Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

El Lago Verde.

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02/12/2019, 19:59
Instrucción: Recluta Reyezuelo.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

- ¿Emboscada? - Instintivamente, sopesó al momento el equilibrio de su gran escudo a la espalda. Empapado como estaba debería resultar una molestia considerable, pero era un problema tan nimio comparado con su propio aturdimiento que no se había parado a pensar en él hasta que se preguntó si BALLESTERO lo decía por precaución o había visto ya algo entre la maleza. 

Escuchar su nombre lo detuvo en seco, girándose hacia el origen de aquel sonido para ver llegar el arco de aquel machete que acaba firmemente clavado en el suelo a su lado. 

Tras la sorpresa inicial, una breve mirada al lanzador. Una media-sonrisa logra abrirse paso en su expresión. Era tranquilizador comprobar que algunas cosas no habían cambiado.

El nombre de aquel K’Hlata no le costó recordarlo.

- Uro - En momentos como aquel, hasta el más mísero reconocimiento sentaba como el mayor de los regalos, viniese en la forma que viniese. Dudaba que alguien como su viejo y huraño tutor esperase palabras bonitas a cambio. Sabía qué hacer. 

Agachándose, se hace con el arma de un tirón y sigue andando comenzando a tensar los músculos en un fútil intento de alejar el frío de sus huesos.

A cada paso que daba nuevas voces se unían de fondo. Su mente empezaba a vagar en el juego del reconozco/no reconozco. Bebía con ansia cada impresión, cada lamento, cada juramento. No solo él era presa de la desorientación, lo que de alguna forma un tanto retorcida fue un alivio. No se lo había inventado. Fue real. No estaba loco ¿Se le había dado bien juzgar a la gente en el pasado? Tras unos instantes llegó a una conclusión. Aunque solo fuera por pura desesperación en aquel momento nadie estaba solo. Ni siquiera él.

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02/12/2019, 21:53
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

No fue fácil salir de aquel lago helado, mucho menos hacerlo tras haber experimentado aquel viaje dimensional. Luchó mucho por resistirse, aferrándose a los pilares firmes en los que había aposentado su existencia. Familia, bondad, honor y entrega, ¿Como iba a fallar a todo lo que había sido hasta entonces por tentaciones tan viles y un sufrimiento tan terrible? No, jamás, la muerte era preferible a ello. Intentó nadar, mantenerse a flote al menos, su pesado equipo le impedía lograr una bocanada de aire hasta que la ayuda llegó en forma de Cabo Barril y Preocupado. - Mil gracias. - Fue lo único que pudo decir mientras trataba de recuperar el aliento una vez pudo tocar fondo, mirando a su alrededor. No tuvo mucho tiempo, la figura de su hermana Palomita siendo sacada por el orondo y acorazado oficial de infantería le insufló nuevas fuerzas, pronto estaría en la orilla tras ayudar a ponerla a salvo. 

- ¡Hermana! ¡Reacciona! - Zarandeó su cuerpo agarrándola por los hombros un momento, iba a comprobar sus constantes vitales y aplicar sus conocimientos de reanimación cuando Capitán apareció y este tomó las riendas de la situación. La orden de formar le pareció tan inapropiada en ese momento que estuvo a punto de obviarla, solo el convencimiento de que ella estaba en buenas manos le hizo cumplirla tras una vacilación inicial. 

Prestó atención a las instrucciones de su mando mientras ajustaba su equipo, sin quitar un ojo a quien le importaba más en ese momento, pronto experimentó el alivio a saber que Palomita estaba fuera de peligro. Con gozo, recibió las instrucciones. - Si mi Cabo, a sus órdenes. - Miró a preocupado, la propuesta no era ventajosa tácticamente y negó suavemente. - Eso nos dejaría expuestos ante un ataque sorpresa, es mejor que ambos la tomemos por la cintura con uno de nuestros brazos, pasaremos los suyos por encima de nuestros cuellos y con la mano del brazo libre aferraremos sendas muñecas. De esta forma la podremos mover con menos esfuerzo, estaremos en disposición de actuar si hubiera peligro a nuestros flancos permitiendo que cualquiera de los dos soporte el peso y lo aleje mientras el otro defiende. - Le respondió decidido, en su cabeza la escena se dibuja clara. - Tu por la derecha y yo por la izquierda, atento, vayamos por detrás hasta que sea seguro y Plumilla se puede hacer cargo de ella. A la de tres arriba, uno, dos... - Ya había ejecutado la operación por el lado izquierdo para que el K'Hlata le hiciera la réplica, una imagen siempre valía más que un puñado de palabras.  

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03/12/2019, 02:08
Instrucción: Recluta Piojillo.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

El frío me cala hasta los huesos, casi anunciando un trágico momento. Escucho a Ballestero y frunzo el ceño. ¿Has visto algo o solo quieres vigilar?

Nos miro a todos y me da pena. Niego y me acerco al montón de madera que hemos reunido. Si morimos de frío poco podros hacer digo, haciendo chocar el acero y el pedernal para que salten chispas.

Una vez con el fuego encendido, me levanto. Empapados no haremos mucho. Calentaros un poco con este fuego y dejemos la otra madera para cuando tomemos la iglesia.

Cuando estemos más secos, seguid buscando leña.

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03/12/2019, 09:38
Cuadro de Magos: Rastrojo, Segundo Mago.

DÍA DE LA FISURA DE LA FOSA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR / 1 DE NEK (NUEVA ERA K'HLATA).

MES: DEL LEÓN / DEL RASTROJO VALIENTE (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Rastrojo dejó de graznar e hizo una reverencia al grajo. Estar tanto tiempo parado había hecho que el frío empezara a calar, pero eso no era problema para todo un chamán.

Espíritu del Gran Grajo:
soy tuyo, tú eres mío.
Haz algo contra el frío,
manda el frío al carajo.

Se impuso las manos para calentar las gotas de agua que mojaban su mal entrenado cuerpo mulato. Por todo el cuerpo. Se dio la vuelta para dar la espalda al resto de la Compañía. Una vez así, separó el taparrabos de su cintura y metió la mano entre ambos. Oh, era como si el mismísimo espíritu de la Sargento Falce le estuviera dando calor...

Espera, esto no está funcionando.

Seguía frío. Cada una de las gotas sobre su cuerpo seguían frías. Estaba contrariado, la magia para quitar manchas y calentar agua era la segunda que le había enseñado Caratótem después de la luz. Había algo raro en el lugar en el que estaban. Era como si las lineas de la magia estuviesen alabeadas, retorcidas. Y la magia viene de los espíritus, así que el espíritu grajo...

¡TÚ! ¡ESTO ES COSA TUYA, ¿VERDAD?! ¡MALDITO PAJARRACO! ¡TE HICE UNA REVERENCIA Y ME LO PAGAS ASÍ! ¡NO ERES NADIE SIN MÍ, ¿LO OYES?! ¡NO ERES NADIE!

Rastrojo cogió una piedra pequeña del suelo y la arrojó al grajo. El pájaro ni siquiera tuvo que alzar el vuelo para esquivarlo: la piedra se quedó corta y la trayectoria fue algo desviada. Era como si el soldado tuviese menos fuerza en el brazo, como si todos estos años de entrenamiento y luchas no hubieran servido para nada. Pero lanzar la piedra sí sirvió para que Rastrojo se calmara.

Entiendo. Se trata de una prueba. Gracias, Gran Grajo. No olvidaré tu guía.

Podía calentarse sin necesidad de la magia. Miró a su alrededor para usar la herramienta más grande de todas: la inteligencia. Lo que vio Rastrojo fue la orilla opuesta. Era un lago, no había marea. El agua siempre se mantenía a la misma distancia del terreno. Eso significaba que la tierra, salvo que hubiera llovido en la última hora, estaría seca. El sol estaba alto, el mediodía, lo que significaba que la tierra había sido calentada por el sol de la mañana. Tierra seca y caliente. Se acunclilló y tocó con la palma el suelo para comprobar su hipótesis, ya que con las sandalias de chamán que llevaba no lo habían notado las plantas de sus pies. En caso de que estuviera caliente, bastaba con rebozarse y rodar por la tierra.

Una vez acabado, más caliente y con un poco menos de dignidad, se unió al Cabo Barril para explorar el edificio de piedra. El sol en lo alto también hacía que la sombra del orondo Cabo se proyectara hacia abajo, así que daba igual en qué lado se pusiera Rastrojo porque no volvería a coger frío por la sombra. La humedad había hecho que los granos de tierra se le quedaran pegados a la piel, resultando en un aspecto lamentable. Cuando el Cabo Barril mencionó la luz, a Rastrojo casi se le escapó ofrecerse a hacer luz con magia chamánica, pero se lo calló. No estaba lo suficientemente seguro de que eso funcionaría. El jerifalte de Infantería también propuso una cosa que a Rastrojo le gustó más.

Apoyo, sí, por supuesto. Gracias, Cabo. Entre ir nosotros tres e ir con apoyo, siempre elegiré ir con apoyo. Más que nada para que no terminemos Dedos, Serpiente y yo matándonos entre nosotros.

Invocó de nuevo su guía, antes de emprender el camino hasta el edificio.

Espíritu del Gran Grajo:
solicito que des tu ayuda.
Porque a ti no te la suda
que hagamos el trabajo.

Miró a Serpiente. Él no aceptaría nunca ayuda de una magia que consideraba inferior y de la que se burlaba constantemente. Con Dedos las diferencias eran otras. No estaba seguro de si aceptaría una bendición de Rastrojo.

Dedos... ¿Quieres la bendición de mi espíritu guía, Gran Grajo, el Primero de la Parvada, Amigo de Picotear entre Horas?-ofreció.

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03/12/2019, 10:40
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.


Frontera regresó helado con algo de leña y la depositó en el mismo montón que Piojillo, que estaba más cerca. Al ver que este intentaba encender el fuego, Frontera se quitó la mochila y sacó su propia yesca y pedernal.

D-d-déjame que te ayude, P-p-piojillo. -dijo el Nubes Dispersas mientras le castañeteaban los dientes.

Entre los dos, pronto crearon dos pequeñas llamitas y en un santiamén el montón de leña ardía con fuerza.

Ooohh... m-mucho mejor... -suspiró aliviado Frontera, frotándose las manos y soplando su aliento en ellas.

Con calma, mientras los demás se acercaban. se quitó la capa negra de la Compañía y sus ropajes tribales, pues estaban completamente empapados. Las dejó secando a una distancia prudencial del fuego. Pese a estar junto al fuego, tampoco quería quedarse ahí en taparrabos, pues no lograría coger calor, así que sacó de la mochila su armadura de cuero y se la colocó pieza a pieza encima. Era algo fría, pero tan apenas estaba mojada y la capa extra le daría algo más de protección contra las bajas temperaturas.

E-en que entre en calor, iré a por más leña.

Ya con la armadura puesta, y en proceso de recuperación de una temperatura más saludable, Frontera se percató de que las hierbas estaban haciendo poco efecto. ¿Era por la humedad? ¿O es que las visiones de Zon-Kuthon le iban a acompañar a partir de entonces para siempre? ¡Con sus propios sueños tenía suficiente! Frontera empezó a mascar las hierbas con más fuerza, haciendo movimientos más marcados y algo de ruido. Mientras miraba al infinito, intentando no recordar, una lágrima caía por su mejilla derecha.

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03/12/2019, 11:04
Infantería: Soldado Nueva Derviche.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.


El frío calaba pronto, y aunque había salido del agua helada y echado a andar, sus huesos y músculos estaban entumecidos. Así que empezó lo que a ojos del resto posiblemente fuera una especie de baile ritual... o de locura. Lo que a nadie extrañaría siendo ella quién era, Derviche, la guerrera impredecible. Pero también se sabía inmune a comentarios acerca de su estado mental.

Matador aún estaba cerca del Cabo Barril, así que para formar un binomio e iniciar la exploración de las ruinas de esa... iglesia, o lo que fuera, debía esperarle. No iba a arriesgarse a explorar sola, y mucho menos a desobedecer una orden directa de su líder. Otro gallo habría cantado si aún fuera Campamentera, pero no lo era, ya no. Una oleada de satisfacción se inició en su diafragma y se esparció por todo su cuerpo, hasta la misma punta de los dedos. Estaba demasiado aterida para sonreír, aunque lo hizo en su fuero interno.

El bailoteo, compuesto de saltos, patadas y movimientos de brazos con el escudo y su cimitarra, ayudaría a entrar en calor, y a preparar su cuerpo, sus músculos y sus reflejos para responder rápidamente a los peligros que pudieran estar acechando. Lo que no impedía, al mismo tiempo, estar atenta a su alrededor, escudriñando la vegetación, las piedras, los rincones que podían ocultar posibles enemigos...

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03/12/2019, 12:26
Infantería: Soldado Novato Preocupado.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

El K'Hlata se sentía preocupado por el hombre al que llamaban Lagrimita y por el que sentía cierta simpatía aunque no consiguiera recordar porqué, sin duda debían de haber vivido alguna experiencia juntos en el pasado pues no le gustaba verlo angustiado por la mujer de metal, Palomita se llamaba, y su estado. Puso una mano sobre el hombro de su compañero intentando transmitirle calma y consuelo.

-No te preocupes Lagrimita, tu hermana estará bien, Plumilla es una gran sanadora. -¿Plumilla era una gran sanadora? ¿Como podía saberlo? Algo en su interior le decía que sí, pero le preocupaba que no fuera verdad y aquel hombre se sintiera decepcionado. Después escuchó la manera como quería mover a la mujer herida y miró como él mismo hacía el movimiento por su lado. No le quedó otra alternativa que hacer lo propio por el otro.- Haremos como dices, pero me preocupa que si nos ataca alguien la dejemos caer y se haga más daño, será mejor darnos prisa y llevarla a un lugar seguro cuanto antes.

Con Palomita levantada el K'Hlata sonrió brevemente a su amigo y después miró con preocupación a su alrededor en busca de algún enemigo. Lo que más le preocupaba era como distinguiría quien era amigo o enemigo entre toda aquella gente casi desconocida.

-¡Mira! ¡Un chamán! -Dijo señalando con la cabeza hacia Rastrojo.- ¿Es de los nuestros? ¡Él podría ayudarnos!

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03/12/2019, 13:14
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Tras las escasas palabras intercambiadas con Ponzoña no perdí la sonrisa. ¿Por qué hacerlo? A pesar de nuestra situación, y más en concreto a pesar de la mía, había sido capaz de sentir el ardor de las ascuas que alguien, o algo, había intentado apagar de forma definitiva. Pero ahí seguían como recuerdo del pasado y como brillante promesa de lo que vendría. Ah, y cuando ese momento llegara...

Cogí aire extasiado. Me había secado con magia y el cuerpo me temblaba de placer . ¡Aún sentía la piel de gallina!

Con aquella agradable sensación recorriendo profundamente mis venas me aproximé a Barril a tiempo de escuchar a Rastrojo ofrecerle "sus servicios" a Dedos.

- Piensa muy bien tu respuesta, Dedos. Un sí podría hacer que Rastrojo se hiciera unas ilusiones que jamás llegarían a ser cumplidas. Aunque ahora que lo pienso, qué más da que así sea. Está acostumbrado a la decepción, a sentirla y proveerla.

Miré a Rastrojo con una amplia y brillante sonrisa que dejaba entrever unos colmillos impropios de un humano.

- Por lo que veo has hecho un nuevo amigo, Rastrojo. Bueno, nuevo... Discúlpame, quería decir tu primer amigo. Pero ten cuidado, aprendiz de chamán: cría cuervos y te sacarán los ojos.

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03/12/2019, 13:26
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Fuera del agua Guepardo escapó de la sensación helada del lago, al igual que la mayoría del resto de la Compañía salvo un par de excepciones que daban al joven qué pensar.

O están muy a gusto o se quieren suicidar, no pudo evitar pensar el hostigador. Fuera lo que fuera era su decisión y en cierto modo había que respetarla siempre que no desobedecieran órdenes, claro está. Junto a otros se centró en buscar leña. Hacía falta encender fuegos cuanto antes o los temblorosos y tiritantes cuerpos colapsarían pronto ante el frío.

El k'hlata, y probablemente la mayoría de los presentes, no estaban acostumbrados ante tan baja temperatura. En la sabana el clima era enormemente más caluroso la mayor parte del año y más benigno en el invierno. Salvo algunas frías noches. Tenía entendido que muy al norte el clima era mucho más húmedo y fresco, con abundantes lluvias y nieves, fenómeno climático este último que solo había divisado en ocasiones, en los picos de nieve perpetua de las grandes cadenas montañosas, muy muy al norte. Quizás habían terminado allá por el efecto mágico. A saber.

Junto a Caracabra el explorador rastreó y encontró rápidamente lo que buscaban. Pronto los dos hombres ya habían reunido un haz de leños para encender un fuego respetable. Pero eran muchos. Haría falta más. Y entre rama y rama, leño y leño... encontró las huellas. Eran pisadas de sandalias, propias de campesinos. Huellas de tamaño humano. No muchas, pero sí unas cuantas. Aquel lugar solía ser visitado eventualmente. Y así se lo hizo saber a los mas cercanos, pero sin emitir grandes gritos. Quizás alguno de los caminantes habituales podía estar por allá, observando asombrado la lluvia de aquellas personas sobre el lago.

- Cabo, este es un lugar levemente transitado. Hay pisadas. Diría que humanas. Y el calzado es sencillo. Posiblemente campesinos. Quizás haya una aldea o granja no muy lejos de este lago y bosquecillo - comentó el rastreador a Ponzoña y a los compañeros junto a él, algunos de ellos afanados en intimar con pájaros, hacer favores o sacar ojos.

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03/12/2019, 14:59
Analista.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.


Asintió con la cabeza ante el consentimiento de su primo, quien le daba vía verde para obrar como le correspondía en su nuevo papel de Analista. Dante cabrioleaba nervioso aunque Beltza mostraba mayor entereza. No era cuestión de forzarles, así que desmontó al tiempo que un escalofrío le recorría al espalda. La humedad y el frío ambiente empezaban a traspasarle tras los primeros minutos de actividad. De seguir así, pronto temblaría como una hoja en el mejor de los casos y en el peor caería enfermo. Rebuscó entre sus pertenencias y encontró una manta de abrigo. Se deshizo de las prendas húmedas y se abrigó con la manta para luego colocar sus cosas sobre Beltza, la más tranquila de sus monturas.

Tras ello, empezó a caminar tras la comitiva que se encaminaba hacia el templo, tirando de las riendas de sus caballos.

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03/12/2019, 15:21
Hostigadores: Cabo Ponzoña.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.


Habían conseguido apilar un buen montón de leña. Haría falta más, pero podría servir para empezar pues pese al ejercicio, el frío y la humedad hacían mella en el K´Hlata y bastaba ver el leve temblor del resto así como sus labios amoratados para saber que aquel era un mal generalizado.

-Buen trabajo, Guepardo. Haces honor a tu nombre. Informaré al Capitán de tu descubrimiento de inmediato -dijo en voz alta-. Hostigadores, no aguantaremos si seguimos mojados y con esta temperatura tan baja. Somos gentes de sol y calor. Despojaos de vuestras prendas y abrigaos con vuestras mantas. Encendamos esta pila de leños. Una vez secos, proseguiremos con nuestra labor -ordenó-. Y todo aquel que esté sobrecargado, que deje sus posesiones junto al carro de Khadesa, pero no quiero a nadie desarmado. Uro, Pelagatos, Campaña, haced una guardia perimetral sin alejaros de esta posición en exceso y cuando recuperéis el calor. Comprobad si hay presencia de más huellas o de algún humano en las inmediaciones.

El Hiena, dando ejemplo, buscó su manta y se envolvió en ella.

-Guepardo, Caracabra, encended el fuego. Que arda como la saba en la sequía. Si lo necesitáis, cuento con yesca y pedernal -dijo ofreciéndolos-. Voy donde el Capitán. Volveré de inmediato.

Miró en derredor, localizando casi de inmediato a su superior. Con un trote ligero corrió hasta él.

-Capitán -saludó cuadrándose-. El hostigador Guepardo ha visto huellas humanas. Dice que de campesinos. Quizá haya una pequeña población en las cercanías. He ordenado que tres de mis hombres hagan guardia en el perímetro y adviertan de cualquier cosa.

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03/12/2019, 17:37
Infantería: Soldado Novato Romo.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Ensimismado, Romo se había quedado aún en las aguas como un completo idiota. Sal de ahí de una vez- se dijo asi mismo mientras comenzaba a moverse y salía de las aguas. Del tiempo transcurrido, había pasado bastante frío, lo que suponía un problema. 

Sus compañeros comenzaban a trabajar, unos cogían leña para hacer fuego, otros recogían el equipo desperdigado de la zona, mientras que otros iban a explorar. Comenzó a caminar hacia donde se encontraba Derviche, la cual estaba haciendo unos bailes extraños, que entendía el guerrero que era más para entrar en calor que otra cosa. 

Sino te importa, voy a imitar tus movimientos- le dijo nada más estar cerca de ella- creo que eso te está sirviendo para entrar algo en calor ¿verdad?- tras esto, deja el escudo y su arma en el suelo, así como su capa mojada.          

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03/12/2019, 18:14
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

 

Plumilla empieza a tiritar aún más y sabe que si no consigue mantener el calor corporal y además subirlo no durará despierta y coherente y no podría ayudar a nadie… Ni siquiera a sí misma. – Cabo Barril, señor, si se me permite… Aprovechando que han encendido una hoguera aquí en la orilla, deberíamos secarnos y conseguir que la temperatura corporal vuelva a subir. – Miró preocupada hacia Palomita, - Es más importante incluso para Palomita, al estar inconsciente no puede mantener su calor corporal igual que despierta. – En el pasado no hubiera titubeado tanto, pero lo ocurrido… la dificultad en recordar, en pensar, la hacía dudar ligeramente de sí misma… Ojalá tuvieran una tienda de heridos que poder montar, allí siempre se sentía segura de ella misma. – El tiempo es esencial en estos casos, Cabo Barril, señor.

Una vez dicho eso, dejó su mochila en el suelo, dando un suspiro de alivio que trató de amortiguar para que no la tildaran de débil, y sacó su manta de abrigo de ésta. Se tapó de cabeza a pies a pesar de que la misma manta estaba húmeda de la estancia en el lago (ambos lagos…), pero esperaba que con ello y la hoguera consiguiera que no perdiese más calor corporal.

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03/12/2019, 18:40
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

El frío comenzaba a llegar a lo más hondo de su cuerpo, sus dientes comenzaba a golpearse mientras él se esforzaba por avanzar. Rebasó el helada agua y llegó hasta sus dos caballos, ellos eran la prioridad en aquel caos. Había escuchado las órdenes de Ponzoña y cualquier k´hlata era capaz de recoger leña, muy pocos de manejar unos animales como los suyos. 

Jerifalte y Orgulloso eran dos bestias magníficas y ambas significaban un mundo entero para él. Animales listos y bien adiestrados estaban lógicamente encabritados por todo aquel psicodélico viaje que acababan de sufrir. Su mente de humano no había procesado demasiado bien todo lo sucedido, mucho menos podría hacerlo la de los caballos. Luchando contra el frío se acercó a ellos y les acarició, no tardaron mucho en hacerle caso. Tanto primero Orgullo como después Jerifalte se relajaron, dejaron de manotear en el aire y asintieron dóciles.

Pelagatos era su jinete y como tal le reconocían, igual que él podía percibir de forma clara como ambos animales estaban alterados todavía. Mas tranquilos que en un principio pero con tensión en sus cuatro patas. Les palmeó a ambos en el cuello con cariño y les habló con tono tranquilo. Tras eso los tomó de las riendas y se apresuró a moverlos para cumplir las órdenes de Ponzoña. Nuevas órdenes que llegaban rápidas con un soplo de viento, por fin iba a poder quitarse la ropa mojada.

Como ordenes cabo —dijo de repleto de formalidad respondiendo al hiena.

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03/12/2019, 18:51
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.



 

Barril repartía indicaciones a su Escuadra, colocando a los hombres y y mujeres que la componían en una formación de avance destinada a llegar con ciertas garantías a la iglesia. Pero un sonido extraño provenía del casco del enorme Oscuro como si un pájaro carpintero estuviera golpeando las paredes metálicas de la pieza. Les llevó unos momentos deducir que debían ser los dientes de Barril castañeteando entre si, y sólo lo adivinaron finalmente porque el sonido se interrumpía cuando el orondo Cabo hablaba.

— Sí Plumilla, pero eso de quitar la armadura ya en la iglesia, la prioridad es llegar allí y luego hacer un fuego en la entrada de ese lugar. Eso va por todos los binomios menos Lagrimita y Preocupado, que puede que ayuden a los camaradas hostigadores a explorar. Los otros tres binomios debéis reunir leña una vez dejéis el equipo como ya indiqué. —

Barril mira hacia la hoguera que han montado al lado del agua y sacude su enorme testa. Era un error quedarse al lado del agua, había algo en su interior que se lo susurraba, pero las órdenes estaban dadas así que se dispuso  a llevar a cabo su parte.

— No Plumilla, nosotros avanzamos. Ocupa tu puesto en formación. —

Luego se volvió hacia Indómito mientras maldecía en silencio a todas las buenas ideas del mundo.

— Será suficiente con que dejes un par de antorchas en el suelo Indómito, junto al resto de tu impedimenta una vez lleguemos allí. Si necesitan luz Dolor las encenderá, así como quedará encargado de encender la leña que los tres binomios acarrearéis hasta la iglesia. Matador y Derviche binomio uno, Cielo e Indómito, seréis el dos, y el tercero os corresponde a Grito y Romo. Al cuarto binomio, Lagrimita y Preocupado, os daré órdenes específicas una vez lleguemos allí dependiendo si entráis con los hostigadores o vais por leña. —

Observó con aprobación como Lagrimita tomaba la iniciativa para cargar con Palomita de la manera más eficiente posible, además siempre estaba el fornido Dolor para echar una mano si era necesario. — Dolor, si se retrasan con Palomita, ayúdales a cargarla. Ayuda a Lagrimita y a Plumilla con su exceso de carga de momento. —

La idea de Indómito tenía su base, pero prefería al más móvil K'Hlata en campo abierto, mientras que un acorazado Lagrimita en una misión de exploración se le antojaba más necesario. Además el Oscuro podía combatir con espada, puñal, daga o una mezcla de todos ellos, siendo tan versátil como la situación lo requiriera, fuera aparte que tenía más experiencia tomando edificios que Indómito.

— Vamos a avanzar en cuña hostigadores, acoplaros donde prefiráis. En cuanto a ti Analista, lo mejor es que juzgues por ti mismo dependiendo de tus intenciones, dónde colocar tu montura. Se me ocurre que podrías cargar a Palomita en ella. A tu discreción, claro. — El oficial les acompañaba finalmente, Barril no había contado con ello y esa idea tardía salió de sus labios. Estaba por ver si Analista querría hacerlo, claro.

Observó por el rabillo del ojo al sucio Rastrojo mientras consideraba sus palabras.

— Tendré en cuenta tus preferencias a la hora de decidirme, Rastrojo. Y ese ave qué, ¿vuela o a la cazuela? —

Más tarde o más temprano se ordenaría al personal forrajear los alrededores, lo cual incluía el cazar cualquier bicho cercano para convertirlo en provisiones. Barril escuchó a Ponzoña hablar sobre el asunto de las pisadas, lo cual sólo le hizo dar un par de vueltas a su maza pesada para reafirmar su determinación.

— Ojos abiertos y armas a punto. Moved el culo. —

Mientras avanzaba echó un vistazo atrás al lago que tantas sensaciones encontradas le provocaba y vio como algunos todavía no habían atinado a salir de sus frías aguas.

— ¡CAPITÁN! O alguien saca a esos del agua o seguro que no lo cuentan. — Sin duda podrían echar mano de algunos campamenteros para arrastrar hasta la orilla a los ateridos K'Hlata que estaban en el agua y secarles en la hoguera, para más tarde cargarlos en el carro de la Pitonisa de ser necesario.

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03/12/2019, 19:43
Hostigadores: Soldado Nuevo Sabandija.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Lo bueno que tenía el frío era que a todos les castañeaban los dientes y tiritaban, y así Sabandija podía disimular el miedo que que sentía ante la negrura del espeso bosque junto al lago.

¿Qué ha sido eso?- Estuvo a punto de gritar cuando por el rabillo del ojo le pareció ver moverse a una misteriosa sombra. - No puede ser. Tú aquí no.- ¿Acaso no había reconocido en la fugaz sombra la silueta de alguien tremendamente familiar? Con el arco pegado al cuerpo comenzó a recular hacia atrás. Mejor no adelantarse solo. Para eso estaban los infantes y hostigadores. De los Campamenteros era la retaguardia, como bien se sabía.

-Me-mejor entrar un poco en calor, ¿verdad?- Preguntó a Piojillo con la esperanza de que se apiadase de ellos. Ya había leña suficiente para iniciar un fuego y luego, con la protección del sus llamas, poder ir a por leña más tranquilos. Echó un vistazo al lago del que habían salido. Por allí seguía Lombriz.- ¡Eh, Lombriz! Sal de ahí o se te arrugarán los dedos de los pies.- Lombriz era su amigo y no quería que se constipara.

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03/12/2019, 19:51
Hostigadores: Soldado Nuevo Dolor.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Salir del agua fría es un alivio que no puedo explicar. Con la agitación de haber aparecido en aquel lugar y aún en la piel la sensación de las torturas sufridas en el otro lugar, no me había percatado de lo helada que estaba el agua y como nuestra temperatura comenzaba a bajar rápidamente. Una vez fuera de ella, comencé a secarme con las manos pues no tengo mochila ni nada más que mis escasas ropas.

"Por lo menos, tampoco tengo mucha tela mojada en mi cuerpo y eso no me enfriará a la larga."

Mientras estoy frotando mi cuerpo con mis manos, escucho al Cabo Barril darme órdenes, a lo que asiento:

 - "Señor, sí, Señor."

Me cuelgo a la espalda la mochila de Plumilla y me cuelgo el arnés de Lagrimita. Sé que en el fondo es una pésima idea que la avanzada lleve las manos ocupadas, llevando peso y heridos, que deberían esperar atrás pues puede ser de cualquier tipo el peligro que allí nos aguarde y deberíamos solo llevar nuestras armas hasta saber que el lugar es seguro, pero las órdenes son órdenes y no se deben cuestionar.

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03/12/2019, 20:08
[RIP] Compañía: Infantería: Matador.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Matador corre para situarse en vanguardia tal como ha ordenado Barril, Derviche ya se ha adelantado. 

Espera que la carrera le sirva para entrar en calor.

Tenía intención de llegar cuanto antes a la iglesia para dejar la mochila y ayudar con la leña, estaba claro que el frío empezaba a ser un grave problema a tener en cuenta y al parecer eran otros los encargados de explorar la iglesia.

Observo a Derviche, su compañera de binomio, le resultaba extraño que Barril se hubiese decantado por ponerles juntos, pero él no iba a dejarle en mal lugar.

Toda la compañía estaba en serios apuros por el frío, pero como avanzadilla no podían olvidarse de la precaución o tendrían dos serios problemas en lugar de uno.

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03/12/2019, 20:14
Hostigadores: Soldado Nuevo Chamán Rojo.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

-¡Ufff!- Un Pies Rojos estaba acostumbrado a pisar sobre la sangre aún caliente de sus enemigos caídos. Aquel suelo húmedo y frío le hacía sentir como que pisara cristales. Con el machete no hacía más que mover hojarasca putrefacta. Más adelante había un bosque. Allí quizá pudiera hacer algo más. Sin embargo, el frío le estaba dejando aterido. Por mucho que se moviera, empapado como estaba, iba a costarle entrar en calor. Vio a algunos compañeros arremolinarse en torno al principio de una hoguera. Sí, sería lo mejor.

- ¡Joder, qué frío!- Sintió un gran alivio al desprenderse de la mochila que cayó pesadamente al suelo.- A las tortugas les gusta también tomar el sol.- Mientras esperaba que encendieran el fuego buscó a Dedos. Le había gritado "no sé qué", así que le hizo una señal con el brazo y asintió como lo haría a un  tonto. Parecía que ella iba a avanzar como parte de los hostigadores. 

- Fijaos en Keropis, nuestro Guardián de los Muertos.- Dijo con un tono lleno de admiración hacia el acorazado compañero.- Ni se inmuta. Largas noches en vela pasaba dedicado a proteger a nuestros muertos como para que un poco de frío pueda detenerlo. Parece que aún conserva mi talismán que lo protege.- Y es que Keropis llevaba una efigie tallada en madera que le había regalado Chamán Rojo. Si fuera verdad aquello él mismo llevaría uno, aunque no quedaba claro que un chamán pudiera usar los poderes sobre sí mismo, así como cualquier cosa.

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03/12/2019, 20:25
Infantería: Soldado Novato Grito, Segundo de Infantería.

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

Sentir la tierra firme de nuevo bajo los píes resultaba alentador. Grito  dió gracias a los dioses al ver que debía ser mediodía, ya que de noche la temperatura sería mucho menor así como los peligros aún por desvelar.

El infante respondió a las órdenes del cabo y se situó en la retaguardia de la columna, aquella playa parecía tranquila quizá demasiado aunque el pensamiento de un ataque no encajaba en la mente del guerrero, ya que sin duda, el punto más vulnerable habría sido en la playa que ahora algunos hombres comenzaban a dejar atrás.

Grito se ajustó la carga mientras esperaba el inicio de la marcha, colocó su escudo cubriendo todo el ancho de su espalda y aferró ambas manos a su lanza.

La iglesia no quedaba lejos de su posición desde la que parecía desabitada, debían asegurar la zona y encender un fuego lo antes posible y solo entonces quizá recuperar el aliento.