Partida Rol por web

Finalmente le tocó al turno a Yusei. Lo cierto es que se había quedado tan ensimismado en su comodidad que sufrió de un exceso de optimismo para consigo mismo y eso produjo que algo fallase al final. Todo parecía ir más o menos acorde con lo que poco a poco iba viendo de sus compañeros pero...

Yusei agarró la taza, y tal y como la tomó, bebió de ella hasta terminarla. El problema venía en que no sabía qué hacer con la taza una vez terminada. ¿Se le debía dar a Haruka? ¿A la joven escorpión? ¿Debía devolverla a la persona que se la había entregado, en este caso Nobu? ¿O quizás... solo dejarla en el centro de la mesa, como si de un té normal se tratase? Ante la duda pensó que antes que quedarse con la taza en la mano dando vueltas ridículamente o siquiera preguntar qué hacer con ella y dejar aún más al descubierto su falta de conocimiento en el tema, simplemente la dejó encima de la mesa, con la calma más tranquila del mundo. Casi como si pretendiese que nadie se diera cuenta de que la taza se movía lentamente hacia más o menos el centro de la mesa, sola, abandonada y acompañada de un silencio sepulcral.

El té sabe amargo y cargado, muy cargado. Le ha tenido que echar tela de hierbas o algo. Decir que es un poco asqueroso es un insulto para la palabra poco. La verdad es que está bien fuerte.

La Escorpión sonríe sibilinamente ante la perfecta demostración de habilidad del grupo. Se acerca a tomar el cuenco, levantándose y tomándolo con sumo cuidado. Los mira y los limpia mientras ladea la cabeza a todo el grupo. -No sabía que eran tan cercanos como para beber del mismo cuenco sin limpiarlo. Aunque parece que los señores Isawa-san y Kakita-san son algo más ajenos al grupo.- Ella mantiene la sonrisa mientras vuelve a dejar su cuenco en el sitio. Y se acerca a un estante aparte para coger más instrumentos.

-Bueno, empecemos entonces. Por favor, disfruten del sabor del té. -Y prepara un cuenco esta vez para cada uno. También trae algunos Higashi o pastas para acompañar el té. Parece que la prueba ya terminó, ahora solo resta beber durante un ratito más y comer algo, manteniendo quizás alguna conversación de poca relevancia. Rato después entraría otro grupo a usar la sala que les ha tocado, tampoco hay muchas casas del té para ser usadas en paralelo. Hay un rato de receso y descanso de casi una hora entre pruebas.
 

Observo a la peculiar mujer y a mis compañeros, como empiezan el proceso del té.

Una vez llega a mí, intento recordar mis clases con Mai, la cual me enseñó todo esto en su día.

Hago todo lo que recuerdo... Aunque, a decir verdad, aquella tarde estaba más pendiente de los cuentos e historias que me contaba que verdaderamente atender al proceso del té... Por eso, mientras ahora lo prepraro, no dejo de pensar en aquellas cosas que me contó...

Sin darme casi cuenta, termino... Pero... Al mirar el té... Tengo la sensación de que se me ha olvidado algo... 

Tiraste bien, pero te quedaste a un punto del éxito. Jajaja. Que rabia, pero todo está en orden. Tiras dos dados y guardas dos dados.