Partida Rol por web

Después de una frenética huida, los aventureros por fin consiguieron deshacerse de la siniestra bandada de pájaros. Libres de tan molesto enemigo, y después de tantos golpes y carreras, todos respiraron durante unos segundos antes de saber dónde estaban exactamente.

Cuando alzaron la vista, vieron que habían llegado a uno plaza en algún punto desconocido del pueblo. Y sólo había cinco de ellos: Barril, Eiren, Morowe, Rajmia y Tulia. Al final había ocurrido, se habían acabado separando. Pero no de la manera que habían querido ni de la manera más óptima. ¿Dónde estarían los demás?

Al fin se pudo detener. Estaba recobrando el aliento cuando miró a su alrededor, no sabía en que plaza del pueblo se encontraba, pero al menos no se estaba sola. La situación la tenía preocupada, pero no era el momento de preocupar a los demás. - Espero que los demás se encuentren bien, o al menos que podamos llegar a tiempo para ayudarlos –se dijo así misma.

Aun jadeando por el esfuerzo, dedicó una sonrisa a Eiren y Tulia pues se alegraba de ver a sus compañeras allí. Al ver a Rajmia y Barril, recobró la compostura, se acercó a ellos con decisión y les dijo:

- Pues bien, parece que el azar ha elaborado el grupo... y no se ha portado del todo mal –apostilló con tono convincente. – Sea como sea es momento de actuar. Sugiero que nos movilicemos para encontrar a los demás y vayamos abatiendo a todo lo que nos vayamos encontrando por el camino, no sabemos si los demás han corrido la misma suerte que nosotros y están juntos, o por el contrario se encuentran completamente solos. –concluyó Morowe que, viendo las dudas que habían tenido todos justo antes de que fuesen atacados, estaba dispuesta a tomar las riendas.

Justo cuando Morowe terminó de hablar, un grito aterrorizado rasgó el silencio del pueblo seguido de un rugido sordo. Todos los aventureros sintieron como el pelo se les erizaba (en especial el de Rajmia que era todo pelaje). Ya no eran sólo los cuervos, había mas animales no-muertos en el pueblo.

—Morowe, cariño, creo que vamos a tener que postergar lo de buscar a los demás. Como diría Vanadiato... ¡alguien necesita a los vindicadores!

Un poco mas activo tras la extraña persecución de aquella infesta bandada, Barril Zhukov se retiro el sudor de la frente antes de colocarse bien el casco. Tras las rendijas de su imponente casco, elevó la voz con un tono muy diferente al habitual, mas serio y autoritario.

— Cuando todo empiece no os alejéis de mi, Moradin nos ayudara a protegernos — Después no pudo evitar soltar una pequeña carcajada — Aunque no va a terminar el combate por nosotros, el Gran Padre no priva a sus seguidores de una buena pelea.

Agarro bien su martillo y sonrió.

Asintió con una sonrisa a las palabras de Tulia, y tras oír lo que dijo Barril, Morowe añadió:

- Mantengámonos firmes y no perdamos la calma, estoy segura de que  como dices, Moradin nos amparará y pronto estaremos celebrando la salvación de este pueblo.

Tras decir eso, Morowe comenzó a comprobar que todo estaba en su sitio. Llevó una mano a la empuñadora de la espada, la otra la llevo hasta la flauta que tenía enganchada en la cintura tapada por la capa, y comenzó a carraspear levemente. Todo debía de estar preparado para lo que se avecinaba.

Rajmia, no había terminado de recuperarse aún de la carrera, cuando al azar la vista, sintió cierto desasosiego. Lo último que recordaba con claridad era la organización del grupo que dispuso Aethorn y después todo había pasado demasiado rápido. Oía hablar al resto de aventureros pero no los escuchaba, su mente no paraba de dar vueltas... -¿Dónde diablos estamos? ¿Dónde están los demás? ¿Se encontrarán bien?

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo y sintió cómo se le erizaban todos y cada uno de sus pelos. -¡Por amor de Dios! ¿Qué ha sido ese rugido? Debo centrarme para ayudar a mi equipo, el azar nos ha unido y tenemos que apoyarnos para salir de esta. Ya habrá tiempo de averiguar dónde está el resto.

Tras esto, comprobó que tenía todo lo que necesitaba para atacar. Sacó una flecha de su carcaj y se preparó para atacar de un momento a otro. -Chicos, juntos conseguiremos acabar con lo que venga. Mantengámonos unidos.

Los aventureros corrieron buscando el origen del rugido cuando escucharon más de esos rugidos y el grito de un hombre. Eso los puso todavía más nerviosos. Barril comenzó a quedarse atrás en la carrera, así que para mantenerse unidos tuvieron que aflojar un poco el paso. Las piernas de un enano daban para lo que daban. Por un momento al desaparecer los ruidos el grupo se quedó desorientado pero afortunadamente el sonido de unos golpes contundentes acabó por llevarles hasta el epicentro.

La mezcla de Vindicadores y Guardianes enfiló la calle para acabar encontrándose a dos enormes osos y un lobo. Uno de esos osos estaba golpeando una puerta que desde dentro alguien se afanaba por resistir. Esos eran los golpes que habían oído. Los otros dos muertos vivientes devoraban el cuerpo de un hombre. Seguramente la persona que había gritado horrorizada.

Entonces los animales no-muertos se fijaron en la llegada de los aventureros y se dispusieron a atacarlos.

Situaos en el recuadro verde y reacciones. Tirad iniciativa y si sacáis más de 20 podéis actuar.

Mapa del combate.

Rajmia, corrió a colocarse de forma que tuviese a tiro a unos de los osos, el que se encontraba más a la izquierda. Se preparó para lanzar su flecha, deseando al menos tener la oportunidad de herirlo y no errar en el tiro.

-Puff... deja de temblar, Rajmia. ¡Maldita sea! No puedes fallar ahora... toda ayuda es poca en este momento.

Morowe frunció el ceño al ver a lo que se enfrentaban. Aquellas criaturas podrían ponerlos en serio peligro, más aun, viendo que se encontraban en un pasillo y no tendrían mucha movilidad.

Por ese motivo, desenvainó su espada mientras sin dejar de mirar a aquellos seres, pensaba la mejor manera de hacerles frente.

El trote y las circunstancias habían ayudado a despejarle la cabeza. Así que cuando se encontraron con aquellos seres del averno ya casi estaba en pleno uso de facultades. Noto que Rajmia se movía hacia un flanco buscando un tiro limpio mientras los Vindicadores que iban con ellos se posicionaron a su alrededor.

Barril situado en el centro y golpeando su escudo para llamar la atención de aquellos seres, se disponía a cargar cuando vio un reflejo de refilon. Le pareció ver una forma alargada y, temiéndose lo peor, se giró. En efecto, era una flauta, que Morowe tenia sujeta a la cintura. Una barda, como en sus vaticinios. Se le heló la sangre.

Se iba a dejar llevar por la desesperación, pues sus vaticinios se habían cumplido en el peor momento, cuando su bondad interior se impuso. Estaba actuando como un idiota desde que Kilian abandonase el grupo y el tuviera aquella revelación terrible. Era cierto, parecía que aquella mujer era un bardo pero bueno, no tenia porque ser tan malo.

Ya mejor pero aun alicaído, se giro hacia el combate cuando le llegó un pensamiento: No es elfa. Su vaticinio no se había cumplido del todo. Estaban salvados.

Aferrándose a ese pensamiento recuperó la esperanza y rugió lo mas fuerte que pudo. Para advertir a aquellos seres de que la ira de Moradin iba a caer sobre ellos.

El rugido de Barril fue contesto por uno por parte del lobo no-muerto mientras se lanzaba al ataque. Sin embargo no llegó a alcanzar al enano. Lo bueno de luchar contra muertos vivientes es que la mayoría de las veces no eran especialmente inteligentes.

Lobo se mueve hasta situarse en E5.

Mapa del combate.

Iniciativa: Morowe -> Barril -> Rajmia -> Eiren -> Osos -> Tulia -> Lobos

¡Es el turno de Morowe, Barril y Rajmia!

Explicación: Criaturas grandes. Cómo veis el oso ocupa cuatro casillas en lugar de una, eso es porque se trata de una criatura grande. Las criaturas grandes tienen una particularidad y es que tienen alcance en su ataque de 10 pies. Eso quiere decir que puede atacar a cualquier criatura que esté a dos casillas de ella. Y también implica que amenaza todas las casillas que estén a diez pies de la criatura. Esto quiere decir que si cargas contra el oso, vas a recibir un Ataque de Oportunidad. ¿Por qué? Si Rajmia cargara a por el oso tendría que atravesar L3 a M3. Como G8 es una casilla amenazada y la abandona (recordad que salir de una casilla amenazada provoca AdO) en ese momento recibiría el ataque. Pero si lo hiciera justo ahora, el oso no tendría derecho a AdO. ¿Por qué? Porque como el oso está desprevenido (todavía no había actuado) no tiene derecho al mismo.

Morowe vio como el lobo se aproximaba, miró de reojo al clérigo que se encontraba unos pasos por delante, entre ella y el putrefacto animal. Quizás esa fuese una oportunidad para ser más útil para el grupo que atacando con su espada; puesto que ella no era muy ducha en tales menesteres, pero tampoco tendría ya el tiempo suficiente como para sacar cualquiera de sus instrumentos.

Así pues, Morowe dijo: - Aventureros, no dudéis en ningún momento, pronto estaremos de vuelta con nuestros compañeros. Y tras ello, espada en mano, comenzó a silbar una popular melodía. Quizás pudiesen tener ciertas reticencias al no conocerse unos a otros, pero pensó que el sacarles una sonrisa al reconocer unos acordes, les haría darse cuenta que existían cosas muy sencillas que los unían y que todos tenían en común.

Rajmia, al ver que el lobo estaba realmente cerca del grupo de aventureros, decidió cambiar su objetivo y desplazándose para tener a tiro al pestilente animal, se posicionó y sacó una flecha de su carcaj, preparada para disparar.

-¡Allá voy, bicho espantoso! ¡Prepárate!-la félida trataba de inspirar confianza a sus compañeros, pero por dentro, no hacía más que pensar que ojalá tanta "valentía" no le saliera cara e hiciese enfurecer más aún a aquel asqueroso animal no-viviente.

Iba a aniquilar a aquellos impuros seres para que pudieran descansar en paz. Pero antes debía seguir las ordenes de su dios: defender a los justos y buenos de corazón. Zhukov alzó su martillo y un aura salió de él para recorrer toda la calle.

Tras el pesado escudo, bajo el grueso casco, la dura cota de mallas, y la oscura barba, un ojo al acecho podría ver la fiera sonrisa de Barril Zhukov aparecer. Sus amigos ya estaban mas seguros, ahora ya podía machacar sin contemplaciones.

La flecha de Rajmia se clavó en el no muerto, pero de alguna manera no pareció hacerle mucho daño a la pútrida y blanda carne del lobo. A fin de cuentas, la criatura no estaba viva, ni sangraba, ni tenía puntos vitales. Sólo era una carcasa animada.—Tulia, doble patinaje—entonces Eiren colocó sus manos para conjurar— ¡Aktana strok graseo bural!

Tras realizar su conjuro, la maga apuntó a la zona que había en frente de los dos osos. Entonces pareció brotar del suelo una pátina de grasa, de color marrón y aspecto desagradable.

Rajmia acierta su ataque al lobo. Recuerda que si te desplazas diez pies puedes utilizar la habilidad de hostigar que te suma 1d6 al daño y un +1 a la CA. En esta ocasión no se va a aplicar para que te acuerdes la próxima vez :). Rajmia le hace al lobo 4 puntos de daño dado que el lobo tiene reducción de daño.
Eiren lanza el conjuro Grasa en las casillas L3 L4 M3 M4.

Explicación: Reducción de daño (RD). La Reducción de daño reduce en cada golpe una cantidad de daño y en ocasiones, existen elementos que superan esa RD. En el caso de un zombi, su RD es 5/cortante, esto quiere decir que reduce los 5 primeros puntos de daño de cada golpe excepto si le atacan con un arma que provoque daño cortante.

Los osos consiguieron avanzar por la grasa convocada por Eiren, pero lo cierto es que ésta fue lo suficiente como para hacer que se movieran de una forma más torpe y lenta. Así que de momento los aventureros estaban a salvo.

Para moverse por la grasa los osos tienen que superar un tirada de Acrobacias CD 10. Los dos la pasan pero sólo pueden moverse a la mitad de su velocidad base (20 pies). De esta forma avanzan cuatro casillas hacia adelante.

Tulia chasqueó la lengua fastidiada al ver que los osos no se habían caído debido a la grasa de su compañera. Por suerte si los habían parado lo suficiente.

—Ganemos algo más de tiempo—musitó y repitió el mismo conjuro—¡Aktana strok graseo bural!

Una nueva capa de grasa apareció frente al oso que estaba más avanzado.

Tulia lanza el conjuro Grasa en las casillas H3 H4 I3 I4.

El que ya si estaba con posibilidad de atacar era el lobo, sólo que en lugar de continuar hacia Barril se giró en dirección a Rajmia. La félida le había golpeado y dentro de su escasa inteligencia, eso parecía ser suficiente como para cambiar de objetivo. Tras acercarse  a la arquera, el no-muerto le lanzó una fuerte dentellada en la pantorrilla.

Lobo se mueve hasta situarse en F4 como acción gratuita y ataca a Rajmia. Acierta y le provoca 7 puntos de daño.

Explicación: Rajmia puede disparar estando cuerpo a cuerpo, pero provocará un Ataque de Oportunidad. Para atacar puede dar un paso de 5 pies como acción gratuita (y no moverse más en ese turno y perder el bono de Hostigar) o hacer una prueba de Acrobacias CD 15 para poder moverse 15 pies. Si la acierta se librará del ataque de oportunidad. Grábate a fuego el Hostigar, porque te hubiera dado un +1 a la CA y te hubieras salvado del ataque del Lobo.

Mapa del combate.

Iniciativa: Morowe -> Barril -> Rajmia -> Eiren -> Osos -> Tulia -> Lobos

¡Es el turno de Morowe, Barril y Rajmia!

La félida al verse herida, no se planteó un ataque cuerpo a cuerpo, sino que optó por realizar una acrobacia en un intento de alejarse del lobo todo lo que fuese posible.

-¡Por Dios, Rajmia, es posible que tu vida dependa de ello! No la vuelvas a liar de nuevo... o este putrefacto animal, acabará contigo...

Morowe se sintió aliviada tras ver a Rajmia retroceder, puesto que el mordisco que el lobo le había propinado recientemente, tenía mala pinta.

Mientras no paraba de tararear aquella melodía, la cabeza de la humana era un hervidero. No dejaba de pensar en los posibles movimientos que harían aquellas putrefactas criaturas y como sus compañeros podrían actuar en consecuencia. Hasta el momento lo que más le preocupaba eran los osos y que estos no llegasen hasta donde se encontraban. Por lo que se le ocurrió que ella también podría frenar el avance de estos y que sus compañeras, más capacitadas que ella a la hora de lanzar conjuros, se encargasen de que estos recibieran su merecido.

Por ello dio un paso al frente, y colocándose a la derecha de Barril, estiró el brazo en dirección al lobo añadiendo a su melodía un susurro casi inaudible: - Aktana strok graseo bural.