Partida Rol por web

El ambiente se ha levantado algo más fresco, pero es mejor. No es demasiado agradable hacer ejercicio bajo el sol tras la comida. Algunos dirán que es parte del entrenamiento, para el resto simplemente es algo doloroso. La gente se ha vuelto a reunir, los jueces vuelven a estar en su sitio. Hay una serie de dianas y marcas en el suelo, delimitando la distancia entre la zona de tiro y las mismas. Hay jueces cada varias dianas, que parecen vigilar a los participantes.

Parece que está bastante claro de qué irá la prueba. No obstante, Shiba Inori se adelanta, para explicarla ella. -Saludos a todos, y bienvenidos a la Quinta Prueba del Torneo Topacio. Esta vez será una prueba de puntería. Id tomando los arcos por turnos e intentar darle a la diana que hay al fondo del lecho. Tenéis tres intentos para darle. Si le dais a la primera, no tenéis por qué seguir. Lo mismo para el segundo disparo. Si alguien tiene alguna duda que lo diga. De lo contrario, podemos ir empezando.-

Cabe mencionar que como siempre, habéis sido llamado por sirvientes y guiados hacia la zona de la prueba. Todos vais llegando poco a poco y sin prisas. Hay tiempo esta vez. Os han comentado que las pruebas serán menos apretadas.

Yusei salía tranquilamente del recinto. Antes que nada se fijó en algunos de los arcos que estaban apoyados cerca de las dianas. Se imaginó a él mismo levantando ambos brazos al aire mirando al cielo, como dándole GRACIAS a los Kamis por al menos tener aquí la oportunidad de no suspender una prueba más. "Sin embargo, Yusei, no puede ser de otra manera: tienes que darle a todas las dianas por el honor de tu padre y de tu familia, se dice que somos los mejores arqueros de todo el Rokugán. Ante todo, también sabes que no eres perfecto, y que si lo fueras, ya no tendrías nada de lo que mejorar. Por eso estás aquí, para demostrarte una vez más que puedes conseguir lo que sea si crees en tus habilidades, y en tu destino. No debes olvidar nunca cual es tu meta. Sabes que es un propósito elevado, pero jamás debes rendirte ante esto. No ante un arco".

Yusei parecía un poco distraído mientras Inori explicaba el proceder de la prueba. Las palabras de Inori habían sido escuchadas pero no quizás con toda la atención que debería de haberle puesto. Yusei no dudada, no podía decepcionarse a sí mismo. Tenía que volver a coger un arco y demostrarse que él podía ser realmente bueno en la tarea, no en vano le había dedicado todo lo que llevaba de vida hacia tal práctica.

Sin pensárselo dos veces, tal y como Inori dio la señal de comienzo, tiró rápidamente hacia las tres dianas.

No se quedó mirando las flechas, no buscaba reconocimiento de ninguna clase. Esto era algo realmente personal. Tal y como terminó de disparar, dejó de nuevo el arco en su lugar y le hizo una cortés reverencia a Inori para despedirse de ella como correspondía. -Shitsurei shimasu- dijo de forma serena y calmada aunque con el gesto ligeramente fruncido. Parecía no estar completamente seguro de algo, pero prefirió salir de la escena sin mostrar un ápice de intranquilidad o inquietud por aquello que fuera que le rondase por la cabeza.

"No voy a pensar en ello. Simplemente, mantén la forma, espera a que termine la prueba, y concéntrate bien para la siguiente", pensaba mientras se dirigía a la sombra de uno de los árboles cercanos para observar detenidamente la prueba. Realmente parecía algo importante para Yusei. Por primera vez, se podía apreciar a Yusei muy serio y perceptivo. 

Akira lo sabía; había comido demasiado. "Esto no será bueno para la siguiente prueba si es física. ¡Bobadas!" Pensó. "Casi todas han sido intelectuales. Seguro que estos rokuganeses van haciendo cúmulos de pruebas de etiqueta separados por pruebas físicas."

Tiro con arco. Se equivocaba y bastante. Por si fuera poco apenas lo había practicado; quizá un poco de pequeña con el fin de quizás algún día portar un gran arco de caballería. Pero ella era otro tipo de samurái a caballo... ¿por qué no les daban armas a elección y ya? ¡Así se demostraría quién es el mejor samurái en combate!

-De acuerdo.  Ahora voy yo.- Dice tras ver la demostración de Yusei, inclinándose ante la jueza con respeto. La mujer parece una guerrera, y ese es el tipo de personas que más valora. -Gracias por la explicación.-

Akira toma aire y agarra el arco y flechas. De nuevo vuelve a mantenerse pensativa. ¿Qué le dió la victoria ante el anciano aunque no tuviera grandes capacidades en Jiujutsu? Su voluntad inquebrantable y aplicar su técnica a un área inexplorada. Asiente para sí misma muy seria y tensa el arco frunciendo el ceño, manteniendo la vista en la diana. Se mantiene unos segundos esperando a que el viento deje de soplar y finalmente descarga la flecha al primer objetivo.

La flecha llega a su destino y Akira suspira aliviada. Después esboza una leve sonrisa complacida; de nuevo su voluntad vuelve a ganar ante la adversidad. Está en el torneo topacio, justo donde debe estar por la gloria de su Gran Clan.

-Muy bien. Doy paso al siguiente.- Se inclina ante la jueza y se acerca a Yusei al verle tan serio y extraño. ¿Qué le pasa? Si le ha ido muy bien.

-Oi, Yusei-san, ¿está todo bien? Has dado bien al blanco, ¿a qué viene una cara tan larga?- Decide sentarse a su lado si no le dice lo contrario.

Mucha luz y muy al descubierto... Es lo primero que piensa Niou cuando sale al patio trasero, analizándolo instintivamente desde su experiencia luchando tras la muralla. Allí, los lugares así son proclives a esconder una emboscada, en la que no hay donde ocultarse ni a donde correr buscando refugio. Pero esto es tierra de los Grulla, ¿verdad? Aquí el peligro es un cuento de cuna que le susurran en el oído a los niños para mantenerlos firmes. El peligro aquí... bueno, no saben bien lo que es.

El Cangrejo suspira cuando ve de que se trata la prueba. Nunca ha sido amante de arcos y flechas, pues cuando debía atacar a distancia normalmente recurría a su magia, y no a otros medios terrenos. Por eso no tenía mucho interés ni fe de hacerlo bien en esta prueba.

El chico mantis hizo un buen desempeño, quizás incluso excesivo. Pese a acertar la primera flecha continuó en rápida sucesión, disparando dos más. ¿Orgullo? ¿Soberbia? Parece que el arco es para lo que ha sido entrenado, y pese a ello falló por escasos centímetros su segunda saeta. Niou se encogió de hombros, él no creía que fuera a acertar ninguna de las tres. Por un momento sus ojos brillan y su sonrisa se vuelve especialmente aviesa, como si hubiera tenido una idea muy muy controvertida. Pero tras unos instantes la descarta: no se está jugando nada serio aquí y el riesgo no merece la pena.

Finalmente se coloca en posción, pasando detrás de Akira que ha acertado sin mayor espectáculo. Niou gira la flecha en su mano, jugueteando con ella.

- Kehehehe, no querrás ir a estrellarte en esa diana, ¿verdad que no? Kehehehe... - Tras girarla un par de veces más, Niou la carga, la tensa... Y falla. - Kehehe... Como suponía. En fin, a ver si ahora...

Niou carga la segunda flecha, que va un poco mejor, pero nuevamente no cae en la diana. La tercera repite el proceso, mejorando un poco más, pero aún fuera de la diana. El chico se encoge de hombros. Nunca se ha llevado bien con las cosas que tienen que ir por el aire.

- Sssssiguiente~ - canturrea mientras deja el arco y las flechas en su lugar.

A llegar al descampado y ver las dianas así como los arcos, un suspiro de alivio recorrió su cuerpo, después de todo, al contrario que en las anteriores pruebas en esta estaba más versado, después de todo, siempre le había gustado ejercitarse de manera física. Después de ver a los compañeros que le habían precedido en la prueba entraba en ella con ganas renovadas después de todo, quería demostrar algo de su talento de una vez por todas, quizás así su hermana no lo juzgara demasiado al terminar el torneo y ni hablar de su padre...

Al coger el arco y notar su tacto, un escalofrío recorrió su espalda, al coger la primera flecha y tensar el arco, vislumbró durante un momento el objetivo a alcanzar, el centro de la diana parecía un final lejano para el recorrido que debía hacer su disparo, sin embargo antes de disparar, susurró algo inaudible que nadie podría haber escuchado, y haciendo esto procedió a su cometido. La flecha recorrió todo el espacio entre él y la diana en un parpadeo, sin embargo, no acertó por poco.

En su segundo intento, tras fallar el primero, algo de nerviosismo recorrió sus manos y con un titubeo final, después de repetir el pequeño ritual anterior, procedió a su segundo disparo, el cual, falló por más que el primero.

Con su último intento, cogió una profunda bocanada de aire y la soltó lentamente con el arco tensado y la flecha preparada para su disparo, tras aquel pequeño intento de evadirse de los nervios que atormentaban sus manos, consiguió un pequeño momento de relax, las manos no le temblaban y no dudaba de sí mismo, veía a la perfección el objetivo de su tiro. Y una vez más, repitiendo el ritual que antes había realizado, procedió a disparar su última flecha convencido de que daría en la diana.

Al ver que su última flecha fue certera dejó caer sus hombros más relajado y suelto, la verdad es que había sentido verdadero pánico al pensar que fallaría otra prueba más, aunque no sabía a qué le tenía más miedo, si a su remordimiento personal o a la mirada de desaprobación de su hermana y padre. Pese a todo, había salido bien, dejando el arco con cuidado, hizo una leve reverencia a la examinadora, y caminando a paso ligero fue a reunirse con Akira y Yusei, quienes estaban sentados, observando a los demás en sus pruebas. Y con un saludo inicial procedió a comenzar una conversación; -¿Qué tal estais? Ambos habeis hecho unas magníficas demostraciones, sin duda alguna. No sabía que tuvierais tal pericia en el Kyujutsu Yusei-san.

Avanzo con cierta timidez hacia la última prueba... No se me estaba dando nada bien... Esta prueba no la podía fallar por ningún medio.

De manera que cuando llego y veo que es una prueba con el arco, sonrío. Bien, al menos en esta no seré un completo desastre. 

Observo con calma como mis compañeros se van adelantando y cogiendo un arco. Mientras ellos disparan, cojo uno... No tiene un acabado tan elegante como el mío, además de que no es de tan buena calidad, pero sigue siendo un arco. De manera que cuando llega mi turno, me coloco en posición.

El primer disparo lo hago casi sin prestar atención, segura de mi misma. Por eso, cuando libero la flecha, compruebo como esta no se clava en el centro de la diana.

"Maldita sea..."

Tengo que hacerlo mejor, tengo que lograrlo.

Por eso, con el segundo disparo me tomo mi tiempo... Primero cojo la flecha, la cual observo, miro su equilibrio y me fijo en sus plumas... Después, la coloco en el arco y lo tenso. Mantengo la posición unos segundos, asegurando los brazos, el codo alto y la vista fija en la diana. Respiro profundamente un par de veces, y a la tercera respiración, suelto la cuerda.

La flecha corta el aire en un instante y se clava justo en el centro de la diana. Aunque me alegra ver que la precisión ha sido tal, al igual que la fuerza empleada, que la flecha se ha clavado hasta la mitad en la diana. Un disparo impecable.

Nashiro llego a aquel lugar con calma observando el paisaje de manera algo melancólica, le recordaba mucho a su hogar, entonces bajo la vista y vio al grupo y a Natsuki preparándose para la siguiente prueba, Nashiro se posiciono y escucho con atención a la jueza. Nashiro no pudo evitar sonreír, una prueba de las que le gustaba, no daba crédito a sus oídos.

Al ver como los demás iban tomando sus respectivos turnos y aciertos no pudo evitar sentir cierta admiración hacia ellos, aún no se había dirigido a ninguno de ellos, excepto a Natsuki, sonrió suavemente al verla manteniendo ciertamente la calma.

A la hora de llegar su turno coloco las mangas de su kimono con una lazada, para evitar las molestias en el tiro. Tomo el arco y el carcaj de flechas colocanselo a un lado una vez posicionada. 

Se volvió hacia los jueces haciendo una reverencia y al grupo de gente, con el rostro sereno y una suave sonrisa en sus labios. Volvió a mirar hacia las dianas comprobando la tensión del arco, "no tengo que fallar esta... No me esmerado tanto en el entrenamiento de arco para nada".

Respiro hondo volviendo a destensarlo y cogió una flecha del carcaj, se posiciono para disparar cogiendo aire, centrada en el objetivo. 

Tenso el arco suavemente escuchando el sonido de la cuerda apuntando a la diana, mientras cogía aire. Se quedo unos pocos segundos visualizando el objetivo y disparó la flecha dejándola ir hacia el centro de la diana y allí encontró su objetivo. Tomo aire suavemente y bajo el arco con lentitud sonriente con el resultado.

Se volvió de nuevo hacia los jueces haciéndoles una reverencia y luego al público. - Arigato gozaimasu. - Dijo cuando hacia la reverencia y dejo los materiales en su sitio. Se fue a su posición inicial antes de comenzar el encuentro tomando asiento junto al grupo.

Harumi llego bastante tranquilo y con su peculiar sonrisa al encuentro. Se sento en seisa y observo como sus compañeros hacían la prueba. No le pareció nada mal, habían acertado todos, algunos antes que otros, pero al fin y al cabo acertaron. Harumi había practicado y le habían obligado a aprenderse como hacer una demostración de Kyujutsu en su escuela, ya sabes, un samurai tiene que aprender de todo aunque no sea su especialidad. Aun así, no había llegado a hacer algo impresionante, ya que ni siquiera dominaba este campo.

Le toco su turno y se levanto con bastante tranquilidad, camino hasta el estante de los arcos y cogió 3 flechas. No estaba nervioso, pero esta vez no tenia que quedar tan en evidencia como en las otras, si seguía por el camino que había prefijado llamaría tan poco la atención que podría traerle problemas y si conseguía ganar por lo menos parecería un buen arquero.

Según lo que recordaba, para hacer una demostración Kyujutsu primero que nada tenia que colocarse en de lado, calibrando bien su posición, hacia la diana y colocar el arco delante de él. Después tenia que, sin soltar el arco, sacar el brazo de la manga de la yukata más cercana a la diana. Seguido tenia que introducir la flecha con cuidado y tranquilidad y ponerse las otras dos entre los dedos con la punta hacia dentro. Acto seguido, elevar el arco en vertical y poner el flecha para disparar mientras poco a poco iba bajando para cargar el arco. En este momento se sentía bastante concentrado y tenia el tiro perfecto, pero algo le atoro, la mirada penetrante de su hermana. No sentía miedo, mas bien vergüenza, y eso le desconcentro durante el suficiente tiempo como para que el tiro se desviara y sin querer soltase la flecha y diera en... paja. Si, dio en paja no en la diana. Sin perder el tiempo de su tiro perdido coloco el arco en su cintura paralelo a la diana.

Estaba algo nervioso, no podía seguir fallando pruebas y este tiro no era lo que se consideraba un acierto. Esta vez se concentro más y volvió a hacer el pequeño ritual bastante tranquilo y perfeccionando cada paso. En el momento del disparo volvió a sentir esa mirada, pero esta vez no le pudo desconcentrar. Mantuvo el aire y cuando se vio en pos de disparar lo hizo, dando esta vez, en la diana. Quizás no dio en el centro pero aun así estaba contento con su tiro.

Al terminar se volvió a colocar su manga, coloco el arco en su cintura, se acerco a los jueces e hizo una reverencia respetuosa. Nada mas terminar se dirigió andando hacia el estante de arcos para dejar lo propio y coloco la flecha en el carcaj del expositor. Después se dirigió tranquilamente hacia el grupo y se sento en seisa con su tranquilidad idiosincratica. Casi todo el mundo había sentido profunda tranquilidad al ver a Harumi hacer unos movimientos tan lentos y delicados, pero cuando volvió y se sentó al lado de la gente, los mas avispados podían ver una gota de sudor frió bajándole por un lado de la frente.

Yusei se encontraba debajo de la sombra de un árbol cuando se acercaron Akira, Nobu y un poco más tarde Nashiro. Ladeó la cabeza un segundo de forma ligera, como queriendo evadirse por un momento de su propia concentración para volcarse en las personas que ahora tenía a su lado.

-Peripecia, bueno... Creo que ese es el problema. No sé si sabéis que mi familia es reconocida por las habilidades con el arco, a tal punto en que se dicen, son los mejores arqueros de todo Rokugán y, además de eso, mi padre, Tsuruchi Ryuma, es uno de los mejores en el tiro con arco, sobre todo como arquero montado- se pasaba la mano derecha por la cara. -Creo que debería de haberlo hecho muchísimo mejor, eso es lo que pasa. Supongo que es por la presión y la carga familiar que todo esto me conlleva. Por el orgullo de mi padre, tengo que ser tan bueno como él. Es lo mínimo que le debo, después de... -hizo una parada, quedándose en silencio unos pocos de segundos. "Ryusei...". -El caso, es que simplemente me he decepcionado un poco a mí mismo, pero ya estoy mejor, todo es cuestión de práctica, a fin de cuentas. Desde que vine aquí he descuidado mi entrenamiento diario con el arco y eso me ha hecho perder un poco de práctica- sonreía, restándole importancia a todo el asunto. -¿Qué tal os sentís vosotros? Me gustaría que me comentaseis qué os ha parecido la prueba: si os ha resultado difícil, si habéis tenido alguna dificultad concreta, quizá si vuestro resultado era similar a vuestra exceptativa...- Yusei parecía realmente interesado. Por eso se estaba dedicando a observar con tanto detenimiento a los participantes. Quería saber si podía aprender algo nuevo de ellos, o si por el contrario sería Yusei quien pudiera compartir su experiencia con el resto.

Por quinta vez, la gente a medida que va disparando muestra sus respetos a los jueces y se va retirando. Unos hablan entre ellos, otros se quedan expectantes del resto de participantes, para ver sus resultados.

Os podéis ir yendo y retirándoos de nuevo. La siguiente prueba será en un ratito corto, hay tiempo para poca cosa más que dar unas vueltas o hablar un ratito. 

Akira le da una palmada en el hombro a Yusei que sería capaz de espabilar a cualquiera. Le sonrie entre dientes intentando animarle. -¡Entiendo por lo que pasas, Yusei-san! Se dice de mi familia que somos la mejor caballería del Imperio. Pero siendo humildes, también es cosa de nuestros caballos, ¿no? Los corceles de batalla Utaku con los que compartimos un férreo lazo de hermandad.- Esboza una sonrisa algo traviesa y habla bajo con ese carácter animado tan suyo. -¿Sabes cuál es mi mayor temor en el torneo? El poni rokuganés. O mejor dicho, una prueba a caballo que me ponga en evidencia. Temo montarme en un caballo rokuganés y partirle una costilla al espolearle acostumbrada a Kaminari.- Deja escapar una risa entre dientes para luego carraspear y mirarle de forma más seria.

-Lo que quiero decir, es que no tienes que preocuparte tanto. Es honorable y humilde por tu parte admitir que no te ha salido tan bien como debería, pero no estás en casa ni estás utilizando tu arco. Yo he lanzado un solo disparo porque sabía con creces que no iba a salirme otro tan bueno, ¿sabes? Y tú has acertado dos y medio.- Akira se levanta dándole otra palmada, asintiendo de forma firme.

-Tienes el privilegio de sentirte orgulloso por esos disparos. Venga, vamos a la siguiente prueba.- Hace un cabeceo y cierra los ojos, empezando a caminar para dirigirse a la siguiente prueba.

Corriendo comedidamente, Kei llegó bastante tarde a la prueba, quedándose delante de Shiba Inori, inclinándose profundamente, diciendo muy rápido:

- Disculpadme Shiba Inori-sama, disculpad mi tardanza, me he demorado terminando unas cosas en mi habitación, por favor disculpadme.- Miró como era la prueba, tiro con arco.

- Una pregunta rápida, Shiba Inori-sama, se podrán utilizar hechizos en esta prueba y siguientes?- dijo impaciente por poder tirar con arco.

Inori observa de arriba a abajo a Kei con un gesto severo, para variar. Luego suspira levemente, cansada por tanto ajetreo.- Depende, siempre que la esencia de la prueba siga intacta. Mientras el resultado de la prueba se decida por ti, disparando un arco y la flecha llegando a su objetivo por tu habilidad con el arco. Se evalúa la puntería y artes para usar el arco, no otras cosas. No conozco de hechizos, pero cualquier otra cosa no sería válida.- Afirma. Tras ello se gira suavemente haciéndole espacio para que tome el arco.
 

- Oh~ Interesante, kehehehe... - comenta Niou que aún está por allí, viendo el desempeño de otros participantes en la prueba. Cree saber por donde van las ideas de Kei, y ahora que lo ha propuesto no le parece mala idea intentar algo por su cuenta en la siguiente prueba.

- Buena suerte pajarillo, kehehehe... - dice despidiéndose con una sonrisa mientras abandona el terreno de la quinta prueba.

Cogiendo el arco, y colocando la flecha, tomó aire, pero el nerviosismo le hizo perder la concentración en el último segundo, y falló estrepitósamente.

Miró alrededor, como la gente ya se marchaba, pero sus ojos se fijaron en los de Inori.

- No fallaré al clan, no ante tí.- pensó. Entonces, colocó otra flecha, y cerrando los ojos, encontró un poco de calma mental, tensó el arco, y soltó la flecha, impactando en el centro de la diana. Soltó aire, y todavía mirando la flecha, caminó hasta la jueza, que se mostraba impasible, y le entró el arco diréctamente a ella, haciendo una reverencia:

- Aquí tenéis el arco Shiba Inori-sama. Que tengáis un buen día.