Adela no hace más que oir ruidos en la casa desde su habitación.
¿Será posible? Esta gente joven parece de piedra, oye, se encuentran con cadáveres en la puerta y siguen con su ji ji ja ja, como si la cosa no fuera con ellos.
Si se pudiera salir fuera, anda que no iba yo y les decía cuatro cosas, por ejemplo que se vayan con su botellón y sus risitas a la calle, que una tiene su edad y necesita descansar...
Adela se tumba en la cama y cierra los ojos por tercera vez. "A la tercera va la vencida" piensa.
Ainhoa se encoge de los hombros con los ceños fruncidos. Realmente ésto no era lo que había esperado. Había esperado un baile con música y comida, un ambiente alegre e incluso alguna que otra coquetería. Pero esto era muy diferente.
Con un suspiro pasa delante de la gente que no dejan de gritarse, con altanería.
Buenas noches.
De: Ramón Menéndez Pidal
a: Eustaquio el de la bodega.
¿Cómo hacemos lo de esta primera noche? ¿Nos vamos turnando una tú y otra yo? ¿Empiezas esta tú durmiendo en el cuarto?
So perros, ¡Usar la escena de conversaciones!
EDITO: ¡¡¡Truenos!!! Lo siento mucho, se me fue la pinza con la edad... :S
Amaranta escucha la discusion entre los dos hombres por aquella joven que se encontraba en las escaleras, Siempre es lo mismo, al menos ya tengo a alguien que se esta llevando la atencion de tan maravillosos "galanes", se acerca a la escalera y pasa por el lado de los dos machitos mientras empieza a subir, al pasar al lado de Arantxa no puede evitar sonreirse, es de esas perras a las que le gustan los problemas.
Llega al segundo piso y busca su habitacion mirando la hojita en la que pone el numero, solo un 18 escrito en tinta negra, diez y ocho, piensa con una sonrisa, justo la edad que tengo, y camina de habitacion en habitacion hasta dar con el numero.
Llega a la habitacion que tiene un cartelito que pone:
"18.Sebastián Tejada y Amaranta Voltaire"
Asi que tengo que compartir habitacion... piensa releyendo el nombre de su compañero, esta bien, ojala no sea como aquellos imbeciles de la escalera, y empujando la puerta pasa esperando decidir cual es la cama a escoger, Cama matrimonial... estoy hecha, piensa mientras se rasca la nuca, aunque bueno, habra que esperar a ver que tal es Sebastian, la vida te da sorpresas.
-por aquí otra que se va, muchas gracias por la velada, la estupenda cena y el orujo, señor Eustaquio.- Estoy cansadísima, menos mal que no tengo que compartir cuarto con nadie, porque no tengo más ganas de hablar.
Parece que todos estan ocupados, y nadie se preocupa por nadie mas.
Vamos a ver recorrere la mansion para ver que cosas hay, tal vez mañana alguien me explique que paso.
Mientras camino por la mansion.
Si de algo puede alardear Manuel es de perder siempre en la lucha de las miradas, cuando a quien mira son hombres y menos si no hablan. Y asi es como termino su confrontacion con aquel ¿jamaicano? Su vista se perdio en la nueva muejr que subio a su habitacion y luego a otra y luego a otra.
-¡Su madre virgen! Cuanta cantidad de bellosozas hay por aqui.-Dijo guardando sus manos a los bolsillos y dar la espalda a Manolo.
-Va siendo hora de tocar cama...-Concluyo dandose la vuelta y dirigiendose hacia su habitacion.
-A ve... coño!! si tengo compañia... QUE!! ¿Un tio? pues aqui no entra nada con nabo mas que yo.-Y cerro la puerta a su paso.
Aún falta bastante gente por intervenir, recordar que el turno acaba hoy lunes por la noche. Habrá un prorroga hasta que me conecte pero intentar no alargar el plazo, de hecho cuando más más rápido se juegue casi mejor. Sobretodo durante los turnos nocturnos.
Victor llego el primero a la casa y solo de ver los cadaveres se puso muy enfermo, ya que le tiene fobia enfermiza a a sangre, y los cadaveres le hicieron vomitar hasta a primera papilla. por eso no ha aparecido en la casa en toda la tarde