Hanns aprovecha para recuperar su espada del suelo y viendo que los imbuches se lanzaban contra ellos, salto hacia la muchedumbre sembrando golpes de espada con abandono.
-Esto no termina nunca.- Grito entre dientes. -¡Intentad que abra paso el camahueto y sigamos detrás de el!-
Me quedé un poco mirando a lo que parecía algún punto indeterminado, pero cuando vi el objeto en cuestión brillar sonreí. Ya lo teníamos localizado.
En ese momento, las palabras de Hanns me hicieron salir de " mi mundo " y darme cuenta de que la cosa se estaba poniendo bien fea. Parecía que aquello duraría eternamente, hasta que nuestros cuerpos dijeran que se negaban a moverse más.
- ¿ Qué? - Tardé unos segundos en darme cuenta de que hablaba de la mascota y luego sonreí, para volver a subirme a su espalda. La mejor forma de guiarle era con un par de caricias.
- Vamos! Hacía allí...! - Se lo señalé pasando la mano por al lado de su cabeza. - Rápido!
Suspiro, parece que estan decididos a rescatar esa reliquia y yo no puedo dejarlos en la estacada. Maldigo entre dientes.
No te pienso dejar atras, puede que no me importara dejar atras a la reliquia pero no a tí. Digo firme Te seguimos Gabriela digo poniendome en la espalda de la mascota.
El camahueto ahora parece entender a la perfección lo que Gabriela le propone, asi que enfila su paso en sentido de la puerta por la cual pueden salir de ese lugar que se cae. El paso del animal apenas se ve alterado por los imbunches; incluso algunos han comenzado a pudrirse rapidamente, solo quedando un monton de cenizas.
Mientras el camahueto se abre paso y ustedes le siguen, el piso de la sala en la que se encontraban se rompe definitivamente y una emanación potente de luz blanco azulina sale como un manatial disparando su chorro al cielo. Si miran con atención , entre la luz pueden ver flotar las almas de los que fueron esclavizados por los brujos que estaban ascendiendo.
Pero no hay tiempo para quedarse mirando, ya que parece ser que todo esa red de cavernas está colapsando, por lo que no podran descanzar hasta alcanzar el aire libre.
Cuando vieron la luz del sol entre el polvo de los derrumbes por fin se sintieron a salvo. Afuera estaban las personas encerradas en las mazmorras de ese lugar y que fueron rescatados por Fiora. El sol ya comenzaba a la segunda mitad de su camino por el cielo y el cahueto se acerca a comer algo de hierba. Han logrado recuperar esa reliquia, pero estan adoloridos, hambrientos y cansados.
Hanns se deja caer en el exterior sobre la hierba, con los brazos extendidos y los ojos cerrados. Lo habían golpeado, mordido, quemado y vapuleado, necesitaba descansar antes de hacer nada mas.
No le importaba quedarse dormido allí, aunque imaginó que no tardaría en salir algún otro monstruo de esas embrujadas tierras con intención de comérselo.
Pasados unos instantes abrió un ojo e hizo recuento, ¿había salido todo le mundo?
Todo sucedió un poco rápido pues desde luego, no estábamos como para entretenernos demasiado. Todos teníamos un poco de prisa por salir de aquel lugar.
En cuanto mi mascota me acercó a la reliquia de la que ya estaba un poco hasta las narices hice una de esas posturas un poco imposibles que solía hacer y la cogí, antes de poner rumbo hacia afuera yendo la primera, abriendo el paso a los demás con la indispensable ayuda de mi nuevo amigo.
La luz del día era molesta, muy molesta, pero aún así juraría que acababa de ver manchas flotando por el cielo. ¿ Almas siendo libres?
- Vale Dios! Ya he hecho mi buena obra en la vida. Ahora ¿ podrías poner algo de tu parte anda?
Tenía que probar, ahora que me había dado cuenta de que acababa de hacer algo muy bueno sin pedir absolutamente nada a cambio.
- Así te va... Gabriela!
Miré al animal que nos había ayudado tanto y le acaricié.
- Gracias! Has sido de gran ayuda... - En ese momento estiré la mano para que no me volviera a lamer.
Salimos por fin del infierno y yo miro hacia atras sin acabar de creermelo.
¿Se acabo? pregunto un tanto insegura, no me lo acabo de creer, pero la cueva esta derruida y con ello la magia que estuvieran haciendo ahí dentro y los brujos tambien Al final no salio del todo mal... y tampoco fue para tanto. Digo con una risa ya que no creo que nadie se esperara todo lo que hicimos cuando nos embarcamos a este nuevo mundo
Era en verdad muy extraño sentir paz después de tantos problemas, pero estaban ahí, no completos del todo, pero vivos, lo cual era mucho decir en vista de lo que habían vivido.
El animal mascota lame la mano de Gabriela con delicadeza y luego se dedica a comer algo de hierva. Entonces ella puede mirar su pelaje al sol y se da cuenta que la luz saca reflejos multicolores de él, como si tuviera escamas.
Por su parte, Rayen sacó de entre sus ropas el cuerno del camahueto y disolvió el polvo del cuerno en una botella de agua. Luego se la tendió a cada uno para que bebeieran. La verdad es que nosa bía en nada bien, pero las heridas dejaban de sangrar y de doler. La verdad es que ese cuerno es mágico... aunque el efecto
Era en verdad muy extraño sentir paz después de tantos problemas, pero estaban ahí, no completos del todo, pero vivos, lo cual era mucho decir en vista de lo que habían vivido.
El animal mascota lame la mano de Gabriela con delicadeza y luego se dedica a comer algo de hierva. Entonces ella puede mirar su pelaje al sol y se da cuenta que la luz saca reflejos multicolores de él, como si tuviera escamas.
Por su parte, Rayen sacó de entre sus ropas el cuerno del camahueto y disolvió el polvo del cuerno en una botella de agua. Luego se la tendió a cada uno para que bebeieran. La verdad es que nosa bía en nada bien, pero las heridas dejaban de sangrar y de doler. La verdad es que ese cuerno es mágico... aunque el efecto secundario que produjo la primera vez en Hanns se repite, pero obviamente en las mujeres no es notorio. Aunque el momento es algo embarazoso, Rodriguez obvía la situación y les dice:
- Ahora debemos buscar un transporte para volver al continente y devolver la reliquia al pueblo de Rayen. Hemos dado cuenta de dos de los brujos más poderosos, pero hay más en este lugar y podrían venir por nosotros.
Al final iba a resultar que el hombre toro este era un hombre toro pescado, lo que me hizo incluso sonreírle cuando me lamió la mano.
- No sé qué habría hecho sin tu ayuda... - Pensé mientras lo observaba y trataba de recuperar un poco el aliento después de todo lo que había sucedido allí dentro.
Rayen no tardó en sacarnos de nuestras reflexiones, pero como siempre, con mucha razón, pues a mí tampoco me apetecía demasiado averiguar qué represalias nos esperaban después de la que habíamos liado.
- Tienes razón. Lo mejor es que nos larguemos antes de que consigan arrancarnos la piel a tiras. ¿ Alguna idea?
Lo que no creía posible era volver al pueblo aquel de que tuvimos que irnos de aquella manera...
Desde el suelo y con voz cansada, Hanns responde. -¿Y no podemos lanzar el dichoso artefacto al mar?-
Es una reliquia que lleva a saber cuantos años en el pueblo de Rayen... ¿tu tirarías un recuerdo de familia al mar? le digo a Hans con una mirada desaprobadora. Ademas tarde o temprano alguien lo terminaría encontrando, lo mejor es que este en manos de alguien que sabe como vigilarlo...
Qiuen sabe, hemos liberado a unos cuantos rehenes, quizás ahora nos reciban algo mejor... le digo a Gabriela pero sin estar segura del todo, ese pueblo tenía demasiado miedo.
-Es un artefacto que una serie de brujos quieren utilizar para apresar almas y a saber que mas desgracias.-
-Me importa una mierda que sea una cosa cultural ... ¿realmente crees que hay mas posibilidades que alguien encuentre ese maldito hierro tirado en medio del mar y perdido en las profundidades del agua a que alguien lo encuentre en la tribu de Rayen?-
Hanns continuaba en el suelo, levantando ligeramente la cabeza para ofrecer una mirada de incredulidad a Fiora.
-¿Eres consciente que justo cuando llegamos a su pueblo, un ejercito castellano estaba de camino? ... que encontraran el artefacto era una cuestión de tiempo. ¡En el mar es prácticamente imposible!-
Rayen escucha por un momento la discución que tienen acerca de qué hacer con la reliquia, pero ella sanja lo dicho tomando el artefacto que asemejaba un astrolabio y les dice con de manera tajante:
- Esa cosa le pertenece a mi gente y somos nosotros los que hemos de decidir que hacer con él. Hemos de llevarlo a mi aldea para que mi padre y los otros ancianos decidan.
No dejó posibilidad de réplica, pues luego pasó a otro tema.
- Lo que podemos hacer es contactar a gente de mi pueblo que viven alñ sur para que nos lleven al continente. Es la tribu de los chonos y son grandes marinos y pescadores.
Neira y Rodriguez opareceb dispuestos a buscar ayuda de los indios, pero esto implicaba que todos volverían al continente y a la guerra que se peleaba.
Era inútil. Hanns volvió a apoyar su cabeza en el suelo. Nunca le hacían caso y se veía una y otra vez arrastrado de un trifulca a otra.
Permaneció callado en su sitio, cerró los ojos cansado.
Decidió ponerse a dormir, si tenia que ser arrastrado por esas islas a contra-voluntad, al menos que se cansaran los demás. Por hoy ya no le quedaban fuerzas ni para mover el dedo meñique del pie.
Si es que aún lo conservaba.
Cuando había hecho mi pregunta no me había dado cuenta de que ahora, si salíamos de aquel lugar, tendría que volver de nuevo al mismo sitio que quería abandonar antes. Me quería ir de aquí, como bien había dejado claro, pero estaba claro que iba a ser imposible.
- Al menos con un poco de suerte, lograré que me maten pronto... - Lo que llevando el ajetreo que llevábamos últimamente, no era para nada una idea descabellada.
Hanns parecía un poco cansado de todo aquello también, pero nadie podía culparme, eso estaba claro, aunque Rayen jamás fuera a aceptar aquella idea, como mirándolo de su lado también parecía estar claro.
No dije nada. Era mejor no hacerlo cuando la euforia de haber sacado aquello había desaparecido y te da uno de esos bajones enormes como el que me acababa de dar a mí.
Estoy totalmente de acuerdo con Rayen, cualquier decisión con respecto a ese artefacto no debía tomarse a la ligera. Los otros se ponen a discutir sobre lo que debemos hacer a continuación o como ponernos en camino, yo saco mi baraja con la esperanza de que una tirada me muestre lo que nos espera y me ayude a tomar una decisión ¿ya había terminado lo que tenía que hacer a este lado del oceano o debía seguir aquí? esperaba poder vislumbrar lo suficiente para poder tomar la mejor decisión.