Partida Rol por web

Buenu, una menos pa tratá de matarnus mientras durmitamus. dice Eustaquio. Amigu Er Manué, tenga acuidadu con la Luisa que adisen que lo amore reñidus, lus más queridus...

Miro pensativo por la ventana mientras la noche caia.
-Caguen diez... otra noche aqui encarcelao. Mia que matar a esa peazo de jaca... no e tenido oportunidad de verla desnudaca para ver sus atriburtos botar...

Escucho a Eustaquio y asintio.
-Mu cierto Apañero, esta Luisa... su madre si era maja que nunca tuvo malas palabras para mi. Jamona no te deje intimidar por el Mauricio que yo solo soy malo en la cama y si me lo piden.-Le guiño un ojo mirandola de arriba abajo sin llegar a los hombros.

Ainhoa se dirige a las habitaciones con un suspiro de cansancio.

- Espero que no nos hayamos equivocado esta vez... Ésto de ir sacrificando gente realmente es pesante...... Arrebatar la vida de los que tiene un futuro largo por delante... Era una chica maja... En fin... Buenas noches, señores.

Yo también espero que no nos hayamos equivocado, buenas noches Ainhoa - digo con cara de cansada.

Señor Manuel - digo con una sonrisa picara - gracias por lo de jamona, pero realmente hoy estoy muy cansada, y de todos modos....buenas noches

Todos esperamos no habernos equivocado -coincido apesadumbrada y cansada. Cada vez tengo menos energía, esta casa acabará conmigo- Señores, señoras y señoritas, yo me voy a mi habitación, me encuentro algo cansada. 

Menenado la cabeza, preocupado por haber sido tan votado, el ex-militar se retira de la sala - No lo se, creo que hemos elegido mal - comenta a quien lo quiera oir - Aquí hay un asesino... o quizás más de uno y no creo que ella lo sea... pero la mayoría manda -

- Supongo que esta noche nos daremos cuenta del error. Solo espero que seais concientes, si tenemos una próxima votación, que el problema son los que matan... no los que os caen mal... precisamente por querer eliminar el riesgo. En fin. Porque será que supongo que esta noche podré dormir en mi habitación sin que nadie quiera compartirla... otra vez. Será cuestión de estar atento. Espero alcance para sobrevivir -

Si ha sido mal o bien, replica Amaranta al escuchar a Cerillo, Solo el tiempo lo dira... tan solo hemos votado como lo creiamos conveniente y este ha sido el resultado, y sin mas empieza a subir las escaleras para irse a dormir, no tiene ganas de decir mas, a ella tambien le duele lo que esta pasando.

Poco a poco cae la noche sobre la mansión y el día se apaga, el frío vuelve de nuevo a campar por la zona a sus anchas mientras os veis forzados a resguardaros en el misterioso y cruel interior de la mansión. Entonces algo os sobresalta a todos pues han llamado a la puerta principal, algo que no ocurría desde el primer día que llegasteis todos aquí.

Precipitadamente os dirigís hacía la entrada con caras de preocupación, miedo e incluso esperanza. Al observar por la ventana os percatáis de la presencia de un mujer con pinta de estar pasando mucho frío y que luce un aspecto físico bastante deporable con las ropas raídas y en mal estado.

Ya fuera por la curiosidad o por la bondad que aún le queda a algunos de vosotros le abrís la puerta y la invitáis a entrar en la casa. Se os presenta como Hermenegilda Reoyo, una invitada de la casa que no llego a tiempo debido a la ventisca. Ha sobrevivido ahí fuera durante estos días hasta que el buen tiempo de hoy le ha permitido completar su viaje.

- Bienvenida sea, mi aletargada y temblorosa amiga!!!, digo a la joven recien llegada
- Aunque llegar hasta aquí buena idea dudo que haya sido...., digo a lo bajinis, entre dientes...
- Una sopita bien caliente le apatece?...

Si quieres quedarte, no te lo voy a impedir, pero te advierto ya, puede que mañana no despiertes. Entre nosotros hay un asesino. No lo digo por asustarte, sino por prevenirte. Bienvenida al "Baile".-digo en tono triste a la recién llegada. Debería haber vuelto a casa, pobrecita, otra víctima más para esos cobardes.-Me vuelvo a mi habitación, señores, que pasen una buena noche. Espero poder darles a TODOS Y TODAS los buenos días mañana.-Me retiro a mis aposentos, apesadumbrada.

Er Manuel la miro de arriba abajo un par de veces antes de limpiarse las babas con el primer delantal que encontro a su paso, bueno quien dice delantal dice vestido o camisa le daba lo mismo siempre y cuando se secara la boca.
-MAdre... una se va y una mejor llega, pase moza pase, que alegria no tenemos mucha pero lo que es sitio... Aunque hubiera sido mejor que volviera a casa.¿Necesita un hombre que le de calor? o... prefiere una FRIA manta o colcha, de seguro tendra los huesillos congelaos. Ande esta el Abuelo con el orujo, esta bunea muchacha tiene un PAR de buenas razones para beber ese calienta pies. Si seño...-Dijo antes de necesitar un nuevo cubo y algun trago de algo para no deshidratarse.

Hermeregilda por fin había encontrado la mansión a la que viajaba desde hace días. El mal tiempo había hecho que se perdiera en aquel lugar frío, donde no conocía nada.

Tras algunos días, en los que había sobrevivido, sin saber cómo, vio a lo lejos la mansión con algunas luces encendidas.

¡Por fin!.- pensó mientras se dirigía a duras penas hacia la puerta.

Una vez junto a la puerta, se frotó las manos para entrar un poco en calor, y dio algunos golpes en la madera envejecida de aquella puerta. Sonó hueco, y tras unos segundos, algunos huéspedes le abrieron la puerta.

El aspecto de Hermeregilda era bastante penoso, la nariz y las orejas las tenía rojas, los labios morados y el pelo mojado por la lluvia y la nieve de los días que había pasado a la interperie.

-Hola... Soy Hermeregilda Reoyo, una invitada de la casa. No pude llegar a tiempo debido a la gran ventisca que hubo hace unos días, e hizo que me perdiera.- dice observando a los presentes desde la puerta.

Sonrió a Juanca cuando le ofreció sopa caliente, en realidad le encantaría tomarla pues llevaba varios días sin comer ni beber nada. Otra muchacha que había en el momento en el que abrieron la puerta, no la aceptó con el agrado del anterior, e incluso de repente le dijo que había un asesino entre ellos, algo que Hermeregilda pensó que era una broma pesada para espantarla.

Un hombre mayor, le estaba tirando los tejos nada más llegar, a lo que Hermeregilda no le hizo caso, ni siquiera para contestar aquellas estúpidas preguntas.

Tras un rato de presentación en la puerta, donde seguía congelándose hasta los huesos, Hermeregilda pasó a la calentita y acogedora mansión.

mmm...¿nadie sigue?:S

Manuel se rascaba el bigote mientras observaba a al recien llegada para terminar haciendo una completa exploracion de las hermosas mujeres que plobaban esa mansion del terror. Al ver que esta noche no habia fiesta tambien decidio irse a dormir.
-Ea, pues sus dejo en paz, esperemos que todos nos despejemos las legañas de mañanita y no haya mas disgustos, a la buena noche caballeros y jamonas.