Tras escuchar en la lejanía los gritos de sus compañeros, y algo asustada al sentir un movimiento extraño cerca, la félida comenzó a arrepentirse de haberse alejado del grupo.
-Rajmia, Rajmia... ¡eres una verdadera idiota! ¿Cómo se te ocurre? Esa curiosidad tuya... algún día va a hacer que no salgas del lío en el que te metes. Y lo peor de todo, es que vas a traerles problemas al resto...-tratando de serenarse, respiró hondo y se puso a la defensiva, observando con el característico sigilo de su raza, a su alrededor.
Dado que llevaba un buen tiempo sin escuchar nada y, tras irse moviendo, ocultándose lo máximo posible, decidió echar a correr de vuelta hacia donde había dejado al resto de aventureros; eso sí, haciendo pequeñas paradas, para asegurarse de que nadie ni nada la seguía.
Fue justo entonces, cuando le pareció divisar a alguien, que corría hacia ella. Decidió ocultarse para ver de quién se trataba, preparada para atacar con su arco, si hiciese falta.-¡Dios! Lo único que faltaba ahora... y sin refuerzos...-y al ver que se trataba de Barril, no pudo hacer otra cosa, que salir corriendo a su encuentro, para darle las gracias y disculparse por su insensatez.
-Gracias Barril, por venir en mi ayuda...-dijo la félida susurrando y bastante avergonzada.-Siento haberte hecho venir a por mi en estas circunstancias... pero mi instinto me traicionó. Y tú dirás que por qué estoy susurrando de esta forma... pues... verás... me pareció escuchar algo extraño y vengo todo el camino de vuelta, pendiente por si me siguen... Debemos regresar con el resto, pero andarnos con mucho ojo.
Eiren negó con la cabeza y dijo molesta.
—Ahí tienes al tipo de aventurero de los que no llegan a retirarse. Héroes—añadió con desprecio, entonces pareció caer en la cuenta de algo—. Perdón, tú vida son precisamente el canto de las heroicidades, ¿no? Tampoco quiero que te quedes sin trabajo.
Tulia no tardó en aparecer.
—¿Dónde están los guardianes?—preguntó alarmada para luego anunciar—. Los osos se han marchado. ¿Sabéis si ha ocurrido algo?
Por suerte no llegó a ser necesaria la respuesta porque Rajmia y Barril aparecieron finalmente al fondo de la calle. Y poco después se les unieron, primero Vanadiato y Berilion, y después, Aethorn, Elbrietas, Jace y Vincenza. Sólo Cobalia, Shem y Klaus estaban en paradero desconocido.
Barril, Morowe y Rajmia continúan aquí.