ABRIL DE 2098.
- Viñeta narrativa.
ABRIL DE 2098:
Durante los primeros días del mes, el equipo de Ingeniería estuvo trabajando frenéticamente en el Taller y los Hangares para poner a punto los vehículos, en particular los mecas.
Pronto, el "Big Dog" y los tres Guardianes Cromados asignados al Equipo Bravo, estuvieron operativos y en fase de pruebas. Había retraso, lamentablemente, en los asignados a los Delta y Charlie.
En particular el Guardián Cromado de Delta, el que hubiera sido para el pobre Ramiro de Maeztu, era un completo desastre, con toda su electrónica completamente arruinada. Puede que lo más sensato hubiera sido devolverlo a fábrica, en el "Cheyenne Mountain Complex" de Colorado, o darlo de baja y desguazarlo, a la espera de recibir uno nuevo, tal vez a mediados del año siguiente, con suerte. Sin embargo, nada de eso era una opción para McNyvel, que se tomó como una cuestión de orgullo el conseguir reconstruir todo el equipamiento interno y volver a ponerlo operativo, aunque fuese una titánica tarea artesanal al alcance de realmente pocos ingenieros.
El viernes día cuatro por la mañana, llegó a la Base de la NEMA en Luisiana la visita del Presidente de los Estados Unidos, acompañado por el Presidente del Senado.
El Equipo Bravo contribuyó de manera importante al anillo exterior defensivo, mientras que Charlie y Delta quedaron relegados a la Base de superficie, la antigua Comisaría de Policía Local.
En el interior, sólo permanecieron el Presidente, junto con su poderosa escolta del Servicio Secreto, y los miembros del Equipo Alfa. Con todo, el Presidente tuvo tiempo de detenerse a charlar con varios miembros de la NEMA.
Por la tarde, el Presidente, Robert Wilson visitó al Gobernador del Estado en su mansión, escoltado por el Servicio Secreto y por los Bravo, ocupando de nuevo el círculo defensivo más externo. Charlie y Delta permanecieron de guardia en Operaciones, y Alfa, como siempre, en la Sala de Control. Por la noche, la comitiva del Presidente partía en el Air Force One.
El siguiente fin de semana a esta situación ciertamente estresante, se concedieron permisos y turnos de descanso, y, salvo para un pequeño retén de miembros de cada Equipo, la Base quedó bastante más vacía de lo habitual.
La siguiente semana se fue terminando la puesta a punto de diversos vehículos terrestres y de varias armaduras de potencia, aunque el Senado decretó que el armamento de destrucción masiva seguiría teniendo su empleo bloqueado, salvo orden especial.
El miércoles, nueve de abril, llegó la célebre periodista Vagni Trondaya Blackheart, de la FOX, a la Base de la NEMA en Luisiana. Su intención era preparar un nuevo "reality show" televisivo basado en el día a día de la NEMA, supuestamente para intentar transmitir al gran público su "lado más humano". Sin duda, todo un montaje propagandístico pactado entre políticos y medios para tratar de mejorar la imagen pública de la NEMA. Una jugada tremendamente arriesgada, aunque posteriormente quedó paralizada por diferentes acontecimientos.
El viernes, once de abril, se celebró una fiesta con barbacoa en la superficie de la Base, junto a la Vieja Comisaría de Highland Road, por el cumpleaños del Coronel Simon Berkeley. Fue casi como una jornada de puertas abiertas, pues cada miembro de la Base podía llevar a un acompañante, y en algunos casos se obtuvieron permisos para llevar a más de uno.
La fiesta fue todo un éxito, y el Coronel concedió permiso a todos, hasta el lunes inclusive, a condición, como siempre, de estar localizable por si se producía una emergencia o situación de misión. El propio Coronel se fue a pasar unos días de vacaciones y descanso en casa de sus bisnietos.
El lunes, día catorce de abril, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, llegó a la Base el Agente Henry William Vanderbilt Junior, procedente de la Base de Atlanta por medio de una petición de traslado. Pronto se reveló que el Agente era Piloto de Guardián Cromado, por lo que le sería asignado el de Ramiro de Maeztu si alguna vez los chicos del Taller conseguían lograr que volviera a estar operativo.
Esa mañana, se produjo un hecho traumático para la NEMA de Luisiana, y fue que la casa donde el Coronel Berkeley estaba descansando con sus bisnietos, en el número 135 de Delphine Street, fue completamente destruida en una devastadora explosión.
La investigación posterior demostraría que se había utilizado un Bloque de Fusión, una tecnología desarrollada en paralelo casi simultáneamente por varias corporaciones (entre ellas KLS, Northern Gun y los departamentos de investigación y desarrollo de varios países especialmente avanzados, como USA, Canadá, Japón y Alemania), y que, de alguna manera (probablemente espionaje industrial no detectado), ha acabado también en manos del Mercado Negro.
Se formaron varios pequeños equipos de investigación de la NEMA. Uno, compuesto por Flaw y Mercio, obtendría muestras del material explosivo utilizado. Otro, compuesto por los Alféreces Branaghan y Wukong, contactaría con el mejor detective electrónico de Luisiana y posiblemente de los estados del sudeste, Mat Goldman, que conduciría a descubrir la implicación de Alas Negras, una famosa "superheroína" soviética, de la que la Comunidad de Inteligencia Estadounidense conocía que aceptaba trabajos de otras partes, aunque sin perjudicar a sus camaradas de la Madre Patria.
Sun Wukong intervino un satélite espía de la NSA y, con los datos sobre el camuflaje electrínico de Alas Negras facilitados por Mat Goldman, pudieron localizarla. De inmediato, salieron varios equipos para interceptarla, aunque el único con posibilidades reales era el compuesto por las dos Águilas de Plata operativas en la Base, la de Charlie Dos, Petrov, y la de Delta Cinco, Buendía.
Durante la persecución aérea y posterior batalla sobre los cielos de Pontchaloula, Petrov traicionó a la NEMA, atacando con su cañón de riel a Buendía y dañándole gravemente. El Cadete mexicano se vio obligado a retirarse, lo que posibilitó a Petrov escapar junto con Alas Negras, presumiblemente para desertar a la Nueva Unión Soviética, entregándoles además como premio adicional un Águila de Plata de la NEMA plenamente operativa.
Por la tarde, el crimen de Delphine Street fue reivindicado por el Joker mediante un multi-hackeo televisivo, en el que afirmó tener en su poder todo un arsenal de neo-armas que pensaba utilizar contra cualquiera que osase enfrentársele, empezando por las autoridades, la policía, el Ejército, y la NEMA.
Se produjo un "debriefing" de los diferentes grupos de misión. Posteriormente, una reunión con la Teniente General Lindsey Sawyer en virtual en la que se decidió que el Capitán Neville se sometería a una investigación y probable corte marcial en Atlanta. Entretanto, el Alférez Branaghan, ahora ascendido a Teniente NEMA, quedaría de forma interina al cargo de la Base.
Al día siguiente en la Base se pidieron informes por escrito de todos, y se produjo un papeleo interminable y mucha consternación.
El miércoles, dieciséis de abril, la Casa Blanca confirmó el nombramiento provisional del Teniente Branaghan como nuevo Director de la Base NEMA de Luisiana y prometió acelerar el programa de protección de armaduras de protección especial, ahora que se sabía que el Mercado Negro podía llevar algún tiempo suministrando neo-armas a terroristas y criminales.
La cadena FOX anunció que por el momento, se suspendía el "reality show" sobre la NEMA de Luisiana. Vagni Trondaya Blackheart se despidió de los que habían sido brevemente sus compañeros y se marchó.
El jueves, diecisiete de abril, se produjo el Funeral (a féretro vacío) del Coronel Berkeley y de su familia. Asistieron autoridades nacionales, periodistas y multitud de curiosos. También estuvo presente la mayor parte de la dotación de la Base de Luisiana, salvo por un retén mínimo que permaneció de guardia en el recinto.
El viernes, dieciocho de abril, era Buen Viernes, un festivo local que el Gobernador Madrigal fijó a finales del año anterior. Fue en general un día triste y melancólico.
El sábado, diecinueve de abril, se produjo una manifestación convocada contra el Alcalde de Baton Rouge para protestar por las carencias de recogida de basuras y las acusaciones de corrupción. La manifestación terminó en violencia cuando intervinieron los Antidisturbios de la Policía Local y disolvieron la manifestación haciendo uso de excesiva violencia. El Teniente Branaghan ofreció ayuda de la NEMA, pero el Alcalde la rechazó.
La Guardia Nacional protegió el Capitolio Estatal y la Mansión del Gobernador. El Arzobispo Callner, el Pastor Meyers, y el Jefe de Bomberos Atkinson intervinieron para calmar los ánimos, aunque los SWAT locales estuvieron a punto de encender de nuevo la revuelta cuando dispararon una lluvia de proyectiles de goma sobre los viandantes.
Con la llegada del domingo, veinte de abril, Domingo de Resurrección llegó por fin algo de paz a las calles de Baton Rouge.
Domingo de Pascua. Por fin hay algo de paz en las calles.
El lunes, veintiuno de abril, era día de Pascua, y por tanto festivo en colegios y bancos. Había muy mal ambiente en las calles de Baton Rouge. El Alcalde no se atrevió a dar la cara ante la prensa. El Gobernador Madrigal sí que dio una rueda de prensa, pero no satisfizo a nadie porque en su discurso parecía hacer más autobombo y crítica ideológica hacia el Alcalde que otra cosa.
Entre el martes, veintidós de abril, y el viernes, veinticinco, los ánimos empezaron a calmarse poco a poco. La gente regresó a sus puestos de trabajo, aunque abundaban los rumores sobre futuras manifestaciones y huelgas.
Los Senadores y Congresistas elegidos por el estado de Luisiana estaban claramente preocupados y aparecieron en televisión en general diciendo vaguedades y lugares comunes. El Secretario del Alcalde estaba teniendo esos días una actividad frenética, llamando a sindicatos, periodistas, comunicadores y personas de influencia, prometiendo gastos y mejoras en la ciudad.
El Jefe de Gabinete del Gobernador, Aaron Dalkinson, visitó la base de la NEMA y se entrevistó con el Teniente Branaghan y otros Oficiales de la Base, afirmando que creía que unos "terroristas domésticos" planeaban asaltar la Casa del Gobernador y que debía ser establecido un plan de emergencia para evacuar al Gobernador Madrigal y ponerlo a salvo en el refugio antiatómico de la NEMA.
El sábado, día veintiséis de abril, se recibió un envío especial de Mensajera en nave aérea desde Colorado. Un cargamento de cien armaduras corporales de última generación para todo el personal de la NEMA (todo el mundo recibió una armadura desmontada y otra más de repuesto). Las armaduras habían sido producidas a toda prisa a un coste excesivo en factorías gubernamentales, y Mensajera adviertió de que deberían de ser revisadas a fondo, pues pudiera haber defectos de fabricación.
El domingo, día veintisiete de abril, llegó una segunda nave aérea de la NEMA, escoltada por chicos del Complejo de la Montaña Cheyenne. Durante la próxima semana trabajarían en reforzar el exterior de la base NEMA de Luisiana con neo-materiales ultra-resistentes. La base de superficie vería cambiados sus tejados, pilares, y paredes exteriores por un cemento cien veces más resistente que el acero y capaz de soportar un bombardeo con misiles convencionales. Se instalarían, además, dos torretas automatizadas de misiles antiaéreos, y se sustituiría la vieja valla metálica exterior por un grueso muro reforzado con el nuevo súper-hormigón.
El lunes, día veintiocho de abril, comenzaron en serio los trabajos de fortificación del exterior de la base NEMA de Luisiana. En el interior, comenzó el trabajo para montar, revisar, y reparar las nuevas armaduras corporales NEMA y repartirlas entre todo el personal. Más trabajo para el ya sobrecargado equipo de Ingeniería compuesto por McNyvel, Palson y Bowler.
Se produjo una videoconferencia entre la Teniente General Lindsey Sawyer (jefa de todas las instalaciones de la NEMA en los Estados del Sudeste) y el Teniente Branaghan. La General adviertió de que el Jefe de Operaciones Especiales del Pentágono, el General USArmy Aaron Wilkinson, estaba maniobrando para asumir el control de varias bases de la NEMA, aprovechando el terrible fiasco de la fuga de Alas Negras y la traición de Petrov, alegando además que esas bases no eran seguras, que su personal no estaba capacitado para su propia defensa, y que todo el programa de la NEMA había supuesto un monstruoso despilfarro astronómico, poniendo como ejemplo el coste de las nuevas armaduras corporales que habían sido recientemente distribuidas por las bases NEMA de todo el país (y las de los otros dos países de la Alianza Norteamericana, Canadá y México). Se alegaba por añadidura que Canadá y México no confiaban ya en la NEMA y que estaban creado desde hacía algún tiempo sus propios cuerpos de operaciones especiales de elevado presupuesto, como los Tundra Rangers de Canadá.
El Almirante Atchkinson (Jefe de Operaciones Navales del Pentágono) y el General Lorenz (3ª Fuerza Aérea) abogaban por mantener las cosas como estaban, pero con esta amenaza, resultaba aun más necesario seguir inclinando la balanza en favor de la NEMA, y se requería el apoyo explícito en los medios de comunicación de los Congresistas, pero sobre todo de los Senadores, de Luisiana, pues sería decisivo.
La Teniente General encargó al Teniente Branaghan la misión diplomática de convencer a los políticos de que apoyasen públicamente a la NEMA contra las pretensiones del USArmy.
Esos días, se vio un anuncio en televisión de que NG había desarrollado una nueva armadura de plásticos ultra-resistentes capaz de resistir munición convencional de cualquier calibre, y muestraban videos demostrando su efectividad contra una ametralladora pesada montada en una camioneta estilo pick-up. Afirmaron que en pocos meses estarían en disposición de vender su modelo de armadura "Plastic Man" en miles de unidades a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, a militares, o incluso a particulares (si el Congreso y el Senado llegaban a aprobarlo, cuestión que se seguía debatiendo).
Sucesivamente, diversas corporaciones (Estadounidenses e internacionales) anunciaron entonces que estaban en disposición de comenzar a fabricar en pocos meses sus propios modelos de armaduras personales "completamente impermeables a la munición convencional".
Esto lo anunciaron el CEO de Chipwell Armaments, el de Cyberworks, y la de Industrias Wellington en USA. También el Presidente de Industrias Triax en Alemania, Mindwerks en Polonia, varias corporaciones japonesas, una china, y algunas compañías rusas y australianas poco fiables.
Las bolsas mundiales sufrieron bruscos vaivenes, algunas compañías tecnológicas tuvieron fuertes subidas, pero la mayoría de las empresas sufrieron caídas en la cotización bursátil. La sensación dominante era que, repentinamente, gran parte del armamento del mundo podría quedar obsoleto, y algunos países podrían estar completamente indefensos ante sus vecinos.
El martes, veintinueve, y el miércoles, treinta de abril, prosiguió toda esta agitación económica a nivel mundial. Se sucedieron declaraciones contradictorias, con unos gobiernos afirmando que iban a prohibir la venta de "súper-armaduras" personales, y otros diciendo que la iban a permitir incluso a particulares y empresas de seguridad privada. En general, dentro de los Estados Unidos, los estados gobernados por los Demócratas se decantaban por la prohibición, mientras que los gobernados por los Republicanos se inclinaban hacia la completa liberalización.
En la Base NEMA de Luisiana proseguían mientras tanto las obras de fortificación exterior.
Durante los días posteriores a la salida del equipo Charlie y la deserción de Petrov, Moro había estado indagando en los datos que tenía de su antiguo compañero.
Había ido recopilando todos los datos que podía, y había entregado copias a sus superiores para tener toda la información recopilada y disponible.
Entregó toda su información en el “Debriefing” que hubo tras la salida, haciendo hincapié en la necesidad de revisar todos los protocolos de seguridad necesarios para evitar este tipo de situaciones en la NEMA.
Se dirige hacia Vagni, la plumilla, para pedirle toda la información disponible que esta hubiese grabado sobre Petrov. Informa a Sun Wukong para pedirle que obtenga todos los datos y consiga que borren las grabaciones. No quiere que el hecho de que Petrov deserte sea portada en la prensa rosa, y tengan datos.
Preparó su informe por escrito, donde hizo hincapié en los siguientes datos:
- El comportamiento de Petrov había cambiado de forma radical en las últimas semanas, volviéndose frio e implacable. Posiblemente debido a algún suceso concreto.
- No se había detectado problemática en su trabajo más allá de la situación final, pero la cadena debería estar informada.
- Todas las pruebas grabadas se entregarán con una custodia completa, para que puedan servir en un juicio.
- Petrov estaba muy interesado en la disposición del equipo a realizar salidas ilegales. Ese fue uno de los puntos que puso en alerta a Moro.
El miércoles, 16 de abril, tras aclarar la nueva cadena de mando, Moro se dirige hasta el alférez Wukong y el teniente Branaghan y les felicita por el nuevo puesto de forma genuina. No tiene quejas de su trabajo, por lo que considera que son una buena opción.
Los anuncios de las neo-armas del Joker le ponen nervioso, especialmente al ser un fusilero de la vieja escuela, no acostumbrado a este tipo de armamento.
Tras el anuncio de la FOX, se despide de la plumilla. Ha sido una visita corta, y Moro nunca llegó a hacer ninguna entrevista, lo cual agradece.
El jueves 17, evita asistir al funeral de coronel Berkeley. Pide quedarse en el retén de guardia, expresando su preocupación sobre los datos que conozca Petrov sobre la base.
Comienza a hacer sus propios análisis de vulnerabilidades de la base actual. Anota todos los datos en una libreta para evitar dejar rastro electrónico de nada, y la guarda en su taquilla.
Compagina su tiempo con entrenamientos de disparo a larga y corta distancia.
En el festivo, Moro pide permiso para salir con su familia. Se reúne con sus sobrinos, que están compungidos. Al fin y al cabo, no hacía tanto tiempo el propio Walter les había presentado al Coronel como un héroe de la NEMA, y ahora está en todas las noticias. Aprovecha para pasar el día con ellos y su hermana en el parque, haciendo que se sientan cómodos. Mantiene un ojo abierto, pues ahora no se siente del todo seguro.
El sábado, 19, Walter vuelve a reunirse con Jack y toca el tema del entrenamiento de equipo en el que habían estado trabajando.
Escucha las noticias de la manifestación, pero no le hace mucho caso. Al fin y al cabo, la situación de la NEMA no es precisamente la mejor del mundo.
Aprovecha la tarde para ponerse en contacto con sus antiguos compañeros del equipo de seguridad. Los secuaces del Joker tienen acceso a un armamento especial, y sus compañeros están fuera del “circuito oficial” de compras de armamento, por lo que puede que hayan escuchado algo. Espera a tener contestación antes de seguir avanzando en el tema.
Durante todo el fin de semana se centra en este segundo tema, dejando el primero como “nexo de unión” pues pregunta a sus compañeros por posibles ideas para la organización.
Durante toda la semana, Walter prepara un cuadrante para los enfrentamientos 3v3 en los que ha estado trabajando, y el lunes siguiente se lo vuelve a presentar a Madder. Hacen las modificaciones necesarias y deciden esperar al miércoles para presentar la propuesta definitiva. Se plantea incluir las nuevas armaduras en el entrenamiento, ayudando así al personal de la NEMA a aclimatarse a ellas y a sus tiempos de reacción. No saben cuando van a usarlas, pero seguro que es mejor tener ejercicios reales.
Durante toda la semana, además, Moro sigue con sus entrenamientos de disparo, esperando obtener alguna noticia relativa a sus contactos.
A partir de la llegada de las armaduras, el día 26, Walter se dedica a indagar sobre las mismas.
Además, se pone en contacto con los ingenieros, especialmente con Palson y McNyvel, para que le den explicaciones sobre el funcionamiento de las nuevas armaduras. Dedica el tiempo necesario para familiarizarse con ellas, en todo lo posible. Dado que la situación en la base es estable, pretende aprovechar al máximo el tiempo. Dedica hasta final de mes a este tema, con una media de dos a tres horas por día, tanto con lo que le expliquen los ingenieros como con sus propias pruebas.
Dedica también otro par de horas diarias a vigilar la construcción de los nuevos refuerzos. Utiliza la cadena de mando correcta, informando primeramente a Wukong, de las debilidades que localizó tanto durante su estudio previo a la llegada de Vagni como durante los análisis que ha realizado después de la situación de Petrov.
El martes 29 busca concertar otro día con sus sobrinos. El próximo mes será el cumpleaños del más pequeño de los dos hermanos, y quiere celebrarlo con ellos. Busca hacerle un regalo, por lo que contacta con su hermana. La pérdida del Coronel le ha hecho darse cuenta de que la vida es excesivamente frágil y hay que celebrarla.
El miércoles 30 presentan la propuesta definitiva de los entrenamientos, a la espera de aprobación.
La propuesta se basa en un sistema de combaes 3v3 por cuadrantes, con los 24 miembros (en principio no se excluyen mandos, pero sería debatible) organizados en 8 equipos. El juego sería por eliminación directa y se realizaría la elección mediante sorteo, tanto de los equipos como de su posición en los cuadrantes.
Las pruebas serían tres posibles, que se revelan sobre la marcha, para no dar ventaja. Las tres pruebas serían:
- Captura de bandera
- Eliminación de objetivos
- Rescate de VIP
Plantean la propuesta, con la esperanza de que los mandos decidan que es una buena opción para mostrar a los miembros cómo actuar bajo fuego real, y se pueda medir la reacción de los diferentes miembros de los equipos Charlie y Delta.
Tras volver de la reunión con los mandos, descansa un rato y vuelve a abrir un viejo libro, una antigua novela que tenía en la habitación. Hace tiempo que no se dedica a leer por placer, pero tal vez sea el momento de recuperar viejas tradiciones.
Comienza a pensar que lleva demasiado tiempo solo, y tal vez sea el momento de comenzar a buscar una relación que le permita tener un “hogar propio” al que volver, e incluso llegar a dejar descendencia.
El mes de abril empieza relativamente tranquilo. Si bien se había recibido nuevo material en la base, no era algo que involucrase especialmente a Sandra. Lo único relativamente importante que ocurrió fue que por primera vez oyó hablar de Vagni Blackheart mientras estaba cenando en la cafetería, enterándose que posteriormente se iba a incorporar por unos días a la base, cosa que no cayó nada bien en la muchacha que lo consideraba un incordio.
A la vez que la visita de la periodista, se anunció igualmente que en los días siguientes tendríamos una visita VIP. Sandra pensó que se le ordenarían estar de vigilancia, entrenó y tuvo a punto su equipo. La visita fue del presidente y no tuvo mayor repercusión para la muchacha salvo haber aprovechado un entrenamiento más riguroso.
Después de la visita, Sandra tomó varios permisos y pases pernocta, sin dar muchas explicaciones al respecto.
Se anunció la fiesta de cumpleaños del coronel, anunciando que se podría traer visitantes externos (Sandra no tenía a nadie a quien llevar). Un par de días antes, la periodista que había anunciado su intención de incorporarse a la base finalmente llegó.
Sandra se sumergió en los entrenamientos evitando en la medida de lo posible cualquier encuentro con la periodista. La fiesta del capitán fue el viernes 11, un día agradable sin más repercusiones.
Y llegó el día 14, un día ciertamente memorable. Tras el atentado en la casa del Coronel Berkeley, Sandra se presentó voluntaria para una misión encubierta destinada a obtener información del entorno del capitán. Su idea era ir sola, como siempre que había realizado este tipo de misiones, pero le asignaron a Mercio, Charlie 6, como compañero. No se sentía cómoda pero tampoco puso muchas pegas.
La vuelta de la misión fue un caos para la muchacha. Alexei no estaba, se había ido; mejor dicho, había desertado y pasado al enemigo. Desde el encuentro del 14 de febrero y posteriormente la salida a la feria, Alexei había estado muy ausente y Sandra le había dejado su espacio, pero ahora…
La tiradora se encontraba ahora en una situación bastante mala. No sabía hasta que punto se conocía la relación que había tenido con Petrov, ahora un traidor. Sandra había hecho muchas misiones en Rusia, de hecho su nivel de Ruso era muy bueno. Toda su historia anterior a la entrada de la NEMA era clasificada y además había tomado días antes del atentado varios pases de salida e incluso pases pernocta. Era lo suficientemente inteligente como para que la palabra “sospechosa” se le quedara bastante corta.
Además para empeorar las cosas, habían ascendido a Branagham, con quien no se llevaba especialmente bien y habían defenestrado al Capitán Neville.
Ante ese panorama, Sandra procuró, una vez más, centrarse en entrenamientos y procurar no destacar en nada. Recibió una armadura corporal desmontada y otra de repuesto, era un equipamiento nuevo para ella y no tenía claro hasta que punto sería interesante para ella por su ágil forma de combate. Espero pacientemente su turno para que se la revisasen y ajustaran. Siguió de cerca las noticias acerca de las nuevas armaduras plásticas, quizás más adecuadas para su forma de lucha, pero no dijo nada.
La actitud de Sandra desde la fuga de Alexei es bastante depresiva. Se centra en los entrenamientos y cumple a rajatabla tanto los turnos de guardia como las órdenes que se le imparten, pero se mantiene ausente de forma muy marcada. Mientras hay disturbios en Baton Rouge no pide ningún permiso, pero en cuanto la situación se tranquiliza pide uno de día, sin dar explicaciones. En ningún caso pide pase pernocta.
En cuanto consiga que una de las armaduras sea operativa, se dedica, de un modo un tanto obsesivo, a practicar con ella todo tipo de combate, tanto personal como a distancia, pero siempre en solitario.
Aunque asignada a la NEMA, Sandra es canadiense y sigue con interés las noticias que se van dando por los diversos canales de comunicación. Solo muestra especial atención cuando se habla del nuevo cuerpo de operaciones especiales de su patria: los Tundra Rangers de Canadá.
Para el día 7, Sandra había tomado una decisión: necesitaba tener una vida fuera de la base que le permitiera estar al tanto de lo que pasaba en el exterior. Con esa idea tomó varios permisos y tras dar unas pocas vueltas encontró un sitio a su alcance y que le proporcionaría un lugar en el que integrarse con la comunidad. Alquiló una pequeña casa en la calle Alice Steet. No había informado aún en la base.
Tras la deserción de Petrov, Sandra cae en un estado cercano a la depresión. Se siente engañada por una vez que había confiado en alguien y se encierra en si misma. Por otra parte hay un montón de circunstancias alrededor de ella que la pueden marcar como cómplice o sospechosa, se encuentra realmente mal.
Por otra parte, el nombramiento del ahora Teniente Branagham es como la guinda del pastel. Siempre ha considerado que Branagham la subestima y no cuenta con las capacidades que ella podría ofrecer al equipo. Ya estaba pensando en la posibilidad de cambiar de grupo, pasando al Charlie, pero ahora eso ya no tiene ningún sentido. Se siente acorralada.
Se siente observada en la NEMA y fuera de lugar. Ni siquiera es americana y tras escuchar las noticias piensa que quizás estaría mucho mejor en los Tundra Rangers de Canadá, pero ni se le ocurre solicitar traslado ni comentar nada a nadie.
Ese mes había sido una montaña rusa emocional que Sarah no olvidaría tan fácilmente en los meses por venir. Habiendo pedido baja psicológica durante todo el mes de Enero y principios de Febrero, sin haber prácticamente pisado la Base de NEMA debido al desastre de aterrizaje de los Charlie el primerísimo primer día, la mecánica se había sentido bastante en desventaja con el resto de sus compañeros. Por ello, había empezado a pasar demasiado tiempo en el Taller, volcando toda su energía en ir poniendo a punto los distintos equipos que iban llegando. Abril no había siquiera empezado cuando ya los problemas se acumulaban, empezando con el lío del Guardián Cromado en el que Petrov y ella misma estuvieron involucrados. Aún cuando Sarah había estado presente, no tenía pruebas de que Charlie Dos hubiera saboteado el equipo, y aunque se mostró neutra e imparcial al dar su informe a los superiores y hablar con compañeros como McNyvel, lo cierto fue que optó por darle el beneficio de la duda. Después de ese día se reunió un par de veces con Charlie Dos para examinar juntos el Águila de Plata y comparar notas. Ella desde el punto de vista técnico y él desde el militar. Habían mantenido conversaciones en ruso, y durante esas horas Sarah sentía que Alexei volvía a ser el mismo, el agradable y bromista jefe que de pronto había pasado a ser estricto y serio. Confió en Petrov, como su superior, su compañero, y su amigo. Que estúpida se había sentido después...
Alguien más había estado muy presente en la vida de Sarah desde hacía unos días. Entre los distintos voluntarios que se habían unido al taller para ayudar con los vehículos que iban llegando estaba Delta Tres, el cadete Jesse James. Éste, además, se había preocupado en asegurarse que la mecánica comiera bien, y pasaba horas extras haciéndole compañía. Se había comenzado a crear una cierta camaradería entre ellos, algo sutil pero que se consolidaba poco a poco. El fin de semana luego de la visita del VIP significó un cambio en esa relación, donde alguno más o menos perspicaz habría sido capaz de notar las miradas y sonrisas que se dedicaban cuando coincidían, y que habían tonteado durante el cumpleaños del Coronel, desapareciendo de la fiesta en algún momento sin que nadie supiera a donde habían ido.
Un poco gracias a la cercanía con James, Sarah decidió abrirse más con el resto de sus compañeros, especialmente con Charlie Doce, Karla Bowler. Había visto que la chica había empezado a aislarse de todos, y aún sin saber el motivo Sarah trató de traerla de vuelta, bromeando y dándole conversación en las horas que coincidían en el taller. Así con todos un poco, Palson empezó a encariñarse con sus compañeros del equipo Charlie, y con algunos del Delta. Entonces llegó ese Lunes.
Sarah volvió a cerrarse en banda desde ese día. La pérdida de alguien tan agradable como el Coronel Berkeley junto con su familia, y la dura traición de Alexei Petrov, le afectaron de tal forma que se decidió a reducir y hasta eliminar lazos con quienes había comenzado a ver cómo su familia. No quería volver a sentir ese dolor, a sufrir heridas emocionales por las acciones de sus compañeros, por lo que pasó a tener a un trato más bien profesional y frío. Como si en vez de una persona se tratara de un androide. Incluso con Jesse se mostraba distante, a pesar de los intento de él de recuperar a la Sarah alegre que había comenzado a ser.
Se concentró inicialmente en el mantenimiento de las Plataformas para que estuvieran listas en caso de necesitarlas pronto. Apenas tuvo un momento se acercó a Angus McNyvel para ofrecerse a ayudar a reparar las comunicaciones del Águila De Plata de Buendía; además de eso, le habló de la posibilidad de hacer modificaciones al Águila de Plata, de manera que el enemigo no contara con ventaja sobre ellos a pesar de haberse llevado la otra. Se había también puesto en contacto con Alfa Diez, Mongrel, para aprender sobre Guerra Electrónica y Radio Codificada. Seguía corriendo en las mañana, entrenando en las horas libres que no estaba en el taller. Pero era en el taller donde se le iba el resto de las horas, incluso horas extras. Se apuntó de cabeza a las clases de McNyvel para intentar componer el Guardián Cromado, y se dedicó a examinar las nuevas cámaras y armaduras para asegurar que estuvieran en perfecto estado. La vida de Sarah había vuelto, una vez más, a ser la de una ermitaña social, enterrada en su trabajo.
Escuchaba las noticias por encima, solo para estar enterada, pero no mostró reacción al respecto. Se negó a asistir al funeral del Coronel, ofreciéndose a ser parte de los que guardarían la Base. A ser posible, evitaría salir del taller o de la Base, porque nunca podía estar segura de cuándo todo cambiaría, cuándo tendría que tomar su equipo y salir a una misión. Para finales de mes parecería haber recuperado un poco su relación con Jesse, pero aún quedaba mucho camino para volver a ser lo que habían empezado menos de un mes atrás.
ABRIL DE 2098:
El incidente con el Guardián Cromado había sido sonado. Branaghan había decidido investigarlo junto al Alférez Wukong, y sacar toda la información de lo ocurrido no fue tarea sencilla. Sin embargo lo que descubrieron solo le trajo más preocupaciones. Petrov no era un enigma, era un problema. Pero sin saber el origen del problema aún no podían hacer mucho más.
Tampoco tuvo mucho tiempo de pensar, pues pronto recibieron la visita del POTUS, junto al Presidente del Senado. Aquella visita dejó zanjada las dudas que el Alférez pudiera tener acerca de la importancia de la NEMA en los planes presidenciales, o en cómo la veía el gobierno. Al menos mientras Robert Wilson fuera Presidente, el hombre tenía un futuro importante para la NEMA en la estabilidad en toda la nación. Las breves palabras que compartió con Branaghan fueron cuando menos intrigantes, y le dieron que pensar.
El trabajo continuó, y la monotonía era algo a lo que el Alférez se podía acostumbrar con facilidad. Mientras todas las piezas de la máquina bien engrasada funcionaran como debían, todo iría sobre ruedas. Y así era como debía ser.
En cambio todo se trastocó con la llegada de la periodista. Branaghan no sabía a qué acuerdos habían llegado las altas esferas de la NEMA, pero las órdenes eran que la señorita Blackheart les acomañaría por la base y, si no interfería en la seguridad de ninguno de los agentes, podría acompañarles en alguna de las misiones. Había algo raro en esa mujer, y el Alférez no tardaría en descubrirlo.
El cumpleaños del Coronel pasó de ser un acontecimiento feliz y una celebración en la Base, a un escenario de terror y caos. El día de la fiesta todo fue bien, pero después, mientras el Coronel disfrutaba de unos días en familia ocurrió el atentado que posteriormente reclamó el Joker.
A instancias del Capitán Neville, toda la NEMA de Luisiana se movilizó en diferentes tareas, y en tiempo récord se descubrió el material causante de la explosión, se siguió su rastro a los posibles vendedores y se dio con la identidad de la más que posible ejecutora del atentado. Trabajar mano a mano con Wukong en esa investigación hizo que Branaghan confirmara sus sospechas sobre las habilidades deductivas y estratégicas de su colega. Para él fue el inicio de una muy buena colaboración en el futuro. Wukong era alguien con quien podría trabajar muy a gusto.
Y luego, cuando todo parecía recuperar la normalidad, empezó el desastre. Petrov y Buendía habían salido en las Águilas de Plata para interceptar a la terrorista mercenaria rusa Alas Negras. Branaghan intercambió una mirada con Wukong... el estado mental de Petrov no era el más adecuado para una misión así, pero ellos aún no habían acabado su investigación.
Aunque lo intentaron, era imposible que en su vehículo terrestre alcanzaran ni de lejos la velocidad y posición de las Águilas. Branaghan tuvo que conformarse con seguir los avances de su equipo por radio. Parecía esperanzado cuando los reportes indicaban que Buendía había dañado bastante a Alas Negras y que parecía que podía derribarla. Pero entonces Petrov destapó su disfraz y se quitó la careta. Casi derribando a Buendía logró que tanto Alas Negras como él huyeran.
Y el resto era historia. Petrov no tenía un problema mental. O si lo tenía no era tan grave y lo había usado como una tapadera. Había sido siempre un agente doble, un espía. Y eso era algo que había hecho mucho daño a la NEMA. Y podía hacer más aún. Tendrían que mitigarlo, y poner medidas para que algo así no volviera a ocurrir nunca.
Su posterior ascenso a Teniente, y a director interino de la Base, no cambiaron mucho en la manera de pensar de Branaghan. Él tenía claras las prioridades de la NEMA. No tenía certeza del mejor camino a seguir, pero intentaría el que creía mejor, como siempre.
Seguramente, tras las declaraciones del Joker, iban a tener mucho trabajo. Más y más neoarmas aparecerían en las calles, y las autoridades locales no iban a ser capaces de gestionar todo aquello. La NEMA era más necesaria que nunca.
Iba a costar que la situación se normalizara en las calles, pero la NEMA estaría ahí.
Le sorprendió mucho recibir la visita del Jefe de Gabinete del Gobernador, y meditó mucho qué respuesta dar respecto al plan de evacuar al Gobernador Madrigal. El refugio antiatómico de la NEMA no era para uso de políticos a su antojo.
Pero el Teniente Branaghan tenía que ir con pies de plomo, y más tras los avisos de la Teniente General sobre los movimientos de algunos políticos y otros militares no de la NEMA, como el general Aaron Wilkinson. Branaghan no iba a permitir que el Pentágono tomara el control de su Base. Y si podía impedirlo, de ninguna otra base de la NEMA.
Iba a tocar estar más cerca de los políticos. Senadores, Congresistas... todos ellos contribuirían a mejorar la imagen en la prensa de la NEMA. Y eso no iba a ser agradable.
ABRIL DEL 2098.
- No lo sé, Alice. De verdad que no lo sé.- Eduardo se asomó a la ventana. Era uno de los escasos días de asueto y había aprovechando para quedarse en casa, con su mujer, mientras trataba de hacer las paces consigo mismo.- Me acuerdo de la alegría que supuso encontrarme con que él también había pedido el traslado a la Nema. Lo contento que estaba y las ganas que tenía de que pasara por casa... pero fíjate, casi tres meses y no había parado por aquí, y...
Y ha intentado matarme.
Las palabras no pronunciadas quedan ahí, flotando en el aire de la habitación. Eduardo se ha quedado frente a la ventana, mirando hacia fuera y, por un instante, Alice siente esa vieja ráfaga de afecto, de cariño. Por un momento piensa en levantarse, en darle un abrazo.
Querría hacerlo. Sabe que debe hacerlo. Pero la verdad es que está demasiado enfadada y, el conocimiento de ese enfado, borra de un plumazo la reacción que hubiera deseado tener.
Había sido un mes de abril horrible para los dos. Las constantes crisis habían hecho que Eduardo no pudiera ir a casa con frecuencia, lo que había aumentado las preocupaciones de Alice. Y, para colmo, estaba el miedo. El conocimiento que su marido había podido morir, y que un maníaco loco homicida había puesto en la base a la que pertenecía Eduardo su mirada.
No podía ser de otro modo. Miedo. Preocupación. No importaba ya que la idea de venir había sido de los dos, ni que la familia de ella estuviera aquí. Ahora, toda la preocupación que la llevaba al desvelo a altas horas de la madrugada era encontrarse a su marido en un féretro o que un atentado afectara a sus hijos.
El diecisiete de abril, tan pronto había vuelto con Eduardo y con los niños del funeral del coronel Berkerley había dicho a Eduardo que tenía que pedir el traslado. Que no era un sitio seguro ni para ella, ni para los niños, ni para él.
Y, como no podía ser de otro modo, tal como ella estaba segura que pasaría (¿pero entonces por qué le había preguntado?), Eduardo había dicho que era buena idea que ella y la familia se marcharan, pero él tenía que quedarse. Y como no podía ser de otro modo, a esas alturas, ella había dicho que ya había pasado por ahí y que, o se marchaban todos, o ninguno.
Desde ese día las discusiones y el malhumor habían sido una constante. Solo sus hijos les daban un lugar para la tregua. Y esa "pequeña guerra familiar" había sido, para Eduardo, lo peor del mes de abril.
Bueno, lo peor, quizás, quitando el hecho que uno de sus mejores amigos había intentado matarlo. Petrov, contrincante, camarada, testigo de su boda, en ocasiones tan presente en su casa como para que Alice tuviera una taza personalizada para él (taza que se había "extraviado" justo después de enterarse Alice de lo ocurrido el día catorce)
Petrov, su amigo. Petrov, la persona a la que había salvado la vida, y que le había salvado la vida. Petrov, el traidor.
Y así, entre unas cosas y otras, un beso de sus hijos, una pelea con su mujer, un ejercicio en la Nema, hablar con este o aquel soldado, intentar mejorar el ánimo de sus hombres cuando el suyo estaba devastado, había pasado el mes. Hasta hoy.
No le importaba haber hablado con el presidente a principios de mes. No le importaban los proyectos del gran hombre. Eduardo era un aventurero, y era un hombre de familia. Y se sentía triste, y traicionado, y tenía ganas de ponerse en acción para que todo eso se le pasara. Y tenía ganas de que Alice y él volvieran a reir.
Así había pasado el mes hasta ese momento frente a la ventana.
- No lo sé, Alice. De verdad que no lo sé.
El olor a buen café recién hecho llenaba el salón. Afuera el día era gris, casi manchado. Alice contuvo las ganas de abrazar a su marido. Sabía que acabaría haciéndolo. Solo que hoy no podía. Era demasiado pronto y aun estaba enfadada con ese cabezota.
ABRIL DEL 2098
—No te puedo contar más, mamá. — dijo Parker al teléfono — Pero tengo yo la sensación de que cualquier día se va a ir todo al garete, ¿tú no? — pausa y varios asentimientos —Vale, no te preocupes. Mi vista ya está bien. Vale. Vale. No tardaré tanto tiempo en llamarte la próxima vez. Vale. Bueno, tened cuidado, ¿vale? Da saludos a papá.
Colgó y se dejó caer en la cama de su habitación. No le había contado nada confidencial, por supuesto. Bastantes problemas tenían ya. pero lo que estaba pasando en la calle y lo que se veía por la tele no era confidencial en absoluto. Suspiró.
Vaya un mes más extraño.
La gente estaba con los nervios a flor de piel pero, ¿qué formas eran esas de dispersar una manifestación? En cierto modo estaba de acuerdo con esa pobre gente que sólo pedía que se hicieran las cosas bien. Lo de romper escaparates no lo compartía, claro, pero había que sentarse para ver el problema, y eso no se solucionaba disparando pelotas de goma.
Pero eso no había sido lo peor. Los rumores que circulaban de que Alexi Petrov se había ido a la Unión Soviética después de casi matar a Buendía eran aún más preocupantes, aunque Parker quería pensar que lo que le pasaba era que estaba como un cencerro. ¿Cómo demonios era eso posible? Le preocupaba además que los exámenes para entrar en la NEMA fuesen tan malos. ¿Y si habían más locos infiltrados? Podía ser perfectamente. De vez en cuando miraba a Sandra Flaw de reojo. Era rarísima, la tía. No hablaba con nadie y de vez en cuando se perdía sin que nadie supiese dónde iba. Suponía que los jefes estarían al tanto, pero también deberían haberlo estado de Petrov, por otro lado.
Pero aún peor que tener otro loco en la oficina, lo que ya era muy malo, era todo lo del Joker con las neo-armas que había conseguido. El bloque de fusión había sido cosa suya, y decía que tenía aún más. Parker empezaba a estar estresado. El mundo efectivamente se estaba yendo al garete.
Había podido hablar un par de veces con Eduardo Buendía. Su superior parecía estar bien y de buen humor como siempre, lo que conseguía levantarle el ánimo. Recordaba bien la conversación que tuvieron en su casa. Parker admiraba la entereza del tipo, con todo lo que había vivido.
—Vaya putada... — murmuró para sí mismo levantándose de la cama.
Salió de su habitación y se fue para la cantina, como había venido haciendo.. Allí siempre estaba algún compañero con el que charlar y distraerse un poco mientras picaba algo saludable. Luego un poco de gimnasio, donde se encontraba con algún otro. Ajustar las armaduras nuevas. Guardias. Rutina, en definitiva. O eso era lo que intentaba, porque con todo lo que estaba pasando no era del todo fácil estar centrado.
Lo único bueno que podía sacar de los últimos días era el ascenso de Branaghan y de Wukong (que, recordando, se le había presentado como Ren, lo que le desconcertaba las escasas veces que se refería a él). Las circunstancias habían sido las que habían sido, pero se alegraba de que fuera Delta 01 el jefe interino de la base. Para Parker era un hombre respetable y que miraba por los suyos, lo que le recordaba a como eran las cosas cuando era bombero. A veces echaba un poco de menos aquellos tiempos. Era todo más sencillo.
Entró a la cantina y saludó con la mano a los que allí estaban. Como fuera, mañana ya sería 1 de mayo si todo iba como debía ir. Quería pensar que el mes entrante no podría ser peor, pero tenía la sensación de que era mejor no hacer apuestas al respecto. Por lo menos ya no estaba la periodista para grabarle los caretos.
ABRIL DEL 2098
Este mes ha sido una montaña para mí. Llegar a tocar el cielo y caerme como me he caído ha sido duro, pero si algo soy es resiliente y un poco cabezota para no rendirme tan pronto.
El principio del mes fue bastante ilusionante con tantos vehículos que llegaron. Pero sobre todo se volvió más ilusionante cuando conocí mejor a Sarah. Alguien que había devuelto la ilusión a mi vida pero que luego se cerró en banda.
Debería haber comprendido que no soy alguien fácil de derrotar. Si lo que pasó en la Luna y lo que pasó con mi ex no me derrotaron, esto tampoco lo hará. Conseguiré que vuelva a ser la misma cueste lo que cueste.
El principio de mes lo dediqué bastante a pasar por el taller. Teníamos numerosos vehículos a cuál mejor que quería ver en funcionamiento cuanto antes. Y durante esos días de finales de marzo y principios de abril fue cuando me fijé en Sarah y cómo se metía en su trabajo hasta olvidarse de sus propias necesidades.
Así que finalmente un día me decidí a intentar sacarla de ese estado. Y lo conseguí. No es que se convirtiera en la persona más sociable del mundo, todavía prefería pasar su tiempo entre máquinas que no entre personas, pero al menos empezó a cuidarse y a alimentarse bien.
Todo cambio cuando llegó el VIP y tuvimos un fin de semana libre. Las palabras susurradas, las miradas cómplices o los sutiles gestos eran suficientes para que cualquiera que nos viera supiera que había algo distinto. Y durante el cumpleaños del coronel Berkeley desaparecimos y nadie nos vio más en ese día. Las cosas iban viento en popa, y quizá ese fue el problema. Las cosas nos iban demasiado bien. Por eso tenía que pasar algo.
Pero todo cambió. Pues el mismo día de la llegada de Vanderbilt, ese lunes que ya ha quedado marcado en nuestra base para toda su existencia. La cruel muerte del coronel Berkeley junto con su familia y la posterior traición de Alexey golpearon duramente a la base. Pero si a alguien golpearon más duramente fue a Sarah.
Yo sé porque ella me lo había contado que era amiga de Charlie 2. Y su traición hizo que su corazón se volviera a congelar.
Sin embargo yo no soy una persona que se rinda. Ya lo he dicho. Volví a acudir al taller día sí y día también para ayudar en las reparaciones y para llevar comida a Sarah.
Muchas veces ni siquiera decía nada. A menos que ella quisiera hablar yo ni lo intentaba por lo menos al principio. Pero siempre le dejaba su plato de comida, o un gesto cariñoso aunque nada más fuera rozarle un hombro.
Sé que Sarah seguía saliendo a correr, y más de una vez le propuse correr juntos. Igual que durante los entrenamientos le propuse entrenarla en boxeo. Pues por mucho que me doliera su actitud era más doloroso tenerla alejada.
Poco a poco parece que todos estos gestos han ido calando, pero todavía ni siquiera estamos en la casilla de salida. Pero al menos volvemos a tener una relación y eso ya es bastante.
Por lo demás la situación de la base no es precisamente sencilla. Un enfrentamiento con armas de destrucción masiva sobre los cielos de Estados Unidos no es algo que vayan a dejar pasar así como así. Pero en lugar de girar hacia la USAF, especialmente en su sección de aviación, por permitir que algo así sucediera, la gente carga directamente contra la NEMA. No puedo comprender cómo pueden ser tan bajos para pensar algo así. Ni siquiera parecen darse cuenta de que les estábamos protegiendo.
Bueno, nosotros tenemos un trabajo que hacer y seguiremos haciéndolo. Y yo tengo también algo que culminar y seguiré luchando por conseguirlo. Da igual el tiempo que tarde.
ABRIL DEL 2098
Cita:
Querida Yaya:
Hacía un tiempo que no te escribía y realmente ya lo echaba de menos. Lamento tener que vivir tan lejos de vosotros pero debéis saber que siempre os llevo en el corazón.
Necesito desahogarme un poco con los sucesos acaecidos durante este mes. Unos sucesos que han hundido a la base con un golpe directo a su línea de flotación. Un golpe que espero no sea definitivo.
Y eso que este mes había empezado genial. Nos habían traído numerosos vehículos y equipamiento y todos nos mostrábamos ilusionados con el momento en el que los vehículos estuvieran preparados.
Y por si fuera poco, una serie de misiones exitosas provocaron que varias autoridades quisieran vernos. Incluso el VIP. Y el culmen fue la fiesta por el cumpleaños del Coronel Berkeley. Una fiesta realmente perfecta en donde todos nos mostramos amables.
Sin embargo había algo raro en uno de mis compañeros punto. Era muy sutil, casi imperceptible, pero Alexey no estaba precisamente bien. Quizá debería haber mencionado mis sospechas con alguno de los superiores, pero entonces no podía suponer los motivos.
Dicen que nada es eterno y la calma menos que nada. Una explosión nos arrancó cruelmente al Coronel Berkeley y a toda su familia, que Él los tenga en la gloria de su presencia porque no se merecieron algo así.
Conseguimos localizar a su asesina y mandamos nuestras mejores fuerzas a cazarla. Y lo único que conseguimos fue que Alexei (sí, el mismo que había visto extraño durante la fiesta del coronel) nos traicionara y escapara con la asesina probablemente a la Unión Soviética.
Todo esto ha sido muy duro de aceptar para la base, pero especialmente para el equipo Charlie en el que me encuentro. Alexey era algo más que un jefe, era un amigo para muchos de nosotros que no solo se ha ido, sino que nos ha traicionado de manera vil y cobarde. Pero no te preocupes, nos recuperaremos de esta.
Fdo. Dow Dawson.
¿Por qué sigo escribiendo estas cartas si sé que al final nunca las mando? Supongo que son un modo de volver a recordar todos los sucesos del mes. Nuevamente vuelvo, como las veces anteriores, a doblar la hoja de papel y guardarla en el cajón de mi escritorio.
ABRIL DEL 2098.
El mes de abril había pasado y sin duda sería un mes para recordar tanto por la NEMA como de forma personal por Robert, sin duda había sido un mes de los más destacados desde que llevaban en la base. Desde la llegada del Alférez Wukong Robert había vuelto a su puesto habitual como un miembro Charlie más, visto así quizá Robert hubiera supuesto un mes más tranquilo y rutinario pero sin duda no lo sería.
La visita del presidente no era un acontecimiento cualquiera, allí por donde el hombre más poderoso del mundo pasaba no volvía a ser el mismo lugar. La visita del mandatario fue tan sorpresiva como breve, el despliegue de medios, seguridad y sequito era algo inimaginable por cualquiera, desde luego la cantidad ingente de personas y recursos en cada paso del presidente rozaba lo indecente pero era el precio a pagar por proteger al objetivo número uno. Robert pudo llegar a verlo a una distancia prudencial de la cual se encargaba el propio servicio secreto, sin duda para un militar y patriota como Mercio poder ver a su comandante en jefe siempre era una satisfacción y orgullo.
Los actos y visitas protocolarias no acabaron con el presidente sino que el propio gobernador siguió sus pasos, posiblemente para poder sacarse una foto de igual forma que el líder del país. A Robert no le gustaba la política, los líderes vienen y van por lo que el siempre prefería centrarse en la bandera pues está era la única que no cambiaba de cara ni de color.
Algunas operaciones de pequeños calibre y la rutina de entrenamiento habían ocupado la mayor parte del mes, pero no solo era trabajo lo que sucedía en la base, también había momentos en los que socializar y la barbacoa en el exterior de la comisaría era un claro ejemplo de ello. Aquellos momentos eran de agradecer, momentos distendidos en los que confraternizar con los compañeros y familiares, Robert había dado cuenta de varias cervezas como de si muescas en su rifle se trataran y sin duda había sido un buen día para repetir.
Así fue como el mes de abril fue transcurriendo hasta su parte final, aquella que tenía reservadas dos sorpresas importantes para el agente. La primera vino en forma de misión encubierta, un nuevo atentado había sacudido la ciudad y Robert fue enviado junto a Hooker a una misión clasificada, el hostigador no había tenido la oportunidad de trabajar con la agente Delta, pero tras la misión en la que tuvieron algunos sobresaltos pudo constatar que era competente, quizá demasiado sería para el gusto de Mercio pero sin duda alguien para llevarte de escolta a un callejón oscuro.
La segunda sorpresa no fue tan dulce, Mercio había estado incomunicado durante la misión y no fue hasta su regreso de la misión cuando se entero de lo sucedido. Al parecer Petrov, probablemente su mejor amigo dentro de la base había desertado atacando a Buendía en el transcurso de una misión. Mercio había notado a Alexi algo raro en las últimas semanas pero nada que pudiera hacer pensar aquello.
Robert se sintió bastante tocado después de aquello y no tuvo muchas ganas de reír en el resto del mes, no podía entender como Alexi había sido capaz de algo así, fingiendo una amistad con lo que hasta ahora había sido su familia, el propio Mercio no habría dudado en dar su vida por salvarle en cualquier misión... en el fondo se sentía traicionado y como Anakin Skywalker en el pasado, Alexi había muerto al pasarse al lado oscuro para Robert.
Abril de 2098
Demasiadas preocupaciones. Demasiadas cosas en las que pensar. Demasiado trabajo. Demasiadas malas noticias. Demasiadas responsabilidades.
Siempre parece haber una manera de arreglar las cosas. El problema reside cuando hay demasiadas cosas. En fin, Mac. Abordémoslas de la única manera posible: una a una.
Advirtió cómo Palson, Bowler y otros curiosos lo miraban y se dio cuenta que estaba con un brazo del Guardián Cromado, interviniéndolo como si fuera un cirujano y explicando cómo deberían integrar los nuevos circuitos y chips en la armadura. O eso creía cuando percibió que llevaba unos instantes callado.
- Disculpad. Me he distraído - se disculpó, volviendo a la clase de mecánica robótica autodidactica. Ahí estaban, dando lo mejor para preparase ante lo peor. Tratando de arreglar, de reconstruir, lo que otros habían casi destruido.
Otros...
Muchas cosas se habían perdido en aquel nefasto y negro mes de Abril de 2098. La muerte del Coronel, la traición y deserción de Petrov, el robo de tecnología punta cuando no la casi destrucción de la misma, la huída de los criminales responsables, la caída en desgracia de sus superiores, la pérdida de credibilidad de la NEMA... Era muy duro todo lo acontecido en tan poco tiempo y por tanto era lógico que los ánimos y la confianza de los compañeros estuvieran bajos. Tenían todo en contra.
- Bueno, pues resulta que cuando la situación se pone en mi contra no me gusta que la situación gane - pensó en voz alta, logrando que los presentes lo miraran con sorpresa.
Otra vez lo he hecho.
- Hagamos un parón de diez minutos para tomar un café. Creo que lo necesitamos.
Algunos mucho más que otros.
Angus no era amante del café. Prefería beber algo de leche fría y mancharlo con aquel, pero en este momento se preparó y bebió uno solo y largo. Mientras tanto se preguntó cómo habían llegado a ello. Si habían hecho algo mal o aquello había sido inevitable. Y meditó sobre ello.
¿Te acuerdas de aquella maestra, Mac? La señorita Fryfogel. Aquella que nos inculcó los primeros rudimentos del sentido común con ese ancestral adagio: no arrojéis migas por el sendero. Nunca se sabe quién puede venir por detrás recogiéndolas, rememoró el ingeniero. Y qué razón tenía. A su entender la NEMA había pecado de indiscreción e imprudencia. Había dejado muchas migas en el camino. Fiestas al aire libre, civiles, periodistas y políticos visitando un lugar que debiera ser de máxima seguridad y secreto. Dando accesibilidad pública de conocer qué y quienes había allí dentro.
Por otro lado también parecía haber fallado los análisis psicológicos de los componentes de la NEMA. El técnico entendía que para un psicólogo sin seguimiento constante de los miembros de aquel cuerpo, descubrir si alguno tenía segundas intenciones resultaría muy complicado.
No. Fue durante el reclutamiento y las pruebas de aptitud médica. Sí había algún problema anterior a ellas en los aspirantes, estos deberían haberlo sabido por el historial o detectado durante la diagnosis previa a la incorporación. Habían dejado entrar a cualquiera con un currículum aceptable. Si me dejaron entrar a mi...
Y Mientras paladeaba el amargo líquido observó el taller. El hangar, repleto de grandes y poderosos vehículos. De máquinas de guerra de última tecnología con gran capacidad destructiva. El ingeniero suspiró desalentado y preocupado, añorando el antiguo BMW, las dos viejas motos y los helicópteros propios de un siglo pasado. En aquellos momentos todo era más fácil, más sencillo. Ahora, con tantas armas de destrucción masiva, lo que quedaba claro es que las amenazas y los enemigos disponían de arsenales igualmente temibles. El haber recibido semejantes maquinarias, que a tantos emocionaron, no era para nada una buena noticia. No a los ojos del técnico que sabía todo de ellas. Que tenía que montarlas y prepararlas para su máxima eficacia destructiva. Para darles supremacía contra los enemigos.
Con frecuencia hay una delgada línea que separa al cazador del cazado. ¿En qué lado de la misma estaremos nosotros?
Finalmente se fijó en la gente allí presente. Compañeros y colaboradores. Conocidos y amigos. Familia, como decía Buendía. Mejor o peor avenida. Hombres y mujeres con sus virtudes y sus miserias. Sus capacidades y limitaciones. Por separado no serían capaces de muchas cosas. Pero juntos... podían hacer cosas excepcionales.
Advirtió cómo Sarah lo miraba y alzaba la barbilla a modo interrogativo, para saber si estaba bien e iban a continuar. MacNyvel le devolvió una sonrisa, asintió, apuró el amargo café y volvió al Guardián Cromado, donde el resto ya le estaba esperando.
- Bien, clase. Parece que esto tiene mejor pinta - afirmó optimista conforme iban extrayendo los circuitos fritos con meticulosidad quirúrgica -. Y así como mejora esto... también lo hacemos nosotros. Objetivo cumplido, compañeros. Objetivo cumplido.
Abril de 2098.
- Joder Becca sí. ¡Estoy bien coño! - Respondí al móvil. Era mi único puto día libre tras aquel mes de mierda donde todo se había ido a la mierda. Por una vez no por mi culpa. Pero la mierda, mierda es. Ni la endulzas ni la tragas. Tratas de pisarla lo menos posible porque se pega y ya nunca más te deja.
- De todas formas no se porque me llamas ahora Becca. Han pasado cinco años. Has rehecho tu vida. ¿No puedes dejarme en paz con la mía? No finjas que te importa mi vida coño. No tienes ni idea. - Aquella conversación cada vez amargaba más los tragos de whisky.
No podía dormir bien. No es que el caos que había dejado el puto "Dos caras" ruso no me importase. En lo personal no mucho. Joder, apenas habíamos cruzado dos palabras. Pero había mucha gente que dependía de aquel cabronazo. Sus jodiendas se habían llevado por delante a gente decente. Sí, ya, los héroes es para lo que están, para caer. Mientras las cucarachas sobreviven. Ley de vida macho. Pero no hacía que las cucarachas no nos diésemos cuenta de que el mundo era un poco más mierda por ello. Y tenía ya los suficientes cadáveres en el armario para darme cuenta de que no quería ver otros de cerca.
- Sí, claro Becca. Puedes estar segura. Estaréis a salvo. Aja. No. Esos pájaros no caerían nunca en zona civil. Hay protocolos para eso, ¿sabes? Desactivación automática. Bla. Bla. Bla. - Le dijo. Allí estaba la razón. El puto miedo. Y le había endosado una mentira podrida hasta la médula.
Lo cierto es que la NEMA había agotado toda la puta suerte kármica que le quedaba. La movida había sido seria de cojones. Tan seria como para bajar la persiana y meternos a todos un Consejo. Pero al final pringa solo uno. Otro héroe. Joder. Así es como los mierdas acaban en las altas esferas. A base de no cagarla y no hacer nada. Mi culo había estado a salvo porque me había quedado medio dormido. Punto. Y las cosas estaban escalando a un ritmo que iba a descarrilar todo. Cada vez más malos. Más listos. Más violentos. Mejor armados. Coño. Nosotros empezábamos a parecer los Boys Scoutts de América. Era ridículo. Teníamos armamento que ni sabíamos usar. Había gente que se había lesionado porque no tenían la mínima formación necesaria en según que cosas.
¡Si incluso yo estaba en una fuerza de élite! Ridículo coño. Jugábamos a los soldaditos y alguien se iba a quemar. Puede que todo el mundo si uno de esos pepinos volvía a sobrevolar las placas solares de algún barrio residencial. Mierda, me sentía viejo para esta mierda.
Otro trago. Ugghh, aquello iba a acabar mal.
- OK Becca. Yo también me alegro. - Mentira. - Sí claro. Algún día. Tengo pocos libres. Ya ves como está la cosa. Aja. Sí. Cuenta con ello nena. Ah, mierda. Perdona. La costumbre. Ya sabes. Un abrazo para todos. Sí, también para Kevin. ¿Sigue vendiendo coches? ¿Qué? No olvídalo. Era una coña mala. Chao. - Corté. Ya no soportaba más aquella falsedad. A Becca no le importaba una mierda. Becca solo llamaba para asegurarse de que no la cagaba bien cagada. Porque estaba acojonada pensando que yo podía tener acceso a aquella charada de locos que se ocultaba bajo tierra en la NEMA.
Ahhh, coño. Estamos bieeeeen jodidos.
La botella cayó y rodó sobre la tarima. Me dejé guiar por su alegre meneo. Adelante. Atrás. Adelante. Atrás. Adelante. Atrás.
Caí de culo y me quedé sobado.
Los días después de la traición de Petrov se sucedieron en la base en un ambiente tenso pero extrañamente tranquilo, era como si todos los percances y contratiempos que habían suceiddo desde ese entonces se le hubieran atribuido a Alexi y su partida hubiese sido la promesa tacita de un futuro más luminosos.
Jack, tras redactar su informe de la última misión, se mantuvo aparte del tramiteo político de la base y del exterior —lo que menos quería era seguir escuchando como el autodenominado Joker se vanagloriaba y se aprovechaba de los últimos atentados— y siguió apoyándose en su rutina de ejercicios durante las mañanas y yendo a sus entrenamientos durante la tarde, intercalando todo con sus turnos de guardia. Pero esto no significaba que todo lo que había pasado no hubiera dejado mella en él, cada tiempo libre del que había gozado y cada permiso para salir de la base que pudo conseguir lo dedicó en buscar un lugar donde su madre pudiera mudarse. Temía lo que pudiera pasarle si es que algún malfito terrorista descubría que tenía algún vínculo con la Nema, sabía que el no era lo que se llama una persona de interés, pero aún así prefería no arriesgarse. Conseguir el dinero, encontrar un lugar alejado de Luisana y, por sobre todo, convencerla de que era algo que debía hacer había consumido al menos la quinta parte de su tiempo. Esto eliminaba claro las posibilidades de volver a visitarla en los permisos cortos, pero era a cambio de su seguridad. Jack rezo por qué estuviese tomando las mejores decisiones.
Para el festivo la señora Woods lo despedía desde la puerta de su nuevo rancho en… bueno, en alguna parte lejos de ahí.
Hacer lo mismo con Mary había sido harina de otro costal.
—Te fallan veinte circuitos y medio si piensas que voy a dejar la ciudad por una mierda como esa.
Jack le habla ocultado gran parte de lo que había sucedido, sobretodo los detalles de la persecusión de Las Negras, así que no se sentía moralmente habilitado para insistirle al respecto. Lo único que pudo lograr es hacerla prometer que iría a cuidar de su madre las semanas que tuviese libre.
Para cuando volvió a estar plenamente concentrado en sus deberes se encontró con que Moro había avanzado con el desarrollo de la actividad que tenían planeado hacer. Por un momento le pareció extraño, tras todo lo pasado el tema se le había ido olvidando, y estuvo a punto de recular —si bien nunca se lo llegó a decir abiertamente—, pero tras un momento de pensarlo se dió cuenta que quizás le iba a ir bien a la base relajarse un poco. Además que ahora más que nunca tenía esa sensación de que necesitaba estar más capacitado.
Ambos estuvieron trabajando hasta que la idea terminó de tomar forma. Walter, con mucha más experiencia que Jack en el tema, ideó prácticamente todo el programa con uno que otro aporte del Roscoe.
Los días restantes aprovechó de aumentar sus horas en el campo de tiro, siempre tratando de acallar esa voz en su interior que seguía diciéndole que no estaba preparado. El día que llegaron las armaduras las recibió presto, y pasó unos días dedicado especialmente a ponerlas en forma. La cámara le trajo algunos recuerdos de sus días en la policía. Mary le trajo una pegatina de un águila portando una cruz en sus garas que se apresuró a poner en el hombro del que iba a ser su traje principal, eso y un crucifijo de madera que Jack se apresuró en colgar sobre la cabecera de su cama. Quizás ella no creyese en nada, pero sabía lo importante que para él era su fé.
El día 30 presentaron con Moro la propuesta definitiva de la competencia a los mandos y quedaron a la espera de su respuesta y de una fecha tentativa para llevarla a cabo.
Jack recorrió la base lentamente de regreso a su habitación mirando de reojo a los compañeros con los que se iba cruzando en su andar, tanto tiempo ahí dentro y la mayoría seguían siendo casi unos desconocidos. Esperaba solucionar eso en los días siguientes.
Spider se tumbó en la cama de su pequeño piso y repasó mentalmente todo lo que ese último mes le había acarreado. Un abril nefasto.
En su cabeza retumbaba una vieja canción de un grupo latino de finales del siglo veinte. No conseguía recordar el nombre, pero sí la tristeza de la historia que contaba la tonada.
Recordó los errores que cometió con el caso del atentado al Coronel. Desde su incapacidad para estabilizar la plataforma como las posteriores investigaciones, dando por sentado que Blackheart pudiera estar detrás del atentado. Por suerte, las investigaciones del Teniente Douglas pudieron resolver el caso, pero para Spider, fue un duro golpe a su ego y a su intuición.
El jueves 17 de abril Spider asistió al funeral. Un funeral de mierda, al que asistió por compromiso. Nunca le había encontrado sentido a los encuentros sociales propiciados por las defunciones. Él prefería superarlo en soledad.
En cuanto el funeral terminó, se tomó los días libres que la explosión le había robado. Se fue a practicar sus conocimientos de supervivencia a las zonas pantanosas. Una hoguera bajo las estrellas, un refugio improvisado entre unos árboles, y un par de días de contacto con la naturaleza.
A su vuelta pide permiso para practicar un poco con la motocicleta de combate MX-144 que se asignó al equipo Delta. Spider es diestro en la conducción de este tipo de vehículos y tiene la sensación que puede ser útil tener un poco de destreza en su manejo para algunas de las misiones.
Durante estos días combina la práctica con la motocicleta con su entrenamiento convencional y con adaptarse a su nuevo piso. Pide los permisos para pernoctar en su nuevo hogar dónde, poco a poco, va adquiriendo pequeñas rutinas. Dar de comer al gato, limpiar el cubículo, cocinar alguna cosa. Pequeñas acciones que van construyendo lo que para él puede definir una vida normal.
El 28 de abril recibe su armadura y aprovecha para hacer un repaso completo no solo de esta, sino de todo su equipo y lo completa con una bolsa de escalada. Durante su entrenamiento de supervivencia pensó que podia ser una buena idea recuperar la práctica.
ABRIL DE 2098:
Oh, si, días y días de trabajo para McNyvel. Así comenzó el mes para mi, currando y haciendo guardias. Un trabajo mecánico, jajajaja, pues me limitaba a cumplir con las órdenes que me daban y a "poner el dedo aquí" cuando hacía falta. Y traía las cervezas y la comida, eso también. He llegado a acostumbrarme a las muchachas, gracias a Dios por los pequeños favores, porque son gente agradable como para estar hora tras hora dándose de cabezazos contra ese puñetero guardián cromado.
Todo aquello fue alegremente interrumpido por la llegada de mister X. Por la revelación del misterio del Visitante Misterioso de Los Cojones. Y sus Capullos Ayudantes, habría que añadir. Oh, Señor: gente de gesto amargo y ego desmesurado, o quizá algunos no, pues tras las máscaras impersonales que les daban aspecto de hormiga atómica quizá hubiera algo de humanidad. La verdad es que me quedé con ganas de confraternizar, pero no hubo modo ni, supongo, era el momento ni el lugar. Petrov estaba encapullándose a marchas forzadas. ¿Qué sabía yo de su vida? Me parecía incómodo, pero supuse que había recibido alguna mala noticia, o tenía a algún porculero en su vida. Pero ya conocía de antaño a los Muchachos de Verde, y me había metido en la NEMA con pleno conocimiento de lo que me iba a encontrar.
Ese fin de semana fue un puñetero infierno (sin saber lo que es el infierno, a tenor de lo que ocurrió después), pues a la tensión de estar de guardia en la base sin los Bravo para ponerse delante de las puertas (seguían al presi y a su cohorte por doquiera que fueran) teníamos que pensar en cómo nuestro Desafío, nuestro guardián cromado, cogía polvo en los talleres. Y no había logrado leer una sola página de mi ensayo favorito.
Y bien: quedó compensado por las cuasi vacaciones de la semana siguiente, cuando concedieron diversos permisos (y conseguí visitar el Museo Arqueológico que me faltaba en Estados Unidos por visitar). Mensajera estaba especialmente inquieta esta semana y me agradó poder conversar largamente, aunque solamente pudiéramos hacerlo en modo texto. Necesitaba todo su ancho de banda para mantener la vigilancia en no se qué jodienda que estaba metida, pero podía emitir unos pocos bits que pasaba de contrabando, jajaja. Así que estábamos hablando como en la prehistoria (aunque a ella no le hacía falta un teclado, como es lógico), cuando mi infancia, cuando todavía tenían esas cosas que se ponían en la mesa y hacían clac clac, y tiqui taca. Joder. Se me ponen los pelos de punta de pensarlo.
El prolegómeno de la explosión fue la fiesta, cuando ella y yo hicimos la pareja más acojonante de toda la azotea, je. Conocimos por última vez a toda la familia del gran jefe y puff, murió poco después en medio de una explosión de plasma. Pero eso fue el lunes. El catorce de abril. Cuando llegó el pobre pringao al que habían endosado nuestro desafío: el guardián cromado. Lo único que iba a tener de fábrica iba a ser... nada. Todo estaba mal, leches. Conseguimos consolar al muchacho y, por cierto que se me olvida, se puso más tenso el tema con Petrov, al que Sun me había encargado vigilar. Estaba pero bien raro.
Todos sabemos qué sucedió después, ¿no es cierto?
El funeral fue... Sin familia. Joder, no había una viuda desconsolada. Ni desconsolados hijos. La verdad, teniendo en cuenta cómo era el cuerpo del jefe, me imagino que toda esa tribu (familia había claro está, primos y eso) estaba bien acostumbrada a las malas noticias. La tensión se mascaba, pero igual se notaba el orgullo del deber cumplido y toda esa historia. A mi nunca me gustó tanto bombo para lo que se supone que uno tiene que hacer si o si, pero los años me han enseñado a aprender y a callar la puta boca, así que me puse tieso como la polla de un adolescente y a formar con los muchachos. A despedir al jefe deseando estar un poquito más aturdido, no se si me explico. Pero Dios y mi hígado han prohibido el alcohol en este cuerpo que es el templo de mi alma, y el hachís me da sueño, ganas de cagar y un hambre tan arrolladora que me da un poco de asquete al final. Tampoco me voy a dar martillazos en la toña, ¿no? Pues me tuve que aturdir a base de pajas, qué se le va a hacer. Adios jefe, fue bueno conocerte.
El rey ha muerto, pues viva el rey: y el viejo con el que compartía el gimnasio y las carreras mañaneras, mira tú, es ahora nuestro director, la puta de oros y qué vueltas da la vida, ¿no?
Aquella mozuela, la periodista, se largó haciendo fu, creo. O le hicieron fu sus jefes. Mejor. Parecía buena moza (buen culo, por Dios) y seguramente fuera maja, pero el oficio hace la relación y eso, y adaptarse a los muchachos de verde ya es bastante jodienda. El Señor ha ordenado: "una puta cosa cada vez, joder, de lo contrario no llegarás a ninguna parte, ¿no te fastidia?" Me gusta Su lenguaje, hahahahaha.
Hasta el día en que los infieles que como las chinches pueblan este país decidieron que su dios (el profeta nazareno) anduvo siendo ajusticiado por los impíos toda esta zona estuvo muy, muy animada, pero nadie quería pedirnos ayuda. Jojojojo, hicieron un buen papelón, los idiotas. Y la gente pudo ver cómo daban tantos palos o más, pues eran torpes de cojones. En realidad me parecía una pena, ¿no es así? La semana santa de estos infieles trajo algo de paz, Dios es misericordioso. Nosotros casi no nos enterábamos. Aparte de la pena, claro está, no faltaba trabajo en los talleres, ¿no es cierto?
Solamente se que vino mi churri con una armadura muy bonica para mi. Hasta sitio para poner mis barbas tenía, hohohoho. La política andaba embrollada, parecía. Poco llegaba a los talleres, pero la cara del viejo ya no había vuelto a aparecer por las cintas de correr, salvo de cuándo en cuándo, y si lo veíamos, hablaba solo (pinganillo, supongo) como un poseso y adelgazaba. ¿O serían imaginaciones mías? Ni por los cojones querría tener un puesto de mando, ¿no te jode? Y luego resultó que nuestras armaduras no eran nada exclusivo. O pronto no iban a serlo.
La revolución, ¿no es cierto?
¿Cuándo sonará la frasecita?: "todo está bajo control" Entonces será cuando haya que correr, jaaajajajajajajajaja.
ABRIL DE 2098:
La sensación del paso del tiempo en NEMA era cambiante, en ocasiones sentía que volaba y en otras que todo iba demasiado lento. Durante abril no me habían herido lo que era una buena noticia, pero también significaba que no recordaría demasiado del mes de abril. Mis rutinas en la base eran bastante repetitivas, entrenaba todo lo que podía, cumplía con mis guardias y descansaba. Apenas salía y no gastaba demasiado, guardaba el dinero para mandarlo a casa, a mi hija.
Uno de los motivos de haber abandonado el ejército y haberme hecho contratista privado era precisamente el dinero. Ganaba más en NEMA que en mi antiguo puesto y aunque era notablemente más peligroso, cosa que no pensaba cuando empecé, el dinero bien lo merecía. Un gran porcentaje de lo que ganaba jugándome el tipo iba destinado al futuro de mi hija, dinero seguro para que pudiera pagarse unos estudios el día de mañana y no tuviera que acabar pegando tiros como su padre.
Intentaba llamarla todos los días, pero pronto me di cuenta de que la saturaba y que mi ex mujer no quería escuchar mi voz al otro lado de la línea tan a menudo. Pasé a llamarla cuatro veces a la semana, luego tres y finalmente los domingos. No conseguía hablar mucho tiempo con ella, pero siempre pensé que era algo normal, cosas de niños.
Los entrenamientos iban bien, recuperé algo de forma que había perdido en mi tiempo en la enfermería y las rodillas apenas me dolían. Pensaba que si me ponía en serio sería capaz de volver a competir y quizás hasta ganar. Ese era el problema de dejar la competición que siempre volvía el gusanillo de la vuelta, pero ahora mi destino estaba centrado en NEMA.