Partida Rol por web

Al enano le empezó a botar el corazón en el pecho, Adin estaba allí. Al fin podrían enfrentarse a el, y las cosas empezarían a mejorar. Se le notó emocionado cuando respondió a Chetire

— Y el magnifico hidromiel norteño, que del trabajo no vive el enano, ya lo sabéis.

—Entiendo. ¿Os dio mi padre algún mensaje para nosotros?

Aethorn negó con la cabeza ante la pregunta de Chetire mientras veía la posibilidad de introducir el nombre de Shem en la conversación e intentar vislumbrar algún tipo de reacción.

-No nos dejó ningún mensaje para vosotros, pero recuerdo su cara de alegría cuando le dijimos que le llevábamos un mensaje vuestro. También tuvimos la oportunidad allí de observar al que creo que era un hermano vuestro. Estaba dormido cuando nosotros llegamos y vuestro padre se sentía muy orgulloso tanto de él como de vosotros.

El paladín decidió ceder la información justa de aquel encuentro, la de menor relevancia, con la intención de buscar algún tipo de reacción en el forjado ante la mención de Shem.

-¿Qué podrían contarnos ellos de este problema familiar?

Aethorn intentaba mantenerse sereno. Hablar de Shem se le hacía duro. había demostrado ser un guardián y un paladín excelente, y mejor amigo.

No espero aquella reacción de manos del Guardian, el negar la completa presencia de Shem a su lado después de tanto tiempo lo hizo hacer una ligera mueca, por una parte, aliviado, por otra contrariado, había sido mucho tiempo a su lado, pero él no admitir que lo conocían les libraría de recordarlo, de hablar de él y de rememorar recuerdos dolorosos con su perdida. 

¿Entonces podemos pasar?... - Miro al forjado con aire cansado bajando la cabeza y masajeándose los hombros. - El viaje ha sido largo y reposar en un lugar tranquilo con gente amiga hace que el corazón del viajero descanse, estoy seguro que dentro y con una sopa caliente todos nos sentiremos más reconfortados... - Tenían que entrar si querían conseguir algo de información, y estar alli charlando sin pasar y sin ver nada más, no era su idea de charla amena. 

—Sí, podéis pasar—dijo Chetire—. Incluida vuestra nueva compañera.

Con el permiso de los guardias de la barricada, el grupo de aventureros continuó con su viaje hacia Mesné. En cuánto se hubieron alejado de oídos indiscretos, Rajmia les preguntó:

—Bueno chicos, ¿qué pensáis de todo esto?

Morowe no dijo ni una palabra, simplemente comenzó a caminar como si diera pequeños saltos para acercarse con premura al resto del grupo. Eso sí, al pasar justo al lado de Chetire, se llevó dos dedos a la frente y le saludo con una gran sonrisa.

Seguían caminando y Morowe pensaba en que sería complicado sacar información útil sobre los forjados en Mesné cuando Rajmia lanzó su pregunta, a la cual, la bardesa sin poder reprimirse contestó con premura.

- Pues me parece que aquí hay gato encerrado –dijo cayendo al instante en que quizás esa expresión no fuese la más acertada, pero aun así prosiguió. – Demasiadas casualidades se produjeron ¿No creéis? Llegan ellos a Mesné y la mano negra asesina al alcalde. No se elige a uno nuevo, sino que todos confían en ese Adín ¿Para qué? ¿Para formar una milicia y fortificar la ciudad? ¿De verdad creéis que se necesita todo eso para proteger una mina?

Morowe interrumpió un momento su discurso para tomar aire y concluyo diciendo.

- Me da que lo que de verdad quieren proteger es lo que esconde esa fortaleza enana, y por lo que me habéis contado sobre el objetivo de estos... apuesto a que tiene que ver con la creación de los forjados.

Aethorn miró a Morowe entendiendo por qué dijo que había gato encerrado.

-Es cierto que algo raro pasa... No he conseguido ver ningún tipo de reacción al mencionar a Shem, quizás la ausencia de reacción sea lo más extraño. Es posible que tengan algún motivo oculto pero también hay algo que me gustaría hacer y antes quería hablarlo con vosotros. Quiero decirles que Shem se despertó y que fue un guardián y hablarles de cómo murió. Pese a todo son sus hermanos y creo que eso cobra especial relevancia.

Por un momento el paladín miró al cielo recordando a Shem.

-Sé que antes no les he mencionado toda la historia, tenemos una misión delicada y sinceramente, tenemos más interrogantes que respuestas a día de hoy, y debemos seguir investigando. Pero creo que Shem se merece ser recordado por sus últimos actos tan nobles por sus hermano. Así que si os parece bien me gustaría dirigirme a hablar con ellos lo antes posible. Mientras más tiempo pase creo que será peor.

Zhukov se colocó al lado de Aethorn y le golpeó el brazo animosamente.

— No hombre, Aethorn, ya lo dice un antiguo dicho enano ¡Para que se emocione un forjado, gran noticia o hachazo al badajo! Seria mas fácil conseguir que se alegre una piedra. La mejor forma de hacer honor a la vida y obra de Shem es llevar a cabo nuestra mision.— Golpeó un puño contra otro, haciendo resonar su metálicos antebrazos— Hemos de atacar, fuerte y duro, al badajo como he comentado antes.

Después se dirigió a Morowe.

— Respecto a lo de la milicia y la mina. Si los forjados aun mantienen algo de sus creadores. — Señaló orgullosamente hacia donde debia estar su pecho, tapado por su tupida barba y la gruesa armadura — Te aseguró que serán capaces de lo que sea por proteger una mina, incluso, Moradin no lo quiera, vender la cerveza para contratar milicia humana.

—Atacar a los forjados, menciones a Shem... todo eso nos va a delatar, si es que no lo ha hecho ya—dijo con el gesto torcido Jace—. Y a mí es al primero al que le encantaría terminar con esto por la vía rápida. Pero ahora mismo si atacamos a los forjados, nos vamos a echar a todo el pueblo encima. Para ellos, ¡son héroes! Estamos en desventaja, lo sabéis, ¿verdad?

El mago se rascó la cabeza.

—Es posible que haya gato encerrado, pero más que algo en la fortaleza, creo que Adín quiere ganarse la confianza del pueblo. Su objetivo es conseguir un cuerpo como el nuestro, según Shem era una obsesión, estaba dispuesto a lo que fuera. Y eso me imagino que incluye experimentos. Así que nadie sospecharía del héroe del pueblo. Así que si vamos tarde y ya ha habido algo raro... es muy fácil que nos echen la culpa.

- Estoy con Jace –apostillo asintiendo para continuar diciendo. - Si no recuerdo mal, fue el mismo Adin el que lo intento someter y absorber, por lo que hablar de él únicamente nos delataría.

- Deberíamos ser cautos y recabar toda la información que sea posible antes de actuar. Nos estamos metiendo en la boca del lobo y no debemos precipitarnos. –concluyó mientras la figura de Tulia paso por su cabeza. En ese instante pensó si su antigua compañera hubiese firmado esas mismas palabras.

Zhukov movió la cabeza de lado a lado.

—No estoy de acuerdo ¿Vuestras kargdrams no os contaban historias de pequeños? Jamas sale bien meterse en la boca del lobo, seguramente o nos detengan al entrar o nos pongamos en una situación sin salida y en minoría. Aunque estoy de acuerdo en que seria arriesgado atacar con el pueblo a su favor...—Después gruño— Claro, son humanos pueblerinos, se habrán creído todo lo que haya dicho Adin. ¡Mosquis! Bueno, pero aun así alguno habrá que no este contento con esta intromisión forjada, los humanos suelen ser bastante especistas, deberíamos contactar con ellos y ofrecerles nuestro apoyo. Contarles la verdad a estos pobres desbarbados para que luchen contra Adin.

Escucho en silencio lo que decían sus compañeros antes de soltar un suspiro. - Boca del lobo o no, tenemos que entrar, no hacerlo ahora seria visto aun con más perspicacia, así que no tenemos opción ahora si queremos acercarnos a Adin... - Se rasco el cuello con aire cansado, que lo estaba, llevaba noches durmiendo particularmente mal desde lo acontecido con Shem. 

Por otro lado, creo que Zhukov tiene razón, no todos tienen que estar encantados, podemos intentar ver que zonas del pueblo están en descontento y como los trata Adin, eso nos dirá mucho de sus intenciones...- Miro a los demás. - Quizás alguno podría intentar acercarse más a los Forjados directamente para buscar información de ellos o que pretenden... - Miro a Morowe, era la última en llegar y suponía que los forjados no sabían absolutamente nada de la chica, así que sería para ella más fácil moverse y ocultar la curiosidad natural con otra cosa. 

-Entonces... la única forma de evitar que consigan lo que quieran es averiguar sus auténticas intenciones y conseguir pruebas ante el pueblo de ellas.

Aethorn comenzó a pensar alguna forma de conseguirlo pero el sigilo no era su mayor virtud...

-¿Se os ocurre alguna forma para desenmascararles? No va a ser nada fácil...

Los aventureros continuaron caminando hacia Mesné mientras seguían conversando y trazando su línea de actuación. Lo cierto era que la situación no pintaba fácil si Jace tenía razón. Iban a tener que actuar con mucha cautela si no querían acabar con todo un pueblo pidiendo sus cabezas.

El grupo continúa aquí.