Partida Rol por web

5 años después

El tiempo ha cambiado en la gran ciudad. Es un día soleado, con pocas nubes y un ambiente de celebración. Los animales corretean y los pajarillos cantan alegres, hasta ellos lo disfrutan. No hay insectos, no hay suciedad y los aromas de las flores embriagan las narices de la gente que pasea alegremente con sus familiares, amigos o mascotas. Los adictos a Nippon acuden al parque donde hay un solo árbol del cerezo rosado, para creerse japoneses en este hermoso día de primavera. Nadie podría estar triste con tan buena temporada.

Los niños juguetean por el parque y traviesos se esconden en sus escondrijos. «No te escondas bajo el puente», aconsejan las sabias madres y ellos desobedientes se atreven a curiosear como puros aventureros.

—¿Quién anda ahí? ¡Vete! —exige una voz turbia tras unos escombros de pestilencia. Los niños de ahora no se asustan tan fácilmente, necesitan un poco más de las emociones que no se ven en Tik Tok—. ¡Grrr! ¡He dicho que te vayaaaas!

Se escucha un crujido de objetos caer. A ojos de niños debe tratarse de un centro paramédico abandonado, puesto que en el suelo aparecen numerosas jeringas, papeles manchados de rojo y marrón, y fundas de algodón especiales que usan sus madres una vez al mes. Ellas ya les advirtieron, no deberían esconderse allí abajo, es peligroso.

—¡¡¡Dylan, hijo de puta, como seas tú te voy a matar!!! —la chica de aspecto aterrador y pelo enredado salió del escondite cojeando de un lado con una navaja en la mano. Le costaba sostener su arma blanca por un brazo débil lleno de cortes y pinchazos. Cuando vio a los niños su expresión cambió a una más terrorífica—. ¡JAJA! JAJAJAJA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! —en este punto, los niños ya salieron corriendo—, ¡JAJAJAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

La chica se quedó en su jolgorio hasta que llegó la policía y se la llevó. No fue difícil tirar de un cuerpo tan desnutrido.

—¡Cabrones, soltadme! ¡Soy inocente! ¡JAJAJAJAJA! Dejadme ver a la directora de la partida. ¡JAJAJAJAJAJA!

Cerró los ojos y cuando se despertó estaba en un centro psiquiátrico de paredes acolchadas y un traje que impedía hacerse daño. Arriba había un espejo acomodado con una cámara que dejaba verse la cara. No estaba tan enmarañada como en el puente, pero sabía que aquella persona no era ella.

—Bitch —la chica sabía bien a quién se lo estaba diciendo.

Cuando las ramas del destino se bifurcan, cualquier camino es posible. Puede que uno de esos caminos corresponda a las decisiones, puede que no tengas posibilidad alguna de cambiar lo que te toca. Acepta tu destino, por muy malo que sea, y cuando estés en tu peor versión, desahógate con un "Bitch", "Zorra", "Puta",... Te sentirás renacida.