La consulta estaba comenzando con buen pie. Pero bueno, me imagino que al fin y al cabo, no vine aquí para hacer consultas. Cuando el suelo comenzó a "tragarnos" me asuste, ¡y me asuste como nunca! un que no grite, no, yo no grito... Cuando aparecimos en el otro lugar, que vete tu a saber donde es esto, no pude notar primero la falta de higiene. Alguien pude cojer una infección fácilmente en este lugar. Entonces fue cuando el hombre de las manos raras, Shigaraki, apareció. No me gusto ver como se rascaba el cuello. Claras señales de irritación y una ansiedad de primera, pero no tuve tiempo para recomendarle una crema para la irritación dérmica, ya que el conocido personaje ataco de mortalidad a una chica a la que considero una enemiga con solo abrir la boca por un par de segundos. Cuando la chica se desvanecio me pare de la mesa con velocidad y dejando salir un ¡HA!, no te miedo o susto si no de sorpresa y salgo corriendo hacia el desvaneciente cadáver.
- ¡Espera un segundo! ¡Sus ojos! ¡Quiero esos ojos!
Ver unos ojos rojos con ese tono no es normal, brillaban mucho y tenían el tono y claridad perfecta. En pocas palabras, eran hermosos y se verían perfectos en mi colección, pero... Ahhhhhhh... El mundo es cruel. Cuando llegue al cadáver su cabeza ya se había desintegrado por completo. Demonios. Me arrodille ante las "cenizas" restantes del cadaver y me puse a remover los restos en un infructífero intento de encontrar aunque sea un rastro de los ojos aquellos.
A sí... También dijeron algo sobre unos heroes intrusos, en el momento no le preste atención por estarme lamentando el haber perdido esos, bellísimos ojos rojos. En algún momento cambiamos de localidad de nuevo, apareció otro tipo conocido: Spinner, quien al parecer se va a hacer cargo de nosotros (dios nos salve) y, como no, la gente comenzó a mirar a los demás de forma rara, incluyendome claro esta, ¿en este situación quien no se pondría así?
Después de lamentarme lo suficiente, decidí parame para regresar con Le Mal para escuchar la opinión del viejo sobre todo esto, y, pasarle la cuenta por haberle medido la tensión. Mientras caminaba, escuche atentamente a las palabras y conversaciones de los presentes, y hubo un comentario en especifico que no pude ignorar:
-Lo matamos. Aunque no tenemos porque empezar por ahí.
Dirijo una mirada rápida hacia la persona que creo es la que dijo estas palabras y me acerco hacía el grupo de personas de donde vino la voz.
- ¡Como que no tenemos que empezar por allí! ¿Que cosa tan loca esta diciendo? ¡Es un heroe, hay que matarlo recién lo identifiquemos! -comienzo a hacer muecas exageradas mientras hablo- ¡Rápida y cruelmente! Sin piedad y con brutalidad pero sin perder eficánsia, eso es muy importante... Pero eso si, les voy a pedir que, por favor, no dañen sus ojos cuando lo maten.
Después de expresar mis preocupaciones, me doy la vuelta y me alejo sin esperar una respuesta en dirección a la mesa donde estaba hablando con Le Mal.
- Muy bien señor Le Mal. Creo que nuestra consulta llegara hasta aquí, no se preocupe, no le voy a cobrar por la interrumpida sesión de análisis psicologico, pero, me veo obligado a cobrarle por la medida de tensión. Ahora, normalmente serian 2000 Yen, pero le voy a hacer el descuento de tercera edad ¡mas! el descuento por villano. Serian en total unos 500 Yen. ¡Que ofertón! ¿no cree?
Kagekami asistió al espectáculo de luces y sonido, de teletransporte, desintegración, ligoteo, infiltración, teorización y búsqueda de globos oculares con la misma falta de reacción habitual.
Finalmente, su verdadera boca, ancha y grande como la de un hipopótamo pero mucho más llena de dientes desiguales y amarillentos esgrimió una sonrisa que parecía cruzarle el pecho de extremo a extremo.
Dookoo...
La extraña muletilla era la habitual, pero el tono con la que lo pronunció seguido de una enorme y carnosa lengua rojiza paseándose por donde debería haber tenido labios a pesar de solo haber una negra sombra evocó una sensación desagradable que hizo pensar en la ilusión de un sádico justo antes de comenzar una búsqueda.
También hizo pensar que Kagekami tenía su propia idea de qué hacer con el infiltrado en cuanto lo encontrasen, y que su idea estaba llena de dientes y del crujir de huesos en una inmensa y antinatural boca.
—Magellanic, las mutaciones pueden fingirse; disfraces, maquillaje, poderes, espejos. Nada es lo que parece, nuestros ojos y sentidos nos engañan. Tus descartes no valen de nada, igual que tus suposiciones —interrumpió sin mucho protocolo. Se encontraba apoyado contra una pared, cruzado de brazos, en las sombras —. Evidentemente es muy conveniente que te descartes a ti mismo, pero eso es incriminatorio ¿No crees?
Hizo un gesto, olvidando el asunto. No le estaba acusando, aún.
—Por mí podemos empezar a matar a aquellos que prefieren copular a limpiar de basura nuestra asociación. Somos veinticinco, y hay veinticuatro habitaciones. Desde mi punto de vista, el infiltrado del CRC no es el único que sobra. Hay mucha basura aquí. Así que, ¿Por qué no elegimos al más repelente de todos y le despedazamos entre todos? O, si somos más prácticos, eliminamos a aquellos que de seguro van a causar problemas. ¿Qué es lo que somos? Villanos. Asesinos. Yo he venido aquí a pelear por un puesto en la asociación. Jack, tu pareces más dispuesto a crearte un haren. ¿Qué tramas? Después de todo, tus palabras amables y tu actitud cercana y cálida no son nada propias de un villano...si es que lo eres...
Tras lo ocurrido a ver a la distancia, como una persona es asesinado por el jefaso de la organización, no me queda de otra que acercarme lentamente y de forma muy "sutil"
eh
No se que ocurría pero era claro que había pasando algo relacionado con los sucios héroes, al parecer se han filtrado y ahora tenemos que descubrir al culpable, tras eso el hombre lagarto habla y me señala, sobre compartir habitación. De una vez debo presentarme, así que saco un pizarrón y un plumón.
...
Saco una carta de mi bolsillo mientras se los enseño a los demás.
Noto como el ambiente esta algo tenso, así que me voy a sentar donde puedo, al parecer ese ruil y vil héroe, que le apesta las patas y se oculta entre nosotros, al parecer cada quien tiene su forma de descubrirlo, pero por mi parte me quedo jugando en la mesa con las flores que tenía en los bolsillos.
...
Más sorpresas, aunque esta vez provienen de un tío con bata que ha malinterpretado mis palabras. Salgo a su encuentro, mostrándome como la persona a la que quiere hablar.
-¿Matar rápida y cruelmente? Elige el uno o el otro...-suspiro. No me gusta hablar en exceso, pero parece que no tengo otra opción.-Ya que se ha tomado las molestias de infiltrarse aquí, nosotros también nos las podemos tomar. Podemos usarle para mandar un mensaje y asegurarnos de que ningún héroe más quiera volver a amenazar lo que ha costado tanto tiempo construir. Y por si se me vuelve a malentender, estoy hablando de torturarle antes de matarlo.
Me cruzo de brazos y le dedico una última mirada, como preguntándole "¿así mejor?".
Limstella con sus hermosos ojos ocre solo miraba de un lado a otro intimidando a cualquiera con el que cruzaba mirada con ella - No existe nada más patético que fingir ser un villano y estar aquí infiltrado, cuando encontremos al culpable permítanme meterle una aguja en el ojo lentamente - sin expresión ni muestra de emoción alguna, la cadáver andante saca una aguja del bolsillo de su saco.
Jajajajajajajaja. Parece que tenemos dos obsesionados con el mismo fetiche, por un lado la que quiere clavar una aguja en el ojo al héroe y otro que quiere sus ojos intactos... Vaya, pronostico pelea y salseo del bueno.
Quiero ver cómo se despedazan todos y cada uno de los presentes, me da igual el héroe, quiero que muráis todos por igual. Aunque aquello no era verdad totalmente ya que Trask quería dos juguetes para sí. Quería romperles toda moralidad, quebrar su voluntad y jugar con ellos hasta que solamente fueran un amasijo de piel, carne y huesos sin ningún valor.
— Qué rápido mostráis vuestras ansias de sangre. No me sorprendería veros peleando a todos por matarlo, como perros buscando llevarse las sobras a la boca. — Blutmond se rió en alto, llevándose una mano a la cara. — El bajo perfil no es lo vuestro, lo entiendo. Disfrutad de la carnicería si lo encontráis. Supongo que de aquí pocos recordarán que ser villano no se trata solo de sangre y muerte, aunque sea una parte tan agradable... — Se quedó un momento pensativa, como ensoñando algo con su sonrisa tan suya a esas alturas. Después de ello sacó su cuaderno, garabateando los restos que ya eran casi inexistentes de la muchacha que había muerto. Quería tener un buen recuerdo de lo hermoso que podía ser el poder de Shigaraki.
— Lo mejor de matar no es cuando lo disfrutas como tu fetiche. Lo mejor es cuando es tan normal para ti como para Shigaraki, que ni se ha molestado en pestañear. Muchos deberíais aprender un poco de sus "modales". — Entonó una risilla en voz baja, mientras terminaba su boceto, que luego terminaría en su habitación. Sí, aquella escena llena de polvo y restos del cadáver irreconocible de aquella mujer era un precioso dibujo en el que recrearse...
Cute se encontraba bastante tranquilo siendo limpiado por meggido, que se quedo inmerso en su trato limitandose a escuchar a los demás, sin embargo, cuando llego el jefe sus sentidos se agudizaron y fueron transportados a otro lado
-¡¡¡yuuupiiii!!!!- grito cute mientras eran llevados al otro lugar, para el no era nada del otro mundo.
Después de una dramática escena una de las chicas fue asesinada y el jefe decidió retirarse mientras quedaba un heroe restante - ara, se murió - dice pateando lo que queda del cuerpo mientras termina de desmoronarse la chica y observa como llega el doktar a recoger los ojos que se hicieron polvo - no te preocupes linda, estoy bien - responde a meggido - creo que si necesito tu ayuda podria ser de utilidad, nomientras explotes algo estoy dentro - dice mientras observa como se va como chica mala con su capa.
- Kyahahaha! Que divertidos que son ustedes, todos sedientos de sangre, listos para descuartizar al heroe - dice dando un salto para estar frente a doktar y darle unas palmadas en la cabeza mientras todavía estaba agachado - bien, bien, tienes un futuro brillante pequeño - después de eso de un salto savesito quedo encima de la mesa observando a kusatta - hay algo que he querido preguntarte ¿a caso comes croquetas también? - dice con cierto sarcasmo pero más que nada curiosidad, nadie sabe si realmente era broma o verdad.
Kuruta Me permaneció todo el tiempo en silencio, mirando lo que sucedía incluso justo después de la “explosión de la chica” miraba hacia allá. Con una leve sonrisa camina hacia donde se concentraban los restos de la chica mientras sus ojos de varios colores miraban el lugar y comentando:
Ha sido una bonita explosión… muchos matices de colores y pedazos de todas clases jeje
Comenta distraídamente para volver a donde estaba y escuchar y sobretodo mirar a los que estaban allí, la exposiciones que iban haciendo y los argumentos, cuando aquel hombre pequeño de aspecto francés le acuso de ser un héroe le mira fijamente con aquella sonrisa y dice mientras con un dedo tira un poco de su boca como forzando una sonrisa:
Hola señor raro y pequeñito, soy Kuruta Me no les dames Kuruta Me y ¿llegar tarde es cosas de héroes?
Inclina un poco la cabeza hacia un lado mientras mantenía el dedo en la boca y añade:
Intentare llegar pronto
Todo esto lo decía mientras miraba fijamente a los ojos a aquel pequeño hombre, pero algo mas le llamo la atención, un ente extraño decía que algunos no eran el héroe porque tenían mutaciones, ella camina acercándose y dice mientras se señala los ojos de multiples colores:
Cosa extraña… ¿Mis ojos son normales? Nunca he visto ha nadie con los ojos como yo… ¿Le conoce? ¿Me lo presentaría? Me gustaría conocer a alguien con ojos como los mios
Sonríe de nuevo y dice mas para si misma que para nadie mas ya que lo dice en susurros:
¿Y si lo encuentro? Solo yo puedo tenerlos así, tendría que comérmelos ¿verdad?
pupupupu, Así que un espía ¿Eh? Y yo pensaba que esto iba a ser aburrido, aaa la traición y desesperación en su estado mas puro, el no saber en quien confiar y la búsqueda de una verdad plagada de mentiras.
¡TRAIDOOOORRRRR! ¡Sal de donde estés! Aunque adoro los juegos mas que nada me gustaría emitir tu juicio contra antes. Tengo cosas y planes malvados que cumplir, ya sabeis primero el trabajo y luego el placer. No puedo perder el tiempo con un estúpido heroe o... ¿Quizas más de uno? Si han entrado dos por que no más. ¿Quizá sigaraki nos haya mentido para probarnos?
Le Mal, Doktar y Kagekami...Os pido hablar con ustedes en mi habitación...Les espero. Exhalando humo, Nightmare se levanto de su silla, que aunque innecesario aclarar, estaba tan fría como si hubieran puesto un copo de nieve en cero grados centigrados el puesto.
Las amapolas cantan, como un bardo agonizando por su vida. Qué frase tan inspiradora. *Sonreír*. Nightmare se encontraba con mucho emoción que se podía sentir como un instinto asesino al límite, y una serenidad aterradora. Qué las velas negras iluminen sus pesadillas... Y salio del lugar donde se reunían los villanos, rumbo a su lugar de descanso.
No tenía muchas ganas para hablar porque era verdad que la situación era realmente preocupante, así que decidí quedarme en silencio mirando como actuaban los demás, casi analizándolos, si es que eso era algo posible, claro está. Pero yo realmente sabía que algo así no iba a poder hacerse, al menos no yo.
Con un leve suspiro electrónico decido ir a la habitación que me habían designado en aquel complejo, ya habría tiempo para pensar en cosas después, ahora era el momento de bajar la cabeza y esperar por ver qué era lo que ocurría...
-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!!!!-
Gritó Rad Rabbit mientras señalaba el centro de la Sala en donde había... absolutamente nada extraño, pese a ello, el hombretón vestido de conejo, o quizás con Quirk de conejo, parecía lo suficientemente asustado para explicarle a los demás qué estaba pasando.
¡NO ME VOLVERÁS A USAR VALENTINO!
¡MI TRABAJO CONTIGO HA TERMINADO!
¡HE HUÍDO DE AHÍ ABAJO POR MI PROPIA CUENTA!
¡Y NO SERÁS TÚ QUIEN ME OBLIGUE A VOLVER A ALLÁ ABAJO!
¡NADIE PODRÁ ENCERRARME NUNCA MÁS!
Tras esto, el usuario saltó contra el suelo y el pavimento se abrió, dejando un agujero delante de la puerta de su habitación, para acto seguido saltar de el y encerrarse a sí mismo dentro de su habitación...
Motivo: 1
Tirada: 1d2
Resultado: 1 [1]
Siempre había sido una persona tranquila, lo suficiente como para haberme quedado en silencio en una de las esquinas de aquel lugar sin hacer ruido alguno, a la espera de que todo el problema de aquella gente ruidosa y, por algún motivo, el loco conejil, se fuera resolviendo. Observando desde la distancia qué era lo que estaba pasando a su alrededor...
SLUUUUUUUUUURRRRRRRRRRP...
La pajita hizo ese sonido mientras seguía succionando de aquel refresco, al parecer la situación quizás se había propiciado para que la gente se fijara en mi, muy a mi pesar, pero tenía entre manos algo más importante: Mi Refresco. Por lo que seguí bebiendo... SLUUUUUUUUUUUUUUUUURRRRRRRRRRP....
Quizás eso fuera lo más raro que verían en esa noche, pues una cosa era evidente, ya parecía ser algo bastante tarde como para andar hablando por ahí, o quizás era la sensación de incomodidad lo que movía a Spinner, como sea:
-Pues... se ha hecho tarde... -Comentó Spinner casi tan impactado como el resto por lo que acababa de suceder- ¡Cada uno a sus respectivas habitaciones!. ¡Soy aquí el jefe por incompadecencia del resto así que me tenéis que hacer caso si queréis ser miembros de pleno derecho de la Liga!.