Partida Rol por web

Novac

Novac es un hotel convertido en ciudad. Ahora mismo, parece que todos los habitantes del lugar están reunidos en el centro de la plaza, festejando o hacíendo alguna especie de celebración que no sabéis a que se debe. Cuando os ven llegar, una mujer, anciana, se acerca a vosotros y os sonrie. Os da un par de collares de cuentas de colores y dos botellas de cerveza. Al parecer, no le importaba mucho que haya un niño con vosotros, la cuestión es festejar.

Después, se une al grupo y se ponen a cantar alguna canción antigua, de antes de la guerra.

Cross llegó algo cansado a la ciudad que por fin habían alcanzado. El camino había sido largo y arduo, pero por fin estaban en medio de la civilización, si es que se le podía llamar así.

La explosión que había sacudido Megatón no había sido la única en tener lugar. Un nuevo misil nuclear había surcado el cielo en dirección opuesta a la que ellos habían tomado, y Cross no podía evitar pensar que alguien estaba orquestando aquellos ataques.

Pero todo eso tendría que esperar, pues la ciudad de Novac estaba de fiesta.

Disculpe se dirigió a la anciana que le regaló tan alegremente una botella de cerveza y un collar de cuentas ¿A qué se deben los festejos?

La anciana sonrió a Cross.

Era una sonrisa desdentada, pero sincera.

- Veréis, hijo, hoy es el segundo aniversario de la Ciudad. Estamos festejando que hace dos años inauguramos Novac y aquí estamos, felices. - Dijo la abuela. - ¿Y vosotros? ¿Qué hacéis por aquí? -

Los gritos y las canciones, además de los fuegos artificiales, seguían llenando el ambiente.

Sobrevivir, al menos eso espero - digo mirando nervioso a todos los lados - desde hace un par de dias, todo lo que ha pasado es caótico, criaturas gigantescas entrando a fuego y sangre, dos explosiones en los lugares cercanos, sirenas a todas horas....Dios, creo que si alguna de esas criaturas o explosiones no acaban conmigo, lo haré yo mismo...

Dos años, no está nada mal para estar en medio del Yermo, como quien dice resopló Cross impresionado, mirando de nuevo, con ojo más clínico la propia ciudad.  En mi caso, llevo vagabundeando un tiempo, hay alguien que debo encontrar. Alguien peligroso que debe ser detenido. Tarde o temprano daré con ellos y bueno... libraré a estas tierras de su presencia.

Pero dejémonos de historias lúgubres. ¡Por Novac! alzó la cerveza y brindó por la ciudad

NOCHE 4

Como siempre, todo parecía tranquilo por estos lugares. Hacía varias horas que no se habían producido incidentes y las cosas parecían estar encaminadas. Aunque como siempre se dice en el Yermo: un rato de tranquilidad sólo puede significa una cosa... que se avecina una tormenta.

Pero esta noche no ha sido así.

Pese a la escasez de alimentos, una noche de tranquilidad es bienvenida aunque sólo sea durante unas horas.

Y más con lo que ha pasado durante estos días.

Megaton y El Inframundo han sido destruidas, y todos sabéis muy bien quién ha elaborado esos planes: El Enclave. Y si siguen con este ritmo y esta escalada, en pocos días más todo estará más que desierto y todos los supervivientes que habitan el Yermo, o muertos o esclavizados.

Sin embargo, la tranquilidad duró muy poco esta noche.

Los disparos comenzaron a sonar lejos, y eran muchos, como si el viento los trajera hasta esta posición. No estaban cerca, por lo que el problema no era con esa zona... pero la seguidilla de disparos y explosiones... así, a bote pronto, podríais calcular que como mínimo, eran un batallón disparando...

¿Qué estará sucediendo allí fuera?

Y fue en ese momento de distracción cuando el enemigo aprovechó para atacar.

Y no era un enemigo cualquiera, no señor. Eran los enemigos más temidos del Yermo: Los Cerberos.

El bicho del demonio se había abierto paso por la tierra, hasta que encontró un sitio blando por dónde salir y así poder atacar. Son enemigos muy temidos ya que además de poseer un ataque a distancia, su ataque contamina con radiación a la víctima. Y por supuesto, son unos huesos duros de roer.

Cross se dispuso a disparar, pero la cosa se salió de madre muy pronto. De repente, todos los que estaban en la fiesta sacaron armas. Todos y cada uno. Desde el más jóven hasta el mas anciano y todos, sin dilación, descargaron los cargadores contra el enemigo, que cayó tras dos segundos despatarrado en el suelo, dejando una masa legamosa verde en su lugar.

La gente sonrió, guardo sus armas, y continuaron con la fiesta.

La mujer que os había hablado al principio, se acercó a vosotros y cogiéndoos del brazo, os llevó al medio de la plaza, para que os unieráis a la Celebración.

Caray exclamó Cross al ver la efectividad de la defensa de los ciudadanos de Novac ¿Dónde aprendieron a disparar así? preguntó mientras ayudaba a Canijo a levantarse, tras el empujón que le había propinado para salvarle.

La anciana sonrió.

- Somos viejos militares, la mayoría. - Dijo la vieja. - Todos los que están aquí tenemos entrenamiento militar. Algunos son más jóvenes, otros más viejos, sin embargo, para disparar un alma, no hay edad. ¿Estáis bien? -

La fiesta seguía a un lado, mientras la ancianita os hablaba.

- Novac es un buen lugar para vivir. Buena gente, buena comida, y mucha seguridad. Tenemos nuestras propias leyes. -

Mmm... sí, parece que saben cuidarse. respondió asintiendo el paladín, mostrándose humilde con sus mayores, como le habían inculcado en la órden. ¿Algún consejo que dar a alguien como yo? Intento mejorar siempre que puedo mis habilidades de combate, por el bien de mi Hermandad, y de la humanidad, claro.

Tal vez quisieran proporcionarme algún tipo de entrenamiento, o quizá simplemente, algo de munición admitió levantando su láser de brazo. Ando algo escaso en estos momentos. Podría echarles una mano si lo necesitan, en alguna tarea.

el miedo atenzó mi cuerpo en cuanto la criatura aparecío, aunque por suerte para mí, los del pueblo estaban alertas.

Con la criatura ya muerta, me acerco a la anciana - si por favor, ya es la tercera criatura con la que me encuentro y desde luego no voy a golpearles con las manos desnudas de ninguna de las maneras

DIA 5

La fiesta duró hasta entrada la madrugada. Después, todos se fueron a dormir. A vosotros os dieron una casucha abandonada junto a la plaza, y allí, pudistéis dormir a pierna suelta. Cuando el sol comenzó a salir por el horizonte, vuestros cuerpos no pudieron estar más tiempo tumbados en la cama y salistéis a pasear por el sitio.

No había nadie levantado y en el suelo, pudistéis encontrar varias cosas que os serían de utilidad. Al parecer, los habitantes de Novac no las iban a echar en falta si estaban allí dejadas a la buena de dios.

En el suelo, habían 3 balas, 2 aguas sucias ( 2 PV 1 RAD ), una pistola del 32 con una bala algo desvencijada y un bote de pastillas que ponía Musculeina en un costado (+2 a FUE durante 24 horas ).

Cross fue el primero en levantarse aquella mañana. Se había cuidado muy mucho de beber en exceso, apenas había tomado la primera cerveza que le fue ofrecida, ya que al día siguiente tenía pensado abandonar Novac en busca de nuevos horizontes.

Según había dicho Canijo el día anterior, el muchacho no debía tener arma alguna, por lo que el Paladín decidió dejarle la pistola cargada, y una de las raciones de agua sucia. Sin duda las necesitaría.

El resto de artículos los guardó en su macuto, y salió al sol de la mañana, saliendo por la puerta de Novac en busca de los asesinos que perseguía...

Cross cogió sus cosas y se retiró del lugar, dejando a Canijo solo.

no, no, no, no, no.... no pienso quedarme sólo otra vez - digo recogiendo la pistola y la botella de agua, justo antes de seguir a Cross

NOCHE 5

La noche cae tranquila en Novac.

Al parecer, esta noche no habrá ningún ataque, o por lo menos, eso es lo que parece hasta ahora. Aún así, las defensas de la cuidad hotel están más que activadas para repeler cualquier cosa que pueda acercarse a atacar.

La gente hace su vida, como si nada hubiera pasado y nadie le presta atención a la marca legamosa y verde del suelo, que lentamente, se va hundiendo en la tierra.