, había nacido la niña que portaba en brazos. Daxa hubiera querido que esa niña fuera suya. Ella amaba a Mayuul aunque nunca se lo dijo. Y Mayuul murió por culpa de Nadja.
- ¿Niña? - Le preguntó cuando vio la cara de la mestiza. - ¿De Mayuul?
Sonrió a la mestiza cuando el enseño a la niña que llevaba en brazos, pues se acerco para verla y tenia unos rasgos muy parecidos a los de Daxa, asintió -Si, de Mayuul, nos ha dejado algo al final- sonrió a la pareja, sin duda sabían que ella añoraba el mar, las travesías no serian como antaño tan largas, durarían mucho menos, no dejaría de estar con su niña, no sería una madre ausente, pero mientras ella se fuese a navegar (pues no podía evitarlo) algún tiempo, la dejaría con la pareja, no podía pensar en gente mejor.
¿Pero que ha pasado aquí?
Maldito Master, has dado demasiadas cosas por sentadas, truhán! ò_ó
Lo que se dice hoy, como... no nos iremos del norte hasta que la niña tenga un año y medio, en seis o siete meses puede cambiar... ya sabes... una madre manda mucho... y si quiere ir al sur...
Jajaja bueno, te lo compraré
Ya sabes lo que dicen, tiran mas dos tetas que dos carretas y Nadja de eso tiene de sobra ;) bien lo sabe Daito.
Tetas que ahora han sido secuestradas por una mestiza de las islas del sur ò_ó
Mucho tiempo ha de la última vez que Daito pudo catar sus mieles
Ala ala que exagerado, te recuerdo que seguira navegando, sola contigo ;)