JULIO DE 2098:

JULIO DE 2098:

El martes, día uno de julio, el Capitán Neville pidió a la NEMA de Luisiana, como favor personal, investigar el asesinato del Sensei O Shaklo, podían contar con la plena colaboración de la policía local, a quien también había pedido ayuda el Capitán. Los Bravo estaban en alerta en defensa de la Base. El Director Interino Branaghan puso a los Charlie y a los Delta en alerta y preparación para cuando se descubriera lo sucedido, actuar.

McNyvel y Palson terminaron de reparar las Armaduras NEMA Estándar dañadas en la última misión. También estaba lista la Plataforma Charlie, los Todoterrenos, las motocicletas de combate, y las hovermotos. El Águila de Plata de Buendía estaba mayormente operativa, aunque se diagnosticó un error de propulsión si se acelerase en vuelo. Era necesario desmontar el sistema de vuelo entero y calibrarlo cuidadosamente. Entretanto, podría funcionar, pero sin capacidad de vuelo.

Alguno ya se lo olía, pero sí, se avecinaba una nueva misión. Algunos dirían que era por la justicia, pero no, era por la venganza.

El principal traficante de drogas, de trata de blancas, y de uso ilegal de androides en Baton Rouge, y, por extensión, de buena parte de Luisiana, era el jefe mafioso Swann.

Meses atrás, el justiciero enmascarado "Furibundo" le había propinado un palizón a Hatchetman junto al aeropuerto de BTR, dado que conducía un viejo BMW de colección, idéntico al que la NEMA utilizaba como vehículo oficial en aquel momento.

Swann y su organización pudieron haber cooperado con los criminales, o espías, no estaba claro, rusos que dieron soporte a la misión de la heroína soviética "Alas Negras" para asesinar al Coronel Berkeley.

No se habían probado lazos explícitos entre la organización de Swann y la del "Joker", aunque ambos claramente se nutrían para su reclutamiento de marginados de la sociedad afines, y tenían en común a los "Happy Mercs".

Swann había sido golpeado sin piedad por otro justiciero enmascarado, "Punisher", con medios más violentos y extremos que los de su predecesor, el "Furibundo".

En un momento dado, hizo uso de los infames mercenarios conectados con el Mercado Negro, los "Happy Mercs", que fueron derrotados por la NEMA.

Para tratar de compensar su menguante influencia, el principal lugarteniente de Swann, el sicario Ti Chung inició una campaña de terror y asesinatos contra los comerciantes locales de Baton Rouge, ciudad de abducciones extraterrestres.

La NEMA de Luisiana acabó con Ti Chung en el piso okupa de la calle Comite, neutralizando a su banda de desarrapados. En esa misión fallecieron Bowler, Shaeki y el Alférez Wukong. Mitch quedó muy tocado, sobreviviendo a duras penas, y quedando con secuelas físicas y mentales permanentes.

Poco tiempo atrás, Swann había contratado al costoso asesino profesional "Skull" para vengarse de la NEMA, asesinando al Sensei O Shaklo cuando estaba fuera de servicio, comprando un perrito caliente en un puesto callejero.

La NEMA de Luisiana no disponía de pistas sobre el paradero de "Skull", quien probablemente se estuviera escondiendo en otro estado, pero parecía bastante probable que Swann siguiera en la ciudad capital del estado de Luisiana para tratar de evitar el colapso total de su red criminal, que ya se encontraba muy dañada.

Como las ratas huyendo del barco que se hunde, seguramente muchos delincuentes ya le habrían abandonado, pero resuletaba probable que estuviese escondido en algún piso franco o refugio, con los pocos seguidores que le pudieran quedar, pandilleros de baja estofa, y tal vez algunos "Happy Mercs" a los que todavía hubiera podido contratar.

Cuando el escondrijo de Swann fuera revelado, con seguridad el Teniente Branaghan ordenaría otro "storm" similar a la operación contra Ti Chung. Una acción arriesgada, más emocional que racional, un deseo de venganza, espoleado también por la petición especial del defenestrado Capitán Neville, que había sido trasladado forzosamente a la Oficina de Repuestos, en Atlanta, tras el fiasco de la deserción y fuga de Petrov, quien facilitó que la asesina soviética "Alas Negras" escapara impune tras haber asesinado al Coronel Berkeley.

El miércoles, dos de julio, seguía habiendo investigaciones en curso. La autopsia de la Forense de la policía local reveló la bala utilizada en el asesinato del Sensei O Shaklo, que tenía un peculiar grabado. Las investigaciones de los miembros del Equipo Alfa revelaron que el sello de la bala pertenecía al costoso sicario independiente apodado "Skull", era algo así como su "firma".

El interrogatorio por parte del Agente Tsiperko, de la Oficina del Sheriff de la Parroquia del Este de Baton Rouge, al mafioso Grasshoper, quien también era un confidente en secreto de la NEMA, transferido anteriormente a la misma por la NSA, reveló la posición de Swann en un escondrijo subterráneo.

La entrada al escondrijo de Swann se encontraba en un viejo taller mecánico, el Dave's, en Davenport Ave, una callecita muy secundaria al norte de Baton Rouge, cerca del Viejo Zoo de la ciudad.

El grupo de misión, compuesto por los Delta y Charlie al completo (exceptuando a Mitch, que no estaba en condiciones y se quedó en la Base), asaltó la guarida de Swann. Primero arrasaron rápidamente a diez "Kill Drones" guardianes, forzando seguidamente dos entradas al subterráneo secreto del líder mafioso. Allí Buendía pudo usar su cañón de riel, habiendo obtenido previamente la autorización del Senado, aniquilando rápidamente a tres "Happy Mercs" y a tres Matones "City Rats". Swann activó el sistema de autodestrucción y siete Matones supervivientes se rindieron de inmediato. El Director Branaghan ordenó la evacuación en ese momento. Afrikanen desoyó la orden y a punto estuvo de morir.

Finalmente, la NEMA había triunfado, aunque hubo ciertamente heridos civiles debido a la explosión de plasma de la base de Swann, fundamentalmente debido a la onda expansiva. No se había podido recuperar el cuerpo de Swann, ni de uno de los "Happy Mercs", aunque los restos de éste parecían estar adheridos a la ruina destruida en que se convirtió la armadura de Afrikanen. Parecía improbable que Swann hubiera podido sobrevivir si la armadura de Afrikanen, que era sustancialmente mejor, había sido completamente destruida. La misión había finalizado y podía considerarse un éxito.

La Armadura Estándar de Lavant había sufrido daños irreversibles, que reducían permanentemente su efectividad al cincuenta por cientos. Los dos robots de McNyvel habían recibido daños importantes, aunque posiblemente podrían acabar siendo reparados, con muchas horas de trabajo en el Taller de la Base de la NEMA en Luisiana.

La NEMA había capturado a siete prisioneros, que con casi absoluta certeza acabarían en prisiones federales de máxima seguridad, acusados y procesados por crimen organizado.

El refugio de Swann había estallado en una deflagración de plasma, bastante concentrada en el solar del Taller de Dave. Se habían producido docenas de heridos entre los civiles de los edificios en un radio de cien metros, debido principalmente a la onda expansiva de la explosión. Nadie estaba acusando, al menos de momento, a la NEMA por esos heridos y esa destrucción.

En cualquier caso, la organización criminal de Swann estaba claramente acabada, y los matones supervivientes parecían bastante dispuestos a cantar, por lo que seguramente el FBI acabaría incautando todos sus bienes.

Habría que elaborar montañas de papeleo e informes de misión, por supuesto. Se habían usado neoarmas, aunque con la autorización expresa del Senado, y eso requería documentación escrita adicional. Además, habían muerto tres matones confirmados, y tres mercenarios confirmados, más muy probablemente un cuarto, y muy probablemente también el propio Swann. Las víctimas, incluso de criminales buscados, implicaban más y más papeleo. También por supuesto, por los daños en los edificios y los heridos civiles en los mismos, aunque de eso último se ocuparían en gran parte los asesores externos y las compañías de seguros.

El jueves, tres de julio la Base de la NEMA se encontraba en Condición Amarilla. Muchos aprovecharon las horas muertas para el papeleo y los informes de misión. Ese día se produjo una entrega especial de la NEMA. Llegó Mensajera trayendo en su Nave Aérea un cargamento de cincuenta Pistolas Láser PLP-20, con doscientas baterías de PLP-20, cuarenta Rifles Láser LSR-250, con mira láser avanzada incluida, y ciento sesenta baterías LSR-250. Además ocho pesados adaptadores para recarga de  baterías para armas energéticas en la Base, que serían instalados en la zona de Taquillas, Armería, Taller, Hangares, Garaje, y las tres Salas de Guardia: Control, Seguridad, y Operaciones. Gracias a una petición especial del Director Branaghan se añadieron a última hora al pedido tres Vibro-Espadas, tres Vibro-Sables, y dos Vibro-Mandobles.

Mensajera prometió que para septiembre traería un nuevo vehículo robot pesado y más armaduras de potencia. También confiaba en que para octubre o noviembre ya se habrían fabricado más variedad de armas portátiles, ligeras y pesadas, incluyendo cañones de riel, rifles de plasma y lanzadores de mini-misiles portátiles, en el "Cheyenne Mountain Complex" de Colorado.

Se preparó el funeral por el Sensei O Shaklo en el cementerio militar de Baton Rouge. Acudirían muchos de sus alumnos y mucha gente de Baton Rouge y de todo el estado de Luisiana y más allá. El Sensei tenía su propio dojo en la ciudad y era mucho más popular de lo que nadie en la NEMA había supuesto.

El viernes, cuatro de julio, mientras todo el país celebraba el Día de la Independencia con festejos, barbacoas, carreras, desfiles, reuniones familiares y fuegos artificiales nocturnos; la NEMA de San Luis asistió por la mañana al funeral del Sensei O Shaklo. Fue enterrado con honores, con la bandera, y salvas de fusileros de entre sus compañeros. Por la tarde, buena parte del personal de la base NEMA de Luisiana vigiló la ciudad de Baton Rouge, sin participar en las fiestas por el cuatro de julio.

Del sábado día cinco al lunes día siete de julio hubo un permiso especial para todo el personal, menos un retén de tres miembros de cada Equipo, que permanecerían de guardia en la Base.

Los días del martes ocho de julio al viernes once de julio fueron días de entrenamiento. El "Bull Dog" de James finalmente estuvo completamente operativo, todos los parámetros estaban en verde y todo parecía estar al cien por cien, sin sabotajes ni sucesos extraños. El siguiente fin de semana fue un fin de semana de descanso.

El lunes catorce de julio, el Senado de los Estados Unidos apruebó de manera oficial mediante una Ley Federal formas extremas de aumentación humana que hasta ahora se habían considerado completamente contrarias a toda ética y moral. Tanto para las Fuerzas Armadas como para determinados contratistas de seguridad privada, e incluso algunas fuerzas policiales como experiencia piloto.

Se generó entonces un gran revuelo social en todos los estados, pues muchos ciudadanos consideraban que las aumentaciones como los "Full Conversion 'Borg", "Juicer", y "M.O.M." constituían crímenes contra la humanidad. Experimentación con seres humanos, con gravísimas secuelas.

Con todo, resultaba evidente que otros países las llevaban tiempo implementando en sus fuerzas armadas. En concreto en Europa y Rusia habían avanzado mucho en los últimos años con formas extremas de aumentación cyborg en la forma de 'Borgs pesados y extra-pesados.

En Polonia se habían especializado en la aumentación M.O.M. ("Mind Over Matter"), pese a la evidencia científica creciente de que acababa resultando devastadora para la psique del sujeto.

En Japón y otros lugares estaban creando Juicers, súper-soldados químicos, también llamados pomposamente a veces "soldados universales", pese a la evidencia de que el tratamiento con esas terribles drogas de combate acortaba enormemente la esperanza de vida.

A menudo se les ofrecía a los Juicers militares la desintoxicación al cabo de cinco años, e incluso la posible sustitución de sus miembros por miembros protésicos, ya que se ha demostrado que tras la desintoxicación, incluso si se sobrevivía, se producía una grave atrofia física generalizada e irreversible.

A la gente le preocupaban seriamente las conversiones Cyborg, que hasta ahora estaban prohibidas, como las completas. Se permitían las prótesis por motivos médicos, pero la aumentación biónica de grado militar, en particular cuando se trataba de reemplazar órganos y miembros sanos por otros artificiales, sólo por obtener más poder, siempre se había visto como un elemento deshumanizador muy peligroso. En Alemania estaban yendo incluso más allá, experimentando la posibilidad de implantar un cerebro humano en un cuerpo completamente artificial y robótico.

El martes quince de julio se convocaron manifestaciones por todo el país, e incluso en muchos otros países, como Canadá, México, Unión Europea, Japón, y gran parte de Sudamérica; en contra de los súper-soldados y de la guerra en general. Existía la creencia cada vez más generalizada de que el mundo entero se preparaba para una Guerra Mundial.

En muchas ciudades, las manifestaciones transcurrieron de manera pacífica, durante el día, con gran seguimiento mediático. En otras, comenzaron muy pronto los conflictos con la policía. Al caer la noche se produjeron saqueos e incendios graves en muchas ciudades.

En Baton Rouge y Nueva Orleans se produjeron duros enfrentamientos, con muchos heridos entre manifestantes y policía, y hubo cientos de identificados y detenidos.

El miércoles, dieciséis de julio, el Gobierno Federal desclasificó docenas de documentos acerca de la Nueva Unión Soviética, la República Popular de China, y otros países. Décadas de inteligencia sobre armamento, súper-soldados (Cyborgs, M.O.M., y armaduras de potencia), y su uso real en una guerra limitada que se produjo entre China y Rusia en el año 2089 en las Montañas Altai. Las pruebas de que otras potencias disponían de esas tecnologías terribles y de que estaban más que predispuestas a utilizarlas en conflictos reales resultaron ser abrumadoras.

Treinta años atrás, la Revolución había vuelto a instaurar la Dictadura del Proletariado en Rusia y se había creado la Nueva Unión Soviética.

En la Exposición Universal de 2064, Rusia apenas pudo presentar al mundo como sus novedades tecnológicas mejores sistemas de excavación de yacimientos petrolíferos y un tosco puño cibernético, mientras que los demás países mostraban avances sofisticados en robótica, energías alternativas y materiales.

En 2067 se produjo la Revolución de la mano de Sasha Sergovna Dukov, por la parte civil y activista política, y del General Mikhail Ibraimovich Polovtsev, por la parte militar. Ambos murieron pocos años después de que se instaurara la Nueva Unión Soviética, lo que los convirtió en un mito para su pueblo, y su legado perduró en el presente con plena fuerza.

La Nueva Unión Soviética se había transformado en un imperio forjado sobre cibernética avanzada y eficaz, y el Ejército Rojo contaba desde 2075 con unidades enteras de voluntarios que se habían sometido a una Reconstrucción Cibernética, Total o Parcial. Incluso contaba con un mercado negro pujante que suministraba implantes, incluso ilegales, a la población civil.

El pueblo norteamericano había estado viviendo durante décadas de espaldas a la realidad. El mundo estaba cada vez más y mejor armado, y existían armas muy peligrosas en manos de gobiernos que no tenían el menor escrúpulo en utilizarlas.

Con estas revelaciones y decenas de discursos y apariciones públicas de dirigentes políticos de los dos principales partidos de la nación, Demócratas y Republicanos, los ánimos de los manifestantes comenzaron a calmarse. Las manifestaciones empezaron a ser menos numerosas y menos violentas, y en días sucesivos se retornó a una situación de relativa normalidad.

Desde el jueves, día diecisiete de julio, hasta el sábado, día diecinueve, fueron días de tensa calma. Había inquietud en el ambiente, aunque las calles estaban más o menos tranquilas, pero las redes sociales, en cambio, bullían de actividad, de informaciones contradictorias, y mucho nerviosismo.

El domingo veinte de julio se produjo una gran revelación en todas las redes, que poco después acababa en todos los demás medios de comunicación, sobre la experimentación continuada en animales en diversos países (entre los que, además de Estados Unidos, se encontraban Argentina, Colombia, la corporación KLS y otras subsidiarias en instalaciones espaciales) para hibridarlos con genes humanos, creando mutantes híbridos y mayormente bípedos dotados de inteligencia cuasi humana. Al parecer se pretendía usarlos como trabajadores cuasi-esclavos y como tropas de choque. El escándalo resultó mayúsculo y la población se quedó anonadada. Esa misma noche se produjeron disturbios en todas las principales ciudades de Estados Unidos y en otros lugares por todo el mundo.

El lunes, veintiuno de julio, Australia impuso la Ley Marcial, con las ciudades de Melbourne y Perth aplicando las medidas más extremas contra los manifestantes. Se produjeron decenas de muertes y ambas ciudades lograron por la fuerza una cierta medida de paz, mientras la rebelión y la cuasi-anarquía se extendían por todo el resto de Australia y buena parte de Oceanía.

En Europa y África había una cierta calma tensa, mientras que varios países asiáticos parecían estar al borde de un conflicto armado.

En Estados Unidos y la mayor parte del continente americano, la respuesta ciudadana resultó desigual. En diversas ciudades hubo manifestaciones, que a veces acabaron en disturbios y saqueos.

En Luisiana hubo una gran agitación, lo mismo que en Florida, Georgia y Alabama. La situación era bastante mala en Washington y Nueva York, donde el gobierno federal parecía desbordado y las autoridades locales parecían limitarse a encerrarse en sus precintos, comisarías, búnkeres y cuarteles. Curiosamente, en Texas, donde todos los rumores apuntaban a que era donde se habían producido los peores experimentos con animales durante décadas, había una completa paz.

Las autoridades de Luisiana pidieron ayuda. La policía se encerró en las comisarías con sus familias. La Guardia Nacional, bomberos y ANE cooperaron para tratar de poner paz en Nueva Orleans. El Gobernador y el Alcalde le pidieron a la NEMA de Luisiana que restaurase la paz en la capital del estado, Baton Rouge, donde las revueltas se habían extendido y estaban causando saqueos, incendios, violaciones y asesinatos.

Los Equipos Charlie y Delta se equiparon con material antidisturbios cedido temporalmente por la Guardia Nacional y la ANE, como cañones de agua, balas de goma, y granadas de humo para controlar a los manifestantes en diversos barrios de Baton Rouge. Dos APCs, todos los GB y el Bull Dog de James fueron equipados con grandes cañones de agua. Todos los Agentes recibieron cargadores con balas de goma para las armas convencionales, así como porras (o Mazas Neurales) y granadas de humo. Las Águilas de Plata fueron equipadas con lanzagranadas que lanzaban granadas de gases lacrimógenos, en lugar de sus cañones de riel habituales.

Desde el martes, veintidós de julio, hasta el jueves, día veinticinco, la NEMA de Luisiana tuvo que emplearse a fondo para imponer al orden. La policía se inhibió vergonzosamente durante este tiempo, con unas pocas excepciones honrosas, como el Agente Tsiperko, que corrió a auxiliar a la NEMA desobedeciendo a su Sheriff. Los bomberos locales y estatales trabajaron duro  en la extinción de incendios, a menudo sufriendo ataques mientras lo hacían. El Ejército estuvo estos días en alerta, pero con órdenes de mantener sus posiciones y defender las bases e instalaciones militares.

El sábado veintiséis de julio, los voluntarios barrigones de la Guardia Nacional consiguieron de algún modo pacificar Nueva Orleans, aunque con una cantidad enorme de heridos y lisiados. Una parte de sus fuerzas acudió después en socorro de Baton Rouge y por fin se consiguió imponer el orden. El Gobernador Madrigal decretó, un poco tarde, la Ley Marcial con toque de queda para una semana completa hasta el día tres de agosto.

Para el domingo veintisiete de julio las calles estaban desiertas, salvo las patrullas policiales, de la Guardia Nacional, y los equipos de Emergencias, como la ANE y el 9-1-1. Por fin se consiguieron apagar todos los incendios.

Desde el lunes, veintiocho de julio, hasta el jueves, treinta y uno, fueron días de Ley Marcial y calma tensa en las calles. Casi todo el mundo estaba encerrado en sus casas, salvo trabajadores esenciales y las cuadrillas de reconstrucción. La policía había vuelto a patrullar las calles, más confiados ahora que no había manifestaciones violentas.

La NEMA fue relevada por fin y pudo retirarse de vuelta a su Base. Poco después se pasaba a Condición Amarilla primero, y finalmente a Condición Verde.

El lunes, veintiocho de julio, el Director Branaghan habló con mucha gente al respecto de las operaciones quirúrgicas que necesitaban varios de sus agentes, pues aunque había sido un mes muy agitado, ya no se podía aplazar más. Necesitaba que todos estuvieran de nuevo en plenitud de fuerzas y de salud.

El Director Interino de la NEMA de Luisiana movió todos los hilos habidos y por haber y consiguió programar una intervención quirúrgica de trasplante de órganos protésicos de urgencia en el Hospital General de Baton Rouge para el día uno de agosto.

Los pacientes serían: Matt Afrikanen, que recibiría un hígado bio-sintético. Jack Woods, que recibiría pulmones cibernéticos avanzados. Nigel Young, que recibiría un trasplante de corazón. Y Dorgan Mitch, que recibiría un estómago y unos intestinos bio-sintéticos.

El Gobernador Madrigal intervino para conseguir que la intervención fuera rápida, realizada por lo mejores mejores cyber-cirujanos y que se emplearan implantes de bio-sistemas de gran calidad. Todos los costes serían sufragados directamente por el Cuartel General de la NEMA en Atlanta, el Capitán Neville se ocuparía de ello. El Sheriff Logrie se encargaría de reforzar la seguridad del hospital con varios coches patrulla los días uno a seis de agosto.

Los cuatro pacientes serán ingresados el día uno de agosto por la mañana temprano, serían intervenidos ese mismo día a mediodía, y permanecerían ingresados convalecientes hasta el día seis de agosto.

El seis de agosto a mediodía los pacientes serían recogidos por el APC del Equipo Bravo, a quienes acompañaría Denver con camillas medicalizadas y equipo médico completo.

Los pacientes serían entonces trasladados de regreso a la Base, donde permanecerían ingresados en la Enfermería bajo el cuidado de Denver hasta el once de agosto, momento en que, si todo estuviese bien, recibirían el alta médica finalmente, regresando al servicio activo.

Los días uno a seis de agosto habría un refuerzo especial de vigilancia en el Hospital General de Baton Rouge, en el pasillo de las dos habitaciones donde permanecerían ingresados los pacientes de la NEMA. Se establecerían tres turnos de ocho horas de vigilancia. Los Agentes llevarían armadura completa y se equiparían con neo-armas portátiles, aunque no podrían dispararlas, tan sólo utilizar vibro-armas cuerpo a cuerpo si no hubiese más remedio. También habría un Equipo listo para salir en cualquier momento en la Plataforma Charlie, para reforzar el Hospital si fuera atacado por enemigos.

Se establecerían tres turnos de guardia. Por las mañanas desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde estarían de vigilancia C10 Moro y D04 Jerusalem. Por las tardes, desde las cuatro de la tarde hasta las doce de la noche, estarían D12 Parker y D14 Vanderbilt. Por las noches, desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana, estarían C06 Mercio y D10 Lavant.

El propio Director Branaghan reforzaría personalmente los turnos de guardia a intervalos irregulares de manera no oficial, estando en todo momento disponible a través de su comunicador personal.

JULIO 2098

Últimamente las cosas no iban excesivamente bien en la base, y la muerte del Sensei simplemente fue la gota que colmó el vaso. Habíamos perdido demasiados compañeros, un nivel de bajas que no era aceptable para una unidad de élite, como se suponía que éramos, y más aún en territorio nacional.

Uno siempre espera muertes en terreno hostil, pero en las calles de tu propia ciudad... Si no puedes mantener la seguridad del hogar, ¿Qué eres? ¿simplemente un bárbaro armado? ¿Qué les separaba de los matones con neo-armas que pululaban por la ciudad?

En cuanto se recibieron las informaciones, Moro sabía que sería el momento de evacuar sus frustraciones con aquellos criminales, pero en su mente había un concepto claro: No podían perder a nadie más.

La operación se llevó a cabo de forma rápida y eficaz. Estaba seguro de que Buendía pensaba lo mismo, viendo el ritmo al que eliminaba a sus enemigos. El águila de plata sin duda era formidable. Obviamente, ahora que Petrov se había llevado a una a la nueva Unión Soviética, seguramente no tardarían en enfrentar a sus contrapartidas neo-comunistas. Y era algo que, sinceramente, ponía un punto de terror en el avezado militar. Por lo que había visto, encontrarse con aquella armadura en tierra era prácticamente equivalente a una sentencia de muerte.

La reacción de Swann, sin embargo, si pilló más por sorpresa al militar. ¿Tendría alguna forma de salir que no habían detectado? No creía que ese tipo hubiese preferido la muerte si no iba siquiera a llevarse a alguien por delante, y sin disparar siquiera su cañón de riel una vez...

Y Afrikanen. ¿Qué le estaba pasando? En las últimas misiones, había ido siempre en vanguardia, como si fuese un avezado combatiente. Por dios, ya casi olía a tierra, y era un rescatador... Moro no había conseguido detenerlo, y, por suerte, su armadura Fire&Rescue era terriblemente resistente, lo que había hecho que se salvase en una situación que Walter había creído imposible.

Ahora tocaban hospitales, y reparaciones de equipo. Al menos, el funeral de esta vez ya había sido decidido de antemano.

Para el funeral del Sensei, Walter se vistió con su uniforme de gala. Su mejor semblante serio y su pose más marcial acompañaron al cortejo. Demasiados cortejos fúnebres en poco tiempo. Demasiada muerte y destrucción. Demasiadas neo-armas y nuevas amenazas. Antes, la vida era más sencilla. Incluso la suya.

Sin embargo, no todo era muerte.

La llegada de mensajera con el cargamento de neo-armas ayudó a Moro a aliviar ligeramente su estress. Hasta ahora, su único arsenal para enfrentarse a las nuevas neo-armaduras eran armas cuerpo a cuerpo, mientras sus enemigos tenían cañones. Desde luego, era una lucha injusta.

Pero no, ahora tenían rifles láser con mira. Por suerte, Moro llevaba tiempo preparándose para mejorar sus capacidades de disparo a distancia, y ahora tenía con qué ponerlo a prueba.

Desde la llegada del armamento, dedicó la mayor parte de su tiempo de entrenamientos a practicar su puntería, aumentando día a día la distancia a la cual era capaz de ser efectivo con la nueva arma. El hecho de que las baterías se cargasen en la base, además, reducía el gasto de munición desechable, lo que era un ahorro para el planeta. Sonrió ante su pensamiento. Estaba usando un arma capaz de reducir estructuras a polvo, y pensaba en los árboles... Algunas veces no podía dejar de ser un soñador.

Pidió a los ingenieros algunas modificaciones al rifle, pensadas sobre todo para adaptarlo al fijado rápido a la armadura. Walter sabía que necesitaría ser capaz de cambiar de arma rápidamente, si quería ser eficaz. Esperaba que pudiesen hacer algo...

Y, por fin, llegó el ansiado permiso. Walter estaba encantado, pues necesitaba ver a su familia. Había pensado mucho en su hermana y en los niños durante las últimas misiones.

Mientras estuvo en casa, se dedicó a ser el "padre" que los chicos no tenían. Fueron a ver sus partidos de beisbol, e incluso pasaron una tarde en el parque de atracciones. El hecho de no llevar la ropa militar se hacía ligeramente extraño para Walter, pero creía que sería mucho mejor mantener un perfil bajo. Disfrutaron de batidos, pizza, y todas las cosas que hacían que el sueño americano se mantuviese en pie. Desde luego, fueron buenos días.

Volvió a pedir un permiso la semana siguiente para asistir al cumpleaños del menor de los chicos, y ayudó a su hermana a preparar su fiesta. Globos, zarzaparrilla (no pudo evitar acordarse de Afrikanen cuando la vio) e incluso un castillo hinchable. Fue un buen día. Incluso creyó que una de las madres de uno de los amigos del chico, que había quedado viuda hacía algún tiempo, le estaba poniendo ojitos, pero optó por ignorarla. Hoy era el día del chico, no el suyo. Quizás en otro momento...

Aunque no todo fueron ojillos. También le pareció que algunos de los padres, los que conocían su profesión, le miraban con peor cara. La imagen de la NEMA se había dañado últimamente, aunque, ciertamente, nadie les culpaba del último incidente.

Por suerte para el, las noticias del senado no llegaron hasta después de la fiesta. Hubiese sido realmente incómodo si hubiese tenido que discutir con ellos durante la fiesta. Walter creía que la ultra-modificación de grado militar era preocupante y peligrosa. Una vez más, los seres humanos se empeñaban en aumentar sus arsenales de forma descontrolada. Una bala podía matarte, pero se empeñaban en diseñar cañones de Riel. Un puñetazo a la garganta acababa con tu sufrimiento, pero desarrollaban brazos capaces de atravesar el hormigón... ¿Acaso nunca sería suficiente para ellos?

Por un momento se sorprendió a si mismo. "Pienso como uno de esos hippies". Volvió al campo de tiro a seguir practicando. ¿Tal vez las conversaciones, cortas y extrañas, con la chica gato, le estaban influenciado? Todos esos papeles sobre que la NEMA iba a acabar con el mundo... ¿Serían verdad? Se concentró de nuevo, pero, esta vez, falló el blanco. Tal vez era el momento de parar a cenar...

Y, de pronto, el caos. 

Aquella gente que se sentía "segura" en sus casas decidió que era el momento de organizar revueltas. Sabía que tendría que reprimirlos, pero no le gustaba. Al menos, ahora contaba con la neuro-maza, que sería efectiva contra civiles para no dejar demasiadas secuelas.

Fue un mes complicado. Disturbios, noticias, entrenamientos, y más disturbios. Al menos, tras unos días, Walter ya se había sumido en la rutina y empezó a considerar aquello como un entrenamiento más. Cada día era más eficiente con la porra y con las tácticas de combate urbano. Casi empezó a ver a los civiles como blancos con los que practicar...

Y la calma llegó como había llegado la tormenta. Sin más, los esfuerzos parecieron terminar de dar fruto con la llegada de la guardia nacional. Bárbaros y salvajes, sin más coordinación que una turba armada, eran justo lo necesario para acabar con otra turba. Un choque de trenes.

A final de mes, sin embargo, empezó la parte divertida.

Por fin iban a comenzar las operaciones del equipo, y Walter tenía guardias. Cada mañana, como un reloj, se encontraba en su puesto media hora antes, y esperaba media hora extra antes de volver a sus entrenamientos. No quería una brecha en la seguridad. No quería fallos. Y sabía que sus compañeros, tampoco.

Julio 2098

Desde luego el principio de mes fue de lo peor que podíamos tener. Tres bajas en el equipo Charlie y además el sensei, todo por ese cerdo de Swann. Estaba claro que la NEMA tenía muchas cosas que ajustar con el cabecilla criminal. Tantas que estoy seguro de que todos recibimos con ilusión la posibilidad de atacar la base secreta de Swann.

Y finalmente el día llegó. Se hace extraño participar en una misión siendo el segundo de los Delta. Pero intenté mantener la calma y ayudar en lo posible a Buendía para conseguir acabar la misión sin bajas.

Los drones de las superficies no supusieron más que una molestia para el águila de plata. Reconozco que sentí algo de envidia y me pregunte porqué no había traído yo al Bull Dog, pero sabía que en el supuesto refugio subterráneo el robot no cabría.

Finalmente llegamos a las trampillas y nuevamente Buendía con suavidad de plata entró arrasando con todo. Y estábamos entrando el resto para terminar con la resistencia cuando Swann dio último golpe.

Reconozco que por un rato sospeché que había escapado por algún lado, y quizá esa era su intención, pero el hecho de encontrar a Afrikanen entre los restos con restos biológicos encima nos hace sospechar que murió. Quizá el viejo bombero le tapó su posible salida y no pudo escapar de la explosión. O eso espero.

Por suerte Sarah pudo escapar sin ninguna consecuencia. Reconozco que en el momento final el que hubiera sufrido algún daño me preocupó más incluso que mi propia seguridad. Ahora comprendo a qué se refería el Teniente.

Por otra parte tienen que mirar seriamente la cabeza del viejo, algo no está bien ahí dentro. Esta vez se ha salvado de milagro, sospecho que la próxima puede no tener tanta suerte. En cualquier caso no es tarea mía pues ni siquiera es de mi equipo, así que supongo que es mejor que se ocupen desde Charlie.

Después de eso tocaron toneladas de informes. Informes por aquí, informes por allá, informes, informes, informes... Si llego a saber que esto era lo que iba a suponer ser el segundo del equipo lo habría rechazado.

De hecho cuando llegó Mensajera dos días después de la misión todavía estábamos haciendo y pasando informes a unos y otros. Pero pude sacar tiempo para observar los juguetitos que nos había traído, lo que provocó que una sonrisa iluminara mi cara. Esto es otra cosa, esto es pelear en igualdad de condiciones.

Me sorprendió la cantidad de gente que acudió al funeral del Sensei. Yo elegí quedarme cerca de Sarah por si necesitaba ayuda. Y en cualquier caso por intentar consolarla. Aunque creo que ninguno en la base valorábamos realmente como se merece al Sensei.

Lo malo de pertenecer a las unidades de seguridad es que te toca estar de guardia en las fiestas. Y el 4 de julio no iba a ser distinto. Pero por suerte después de ese día tuvimos unos días de permiso. Unos días que propuse a Sarah pasarlos juntos en su casa, mezclándolos con el ambiente festivo del fin de semana posterior al 4 de julio. Por supuesto nos habíamos perdido lo principal de la fiesta, pero al menos llegaríamos a los restos.

Una vez en la base aproveche para comprobar que el Bull Dog estaba perfectamente operativo. También aproveché para dejar de hacer prácticas en el simulador y empezarlas a hacer con un robot de verdad. Un cambio ciertamente. También empecé a practicar con las armas láser.

Después pasamos otro fin de semana tranquilo, conociendo más de Baton Rouge y haciendo las guardias básicas, hasta que el gobierno la armó. ¿Pero qué locura es esa de permitir las modificaciones corporales así como así sin necesidad de que sean por un asunto médico? Eso no debería estar permitido, e incluso en ocasiones pensé en unirme a las manifestaciones pacíficas. Pero soy parte de la seguridad del país, no puedo tomar parte en contra del gobierno de una forma tan clara.

Pero por supuesto empezaron los asaltos y los saqueos. La gente empezó a pensar que las ciudades genial controladas por bandas de malhechores ultra modificados y con armas capaces de reducir un edificio a polvito, así que se prepararon para la catástrofe que se avecinaba. Y nuevamente la NEMA para arreglar los problemas que no le corresponden pues no somos los que los hemos creado.

En fin, aproveché el tener el Bull Dog para practicar un poco llevando un cañón de agua en las manos. Fueron unos días de disturbios continuos con una cantidad de destrozos considerables. Pero más me preocupaba la gente que había visto sus derechos vulnerados por los manifestantes, o por la gente que se había metido en las manifestaciones a reventar. Sobre todo el tema de las violaciones. A más de uno me dieron ganas de darle un puñetazo directamente con el Bull Dog, pero dejé que se ocuparan las autoridades.

Y es que las primeras manifestaciones, las provocadas por el tema de la aprobación de los implantes con fines militares, no fueron nada con las que provocó el descubrimiento de la experimentación para hibridar humanos con animales. Eso ya superaba cualquier posible ética o intento de explicación, y no solo Estados Unidos sino muchos países del mundo estallaron en llamas.

No fue hasta el día 25 que pudimos controlar un poco lo que pasaba en el estado con la ayuda de la Guardia Nacional. Sí, los inútiles de la Guardia Nacional por fin hicieron algo, y algo bien hecho. Se implantó la ley marcial y suspiré aliviado cuando pudimos volver a la base.

Después de eso tocaron días con una calma relativa. Solo la Ley Marcial impidió que se repitieran los disturbios. Y aunque todos estábamos en alerta, teníamos unos compañeros que ya no podían aguantar más así que se decidió que se operarían a principios de agosto. Quizá no es la mejor decisión en la situación en la que estamos, pero es necesaria dada la situación en la que están ellos. Así que simplemente me pasaré todos los días un rato a primera hora de la tarde para comprobar cómo están los heridos. Pero eso será ya el mes que viene. Esperemos que los disturbios no se repitan.

Julio 2098

¿Realmente teniendo un águila de plata o un robot como ese Bull Dog el resto de componentes de los equipos Charlie y Delta somos necesarios? Es algo que me he estado preguntando desde la misión del asalto a la base de Swann.

Realmente todo el asalto lo podía haber hecho Buendía con su águila de plata y no tendríamos porqué habernos arriesgado. De hecho el propio Afrikanen casi ni lo cuenta. Viejo loco, que debe pensar que tiene 20 años.

Por suerte en esta ocasión no perdimos a nadie, pero quedó esa sensación de que no teníamos porqué haber sacado a todos los equipos cuando ni siquiera entramos en acción la mayoría.

Desde luego en esa tesitura el envío de Mensajera fue como un auténtico soplo de aire fresco. Al menos con Neo armas en nuestra posesión podemos hacer algo incluso aunque llevemos alguno de los robots. Aunque sea para no sentirme inútil. Cojo uno de los rifles y me pongo a practicar con él.

De hecho incluso utilizo el tiempo que tenemos de permiso para seguir practicando. Necesito conseguir puntería con esta arma para no ser solamente ese que conoce de los edificios y después ya no sirve para nada. Quiero demostrar que puedo ser tan útil como otros.

Pasó el 4 de julio y unas cuantas semanas de tranquilidad en las que pude seguir practicando, hasta la noticia que estalló todo. Y no me refiero a la de las modificaciones de tipo militar que se habían aprobado para la gente, me refiero a las informaciones sobre la experimentación con animales. Creo que a todos se nos revolvió el estómago al escucharlo.

La gente se lanzó a las calles en un caos de destrucción y ni siquiera la Policía ni el Ejército se atrevieron a intervenir. Malditos cuerpos obsoletos, ni siquiera se dan cuenta de que somos nosotros los que estamos realmente poniendo la cara para que nos la partan.

Y así fue, todos sin excepción tuvimos que salir para sustituir a la policía y apagar las manifestaciones. La verdad es que la presencia de los robots impone, pero si no es por todos los que vamos a pie ni siquiera habríamos podido controlar la mitad.

Lo sorprendente fue ver quiénes fueron los primeros en acudir en nuestra ayuda. ¡La Guardia Nacional! O sea, es como si me dices que en la Segunda Guerra Mundial los que acudieron para ayudar a los aliados a ganar la guerra fueron los de Cuba. O sea quién menos te podías imaginar.

Pero por suerte eso nos permitió volver a nuestro cuartel y a una relativa tranquilidad. Volvieron los entrenamientos y las charlas con los compañeros, pero siempre con la televisión puesta y atentos a lo que sucediera, por si teníamos que volver a salir de urgencia.

La verdad es que no sé si se podía haber escogido peor mes para hacer las operaciones de los compañeros, pero por otra parte he sido testigo de su deterioro y reconozco que era necesario. Solo espero que todo salga bien. Estoy convencido de que además de los guardias en casi todo momento tendrán a alguien más de la base en sus habitaciones. Esperemos que no suceda nada.

Julio 2098

Julio, el mes uno tras la gran debacle, un mes para volver a tomar el pulso a una NEMA herida y tocada tanto internamente como en la opinión pública.  La razón de su existencia había sido siempre cuestionada y los últimos acontecimientos no ayudaban a lavar su imagen, a esto había que sumar todos los problemas internos del pasado mes, con deserciones y varios miembros en el hoyo.

El mes comenzó con tranquilidad, como si el destino quisiera dar un respiro a la organización para poder rearmarse.  Nuevas asignaciones, nuevos ascensos y ganas renovadas... continuar o morir.  La investigación acerca de uno de los colaboradores llamado Swann comenzó a dar sus frutos conforme se tiraba del hilo de las pocas pistas disponibles.

La colaboración con distintas agencias y autoridades locales al fin parecía dar con una dirección, los nervios eran palpables en toda la organización aquella no era una misión cualquiera  pues otro traspiés como el último abogaría en un crisis sin precedentes.

La fuerza NEMA fue desplegada sobre el terreno para neutralizar a Swann, como de costumbre la planificación y el plan errático no parecían la mejor situación para una operación de ese calibre.  Por suerte no les estaban esperando, el factor sorpresa y la superioridad apabullante del equipamiento de la NEMA marcó la diferencia para la resolución de la misión.

Prácticamente el despliegue de todos los medios fue innecesario ya que Buendía se bastó para neutralizar las defensas enemigas sin apenas pestañear mientras el resto servía de comparsa.  Una vez más el equipamiento superior de la NEMA suplía las claras carencias organizativas y estratégicas.

No obstante Swann no vendería su piel tan facilmente, al parecer no disponía de un salvoconducto seguro para escapar de la guarida, algo bastante estúpido por su parte según la opinión de Mercio, pero a cambio un plan de autodestrucción hizo que nuevamente la NEMA saliera en todos los noticiarios.  Daba igual la neutralización del foco, ya que los daños colaterales eran cuantiosos y de nuevo se ponían en entredicho los procedimientos de la organización.

Julio 2098

La misión, aunque calificada como éxito por todos, no le había parecido a Spider tanto como para lanzar campanas al vuelo. Aunque habían logrado sacar con vida de allí a Afrikanen, Swann no había sido identificado como una de las víctimas de la explosión. Todo el mundo estaba convencido que los trocitos que colgaban como medallas de la victoria, del traje de Afrikanen pertenecían al mafioso, la experiencia de Spider en su vida anterior como agente de campo de la CIA, le hacía tener dudas sobre su muerte. No sería la primera vez que alguien a quien creían muerto volvía aparecer como por arte de magia al cabo de un tiempo. Como dijo aquel en una película "Cuando robas 600 dólares puedes desaparecer. Cuando robas 600 millones te encontrarán a menos que piensen que estás muerto".

Las mañanas se pasaron rápidamente con las guardias asignadas. Moro no le caía ni mejor ni peor que cualquier otro compañero de la unidad, así que las mañanas transcurrieron entre charla banal e intranscendente sin más confesiones personales que la queja sobre un hematoma que le jodían las costillas a Spider después de la última misión. Al menos, durante los últimos días del mes pudieron hablar un poco sobre los disturbios y las razones por las que la gente salía a la calle.

Eso era algo que a Spider le enervaba. Por eso no se le debe dar a la gente la posibilidad de opinar sobre cuestiones de estado. Como se atrevían a cuestionar la manera en las que se protegía a la población y las decisiones que se tomaban para ello. Si tuvieran que hacer caso a toda esa pandilla de hippies, toso estaría sumido en el caos y después, todos esos que ahora se manifestaban, se quejarían de que todo es caos y que deberíamos poner orden. La cuestión es siempre tener algo de lo que quejarse y eso era la democracia. Por eso Spider no confiaba ni creía en ella de ninguna manera. Todo manipulación.

Todo eso salió a la luz en los disturbios de final de mes y en lo que se escuchaba o sentía durante las sesiones antidisturbios para las que les movilizaron. Gente gritando en contra de los implantes personales. Vale que la hibridación humana con animales tampoco es que encajaran con las creencias católicas de Spider, pero modificar tu propio cuerpo para tener mejores aptitudes, tampoco era nada del otro mundo. De siempre, incluso antes de tener cibernética, los humanos modificaban su cuerpo, y no por algo tan útil como mejoras de rendimiento, sino simplemente por estética. ¿Y ahora ellos eran los malos? ¡Anda ya!

Toda esa rabia y frustración con todo y con todos, la descargaba Spider en el gimnasio. Poner a tono sus músculos, le relajaba y hacía que, pese a tener mejoras en los sentidos, sus músculos continuaban siendo suyos y los notaba quejarse en cada dominada, cada flexión y cada salto que realizaba durante el entrenamiento.

Spider repasó su equipo y fue a mirar las novedades traídas por Mensajera. Pese a incluir alguna arma cuerpo a cuerpo, no había ningún Vibro-cuchillo que pudiera interesarle.

Julio 2098

El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte cuando Jack salió de la base al estacionamiento junto a la ex comisaría. Miró un par de veces alrededor como si estuviera buscando algo a pesar de que era absolutamente claro que aquellos dos hombres al otro lado de la calle lo esperaban a él. 

Uno era alto, fornido y vestía elegantemente. El pelo ordenado y una chaqueta sobre los hombros que le daba el aspecto de un empresario o un político  o quizás de algún tipo de mafioso de las películas. Parecía preocupado y quizás un poco ausente. Si se le miraba de costado tenía un innegable parecido con Jack, sobretodo si uno prestaba atención en aquellas curiosas orejas de soplillo que tenía el actual líder del equipo Charlie.

El otro compartía aquel rasgo físico y la altura, pero no era tan fornido como ellos dos, sino todo lo contrario. Era delgado, nervioso y poseía una nariz aguileña que con ciertas luces le daban un aspecto inquietante por poco. Jack saludó al primero y cuando vió al otro hombre alzó las cejas en señal de sorpresa, dando a entender con eso que, obviamente, no le esperaba ahí.

Tomó aire —un suspiro largo y resignado— y caminó hacia ellos con las manos en los bolsillos y se detuvo a un metro de los dos. Miró a ambos, uno a uno y, soltando un suspiro, los saludó con un movimiento de cabeza. 

—Hola hermanos. 

—Jack, sinceramente no puedo creer que estés dispuesto a someterte a esa operación. Anda, díselo Jonathan—dijo el más delgado de los dos con firmeza sin responder su saludo y mirándole con una clara desaprobación en sus ojos a la vez que buscaba con sus palabras el apoyo del mayor de los tres hermanos.

Jack suspiró nuevamente, sintiendo la tensión en el aire. Realmente no habría esperado otra cosa de Jonah, siempre había sido el más apasionado y "religioso" de los tres. De hecho le sorprendió que se contuviese tanto. Jonathan, por otro lado, se mantenía en silencio, permitiendo que ellos discutieran sus diferencias sin intervenir.

—Jonah, sé que no estás de acuerdo con esto, pero no estoy haciéndolo porque quiera darme un gusto o porque esté tratando de mejorar algo de mi. La NEMA nos necesita para proteger a la gente, para hacer lo que es necesario para mantener a salvo a los demás —respondió, intentando explicarse.

Jonah frunció el ceño y se llevó un dedo a las sienes, sintiendo que su hermano menor había perdido de vista lo que realmente importaba. Dió un par de pasos hacía atrás y luego arremetió nuevamente.

—¿Tu deber? No creas que no escuché lo que hicieron tú y tu sagrada NEMA a principios del mes ¿Fue eso proteger, Jack? ¿O solo fue una venganza? ¿Es para eso para lo que te estás mejorando, solo para ser el abusón más grande? —Jonathan se cruzó de brazos en actitud defensiva. Con su puesto de asesor en el gobierno era el único que podría haber accedido a esa información. Jack no le recriminó ni le contestó a Jonah, era una duda que ni él mismo había podido resolver aún. 

La misión había sido un éxito, Swann —si es que ese había sido Swann— había caído gracias al arrojo de Matt junto con gran parte de sus hombres. Ahora que lo pensaba, el uso del águila de plata de Buendía les había dado un tremenda ventaja… la pregunta es hasta cuando les duraría esa ventana. El comercio de neoarmas estaba en auge y pronto los criminales tendrían garrotes más grandes de linaje podrían blandir. ¿No había retirado, él mismo, una pistola láser que apenas sabía usar? Había pensado que sería igual que las otras, pero al final el sistema era totalmente distinto. El peso, el agarre ¿Que pasaría si le diese por usarla sin entrenamiento? ¿Cuánto daño podría causar? 

Envalentonado por el triunfo que el silencio de Jack le concedía, Jonah siguió adelante con su argumento.

—¿Y las revueltas de hace poco? Han salido armados de cañones y una disparado contra el público… claro agua y goma, pero es que por ahí se empieza. ¿Te enteraste acaso de cuanto daño produjo la onda expansiva de esa misión a principios del mes en el barrio que estaba alrededor? ¿Cuánta gente fue afectada?

—Habrían sido mucho más si no hubiésemos detenido a Swann —se defendió Jack.

—¿Lo habría sido? ¿seguro? ¿Ahora eres adivino? 

—Jonah.

La firmeza en la voz de Jonathan zanjó el tema, Jonah reculó a regañadientes pues no era dado a retirarse de un argumento cuando sabía que iba ganando. Los sermones en su iglesia solían ser así. Coge todos los hilos que puedas y, cuando veas que uno de ellos produce dolor, tira de este hasta que ya no se pueda más. Pero el mayor de los Woods tenía razón: No era por eso que estaban ahi.

—Jack, ¿acaso siquiera has considerado las consecuencias de someterte a esas modificaciones corporales?—dijo Jonah volviendo al tema principal—, Eso no es natural. Mira, está bien, entiendo que quieras ayudar a los demás, pero ¿a qué costo? ¿Estás dispuesto a sacrificar tu integridad espiritual por eso? —se preparó para citar un versículo que Jack ya conocía de memoria—, ya lo dice en Corintios: "¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."

Su voz había tomado un tono profundo cuando citó las sagradas escrituras y tanto Jack como Jonathan bajaron la vista con reverencia. Era un gesto que habían aprendido desde que eran apenas unos niños. 

Jack volvió a mirar a Jonah, sintiendo el peso de sus palabras, pero también la determinación que lo impulsaba.

—Sé lo que dice el versículo, pero Mateo también dice: " Así también, dejen que la luz de ustedes brille ante los demás, para que ellos vean las buenas obras que ustedes hacen y alaben a su Padre que está en el cielo.". 

» la NEMA es mi llamado, ayudar a la gente es "mi luz". No puedo quedarme de brazos cruzados mientras otros sufren y necesitan ayuda —respondió Jack, sintiendo que las orejas comenzaban a enrojecerseles. Le vino a la mente el funeral del sensei O Shaklo y toda la gente que había asistido a él. No solo miembros de la NEMA, sino ciudadanos de a pie a quienes, de una forma y otra, había logrado ayudar durante su vida. 

Jonathan intervino al fin, tratando de calmar las aguas.

—Jack ha tomado una decisión difícil, pero lo ha hecho con convicción. Ambos sabemos que no estamos de acuerdo con las modificaciones corporales, pero también sabemos que Jack siempre ha tenido una fuerte vocación por ayudar a los demás. Es lo que ha guiado su vida desde que papá murió —dijo, mirando a Jonah y buscando su comprensión.

Jonah se mantuvo en silencio, luchando entre su fe y su preocupación por su hermano menor.

—Hermano, no puedes usar la muerte de papá para justificar esto. ¡No entiendo cómo puedes estar tan tranquilo! No puedo quedarme de brazos cruzados mientras veo que te arriesgas a perder lo que realmente importa —dijo Jonah, con un tono de voz entrecortado por la emoción.

Jack bajó la mirada, sin saber si estar molesto o herido por las palabras de Jonah. Ambos hermanos se quedaron en silencio, incapaces de encontrar una solución en ese momento.

Finalmente, Jonah se giró y caminó hacia su vehículo, sintiendo que no podía seguir en ese lugar.

—Lamento que no puedas entender mi decisión, Jonah —dijo Jack con tristeza.

Jonah se detuvo por un momento.

—Y lamento que no puedas ver más allá de tu supuesto deber y tu vocación —respondió Jonah sin voltearse y siguió su camino hacia el auto de Jonathan, dejando a los dos hermanos en un silencio cargado de emociones.

Jonathan miró a su hermano menor, sintiendo el peso de la discusión en sus hombros. Se acercó y puso una mano en el hombro de Jack.

—Lo siento, hermano. Sé que esto es difícil para ti —dijo Jonathan, compartiendo su apoyo y comprensión.

Jack asintió, sintiéndose agradecido por el apoyo de su hermano mayor. En ese momento un automóvil verde dobló a toda velocidad por la esquina de la calle y frenó en seco. Jack miró de reojo y reconoció el vehículo de Mary y a ella en el interior. Le sonrió débilmente y movió levemente la cabeza, como para decirle que todo estaba bien. 

—No lo haría si no fuera absolutamente necesario. Necesito este trasplante para seguir cumpliendo con mi deber.

—Lo comprendo Jack. Pero ahora que mi partido perdió estás votaciones y el senado terminó por aprobar las modificaciones extremas, no quiero que luego una cosa lleva a otra y termines como esos chicos… ¿Cómo se llamaban? ¿Happy Merde?, Da igual, pero que termines perdiendo tu humanidad para convertirte en la herramienta de alguien más. Se vienen tiempos difíciles o al menos así lo piensan los de arriba. Los peces gordos están huyendo y solo nos están dejando a los asistentes y asesores hacer todo el trabajo. Mira hermanito, solo quiero que reflexiones sobre lo que estás haciendo. Sé que amas ayudar a la gente y a tu trabajo, pero también hay vida fuera de eso —dijo Jonathan, con tristeza en su voz—, nada de lo que hagas hará revivirá a papá.

—Pero podría evitar que alguien más pierda al suyo —Jack levantó la vista y miró a los ojos a su hermano con convicción—. Gracias por preocuparte por mí, Jonathan. Pero sé lo que estoy haciendo, y lo hago por una buena razón. Ahora… Mary está aquí y, tú sabes…

Jack esbozó una leve sonrisa. Jonathan asintió, sintiendo que no había mucho más que pudiera hacer en ese momento.

—Entiendo… Buena suerte, Jack. Que todo salga bien y saluda a Mary de parte de nosotros—dijo Jonathan con voz suave—, aún nos debes esa presentación oficial, lo de la otra vez no valió. 

—¿Y hacer enojar aún más a Jonah?... Suena tentador. Lo voy a pensar. 

Jack la dió la mano a su hermano y se alejó rumbo al vehículo de Mary, está abrió la puerta y lo invitó a pasar. Desde lejos Jonathan saludo a la chica y está le devolvió el gesto mientras Jack terminaba de subir al vehículo. Apenas la puerta se cerró los vidrios se polarizaron. Jonathan suspiró y volvió a su vehículo. Jonah estaba dentro ya, de brazos cruzados, mirando el auto dónde Jack acababa de entrar. 

—¿Entonces todavía sigue con la chica Hippie?

—Así parece.

—Estoy seguro que es ella quien le ha metido todas esas cosas en la cabeza. 

—Se llama Mary, Jonah y no creo… si, probablemente ha tenido algo que ver. 

—Es una mala influencia para él.

—Jonah… ¿Sabes que?

—¿Qué?

—Deberías conseguirte una novia también. 

El auto de Jonathan partió dejando una estela de vapor detrás de él. Desde adentro del vehículo de Mary, Jack lo vio alejarse en silencio y con los ojos enrojecidos. Ella acarició su pierna buscando consolarle.

—¿Todo bien, grandote?

—Si, ya pasó… solo pensaba en una cosa.

—¿Qué cosa? 

—Sarah tenía razón, hay que buscar otros motivos para ir a las iglesias. 

El repentino cambio de presión de la mano de Mary en su pierna le puso sobre aviso. Sus seis dedos clavados en el músculo de su muslo. Jack volteó lentamente y vio la ceja arqueda de su novia que presagiaba una discusión de aquellas. 

—¿Pasa algo, amor?

Jack vio alejarse el auto de Mary con una media sonrisa, el muslo adolorido y ese "pregúntale a Sarah si es que pasa algo" aún vibrando en su oído medio. 

—Sí —pensó—, probablemente Sarah tiene razón. 

JULIO 2098

El Sensei O Shaklo había sido asesinado. Sandra estaba realmente rabiosa, ni siquiera había tenido la oportunidad de una muerte honorable. Un ataque cobarde hacia una persona que había hecho de la honorabilidad su forma de vida.

Los criminales se estaban apoderando de la ciudad mientras la NEMA se debatía en discusiones inútiles acerca del tipo de armas que podían usar. Esta situación superaba totalmente a la muchacha que se veía abrumada por su deseo de sangre y la inmovilidad de sus superiores. ¿Es que la muerte del Coronel Berkeley no era suficiente? ¿A cuántos más de nuestros compañeros tendrían que matar?

Swann era uno de los responsables. A Sandra le importaba muy poco quien era Swann. Era un objetivo. Tampoco le importaban las razones por las que debería morir. Necesitaba calmar su sed de sangre de alguna manera y esta misión era perfecta para ello.

Pero fue una mierda de misión. Swann se suicidó y ella ni siquiera tuvo la oportunidad de matar a ninguno de sus lacayos. Cuando el mafioso activó su bomba, Sandra hubiera dejado con gusto a todos los subordinados del gánster que perecieran en el infierno que se desató. Incluso le hubiera gustado rebanar algún cuello. Pero no, se rindieron y la NEMA, siempre correcta hasta el hastío, aceptó salvarles la vida.

La muchacha regreso a la base, frustrada, muy frustrada.

Un par de sus compañeros habían recibido heridas graves, pero nada que ni se pudiera solucionar. Había sido una incursión limpia, no como la vez anterior, cuando lucharon contra Ti Chung. En aquella ocasión perdieron a Bowler, Shaeki y el Alférez Wukong. Demasiados muertos y muchos de ellos por errores en la estrategia. Sandra se había negado a cualquier tipo de tratamiento psicológico. Ya tenía muchos compañeros muertos en su historial aunque esta vez sí parecía que le había afectado especialmente.

Necesitaba realmente calmar su sed de sangre.

Entrenó hasta la saciedad, aislándose cada vez más de sus compañeros. Ella misma empezaba a considerarse un peligro para los demás y por eso entrenaba sola. Sí había papeleo por hacer, Sandra lo obvió pasando totalmente de ello.

Mensajera entregó nuevas armas. La muchacha se interesó por los rifles laser con mira telescópica, comparando con su rifle de francotiradora, pero estaba más acostumbrada a su arma y no pidió el cambio. Si le asignasen uno practicaría con él, pero prefería centrarse en un único armamento y ser la mejor en ello. Igualmente, no se interesó por el resto de armas de energía, sus vibrocuchillos eran armas ligeras pero ya prácticamente formaban parte de ella misma.

El día cuatro se despidió del Sensei. Un entierro honorable para una muerte que podría haber sido evitada. Sandra apretó el puño ante el féretro de su maestro jurando venganza.

La tiradora continuaba su entrenamiento de modo infernal y se presentó voluntaria para las guardias. En los posteriores días de descanso aprovechó para volver a su casa de Baton Rouge, pero el descanso no llegaba.

Sandra seguía de forma irregular las noticias. No se interesaba en política ni ciencia y muchos de los avances científicos que se mostraban estaban más allá de su comprensión. A ella solo le interesaba una cosa: cómo se podían matar.

Tuvo que preguntar a expertos ¿McNyvel? Quizás. Otra opción sería preguntar directamente a Branagham o a Mensajera. Confiaba en su rifle, pero necesitaría una munición con potencia suficiente para poder atravesar esos blindajes. De la misma manera ¿Serían sus cuchillos suficientes potentes para cortar esos blindajes? ¿Podría acceder a información clasificada para estudiar los puntos vulnerables de esas armaduras?

Lo único que le interesaba era cómo matar todas esas modificaciones y armaduras que salían por las noticias.

En las manifestación y disturbios que se produjeron los días siguientes en Baton Rouge, Sandra solo intervino donde le dijeron y conteniéndose todo lo posible. Eran ciudadanos, gente que tenía que proteger no atacar. El vergonzoso espectáculo de la policía se prolongó hasta que se decretó la ley marcial.

Sandra seguía en su posición neutral, ni a favor ni en contra de las medidas adoptadas. Cumplía sus órdenes tal y como le llegaban procurando hacer el mínimo daño a la ciudadanía.

Tras la tempestad llegó la calma y por fin sus compañeros iban a ser atendidos en el Hospital General de Baton Rouge para el trasplante de los órganos afectados. Como en los casos anteriores, Sandra se presentó voluntaria para acompañarlos y hacer guardias en el hospital. Toda prevención era poca dados los últimos atentados.

JUNIO JULIO 2098 SEGÚN MATT

Seguía pensando, mientras escuchaba tristes notas musicales en el sepelio del Sensei, que esa alegría no era buena, mas le era imposible refrenarla.

Tras el bloqueo producido por las muertes, el duelo, y una nueva batalla, no podía dejar de sentirse emocionado.

Estoy del otro lado, he cruzado la sombría puerta, lejos de Dios. Y cuanto más lejos te veo, Dios, más grande te veo, oh, Misericordioso.

Mensajera le había traído sus armaduras, sus regalitos. En su expresión, en el rostro magistralmente diseñado de modo que transmitía la emoción (siempre que no fuera bloqueado) que recorría su sistema nervioso, supuestamente todavía humano, se veía una certeza entre triste y alegre. Como una bienvenida. Cada regalo envenenado les acercaba más y más. Su armadura, su hacha.

"Este palo en mi mano me hace más fuerte": el pecado original, Dios mío, perdónanos, pues la sabiduría es temer a Dios, que derriba murallas y resucitará a los muertos.

Cada vez más cerca, admitió un camino que debía recorrer. Solo. Más no del todo, pues otros habían caminado por él muchas veces. Ahora iba a convertirse por fin en uno de los chicos de verde que tanta aprensión le hicieran sentir.

Conforme el Sensei viajaba al Tártaro, viajando en su cómodo ataúd, viajaban por fin sus queridos camaradas: Karla, Megumi, Sun.

"Entramos, y cuando Swann conectó el sistema de autodestrucción y todo se fue a la mierda, ordenaron evacuar. Mi intención fue seguir a Swann por una supuesta salida, conjeturada por mi en ese mismo momento, de modo que mi intención era justamente seguir la orden, si bien no exactamente como suponía que eligieron mis superiores. No había tiempo ni de explicaciones ni de aclaraciones, y conozco bastante bien mi protección como para haber asumido un riesgo relativo, tal y como se ha demostrado, pues estoy escribiendo este informe, ¿no? Opino que si se encontraron restos del Happy y no de Swann, es porque se me escapó, o porque era un holograma. La verdad es que he perdido algunos minutos por causa del traumatismo."

Era parte de su informe.

Había recuperado a sus muertos: Karla, Megumi, Sun.

Había encontrado la humanidad justo cuando comenzaba a perderla por completo: una armadura, un hacha y, pronto, si, lo tenía decidido, un hígado nuevo.

Este palo en mi mano, Dios, esta piedra, oh Misericordioso, esta espada, ¿me hace más fuerte, o me hace más débil?

No era buena esa alegría. Alegría amarga, amargura alegre.

Y siguieron a este días aciagos, en los que las masas fueron convocadas al Esfuerzo para acabar con los impíos, con los infieles, con aquellos que se habían alejado de Dios. Y Matt se encontró, no entre los infieles, sino peor: entre los hipócritas.

Dentro de poco...

JULIO DE 2098:

Junio había sido un mes nefasto para la NEMA, y en especial para Branaghan. Nunca es agradable cuando pierdes hombres y mujeres a tu servicio. No es agradable encargarte de toda la burocracia posterior. No es agradable comunicarlo a las familias.

El Teniente se hallaba en su despacho, con una copa de Lagavulin frente a él. Recostado en la silla, el cuerpo ligeramente hundido en la misma, y una mano sujetando la sien mientras el codo se apoyaba en el reposabrazos.

No había probado ni gota todavía. El alcohol ayudaba a procesar las pérdidas, a continuar adelante. Pero había que mantener un mínimo de control. Si no estaba sobrio no sería de ninguna ayuda al resto de agentes que seguían vivos. Y el mejor honor para con los caídos, era seguir adelante haciendo un mejor trabajo con los que seguían en pie.

La investigación del asesinato del Sensei O Shaklo tuvo sus frutos. Dieron con la identidad del asesino, y con la identidad y paradero de quien lo había contratado. El mafioso Swann. Branaghan no lo dudó. Coordinando sus acciones con las de las agencias de protección locales, la NEMA dirigió una misión para frenar las actividades de Swann. De un modo u otro.

Esta vez no iban a reprimirse. O no en cierto sentido. Seguían sin poder usar neoarmas en suelo norteamericano. Los civiles siempre eran los que salían perjudicados, aunque eso pusiera a la NEMA en desventaja en casi todos sus encuentros con criminales. Debían encontrar un equilibrio o pronto el caos se desataría y eso sería una nueva guerra mundial.

Y Branaghan trabajaba por no volver a vivir otra guerra. Ya estaba cansado de eso.

Por culpa de Swann habían perecido Bowler, Shaeki y Wukong. Por culpa de Swann otros agentes de la NEMA estaban con secuelas. Eso debía acabar. Skull, el sicario ejecutor, estaba en paradero desconocido. Ya lo pagaría. Pero Swann... Swann estaba en un agujero escondido, cual rata. Le iban a dar su merecido.

Pese a lo precipitado del ataque, esa misión se saldó sin bajas por parte de la NEMA. Era como si todos se hubieran empapado del espíritu de trabajo en equipo por los compañeros caídos. Sí, hubo algunos que no cumplieron con su papel, o quedaron rezagados. Pero en general ambos equipos, Charlie y Delta, trabajaron estupendamente de forma conjunta.

Actuaron en base a la información de inteligencia que tenían, de manera precavida, y con orden y concierto. Branaghan estaba orgulloso. No hubo tampoco daños a civiles, salvo algunos pocos heridos leves por la explosión provocada por Swann al autodestruir su base cuando se vio superado por las fuerzas de la NEMA.

Todo salió bien, o todo lo bien que se hubiera podido esperar. Salvo por las ansias de morir de Afrikanen. Ese viejo loco... Branaghan iba a tener que mantener una charla con él cuando saliera de la enfermería.

Los prisioneros se entregaron a las autoridades locales. Branaghan no tenía mucho interés en interrogarlos pues ninguno era un pez gordo. Pero se habían anotado un buen punto. Si antes no estaban en el radar de todas las organizaciones criminales importantes, ahora lo estarían. La NEMA no iba a permitir que nadie jugara con ellos. Habían mandado un mensaje.

El que tenían que mandar.

Eso había sido lo más importante en todo el mes. Más incluso que la despedida al Sensei en su funeral. Más que otras noticias sobre sujetos aumentados, con mejoras cibernéticas, cyborgs y otras rayadas futurísticas que lo único que suponían era más trabajo en el futuro para la NEMA.

Y ahora, a finales de Julio, Branaghan todavía no había podido ni beber un trago en honor a los caídos. Pero ya era el momento. Alzó su copa. 

- Por vosotros - murmuró en voz baja antes de darle un buen sorbo.

El mundo se estaba yendo a la mierda, pero Branaghan tenía en mente que, mientras él siguiera vivo, la NEMA continuaría con su trabajo y sus hombres estarían tranquilos.

JULIO, AÑO 2098

En comparación a los últimos meses, el mes de Julio había sido menos intenso, sin mayores pérdidas que lamentar. Aún cuando Matt casi no la cuenta, cuando Denver había entrado en ese peligroso estado de depresión, y Mitch estaba aún recuperándose de los eventos de Junio, no había habido más bajas. Sin embargo, quedaba mucho trabajo que hacer, especialmente en trabajar la moral de los agentes del NEMA. Se había dado cuenta de ello al hablar con Angus, y se había ido fortaleciendo la idea al encontrarse con pensamientos pesimistas en gran parte del equipo, como Dow y Hatchetman.

Por esa razón Sarah había tomado la decisión de comenzar a trabajar no solo en la reparación y mantenimiento de las máquinas, sino también en la reparación y mantenimiento de sus compañeros, de sus amigos. Todos los días saludaba con una sonrisa a quien se encontraba con ella, durante el desayuno les preguntaba por como estaban, como se sentían. Si alguno se mostraba abierto a hablar, a querer compartir sus pensamientos, ella escuchaba con atención. A veces eso era suficiente, sin tener que dar su opinión sobre el problema presentado, solo escuchar. Más económico que hablar con un psicólogo.

Durante los días libres en condición verde, Sarah aceptó darse una escapada con Jesse, disfrutando de una mayor libertad en aquella relación que no era ya precisamente secreta, pero que tenían que mantener las formas en la base. Luego vinieron días más complicados, días de angustia, en el que la mecánica intentaba estar tranquila y no estar rompiendo lápices por la incertidumbre de que algo pudiera ocurrir a los NEMA durante aquellos motines. Que algo pudiera ocurrir al cadete James. Antes de acabar el mes ya había algo de calma nuevamente en las calles, aunque una nueva situación les tendría ocupados: las operaciones de varios de sus compañeros para reponer órganos. Tres de ellos del grupo Charlie, y Parker de los Delta. Aún cuando Palson no se ofreció voluntaria para hacer de guardia, si dio su nombre en caso que solicitaran de conocimientos relacionados a los órganos Bioware. La fecha se acercaba, y la mecánica esperaba al igual que el resto con expectativa, buenos deseos, y toda su fe en Dios.

JULIO, AÑO 2098

Disturbios del 22 al 25 de julio.

Bajo el traje de protección Parker estaba muy pálido. Tenía mal cuerpo y sudaba. Se había desplegado con el resto de equipo formando una línea junto a los demás, fusil en mano. Los manifestantes les arrojaban piedras y cócteles molotov, algunos de los cuales se estrellaban contra ellos sin causar daño alguno. Con los trajes de protección actuales no necesitaban escudos antidisturbios, sólo aguantar el chaparrón.

Alguien disparó un chorro de agua desde un lateral e impactó de lleno a un grupo de encapuchados que se había acercado demasiado. Salieron despedidos por donde habían venido. Echó un vistazo al lateral. Había sido el Bull Dog que pilotaba James. Luego ordenaron avanzar en línea, y Parker también avanzó. No tardaron en verse rodeados por otra oleada de manifestantes violentos, y sus compañeros empezaron a disparar pelotas de goma en medio del caos. Levantó el fusil. Su cuerpo se negaba a disparar a seres humanos. ¿Acaso no tenían una parte razón aquellas personas? Sí, pero la perdían si usaban la violencia, se obligaba a pensar.

¿Y los ladrones? ¿Y los violadores? ¿Dónde estaban? ¿Eran aquellos, o estaban lejos de los enfrentamientos perpetrando sus crímenes aprovechando la agitación? Parker no lo sabría nunca, pero aquello tenía que acabar. Levantó el fusil y empezó a disparar. Se le daba francamente mal manejar el arma. Más de la mitad de las veces fallaba, así que disparaba a bulto.

Acabó acertándole por pura casualidad a uno en la cara. Vio cómo quedó tendido sin conocimiento y sangrando. Hubiera querido atenderle, pero no podía dejar la formación. Cambió de cargador y siguió disparando.

Base. 31 de julio

—Sí mamá. Todo bien. — dijo por teléfono varios días después, cuando ya la situación estaba controlada. — Me gustó mucho estar con vosotros. — pausa — Pediré permisos más a menudo. Sí, en cuanto pueda iré de nuevo. Si no cortan los autobuses. ¿Papá está mejor de las contusiones? Aquí también atacaron a los bomberos. Incluso intentaron quemar algunas ambulancias. — suspiró — No, yo tampoco lo entiendo.

Se había quedado mirando la armadura de rescate y el resto del equipo que necesitaría para el día siguiente. Había dejado a medias la limpieza y mantenimiento.

—Vale, oye mamá, te llamo luego. Tengo que preparar algo, para el hospital que... No, no es para mí. Es que... nos faltan médicos. Sí... Hasta luego. Yo también te quiero.

Suspiró de nuevo y retomó el trabajo por donde lo había dejado. Cuando hubo terminado fue a guardarlo en la taquilla, listo para usar, y sus ojos se quedaron fijos en el vibro-mandoble. La sensación de desasosiego regresó. Las hachas se usaban para muchas cosas. Eran herramientas. Por supuesto que podrían usarse para atacar a otro ser humano, pero no eran para eso solamente. También podían salvar vidas si rompían una puerta a tiempo o, estas en concreto, hacer un agujero en una pared.

Esa espada gigantesca, en cambio, no era una herramienta. Era un arma diseñada para matar personas. Y no tenía que haberla solicitado.

Cerró la puerta de la taquilla de un portazo y se fue directo a la cantina. Ojalá hubiera alguien para charlar...

—...acerca del fin del mundo. — pensó con desconsuelo.

Julio 2098

Poco a poco... la adrenalina fue cediendo el paso y la parte más cerebral de Eduardo volvió a tomar el control. ¿Qué era exactamente lo que podía decir? Entrecerró los ojos y comprobó que los presos estaban bien asegurados, luego se acercó a los heridos. A sus heridos. Había tomado el control de la misión, había actuado como un auténtico ángel exterminador, y a pesar de todo, tenían heridos. 

Ay, Matt, viejo loco cabrón hijo de puta.  

Se quedó mirando el cuerpo gravemente herido de su compañero mientras reflexionaba para sí. La misión no había sido un éxito, aunque sin duda se vendería como que sí. Cierto: la organización de Swann estaba destruida, pero él no. Y aunque había intentado ocuparse del jefe mafioso, con todo el descontrol de los últimos momentos, y la actuación del propio Matt lanzándose contra él, había perdido la ocasión de destruirlo con otra ráfaga mortal. Había perdido la ocasión de hacer lo que quería hacer. 

Pero eso nunca se lo diría a Matt. Cuando se recuperara, porque se iba a recuperar, ya hablarían sobre los problemas del fuego amigo. Tampoco diría que la misión no había sido un éxito, aunque íntimamente lo creyera. Sí, tenía el pálpito que volverían a ver a ese cabrón. Y no, no le gustaba. 

Pero no había nada que pudiera hacer. 

Tengo que hablar con Woods, Hatchetman y Mercio. Y pronto. He menoscabado su autoridad en esta misión de forma casi imperdonable. He actuado como si fuera el líder. Solo puedo disculparme por la premura. 

Suspiró, para sí. Al menos no había muertos civiles. Era lo único con lo que no hubiera podido lidiar bien.

El cuatro de julio fue el funeral. Dadas las circunstancias, Eduardo pidió a Alice que no viniera y que no trajera a los niños. No es que pensara que la muerte debía ocultarse a los menores. Era el miedo a una exposición mediática de su familia que les pusiera en peligro. 

No estaba el asunto para tomarse ciertas confianzas, no así, no ahora. 

Meditaba en eso mientras observaba los primeros fuegos artificiales, que casi coincidieron con las salvas de honor al sensei O Shaklo. Rezó por él, y aprovechó también el momento para rezar y pedir al Altísimo por el resto de caídos de la Nema: el alférez Sun Wukong, Megumi Shaeki, Theresa Bowler y Ramiro de Maetzu. 

Y luego, tras el funeral, desapareció. Tomó a su familia e hicieron un pequeño viaje, cercano. Un viaje familiar fuera de Baton Rouge. A un lugar tranquilo, una pequeña zona rural. A descansar. A estar con la familia. 

A no pensar. 

Pero, a pesar de todo, dormía con un teléfono al lado. Sabía que le podían llamar en cualquier momento. La edad de oro había terminado.

Los días posteriores le dieron la razón. El anuncio del senado de aprobar las formas extremas de aumentación humanas desató una ola de protestas sin precedentes. Y, obviamente, que el resto del mundo lo estuviera haciendo no sirvió para calmar a nadie. En realidad, Eduardo creía que los manifestantes tenían razón. Pero era un soldado. Y su opinión no importaba. Además, la ideología siempre era de las primeras bajas en la guerra.

Y había una guerra. Solo que aun no estaba declarada. Así que cumplió con su deber. Ayudó a suprimir las protestas. Intentó causar el menor daño posible. 

La guerra... Al menos, pensó, ya no debo sentirme culpable por lo que elegí. La guerra no deja sitios seguros para nadie.

JULIO, AÑO 2098

Este mes ha sido una verdadera mierda, pero bueno. Ha sido mínimamente entretenido. Lo justo, supongo... bueno, no sé si puedo decirlo con seguridad, en realidad.

El asesinato del sensei fue un golpe duro, pero más dura fue la idea de tener que volver a salir pitando como ovejas al escuchar el aullido de un lobo al recibir información sobre el paradero de ese malnacido, Swann. Otra vez prisas. Otra vez una diferencia de armamento descomunal.

Pero salió bien. Mínimamente bien. Por lo menos nadie se fue, nadie nos dejó y se piró, nadie me echa la culpa de nada esta vez. El pobre Matt casi la palma, pero es un detalle sin importancia porque no sucedió. Eso sí, fue gracioso ver su armadura prácticamente fundida sobre él. Espera... ¿gracioso? ¿Por qué me parece gracioso?

Pero el hovercraft sufrió daños. Esa explosión... menos mal que todos estuvimos rápidos y pudimos salir de ahí cagando leches.

No es justo que estos hijos de puta sean tan peligrosos y nosotros parezcamos cerdos esperando a que les escojan para ir al matadero a toda prisa.

Me he pasado el resto del mes reparando la plataforma y rememorando mis tiempos de conductor. Mafiosos, gángsters... de todo un poco. Viejas caras conocidas casi olvidadas por el tiempo y los embates de la vida y de los criminales. Sitios bonitos, sitios seguros... coches y motos, ¡oh, qué coches y qué motos!

Echo de menos la carretera. No paro de sobrevolar por encima de ella y no se siente como se sienten los neumáticos rodando, los baches haciéndote saltar, la tensión de los derrapes...

Necesito un poco mucho de eso ahora mismo.