Partida Rol por web

A Akira le cuesta un poco reincorporarse pero finalmente lo consigue. Anda por si sola, si, pero le es un procedimiento bastante costoso teniendo en cuenta la cantida de heridas que porta y la falta de sangre en su cuerpo.

-Kakita Haruka-sama... Jajaja... ya lo dije antes en la sala. Usted ha cumplido como muy buena anfitriona a lo largo de la celebración... y qué más que corresponder como buena invitada.- Intenta buscarle un poco de ánimo al asunto, pero no se halla en su mejor momento. -... Lamento desde el fondo de mi corazón lo de Suzaku-san. He de decir que en ese aspecto si he fallado, pues aquellos que han urdido este plan diabólico han logrado escapar. Quiero pedirle mi más sincero perdón...- Agacha la cabeza en señal de sincera disculpa. Nadie podría negar tras todo lo que ha hecho Akira que está siendo totalmente veraz a sus palabras. ¿Quién se habría lanzado a la batalla de nuevo con tantas heridas?

-La verdad... tiene razón. Añoro esas mesas cargadas de alimento que nunca pude catar...- Se lamenta esbozando una leve sonrisa, cerrando los ojos. Entonces la chica extraña dice lo que parece su nombre y parpadea muy extrañada. -¿Eh? ¿Arcadia? Uah. Es un nombre bastante inusual.- Como que no lo ha oído en su vida.

Arucadia, Arucadia... Niou repasa sus conocimientos para ver si recordase por cualquier rama (Teología, Hechicería o incluso... el saber de las Tierras Sombrías) ese nombre. Mientras lo hace no puede evitar fijarse en cuan... infantil parece esta extraña Gaijin que ha bajado del cielo. Pero eso es algo a lo que no hay anda que hacer al respecto, al menos de momento. Hasta que se aclare su identidad Niou mantendrá un ojo puesto en ella desde una distancia respetuosa. Él no se presenta como algunos de sus compañeros.

Mientras tanto, el Cangrejo se gira a Haruka y le hace una leve reverencia.

- Son los kamis a los que se debe agradecer, Haruka-sama. De no haberme informado ellos de que corríais peligro, quien sabe si hubieramos llegado a tiempo... - aprieta los dientes, pues la herida le duele al hacer la reverencia. Al acordarse de eso pregunta - ¿Qué ha sido de la extraña que estaba ayudando a los traidores, por cierto? Sus habilidades erean... bastante remarcables. Y su sentido del humor, limitado, kehehehe...

Harumi no tenia mucho más que hacer allí. No le iban a dejar interrogar a la niña y tan siquiera hablar largo y tendido con ella, por lo que prefirió darse un descanso.

-Vamos Yuri, me gustaría que me trataras la herida -dijo mientras se dirigía a la casa.

Harumi se dirigió a la casa para que le trataran las heridas. Tampoco es que tuviera muchas, pero... Deseaba que acabara de curarle pronto. No se sabia muy bien la conversación que tuvieron Yuri y Harumi mientras le trataba, pero se notaba que Harumi estaba algo cohibido por su actuación tan... Normal. Eso no quitaba que hablara con ella de forma natural, como si la conociera desde hace tiempo. Al terminar de ser tratado, decidió ir a su habitación a cambiarse de yukata a una mas formal y dejar allí su katana pero no su wakizashi, nunca sabia cuando volverían sus enemigos.

Harumi necesitaba ver a su hermana, quizás por una especie de dependencia extraña o quizás simplemente para que le dijera que le perdonaba los errores que había cometido. Cuando estuvo delante de su hermana se quedo mirándola un momento. Durante la pelea sintió como si nunca se fuera a producir este momento, sentía realmente que iba a morir en aquel momento. Quizás sentía lo mismo que en aquel momento, cuando lo ayudo a sobrellevar su genpukku. Ese amargo sentimiento se volvió a hacer presa de él un poco.

No se sabe muy bien que paso en la reunión con su hermana. Realmente a algunos le hubiera gustado saberlo, pero los secretos no salen de la casa Escorpión.

Mientras ayuda a Yusei, no puede evitar responder a la pregunta de Niou lo más rápidamente y claramente posible.- Después de que Bayushi-san la hiriese gravemente, se retiró. Atravesó una especie de puerta en el aire.- No parece ni loco ni demasiado descabellado después de lo que habéis visto esta noche.

Y finalmente... Llega el grupo de Inori y el resto de supervivientes de la batalla. Están todos heridos. Les cuentan que tras la búsqueda de ayuda de Usagi Nashiro, hubo una revuelta en el banquete, donde casi la mitad de la sala parecía estar organizada y de parte de los traidores. Por suerte, gracias a las habilidades de liderazgo de Shiba Inori y de algunos samuráis como Yorimoto Ren, se hicieron con la victoria.

Aunque, la victoria es algo amarga. Se ha confirmado totalmente la muerte del anciano Suzaku Kakita. Por su parte Sakura Daidoji, aunque no está muerta... No parece poder despertar. Está inmersa en un sueño permanente, o algo así parecen haber descrito los sacerdotes supervivientes. La chica caída del cielo ha sido encerrada en una habitación hasta la llegada de personas que pueden juzgarla.

Por parte de los sirvientes, pocos han muerto. No es que importe demasiado. La mayor parte de los traidores han caído o han sido atrapados para ser interrogados. Muy pocos han escapado, y los que lo han hecho estaban bastante heridos, como Kage y el encapuchado. Por parte de los invitados bastantes han perdido la vida. Entre ellos muchos de los clanes Menores, algún León, Cangrejo y poco más. Sus cadáveres serán entregados a sus familias para un homenaje digno.

El Torneo ha sido cancelado total y sumarísimamente. No hay ganador. Todos hemos perdido. La hospitalidad de los Kakita no obstante se extenderá durante el tercer día y varios más en el caso de los más heridos. Aquellos que no tienen asuntos pendientes en el Hogar Kakita volverán a su casa tras el tercer día. 

Es un día amargo. Todos pasáis una noche bien merecida de descanso junto a vuestros seres importantes y queridos-Si es que los tenéis- Aparte de una buena comida y cena. Las labores de limpieza y honrar muertos se extienden durante toda la noche por parte de los sirvientes y de las no-personas.