Ante vosotros se alza el lugar. Es una vista bastante colorida en el cielo oscuro de la noche. Será seguramente la tercera o cuarta noche que estáis en Shiro Akodo, tras haberos recuperado parcialmente de las heridas. Aún tenéis que hablar sobre cuándo pensáis marchar, si pronto o tras estar totalmente recuperados. Quizás sea un buen momento para empezar a hacerlo, aparte de para divertiros y pasar un rato ameno mientras. El tiempo corre y disponéis de un año, que descanso a descanso puede ir mermando poco a poco.
Estáis en la entrada delante, algunos nerviosos, otros no. Claramente conocéis los tipos de geishas que hay, las muy caras y las tradicionales. Las tradicionales son una buena compañía, un rato de sosiego y poco más, necesitan de regularidad y ser cortejadas para llegar a algo más. Las muy caras son aquellas proclives y preparadas para desfogar directamente las cargas de los samurái, no sin antes compartir algo de sake, claro está. Son geishas y geishos preparados para aquellas personas importantes-samurái- que están de paso y no pueden permitirse un cortejo largo y prolongado.
A ver si cunde la escena y habláis. Ante la duda meto a Yuuka también aquí. Podéis rolear que Akira le mandó un mensaje mediante un sirviente invitándola a acompañarles esta noche por su ayuda en la batalla y así conocerla. Si Yuuka no lo considera oportuno la saco simplemente de la escena.
Por todos los reinos espirituales ¡sí! Tras tanto marchar y batallar se lo merecen. Se lo han ganado. ¡Sin duda!
Niou va con sus ropas buenas andando con un flow que se reserva para los momentos más zen de su vida, esos en los que no hay nada de lo que preocuparse aparte de quedar bien y disfrutar. El chico está en su salsa.
- Oh, si, ¡ooooh si! - exclama el Cangrejo saltándose las formalidades y pasando un brazo sobre el cuello de Ren y el de Akira mientras anuncia: - Creo que nos hemos ganado esto compañeros, keeeehehehehe, hemos sudado sangre por ello, casi que literalmente. Hoy ni monstruos, ni extraños gaijin ni siquiera torneos con mil protocolos que cumplir. Solo buenos samurais con derecho a... ¡disfrutar! Keeeeehehehe, Ren-san, tienes que enseñarme tus técnicas, se de buena mano que eres todo un experto, kehehehe...
Niou está pletórico de contento y tras alabar a Ren se gira a Akira y la señala con los índices como si fueran flechas.
- Y tú... ¡tú! - la agarra de los mofletes por un momento - ¡Benditos los kamis por traerte al torneo y hacerte nuestra compañera de viaje! Generosa, valiente, gran luchadora... ¿Será que Amateratsu ha vuelto a reencarnarse entre los vivos? ¡Keeeeeeehehehe! ¡Tú eres la que más se merece esto así que...! Qué demonios, no tengo mucho pero ¡hoy lo que pidas va de mi cuenta, insisto! ¡Date un gusto a expensas de tu colega Niou, te lo has ganado de sobra!
¿Puedes hacernos una lista aproximada de precios masta?
Akira está radiante por haber conseguido éxito en sus pesquisas. Sin duda era obvio que Ren se apuntaría, Harumi se lo prometió, confiaba en Niou y su "no me enteré"... ¡Pero no esperaba que la León aceptara! Los tenía de algo más estirados y menos vividores, pues la samurái Akodo del torneo lo parecía. Ahora se encuentra especialmente feliz por haberse equivocado en ese detalle. ¡No hay mayor muestra de camaradería que el jolgorio después de la batalla, sí señor!
-¡Y tanto! ¡Esta es la forma de celebrar una victoria! ¡Vivir victoriosos para disfrutar! ¡Buf! Tenía grandes ganas de compartir ratos así con verdaderos amigos. ¡Antes Kouta-san venía conmigo, pero ahora temía el no poder tener ratos así!- Aaanda con Kouta... Parecía tan modosito y amable y al final resulta que le gusta más una fiesta que a un Escorpión un cuchillo.
Por supuesto no parece en absoluto incomodada por la falta de formalidad de Niou, más bien la agradece. -Le voy a tener que hablar de los lugares que visitemos... Jejeje~ Se le van a poner los dientes largos.- Sonríe bastante pilla entre dientes, frotándose las manos. Cuando Niou la toma de los mofletes y le dice semejantes palabras le brillan los ojos de felicidad, agarrándole de los hombros con una gran sonrisa. -¡Ay, ay...! ¡No seas así, hombre! Tengo mis buenas cosas, pero soy un desastre en todo lo relacionado a procedimientos... ¿Por qué crees que vino Kouta-san conmigo? ¡Jajaja! Yo casi que vine al torneo porque le insistí demasiado a mi tía con que quería ganar.- Por un momento le cambia la cara y entrecierra los ojos con inquina, como pensando "esos malditos me robaron el triunfo con su asqueroso atentado". -¡Pero me alegro yo más que nadie de haber acudido! No podría haber conocido a gente como vosotros.
Parece haber sinceridad plena en sus palabras. Sin duda el motivo de su viaje era aprender de otros, llenarse del conocimiento extranjero tal y como la kami Shinjo hizo en épocas pasadas. Recorrer el mundo para crecer como samurái y persona.
-Esta vez irá por tí, Niou-san... ¡pero el favor está por devolver, he dicho!- Le guiña un ojo dándole un suave golpe en el hombro, cómplice.
Harumi se encontraba paseando con sus compañeros, en cierto modo se sentía más unido a ellos que con el resto, pero era extraño. El joven caminaba al lado de Akira y observaba los gestos extraños que tenían entre ellos, como si se conocieran de toda la vida. Al verles intento imitarles de alguna forma.
- Pero Utaku-san... ¿Tu eres de geishas o de geishos? -dice con una sonrisa mientras se inclina un poco- No sabría decirte totalmente tus gustos sexuales -hizo una pausa pensando que seguramente no le gustaran las bromas de ese tipo así que intento arreglarlo- Yo también me siento en deuda con vosotros, a pesar de que Utaku-san no sea una persona muy femenina, puedo efectuar que ambos hacéis un grupo mata-onis bastante curioso. Por otro lado me gustaría divertirme a mi también un rato, hacia tiempo que no iba a buscar geishas.
El extraño humor del Escorpión seguramente no fuera muy bien aceptado, pero por lo menos había intentado caer bien como podía.
No se esperaba recibir una invitación para ir a la casa de geishas de aquellos con los que había luchado antes, pero ella ya había pensado ir de todos modos, así que se reunió en la puerta con ellos. Parecía un grupo muy vivaracho y amistoso, tal vez demasiado. Frunció el ceño cuando los vio tocarse entre si con tanta familiaridad, le parecía algo completamente salido de contexto, pero tras el comportamiento que había visto en el Bayushi y demás supuso que sería una costumbre y grandes amigos entre ellos. Ella por su parte había acudido con algunas de sus ropas más sencillas, un simple kimono con los colores del clan, amarillo y la parte interior marrón, el mon del clan en el lado izquierdo y el de su escuela en el derecho y su pelirroja melena cogida en una coleta.
- Bienvenidos a este hermoso lugar de relajación y autoconocimiento. Me alegra ver que esteis tan felices, pero sed respetuosos con las personas del interior...se que no tengo nada de que preocuparme, pero me quedo mas tranquila.-Vista así sin las protecciones de la batalla se puede apreciar efectivamente su altura inusual, no parece que sea fea o poco agraciada, pero tiene algo que echa para atras. Puede ser la dureza de su mirada, sus movimientos, pero es dificil estar a su lado y mantener la calma.- Y ahora...disfrutemos de la noche, aquí ya me tienen que conocer y todo de la de tiempo que paso por aquí.
Tras decir estas palabras da un paso adelante entrando en el local.
- ¡Así se habla! ¡Keeeheheheh! - Niou asiente a las palabras de todos mientras entra en la casa de geishas siguiendo a Yuuka y frotándose las manos. Y no es para menos...
El chico casi tiene que contenerse para no hacer palmas de la emoción. ¡Cuanta belleza! ¡Qué exqusitez! Las chicas que andan por el lugar son sin duda bien selectas y elegantes. Con razón tienen buena fama las casas de geishas Akodo...
- Matsu-san, alabo el impecable gusto de vuestro Clan, kehehehe... Y siguiendo con la pregunta de Bayushi-san, ¿cuales son tus gustos Akira-san? Por allí hay algunos que quizás te gusten, ¿no? Kehehehe... - dice señalando a una zona con un pequeño grupo de geishos, algunos más masculinos y otros más afeminados, pues para todo hay gustos.
- Pero lo primero es lo primero, ¿no? Saaaaaake para todos, sake sake sakeeee~ - dice el chico pidiendo una ronda para brindar todos juntos.
Me he permitido la libertad de poner algunas fotos de geishas y geishos para agilizar el asunto... espero que al master le parezca bien :P
Harumi al entrar vio a las geishas, la verdad es que esperaba algo mucho más... musculadas, bastas y barbaras, pero al contrario, el prejuicio hizo que quedara impresionado ante las bellezas de forma que quedo maravillado.
La imagen que pasaba por la mente de Harumi antes de entrar eran de mujeres musculadas, sin educación y que eran literalmente muebles de cama.
Tomando la delantera se dirigió a una de ellas, la más hermosa a su parecer. Posiblemente por que tenia cierto parentesco a alguna geisha Escorpión que había en su local favorito de diversiones.
- Tu, sirveme a mi y a mis compañeros esta noche -dice de una forma algo... despectiva- No queremos aburrirnos y me gustaría saber de que estáis hechas las geishas Leonas y por cierto, queremos sake, bastante.
La verdad es que la actitud de Harumi respecto a los heimin dejaba que desear, pero por lo menos con las geishas era bastante liviano, respetándolas minimamente. A continuacion se dirigio a su grupo, si la geisha no creaba ningún problema.
La cara de Akira cuando Harumi insulta a su feminidad es de película. Realmente no le falta razón; no es muy alta, de poco pecho, el gesto menos elegante de todo Rokugan... En general la Unicornio es un especímen cuanto menos intrigante en términos de sexualidad. Al menos de tanto montar a caballo tiene que tener buen culo.
Con la vena de la frente marcada responde de forma tajante, evitando soltar un grito en mitad del lugar que le deje sordo para sus tres próximas reencarnaciones. -Bayushi-san... no sé por qué me da a mi que se te está poniendo cara de Oni...- Es la forma más directa de decirle que como siga por ese camino al final se va a cabrear y le va a meter un katanazo en la frente no literal. Y pega con lo que estaba diciendo Harumi hace un momento sobre el grupo mata-onis. -¡Tch! Sabía que algún día encontraría prejuicios Utaku. Hombres.- Prejuicios dice... hasta su madre le decía que tenía la feminidad de un tetsubo. Quizás le dieron mucha caña en algún momento al respecto y parece que se ha ofendido un poco.
-¡Hmf! Está bien, hablaré. Depende. No me gustan los quejicas nada de nada.- La verdad es que teniendo en cuenta que aquel que se casa con una de su familia acaba de administrador de haciendas mientras la tipa marcha a cortar cabezas... pues es normal que no le guste que se quejen. Entonces... ¿ha admitido que le gusta también su propio sexo? -No se preocupe, Matsu-san. En nuestras tierras alabamos la Compasión como un precepto muy importante. Si los siervos están contentos con sus señores, siempre mostrarán la mejor de sus sonrisas, trabajarán mejor y...- Es interrumpida al escuchar a Harumi tratar de forma despectiva a la geisha y se le marca una vena en el cuello.
Con un leve tic en el párpado agarra a Harumi en el hombro y se adelanta mirando a la chica a la que se ha dirigido con una sonrisa nerviosa y algo abochornada por el comportamiento de su compañero. -Disculpe a Harumi-san, por favor... Lleva un día muy ajetreado y ha tenido un brote de mal humor ahí... ¿verdad, Harumi-san?- Le mira de reojo con esa sonrisa agradable para la chica pero con un contexto de "al final te ahostio" para él. -Tienen un local estupendo. Es mi primera visita en estas tierras y la verdad es que estoy sorprendida.- Asiente cerrando los ojos contenta, eliminando ese matiz agresivo hacia Harumi. Esa chica la verdad es que le gusta, pero... ¡que siga la fiesta!
-Oh, ¿podrías venir con nosotros? ¡Sería un placer contar con tu servicio!- Le dice al tercero de los hombres juntando las manos y esbozando una larga sonrisa. La verdad es que si que se porta bastante amable con heimin y otros siervos, mostrando mucha naturalidad y alegría.
La reacción de Yuuka al escuchar a Harumi hablarle asi a una de "sus geishas" fue similar a la de Akira. La verdad es que parecía a punto de cortar por la mitad al escorpión...con la mirada. Se giró con más o menos rapidez y educación y se acercó al primero de los hombres y a la tercera de las mujeres. - Vosotros también vendreis con nosotros esta noche.- Posiblemente su deseo por golpear al escorpión combinado con la necesidad de trato que necesitaba provocarían que ninguno de los dos se le acercaran mucho, pero allí mandaba su coño y harían lo que ella quisiera. Se dirigió al rincón en el que estarian y se dirigió a Niou.
- Agradezco su comentario Kuni-san. Como toda región nos enorgullecemos del trato y calidad de servicio con la que se atiende a los viajeros y ahora...bebamos.- Toma su vaso y lo alza brindando.- Lo que pasa en las casas de geishas se queda en las casas de geishas.
Tras esto hace un gesto al chico y a la chica que pidió para que se quedasen cerca de ella.
- ¿Y bien? ¿Que ha traido a un grupo tan variopinto a estas tierras?
Harumi ve como Akira le llama por su nombre y a su vez le toca. No es que tuviera nada en contra del todo, pero parece que el sentimiento de amistad no es mutuo. Al parecer la joven se había ofendido y ella se había ofendido más respecto al trato con la geisha. En cierto modo el sentía que era una simple y llana geisha, pero... Tambien piensa que se ha pasado un poco menospreciándola, quizás lo mejor era pedir disculpas y tratarla bien, quizás así pueda ganarse la confianza de la joven unicornio. Se dirige a su geisha elegida y le hace una leve reverencia a modo de disculpas.
- Siento mi actitud señorita -dice Harumi sin tono de broma- La he menospreciado y ofendido. A decir verdad lo que dice Utaku-san es cierto, ha sido un día duro y los kamis no me han sonreído -dice ofreciendo la mano- ¿Seria tan amable de acompañarnos en este duro día y iluminarlo con su presencia esta noche?
La verdad es que Harumi desearía que no la tocara, pero era una geisha, por lo menos esperaba que lo hiciera con delicadeza. Esperaba que Akira se dejara de sentir ofendida al disculparse, pero tenia el presentimiento de que no seria tan sencillo.
-2 punto de vació.
- Kehehehehe...
El Cangrejo se rie entre dientes cuando ve la escena que monta Harumi. La verdad es que le parece una falta de tacto y de gusto tremendas, pero ¿qué se puede esperar de un Escorpión al fin y al cabo?* Se plantea decirle algo, pero termina considerando que con la furia de la pequeña Unicornio tiene suficiente, quizás para varias noches.
Sin embargo por un momento lo reconsidera marcándosele una venita en la sien mientra sonríe forzadamente, porque Harumi ha ido a elegir justo la geisha que más le atraía. Por las sandalias de Jurojin ghjadfsdjsdfsjadasah... Tras contar kamis saltarines en su cabeza Niou se relaja lo suficiente como para reflexionar. Tranquilo Niou... recuerda las enseñanzas del maestro... no, las de optimizacion de cortes para amputaciones de extremidades no... "aunque el río se lleve un pétalo de cerezo siempre habrá otro que caiga en la corriente"... eso. Así que calmándose el chico se acerca a otra de las geishas con una sonrisa amable:
- No he podido evitar fijarme en la exquisitez de vuestras facciones, señorita. ¿Acompañaríais a este humilde sirviente de los kamis y el Imperio esta noche?
El chico le habla con un respeto y obsequiosidad casi adorativa, bastante más refinado de lo que se muestra con los heimin comunes. Parece que realmente le gustan bastante las geishas. Si la chica aceptase dejaría que le tomase del brazo y volvería al grupo.
- Bien, ahora brindemos, ¡brindemos! - anuncia cuando el aske está servido en tacitas para todos, geishas, geishos y samurais. - Por la Emperatriz y el Rokugán. ¡Kanpai!
*Será porque los Cangrejo destacan en finura y elegancia vamos... pero shhhh nadie ha visto nada
Akira parpadea al ver como Harumi se retracta. En parte no se lo esperaba, creyendo que el Escorpión se mantendría en su idea de ser un capullo integral. Durante un momento se queda en silencio pero luego cierra los ojos y sonrie con aceptación, casi pareciendo satisfecha con la disculpa de Harumi. Lo que él no sabía es que en su interior está feliz por haber logrado dominancia femenina frente a un samurái que no es de su clan. ¡Juajuajua! La ira de una mujer Utaku es algo que no se debe convocar y estaba claro que no había querido hacerlo.
-¡Bien, bien! Sentémonos.- Mira al chico que la ha acompañado guiñándole el ojo con complicidad, queriendo echarse una noche de diversión a raudales. Mantiene hacia los hombres y mujeres de compañía un trato muy amigable e incluso cercano, como si apenas hubiera diferencias entre ellos. No les manda, espera que hagan su trabajo bien y les felicita por ello con amabilidad y cordialidad. Tener una cliente Unicornio tiene que ser de lo más agradecido la verdad. -Oh, si, por favor. Sake por aquí sería genial. Estaría muy agradecida.- Cuando empiezan a repartir toma su porción y la levanta en primer lugar con una larga sonrisa, preparándose para el primer copazo de la noche. Una noche que antoja ser bastante larga y entretenida.
-¡Por la Emperatriz, por Rokugán y por un viaje próspero! ¡Kaaanpai!
Ren está con un par de geishas en posición Yuuka. Con el pecho al descubierto bebe de su copa de sake mientras le sigue las gracias a una de las dos, y de vez en cuando comenta con Niou o Akira sobre la calidad de la bebida.-Tiene que creerme Kuni-San, puedo deleitarle con mil historias sobre la gran calidad del sake de las tierras Grulla o incluso Mantis... Pero el sabor y la fuerza de un buen sake León como el de este lugar no tiene nada que envidiarles. ¡Jajajaja! La señorita Matsu-San seguro puede dar veracidad a mis palabras.- Suelta una larga carcajada con cierta decencia, aún así está bastante borracho ya.
Podéis dar por hecho que las geishas os hacen caso en todo mientras las tratéis con un mínimo de respeto y no pidáis nada raro. Son profesionales en su trabajo, y lo hacen con toda la masculinidad y feminidad posible respectivamente. Todas son muy guapas y guapos, por que si no no serían geishas. El encargado no ha pedido dinero, pero todos sabéis lo que cuesta y lo que podría implicar no pagar tras el servicio a la mañana siguiente.
La geisha cogió la mano de Harumi y el la condujo hacia la mesa donde se situaban ellos. La verdad es que no había sido tan desagradable como pensaba ¿Quizás estaba cambiando su predisposición? Sin importar él por que, se dirigió a la mesa junto a sus compañeros, y se sentó al lado de Akira, al sentarse escucho la pregunta de Yuuka y se dispuso a contestar.
- Estamos en un viaje de investigación para resolver el misterio que concierne a la niña adulta, Acadia -dice mientras la geisha le sirve sake en su vaso y el le devuelve el servicio con una sonrisa- Después de ello, si no encontramos ningún motivo para que la joven se quede en Rokugan, tendremos que llevarla tras el muro, pero todo esperamos no llegar a tal punto ya que es importante para bien como para mal.
Al ver a sus compañeros levantarse, el decide seguirles y brindar con ellos.
- Por la Emperatriz y el Rokugán. ¡Kanpai! -dijo Harumi de la misma forma que el Cangrejo.
La actitud insípida del Escorpión seguro que no se quitaría tan fácil, pero por lo menos había adoptado una posición en la cual incomodaba a los presentes y, menos mal, que era amable con las geishas.
El joven fue cambiando sus facciones y relajándose mientras más bebía. No era amante del alcohol, pero este surgía un efecto curioso en él. Hacia que relajara bastante sus intenciones e hiciera las cosas de un modo más... ¿Sincero? Después de quitarse su metafísica mascara dejando ver sus ojos y dejando de lado una sonrisa tan siniestra, empezó a hablar con las geishas para que le contaran chistes, historias y le sirvieran más sake, también hablo un poco con sus compañeros mientras bebía.
A las horas el tono pálido de las mejillas de Harumi fue transformado en un tono rojizo significando que la bebida le había subido un poco y empezaba a disfrutar un poco mas de la fiesta.
-¡Oie oie! ¡Niou-san! -dijo mirando al Kuni- ¿Crees que podrías enseñarme a maquillarme con pinturas tan asombrosas como las tuyas? Digo, realmente todos los Escorpiones usamos una mascara, pero nunca había visto una forma tan llamativa, artística y variopinta de hacer una mascara -dijo riendo al final producto un poco de la bebida.
Después de su frase no pudo evitar mirar a Akira de arriba a abajo. No tenia el cuerpo de una mujer, pero tampoco es que se tratara de una marimacho como aparentaba, en el fondo, a pesar de ser tan poco femenina le ayudaba a resaltar algunos atributos realmente femeninos, o eso o la bebida le estaba afectando de más.
- ¡Oie! Akira-san, realmente me tengo que disculpar contigo seriamente -dijo cambiando a un tono amigable medianamente serio- No eres tan poco femenina como pensaba, mirandote de cerca tienes una cara muy agraciada y un cuerpo muy estilizado -dice mientras toma otro trago de sake- Realmente me siento arrepentido de haber menospreciado a una mujer tan extravagante y única como tu, en cierto modo estaría agradecido en saber más sobre ti, de todas las formas posibles -dijo acompañado de una risa no burlona.
En cierto modo el Bayushi estaba pasándoselo bien y había sacado una personalidad más amable y permisiva sin darse cuenta ¿Seria este la verdadera cara del Escorpión o simplemente seria una treta?
Motivo: Tentación (Consciencia/Vacio)
Dificultad: 0
Tirada (4): 5, 2, 7, 2
Guardados (4): 7, 5, 2, 2
Total: 16, Éxito
-1 punto de vació.
Hay un pronunciado silencio cuando Harumi suelta esa sarta de claras burradas salidas de la imaginación de algún ser del jigoku. Hay varias caras "de punto suspensivo" en la sala y esos segundos se hacen casi eternos para el grupo de los Vigilantes del Cielo. Por suerte cuentan con el talentoso don de Akira para ser escandalosa y llamar la atención rápidamente. Que vamos, no es que sea un don, pero... para salir del paso como que sirve.
-¡JAJAJAJAJA! ¡Dichoso seas, Harumi-san! ¡Que aún no hemos empezado! ¡Si no hemos bebido lo suficiente las historias así no nos van a hacer reir! ¿Te acuerdas el otro día cuando trataste de hacer creer a esas chicas que uno de tus mejores amigos era el campeón rubí? ¡No trates de colársela también a los señores y señoritas que nos acompañan!- Deja escapar una risotada dando un par de palmadas suaves en la mesa, como si se divirtiera realmente por el comentario. En el fondo está acordándose de cuando Kouta se metió los palillos en la nariz para hacerla reir de pequeña, con la correspondiente bronca por parte de su familia. Es una anécdota que la hace desñoclarse cada vez que se acuerda.
No obstante, acordarse de esas épocas también la hace acordarse de otras cosas. Agarra el vaso de sake y se lo liquida de un buche mientras elimina semejantes pensamientos de su cabeza para evitar arruinar la noche y ganar las fuerzas necesarias para arreglar el entuerto.
Motivo: SINCERIDAD EVITADORA DE CAGADAS
Dificultad: 0
Tirada (6): 3, 11 (10, 1), 6, 1, 6, 3
Guardados (4): 11, 6, 6, 3
Total: 26, Éxito
-1 vacío por la tirada.
-1 vacío por la desventaja.
A Niou se le escapa el sake por la nariz cuando escucha a Harumi. Tose estruendosamente girando la cara inmediatamente para no manchar a nadie mientras se aparta ligeramente de la geisha que le acompaña. ¡Pero será hijo de una naga leprosa! Piensa para si mismo mientras mira al samurai Bayushi con un tic en el ojo. ¡Y encima se toma la libertad de llamarle por su nombre y hacer referencia a sus sagradas* pinturas!
- Ngehhh... ugh, ugh... se me fue por mal sitio, si que es fuerte este sake, Ren-san... he, he, he... - ríe forzadamente, y se gira a su geisha con cara de disculpa tras limpiarse suavemente con una servilleta - Perdona mi arrebato, una indisposición temporal... Estos Escorpiones, no se puede creer nada que salga de su boca, ¿eh? - le susurra al oído a la hermosa chica en tono jocoso, guardando una distancia respetuosa pese a lo confidente de sus palabras.
Tras ello hace todo lo posible por no pensar más en Harumi o sus palabras, acomodándose como Ren, abriendo un poco sus ropajes. Puede verse que tiene bastantes cicatrices y un cuerpo bien entrenado. Se echa otra taza de sake, ya que la primera ha ido al aire, y se dedica a conversar con su geisha, preguntándole acerca de su vida, sus aspiraciones, elogiando su delicada belleza...
Motivo: Sinceridad
Dificultad: 0
Tirada (3): 7, 2, 9
Guardados (2): 9, 7 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 16, Éxito
*Sagradamente cool, solo eso
-1 punto de vacío
La leona asiente mientras escucha al Bayushi exponer el motivo de su viaje, como ella había solicitado. Bebió y poco a poco se fue sintiendo más cómoda, hasta tal punto que se sentó al chico y a la chica cada uno a un lado suyo, disfrutando de la compañía. Aunque cuando el escorpión se encontraba completamente embriagado tan pronto no pudo sino escandalizarse por la actitud de este y reirse por la respuesta de la Utaku.
- Desde luego...esto es algo que no se ve todos los días. -Con suavidad empieza a acariciar con las yemas de los dedos los hombros de sus acompañantes, pero sin llegar a nada obsceno...aun.- De todas formas se agradece ver a más guerreras hechas y derechas como tu, aunque sea en miniatura.- No pretendía ser un comentario hiriente, después de todo ante el gran tamaño de la Matsu casi todos eran pequeños en comparación. Era tan atrevida con sus acompañantes porque no era la primera vez que los solicitaba y ya había algo de confianza.
- Bueno, mi memoria no es muy buena, asi que si no me he presentado lo hago de nuevo, y si lo he hecho pues os lo recuerdo. Mi nombre es Matsu Yuuka, soy la nieta de Akodo Ryu y....poco más que contar la verdad. -Empieza a reirse mientras roza un poco más el hombro de la geisha, señal para que ella le de de beber.
La bebida esta surgiendo efecto en Harumi, tanto que ni siquiera se daba cuenta del todo de lo que había hecho o en su defecto la actitud de sus compañeros. Al rato manteniendo una conversación con la geisha, se dio cuenta que sus compañeros estaban apartándose de él, debido a su problema con la bebida y encima rememoro el momento en el que dijo su misión en alto completamente confiado que nadie le escuchaba o que en su defecto solo se encontraba en confianza. Ahora entendía las palabras de Akira. En lo mas profundo de su ser, sabia que la había cagado, incluso un sudor frió mezclado con alcohol había surgido de Harumi. Menos mal que estaba algo subido y no se le había notado del todo.
Después de tranquilizarse por culpa de la subida de alcohol y el profundo estrés que tenia dentro, se acerco al oído de la geisha y le dijo algo bajito. Nada más terminar, esta cogió y fue a buscar su pedido, en respuesta la trajo otra botella de sake. Tenia que evitar emborracharse más, pero no podía en esta situacion. En cierta forma, empezó a tomarse los pequeños chupitos de sake a más velocidad, pero no lo suficiente para sentir que se estaba limando la botella de sake personal de manera preocupante.
La bebida nunca le vino bien al joven, principalmente por que había sido un buen aliado en malos momentos. Encima el alcohol estaba sentándole como tranquilizante y le estaba entrando somnolencia, esperaba que con lo que había pedido se le bajara poco a poco o en su defecto no fuera a peor. Mientras tanto solo siguió pidiéndole a la geisha que hablara de ella, evitando dirigirse más a sus compañeros, tanto por miedo a pifiarla más como por incomodidad ya en el momento.
- Cámbiame las botellas de sake por botellas de sake con agua -dijo en el oído de la geisha en susurro- Cóbramelo como sake y puedes quedarte la diferencia.