-Qué interesante- asentía a Akira. -Descendientes de Gaijin, hm. Yo espero poder viajar tras el torneo. Me parece que me vendría bien tratar de madurar alguna de mis aptitudes antes de simplemente regresar a casa. Aaah.. costumbres. Son maravillosas. Me encantaría poder conocer más sobre ellas y sus diferencias para con otros clanes- comentaba Yusei mientras casi se terminaba su plato principal. -En cuanto a la comida... Hmmm... tema delicado, sin duda. -Pero si te cuento un secreto, en mi casa de vez en cuando se come carne- le susurraba con complicidad a Akira y solamente a ella, mientras se reía un poco por lo bajo, como quien está contando una travesura. A fin de cuentas, Akira siempre se mostraba muy amable y con ganas de hablar mucho siempre. Le gustaba la actitud tan natural de la joven Unicornio.
Los sirvientes trajeron unos mochis como postre. Parecía que el descanso acabaría pronto.