Partida Rol por web

Grito avanza según la formación dispuesta.  Al ver en cuerpo colgado se agudiza sus sentidos concentrándose en los alrededores y en el cuerpo intentando averiguar el tipo de arma utilizado y por su estado si lleva mucho tiempo allí.

Guepardo examina el camino, tratando de discernir donde quedaría la población más cercana (Supervivencia).

También examina el cadáver. Principalmente pretende saber su edad, sexo y raza, aparte de si su muerte ha sido ritualista. (Curar).

Percepción y Saber: Naturaleza, dejadas para lo que corresponda.

GRITO:

- No captas nada de particular, aparte de lo que es evidente: Que viendo esto parece que estéis de vuelta en Cho'n Delor.

DOLOR:

- Aunque no conoces este lugar ni su climatología, el lugar donde está puesto este cadáver parece estratégicamente escogido para que exista la posibilidad de que su carne se seque de manera natural, permaneciendo sobre los huesos mucho tiempo. Más misterioso es que no se lo hayan comido los cuervos en su momento.

- Más adelante, oirás un grito aparentemente femenino a vuestra derecha, parecerá provenir de un bosquecillo no muy denso, en el centro del cual hay una colina que muy bien podría ser un túmulo funerario. Esto no pasa inmediatamente, sino cuando avancéis un poco más.

GUEPARDO:

- Durante un largo rato, miras el camino confuso, ya que hay marcas de lo que parecen ser carros que van vacíos hacia el noroeste y regresan bastante cargados hacia el sudeste. Eso casi te hace perder la pista de las huellas de los campesinos que visitan la iglesia abandonada de vez en cuando para orar a Zon-Kuthon. Finalmente deduces que su pueblo está en dirección noroeste. Si tus cálculos no te fallan, andando a buen paso se podría llegar en cosa de veinte minutos.

- Después examinas durante otro largo rato el cadáver. Llegas a la conclusión de que el proceso de secado de la carne que ha hecho que se conservara tanto tiempo podría ser natural, algo propio del lugar elegido para su sacrificio. Calculas que los restos tienen una antigüedad de poco más de siete años. Es evidente que fue torturado con maestría, posiblemente durante bastante tiempo, seguramente con fines rituales.

Era un varón, humano de piel blanquecina, más bien débil, y posiblemente de menos de veinte primaveras de edad. No estás seguro de si pudo haber sido un criminal condenado, tal vez un ladrón u otro delincuente; o si, por el contrario, se trata de un sacrificio religioso, tal vez incluso voluntario...

Frontera continúa avanzando en formación, pero en cuanto ven el cadáver se pone mucho más alerta.

Continúo avanzando en formación, cuando veo el cadáver escupo al suelo con desaprobación, arma en ristre y más alerta si cabe.

Tiradas de curar y percepción.

FRONTERA:

- Observas el camino que va de sudeste a noroeste. Te das cuenta de que Guepardo está observando algo con mucha atención: marcas de carros. Aunque este lugar parece deshabitado, lo cierto es que por aquí pasa tráfico rodado de vez en cuando, o más bien de tarde en tarde, dirías tú.

- Lo del cadáver te parece mal yuyu. Crees que la víctima era un muchacho escuálido y páligo, que fue torturado hasta morir. No sabes cuánto tiempo hace de eso, pero la conservación del cadáver te parece cosa de magia.

LOMBRIZ:

- Observas el cadáver reseco. La carne está completamente seca y tiesa, lo que explica su asombrosa conservación, pues dirías que puede que lleve años aquí.

- El muerto era alguien de vuestra edad, flaco y con poca chicha para empezar, dudas que fuera un combatiente. Fue torturado hasta morir, posiblemente por maestros torturadores de los que no hubiesen desentonado nada en las más lóbregas mazmorras de Cho'n Delor, al servicio del Señor del Dolor.

Hola chicos, he editado mi mensaje de anoche con info extra que he obtenido.

Como no había posteado nadie ni me daba para un post de longitud decentilla, lo he agregado a lo que ya había escrito.

Tarado reza una plegaria por el cadáver allí olvidado y se mantiene en la formación

- Todos se detienen en el camino, observando el cadáver y conversando entre sí.

- Lo cierto es que aquí parecen un poco expuestos, si bien no se ve ni un alma.

- Mientras Frontera habla, Tarado pronuncia una plegaria por el cadáver, y Caracabra vigila con atención. Con suerte al Hostigador no se le escapará detalle alguno.

De hecho al contrahecho K'Hlata Sin Tribu le parece ver algunas extrañas runas en las maderas de las que cuelgan las cuerdas. Tal vez sea eso lo que ha mantenido alejados a los carroñeros para que no se cebaran en el cadáver y así no sea ahora un esqueleto sin carne alguna.

- Tras un rato, todos esperan las órdenes de Guepardo.

Guepardo da su opinión sobre el sacrificio ritual del cadáver, del tiempo que lleva y que pertenece a una raza con piel clara, como la de los oscuros.

También indica que las pisadas de los campesinos se dirigen al Noroeste y cómo huellas de carro que vienen del Sureste también toman la dirección de las pisadas y luego retornan pero totalmente llenas... aunque no sabe de qué. Estima que a buen paso avistarán población en menos de treinta minutos. El bosque comienza a clarear y llegar a sus lindes es cuestión de minutos, dando paso a tierra abierta y visibilidad suficiente para ver asentamientos.

Ordena el avance por el camino del Noroeste mientras se fija en el camino: trata de ver si ha quedado alguna señal o rastro de lo que pudieran cargar los carros.

Tras las órdenes de Guepardo, Frontera avanza con el resto del grupo, fijándose tanto en las marcas del camino como en la linde del mismo.

Lombriz, en vanguardia con Guepardo, se fija en el camino que se va abriendo ante él, y en posibles lugares de emboscada.

Sigo la marcha en mi posición asignada, atento a las copas de los árboles y cielo a finde complementar a mis compañeros

GUEPARDO:

- Crees que son un grupo de tres carros que pasan por aquí una vez al mes o cada dos meses.

- No estás seguro de lo que son, pero el hecho de que a la ida hacia el pueblo hacia el que os dirigís no lleven carga, te hace pensar que no son mercaderes. A menos que sólo vayan a comprar, y paguen con algo que pese poco.