¡Yo me apunto!, estaba claro que con estos dos, cualquier cosa era posible.
¿Con un par de cojones bien puestos? No sé si esto podrá aguantar los misiles. Quizá deberíamos refugiarnos primero y golpear despues... ¡Pero oh dios! ¡Claro que quiero montar en eso! ¿Qué? ¿Me ayudaréis?
Digo mientras compruebo rápidamente las características del robot.
- Pues venga que nuestro nuevo vehiculo nos espera. Al menos vamos a realizar una entrada espectacular en el Enclave dentro de esto - bromeo mientras me introduzco en el robot.
Marchando una de locos suicidas... su orden estará lista dentro de diez, nueve, ocho...
Bromeo mientras termino de comprobar las características y montar el nuevo juguete.
Los supervivientes se sientan en el robot. Cada uno tiene un asiento designado dentro del mismo. Arcade, al ser el más inteligente de los tres, o por lo menos eso ha demostrado, se encargará de los sistemas de navegación y todo lo referente a la protección del vehículo. Por otro lado, Charon y Lily tendrán en sus manos unas de las armas más poderosas que se han creado en el Yermo: dos ametralladoras de railes, y seis misiles tierra-tierra cada uno.
Es una obra de ingeniería.
Por la cabeza de los tres pasajeros, mientras todas las luces se ponían en verde, pasó el sutil pensamiento de que tal vez en Enclave tuviera la misma tecnología...
Pues en unas horas lo sabrán.
Lentamente, el robot comienza a ascender mientras que las compuertas del techo se abren de par en par. Acto seguido, cuando el mech llega a la superficie, los tres ponen rumbo a la Ciudadela, lo que seguramente será el último bastión de la humanidad en el Yermo.