Partida Rol por web

Sentí orgullo al escuchar las palabras de la Ductus, diabolizarla era una pérdida de efectivos. Aparte no aparentaba ser alguien de gran antigüedad por lo que podo se podía sacar de ella en ese sentido. Pero yo veía en eso una opción, obtener una herramienta.

La Ductus hizo a su manera la prueba para que Camino sobreviviera o no y debía hacer que fuera lo primero. Mire a sus ojos me agache y acerque a ella, la agarre del pelo y me acerque a su oído, para susurrarla. Te ayudare pero recuerda quien te salvo la vida. Aliméntate de él o te mataran.

Después me incorpore y la mire desde una posición elevada. Solo deja fluir tu instinto, él te guiara, si no como dice mi Ductus, no serás digna de pertenecer a la Espada. Digo con tono duro y cruzando mis brazos, esperando que no fuera idiota y lo entendiera, tampoco era muy complicado.

Al acercarte a Camino sentiste como temblaba, estaba muerta de miedo. No contesto a tus palabras, simplemente asintió y se inclinó sobre el cuello de Dario. Los ojos de Dario se abrieron y sus pupilas empezaron a temblar al comprender la situación pero no podía hacer nada, su final era inevitable. La chica pelirroja clavo los colmillos en la blanca carne de Dario y empezó a chupar, al principio sin ganas pero poco a poco fue apoderándose de ella una furia irresistible y empezó a chupar con más fuerza.  Hasta que el cuerpo del desgraciado Dario callo a sus pies hecho cenizas.

Al girarse de nuevo Beatriz contemplo con satisfacción el resultado, ya tenía a una nueva vampiresa en su cofradía. 

A los diez minutos regresaron Melkart y Constanza ambos venían con cara abatida y no había rastro del loco de Momus. No hubo necesidad de pregunta Melkart contesto antes. Esa puta se ha cargado a Momus, pero ya no volverá a molestar a nadie, esa traidora servirá de abono a las plantas.

Betariz escupió al suelo. Bien marchémonos, esto se está poniendo demasiado negro.

No tardasteis en llagar al coche, desde este se podía ver como la situación de los manifestantes había cambiado radicalmente. Los mineros habían sido disueltos por los antidisturbios y ahora la situación parecía mucho más calmada, solo había grupos de policías dispersos realizando cacheos a alguno de los mineros detenidos

La situación se dio como esperaba, al final el instinto de supervivencia empujo a Camino a realizar lo que debía. La Ductus miro satisfecha la escena, lo lamentaba por Darío, pero solo los fuertes pueden sobrevivir y él no lo había sido.

Mi sire y Melkart volvieron y anunciaron la baja de Momus, no me apeno. Mostro su debilidad al llegar allí aparte de dudar de mí. Era momento de marcharse. Fuimos al coche, desde el pude comprobar que todo aunque aún descontrolado, volvía a su ser. La policía hacia su labor con los mineros y apagaban los pocos conflictos que quedaban.

No era momento para hablar, suponía que Beatriz ahora estaría algo alterada, por lo que me centre en Camino. Me había sentado a su lado, mientras Yuri conducía.

Está bien querida, bienvenida. Yo cuidare mejor de ti, de lo que lo han hecho hasta ahora. Eres una joya. Susurre, tenía en mente averiguar que talentos tenia y que podría ser útil o no.

Ciertamente la misión había terminado, León volvía a estar en manos del Sabbat, aunque a un alto precio. Tres de los miembros de la manada habían muerto y solo habíais repuesto a uno, Camino. Beatriz ordeno limpiar todo y regresar a Madrid a dar cuenta de los sucesos ante el obispo.

Moncada os recibió con los brazos abiertos y con un montón de elogios, había sido una gran misión. También os hablo de las nuevas noticias de la geografía española. Aprovechado la traición de Giangolenzzo, arzobispo de Milán, otros golpes se habían desatado sobre España, concretamente en La Línea de la Concepción, Valencia y Sabadell. Moncada parecía consternado por los múltiples ataques y por el gran número de bajas, pero permitió que descasarais durante una semana.