NOVIEMBRE DE 2098:
- Escena completamente narrativa.
NOVIEMBRE DE 2098:
El sábado, día uno de noviembre, se inició inicia el último fin de semana antes de las elecciones. Un fin de semana crucial, según politólogos y tertulianos televisivos, pues históricamente es cuando casi dos tercios del electorado terminan habitualmente de decidir su voto. Se sucedieron frenéticamente los actos de campaña.
El domingo, día dos, fue el Día de los Muertos en México, una festividad que en el último siglo se había ido extendiendo a muchas partes de los Estados Unidos, por influencia de los habitantes de raíces mexicanas. Este fin de semana fue la continuación frenética del último fin de semana de la campaña electoral.
El lunes, día tres de noviembre, fue el día de antes de las elecciones. Al contrario que en otras democracias del mundo, en Estados Unidos no existía lo que en otros países se conoce como "Jornada de Reflexión", sin embargo, sí que era el día en que muchos decidían definitivamente su voto.
El martes, cuatro de noviembre, se celebraron las Elecciones a Gobernador del Estado, y las Elecciones de Mitad de Mandato en la Unión. También había elecciones para otros cargos electos, como el de Fiscal de Distrito y el de Sheriff. Contrariamente a lo que parecían indicar las encuestas, el Gobernador Madrigal consiguió la reelección, así como también el Fiscal del Distrito y el Sheriff de la Parroquia de Baton Rouge.
En las elecciones del Capitolio, ahora el equilibrio de poder se decantaba hacia el Partido Republicano. No resultaba inusual que en las elecciones de mitad de mandato ganase el partido contrario al del Presidente de los Estados Unidos. Robert Wilson lo tendría ahora un poco más difícil para gobernar, en particular a nivel presupuestario. De todos modos, tampoco había sido la debacle del Partido Demócrata que muchos vaticinaban, y perdieron menos Congresistas hasta de los que ellos mismos esperaban.
El miércoles, día cinco, fue un día de "resaca" electoral. Todo el mundo parecía un poco fatigado de elecciones y temas políticos. Al día siguiente, jueves seis, se produjo en el Capitolio de Luisiana la sesión plenaria y la investidura del Gobernador Madrigal.
El viernes, día siete de noviembre tenía que ser el cambio de hora, pero el Senado decidió formalmente abolir el cambio de hora. El siguiente fin de semana fue de una cierta normalidad.
Por su parte, el equipo de ingeniería de la Base de la NEMA en Luisiana, ahora compuesto por Sarah Palson y A. A. McNyvel, tenían ahora más proyectos pendientes. Entre los proyectos adicionales se incluyó: Reparar las cuatro armaduras potenciadas "Gun Buster Workhorse", que la General Sawyer dejó en la Base y que acabaron muy dañadas en la Operación "Madriguera de Conejo". Los Bravo reclamaron sólo dos, aceptando que los Equipos Charlie y Delta se quedaran las otras dos. El segundo proyecto de ingeniería era reparar el Águila de Plata de los Bravo, ya que acabó muy dañada en la última misión. El tercero era revisar y poner a punto los tres Guardianes Cromados de Bravo, en realidad eso eran operaciones de mantenimiento estándar tras una misión de combate. Finalmente, revisar y poner a punto el APC de Bravo, también algo rutinario y estándar tras una misión de combate.
A todo lo anterior había que añadir los proyectos que estaban en la lista de Palson, y que había propuesto poner en sincronía con McNyvel, aunando esfuerzos. Esos proyectos incluían trabajar en la instalación de las bandas ópticas, reparar los drones maltratados durante la misión de la Madriguera (y cedidos a la Base por la General Sawyer). Así como organizarse en el mantenimiento de los vehículos, y, si hubiera tiempo extra, seguir con el Guardián Cromado de Delta hasta poder tenerlo en funcionamiento, esto último se antojaba todavía lo más complicado.
El lunes, diez de noviembre, comenzaron hostilidades entre Colombia y Venezuela, con retirada de embajadores, y una serie de bravatas y amenazas públicas. Colombia solicitó formalmente, de forma muy pública y explícita, ayuda a la Alianza Norteamericana, exigiendo el cumplimiento íntegro de los tratados de alianzas, incluyendo expresamente el apoyo directo de la NEMA.
El día once de noviembre, martes, se celebró el Día del Recuerdo, también tratado como un Día del Veterano. Anteriormente, el Día del Armisticio. Se trataba de una conmemoración observada en honor a todos aquellos, vivos y muertos, que sirvieron con las fuerzas armadas estadounidenses en tiempos de guerra.
El Día del Armisticio, precursor del Día de los Veteranos, fue proclamado para conmemorar el cese de la Primera Guerra Mundial. Algunos bancos, oficina de correos y gobierno local, pero las empresas, cada vez más, siguen abiertas, así como las universidades.
El Día del Recuerdo es un día de ascensos y condecoraciones en las fuerzas armadas, y también en la NEMA.
Este día se produjeron los siguientes ascensos:
El Cadete Eduardo Buendía Baroja fue Ascendido a Alférez NEMA y nombrado oficialmente nuevo jefe del Equipo Delta.
El Cadete Jesse Woodrow James fue ascendido a Alférez NEMA y nombrado nuevo segundo del Equipo Delta.
El Soldado Raso Tobías Hatchetman fue ascendido a Cabo.
El Soldado Raso Jack Woods fue ascendido a Cabo.
El Cabo Leman Lebowsky (Jefe del Equipo Bravo) fue ascendido a Sargento.
El Cadete Montgomery Reid fue ascendido a Alférez NEMA.
El Cadete Jamalang Khan fue ascendido a Alférez NEMA.
El Cadete Arturo Riddenhauss fue ascendido a Alférez NEMA.
La Cadete Adriana Acasta fue ascendida a Alférez NEMA.
La Cadete Nikita Flowers fue ascendida a Alférez NEMA.
El Sargento Mayor Christopher McArthy fue Ascendido a Suboficial Mayor.
El Sargento Mayor Jason Blamister fue ascendido a Suboficial Mayor.
El Cabo James Mallory fue ascendido a Sargento.
La Soldado Raso Sarah Palson fue ascendida a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Robert Mercio fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Matt Afrikanen fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Sandra Flaw fue ascendida a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Angus Andrew McNyvel fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Lion Samuel Parker fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Spider Jerusalem fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Jean Pierre Dumont fue ascendido a Soldado de Primera.
El Soldado Raso Devon Lavant: fue ascendido a Soldado de Primera.
Se otorgaron las siguiente condecoraciones y menciones:
Alférez Eduardo Buendía Baroja: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Alférez Jesse Woodrow James: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Sargento Leman Lebowsky: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Cabo Tobías Hatchetman: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Cabo Jack Woods: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Sarah Palson: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Robert Mercio: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Matt Afrikanen: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Sandra Flaw: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Angus Andrew McNyvel: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Soldado de Primera Lion Samuel Parker: Águila de Bronce con distintivo blanco.
Alférez Nikita Flowers: Mención Honorífica Sencilla.
Soldado Raso Jun Baek: Mención Honorífica Sencilla.
Soldado de Primera Spider Jerusalem: Mención Honorífica Sencilla.
Soldado de Primera Jean Pierre Dumont: Mención Honorífica Sencilla.
Soldado de Primera Devon Lavant: Mención Honorífica Sencilla.
Por último, cuando todos pensaban que la ceremonia estaba finalizando, el Alférez Petre, por delegación de la General Sawyer y por orden de la Alianza Norteamericana ascendió al Teniente Douglas Romeo Branaghan al rango de Capitán NEMA, y le entregó su despacho oficial como Director de la Base de la NEMA en Luisiana, nombrado definitivamente y dejando atrás el estatus de interino. Este era su segundo ascenso en el mismo año, algo extraordinario, que seguramente tenía que ver con el hecho de que la de Luisiana era la Base favorita del Presidente Wilson, que el rango mínimo para ser Director de Base NEMA era el de Capitán, y que, probablemente, no tenían a muchos otros candidatos dispuestos a pedir el traslado a Luisiana.
Entre el miércoles y el jueves, días doce y trece de noviembre, se produjeron tiroteos e intercambio de misiles convencionales en las fronteras entre Venezuela y Colombia. El mundo entero temía que se repitieran de nuevo los terribles acontecimientos de la reciente Guerra de Argentina.
Desde el viernes, día catorce, al lunes, día diecisiete de noviembre, se celebró la feria DEMA SHOW. Para profesionales. Se trataba de una exposición para la práctica del submarinismo y deportes acuáticos. Se celebró en el Ernest N. Memorial Convention Center, en Nueva Orleans. En otras circunstancias, las autoridades locales tal vez hubieran pedido ayuda de la NEMA para controlar esta importante feria de Luisiana, pero dada la situación internacional y la reciente petición de ayuda de Colombia a la NEMA, todos tuvieron presente que ésta tiene otras cosas de las que preocuparse en estos momentos.
Entre el martes, día dieciocho, al viernes, día veintiuno, fue una semana de gran tensión en toda la Iberoesfera. Multitud de países conminan a la Alianza Norteamericana a cumplir sus acuerdos y alianzas. Otros, como Cuba, Chile o Nicaragua (bajo la órbita de órbita de la nueva URSS y de la República Popular de China) exigen a Estados Unidos que no se involucre. El Presidente Wilson parece paralizado, una vez más, como en el caso de la guerra de Argentina, e incapaz de actuar.
Desde el sábado, veintidós, al domingo, veintitrés, el Presidente de México convoca de urgencia una cumbre de la Alianza Norteamericana en Ciudad de México. Los tres Presidentes de la Alianza debaten todas las opciones. El Presidente Canadiense pide enviar a Colombia apoyo económico, el Presidente Mexicano propone no seguir perdiendo aliados y ayudar con fuerzas convencionales a las tropas colombianas. El Presidente Wilson parece indeciso, pero finalmente propone enviar una docena de las mejores armas que tiene la NEMA: doce armaduras de potencia USA-G10 (Guardianes Cromados). Los demás Presidentes acceden a la propuesta y así se lo comunican al Presidente de Colombia.
El lunes, día veinticuatro de noviembre, se iniciaron las vacaciones escolares. La situación estaba agitada en el seno de la NEMA, a nivel de la Alianza Norteamericana en instancias superiores, con varios oficiales superiores amenazando con dimitir. Unos pocos fueron reasignados a puestos de menor responsabilidad, como le ocurriera en su día al Capitán Neville, pero la mayoría de las dimisiones fueron rechazadas. Esta fue una orden que procedía directamente de la instancia más elevada de Alianza Norteamericana: La Cumbre de Tres Presidentes.
Entretanto, la base de la NEMA de Luisiana pasó a una situación de alerta no especificada por orden de la Teniente General Sawyer. Se suspendió entonces la posibilidad de cualquier posible permiso hasta nueva orden.
El martes, veinticinco de noviembre, se produjo una calma tensa en Baton Rouge. En la televisión internacional, la prensa venezolana televisó la ejecución de docenas de ciudadanos colombianos en suelo venezolano, bajo la acusación de ser espías al servicio del gobierno colombiano. Incluso si lo fueran, eso produce una gran repulsa a nivel internacional.
El miércoles, veintiséis de noviembre, era fecha de cierre del Gobierno. Feriado secular. Para conmemorar la llegada a Luisiana de la población de Acadia desde la colonia francesa de Acadia tras la cesión de esa colonia a Inglaterra en 1713.
El jueves, día veintisiete, fue el Día de Acción de Gracias. En 1621, un año después de su llegada en Massachusetts, los puritanos querían practicar su religión libremente. Después de un duro invierno, la mitad de ellos murieron. Con las tribus indias, aprendieron a sobrevivir, especialmente por comer pavo.
Llegada a la base de Baton Rouge con dos naves aéreas y una pesada escolta que incluye una docena de Águilas de Plata, un escuadrón blindado del USArmy y una escuadrilla de caza-bombarderos USAF de la Base Aérea de Barksdale.
Mensajera entregó al Capitán Branaghan una orden firmada por el Presidente Wilson para el traslado a la República de Colombia de un total de doce armaduras de potencia USA-G10. La orden incluía el proporcionar escolta al convoy durante todo el trayecto por tierra y realizar la entrega oficial de los Guardianes Cromados a las autoridades colombianas, así como dar instrucción y adiestramiento sobre su uso a los pilotos colombianos designados para ello. Esa sería la "Operación Caballero".
El fin de semana del viernes, día veintiocho, al domingo treinta, se iba a producir la feria WEFTEC. Para profesionales, una verdadera exhibición y conferencia técnica y tecnológica. Sería en el Ernest N. Morial Convention Center, en Nueva Orleans. Se suponía que la NEMA de Luisiana iba a brindar protección a este evento por petición del Alcalde Biortoli, alcalde de Nueva Orleans que también había resultado reelegido en las recientes elecciones. Varios parientes suyos participarían en la Feria y creían que llevaban tiempo siendo seguidos y que estaban bajo seria amenaza por parte de una nueva organización terrorista casi desconocida. Esta misión NEMA se suspendió, pues Alfa y Bravo se encerrarían en el interior de la base en Highland Road, con situación de alerta y cierre total. Mientras tanto, Delta y Charlie participarían en la misión de entrega de armamento especial a Colombia.
Dio así comienzo la Operación Caballero.
Y así pasó noviembre. Un mes raro donde los haya. Lo que no sabíamos es que probablemente sería el último mes que pasaríamos en casa en este año.
El mes empezó con las elecciones en donde yo voté por seguir igual. Después de todo el gobernador Madrigal apoya a la NEMA. Quizá porque rescatamos a ese familiar suyo del incendio.
Aunque para mi desgracia sea la única vez que hicimos un trabajo que no fuera militar. Realmente me siento mal por ello, bastante desilusionado con la NEMA.
El día de los muertos para mí pasó como un recuerdo de aquellos que se fueron. Compañeros de la NEMA, pero también de Cyberworks y algunos antes. Rezo porque estén realmente en un lugar en el que yo no creo, pero es lo que me han enseñado mis padres.
Las elecciones salieron favorables para nosotros al menos a nivel local. Aunque espero que los republicanos no lo pongan muy complicado al menos en el tema de nuestro trabajo. No lo sé porque muchos de los críticos son republicanos, así que habrá que ver cómo evoluciona la cosa.
Tras las elecciones me centré mucho en ayudar en el garaje y taller. Otra vez vuelven a estar hasta arriba de trabajo y más vale que aquellos que tengamos algunos conocimientos ayudemos porque sino no van a terminar nunca.
Entonces recibimos un nuevo palo internacional: Venezuela y Colombia, que siempre han sido enemigos, han iniciado una guerra parecido a lo sucedido en Argentina y ahora Colombia nos pide ayuda directamente a la NEMA.
La situación se vuelve complicada y los nervios afloran por toda la base. Quien más y quién menos sabe que eso probablemente signifique una movilización de las fuerzas de la NEMA, aunque todavía confío en que no somos realmente una fuerza de intervención sino de autoprotección y antiterrorismo.
El momento en que me ascienden a alférez, y aunque lo disfruto realmente no puedo disfrutarlo tanto pues mi mente viaja a Colombia una y otra vez. Ni incluso a pesar de estar acompañado de una medalla consigue distraerme de la preocupación por la situación. Pero ya lo siguiente que es el ascenso de Branaghan me confirma casi completamente que no vamos a terminar el año en casa.
Y efectivamente, tras una reunión de los líderes de la Alianza Norteamericana se confirma que vamos a tener que viajar a Colombia. De hecho apenas pudimos tener una pequeña fiesta de Acción de Gracias, y eso solo por lo especial que es siempre esa fiesta. Esa noche me salte por el forro todas las normas de la base para poder estar junto a Sarah, aunque solo fuera un momento y no pudiéramos dormir juntos. Al día siguiente empezaría nuestra misión y tenía miedo de que alguno no regrese; después de todo vamos a la guerra aunque no vayamos al frente.
Viajando en el "New Lady" miro por la ventana fijándome por última vez en la tierra que abandonamos al salir de Estados Unidos por la frontera de Texas. Ahora atravesaremos tierras mexicanas y luego toda Centroamérica para llegar a Colombia.
Me quedó pensando en el mes que ha pasado, un mes que empezó con la buena noticia de la reelección del gobernador Madrigal así como del sheriff the Batton Rouge. Y la no tan buena pero tampoco tan mala pérdida del Senado por parte de los demócratas pero no tan catastrófica como se esperaba.
Eso implicaba poder mantener el trabajo al menos por un tiempo más. Quizá incluso podríamos ahora que ya no está el Joker empezar a hacer trabajos por ayudar a la comunidad y no trabajos policiales ni de contraterrorismo. Mi especialidad es los edificios, pero lo que no quiero es volarlos sino evitar que se caigan. Ayudar a la gente.
Que ingenuo fui pensando que podría hacer eso en el ejército.
Y sin embargo comprendo muy bien que tenemos que ayudar a nuestros aliados si no queremos quedarnos solos. Todavía rezo porque no tengamos que entrar en batalla, pero se me hace difícil ya que vamos a pasar por encima de países neutrales o enemigos que no nos van a recibir con los brazos abiertos.
A lo largo de todo el mes la tensión fue creciendo y todos sabíamos sin palabras que nos íbamos a tener que ir al Caribe para terminar el año. Por lo menos nos hará buen tiempo digo entre dientes recordando las imágenes de personas dándose el primer chapuzón del año. Ojalá que podamos experimentar eso y no tener que estar en el frente de batalla.
En fin, veremos que ocurre con la Operación Caballero.
El mes había comenzado con las elecciones en pleno apogeo. Ni siquiera el Día de los Muertos les libró de anuncios en prensa y televisión o de propaganda electoral por todas partes. Branaghan había decidido su voto hacía tiempo, y probablemente nada de lo que fueran a anunciar en la televisión le iba a hacer cambiar de parecer. Le parecía importante que todo el mundo acudiera a las urnas, pues estaba convencido de que las elecciones y quién se quedara al mando iban a tener mucha influencia en los subsiguientes acontecimientos y en especial en el futuro de la Nema.
Le sorprendió la reelección de Madrigal. Ese hombre tenía más vidas - políticas claro - que un gato. Que en el Capitolio la balanza se desviara hacia los Republicanos tampoco era una sorpresa, pero sí le sorprendió que no se desnivelara tanto. Ambos partidos, Demócratas y Republicanos, permanecían con cierta igualdad.
Pensó en varias ocasiones realizar un par de llamadas. Conocía a ciertos militares que estarían encantados de poder hablar de todo aquello, e incluso pensó en su familia durante un tiempo, pero decidió no llamarles. Era mejor que se centrara en coordinar y dirigir la Base, así que puso todo su foco en ello. Las reparaciones y mantenimiento de armaduras y vehículos fueron la prioridad durante todo el mes.
Y pronto, tras la calma post electoral comenzó el conflicto entre uno de sus aliados, Colombia, y Venezuela. Cuando Colombia solicitó la ayuda públicamente de la Alianza Norteamericana Branaghan vaticinó una próxima guerra... Lo temía. Así como temía lo que estaba ocurriendo: que exigieran el apoyo directo de la NEMA fuera de las fronteras de la Alianza. Sabía que los conflictos armados no acababan bien para nadie... pero tenía toda la pinta de que las hostilidades seguirían in crescendo. Además, dado que el POTUS no había actuado en ninguna dirección en la pasada guerra Argentina, iba a recibir mucha presión para decantarse para ayudar a Colombia. La política no perdonaba.
El Capitán pensó mucho en todo ello durante el resto del mes, pero por el momento no podía hacer nada. Decidió centrarse en los asuntos locales y se aseguró de que le confirmaran los ascensos y condecoraciones. La celebración ayudaría un poco con la moral, aunque habría muchos de los presentes a los que ese tipo de celebraciones les parecieran absurdas o innecesarias. O incluso fuera de lugar. Pero la vida seguía, y la NEMA tenía que continuar con su labor.
Lo más sorprendente de ese día fue algo que ni él vio venir. Su propio ascenso a Capitán y nombramiento oficial como Director de la Base de la NEMA en Luisiana. Tras su ascenso a Teniente ese mismo año Branaghan ni barajaba la opción de que le ascendieran de nuevo... aunque tras todo lo ocurrido y dada la situación actual podía comprenderlo. A posteriori claro.
También estaba seguro de que nadie habría solicitado el puesto de Director en Luisiana. Juró el cargo y se concentró el resto del mes en toda la vorágine burocrática que se empezaba a acumular. Tenía una idea de cómo quería llevar esa Base, y cómo quería que sus agentes trabajaran... y era hora de empezar a trabajar en ello.
Tras las órdenes de la General Sawyer de suspender los permisos y permanecer en alerta, y tras la decisión de la Cumbre de Tres Presidentes para apoyar a Colombia, a la NEMA solo le quedaba estar alerta y preparada para cuando llegaran las órdenes. Eso no podía salir bien. Branaghan lo intuía y suponía que la General Sawyer pensaría igual... pero tenían que cumplir órdenes. Tenían que cumplir con el acuerdo y ayudar al país aliado.
Iban a trabajar con una bomba de relojería, y les iba a estallar en las manos. Y tras la tensa espera, les llegó la orden firmada por el Presidente Wilson. Escoltarían las armaduras USA-G10 hasta Colombia y entrenarían a los soldados colombianos en su uso. Comenzaba la "Operación Caballero".
¿Qué podía salir mal? En los siguientes días lo descubrirían.
Matt ese Noviembre...
...se encontraba pleno de facultades, bastante equilibrado (desde que había dejado de mirar su propia imagen que, en el fondo, le daba vergüenza ajena. Y lo de "ajena", teniendo en cuenta que ese del meme había sido él con pleno derecho, decía mucho de cómo había cambiado el cuento) para un ser humano. A saber cómo sería de estable si fuera un extraterrestre con milenios de civilización avanzada a su espalda, pero para sí decía: "no estoy mal para ser un puto mono", y se reía. Y también: "este día se ha ido para siempre, y no volverá jamás". O: "nunca nada será igual", y mejor esa última, pues su sencillez la hacía engañosa, al depender del contexto y al colorear de tal manera cada contexto que ciertamente era dinamita.
En ocasiones se estaba un buen rato contemplando las motas de polvo contra la luz, y se sonreía cuando a eso lo llamaba tópico.
Había comprado un bonito anillo y lo tenía guardado en su neceser, junto con el cepillo de dientes y eso. No era descuido: así estaba seguro de que jamás se iba a olvidar la cosa en lugar alguno. Ya tenía viajes hasta en las caries de las muelas y era como una segunda naturaleza para él (¡alehop!) hacer el equipaje en medio segundo y salir de najas en menos que canta un gallo.
Una de las cosas que realmente le emocionó fue el cambio de hora.
Les condecoraron. Cantó el himno de la Nema a base de lololós, porque no se sabía la letra. Si se lo hubieran dicho antes, lo habría aprendido, pero era algo que se le había borrado del disco duro, simplemente. ¿Por qué llamarían "disco duro" al disco duro? Se suponía que él era un viejo, y que debía saberlo. Su época eran los albores de la informática. Quizá no lo fueron, claro está, lo suponía porque por aquel entonces la informática no era lo suyo.
Se sorprendió con el siguiente pensamiento: qué bien, voy a poder ver más a Mensajera. ¿Eso por el estallido de la guerra? Se sorprendió y se sonrió encantado. Luego le dieron ganas de llorar, pero no en exceso. Notaba cómo bajaba la moral por aquí y por allá. Se dedicó a seguir, sin más.
Tantas emociones al final desgastan. Hay que sintetizar y simplemente ir haciendo. Haciendo bien, se entiende, pero ir haciendo. Y nada más.
La aburrida política se hizo cargo de los primeros días del mes, todo apuntaba a que sería un mes de lo más politizado y por lo tanto aburrido. Candidatos, discursos, eventos y fotos era el resumen de las actividades que copaban los informativos y las tertulias de todas las mesas de debate, el ruido llegaba hasta los bares donde era habitual encontrar a unos y otros defendiendo o atacando a alguno de los candidatos.
Mercio intentó tomárselo con filosofía, durante sus años de servicio había visto pasar a muchos políticos, unos con unas políticos y otros con otras pero finalmente los conflictos siempre se habrían paso curiosamente se dice que la vida se abre camino, pero sin duda la muerte también lo sabía hacer muy bien.
Así fue, como lo que empezó siendo un mes aburrido se convertiría poco a poco en un mes de pesadilla al estallar un conflicto de primer nivel en los países latinos. El tranquilo mes se vino abajo tan rápido como las hostilidades comenzaron, y así fue como la NEMA se vio arrastrada no a una operación más sino a un escenario de guerra internacional.
Por suerte aquella vez el apoyo fue más logístico que otra cosa con el aprovisionamiento de armamento pero lo que sucedió después hizo que Mercio se sintiera con las manos manchadas de sangre como nunca. Había matado a muchas personas durante su carrera militar pero aquella masacre de civiles con las armas que les habían proporcionado hacía que Mercio se sintiera sucio.
Los siguientes días los telediarios de todo el mundo se centraban en las imágenes de la destrucción generada por las armas que ellos mismos habían proporcionado, sin duda un nuevo mazazo para la moral de la NEMA, ahora que parecía que empezaba a recuperarse volvía a estar en el ojo del huracán.
Noviembre era, para Eduardo, un mes complicado. Por un lado, siempre, tenía el impulso de tomar a su muy americana familia y viajar a San Gabriel y estar allí durante más de una semana para que sus hijos vayan comprendiendo lo que es, de verdad, la festividad de los muertos. Para que vayan asumiendo esa parte católica que es no solo disfrutar de la cercanía de los mundos de los vivos y los muertos, sino sobre todo poder acordarse de la familia ausente. Quería hablarles de sus abuelos, a los que no habían conocido y que hubieran sido sus bisabuelos, quería... Pero con el año que llevaban, un viaje así no solo no era posible sino que ni siquiera era hipotizable. Se limitó por tanto a no hacer casi nada para esa fiesta, salvo sus pequeños ritos y una larga llamada a sus padres y hermanos, a los que aprovechó para comprar varios regalos de este lado del río Bravo. En cuanto a las elecciones... votó republicano. Sabía que su cuñado y su esposa probablemente votarían de otra manera, pero se acercaban tiempos difíciles.
Y tras el barullo de las elecciones (realmente el resultado de las mismas no quitaba el sueño a Eduardo quien tenía bastante claro que el problema no iba a ser por quien mandara sino por lo que estaba a punto de pasar) los temores del mejicano empezaron a hacerse realidad. Colombia y Venezuela dejaban la tensa guerra fría y se ponían violentos, y Colombia pedía apoyo a la alianza, y específicamente, pedía material de la Nema. Se iba a liar, era evidente. Pero tampoco había nada que tuviera que hacer. Y, al día siguiente... era el día del Recuerdo. Día de pensar en nuestros muertos, en nuestros hermanos caídos en el cumplimiento del deber. Y, para la sorpresa de Eduardo, su nombramiento como jefe del equipo Delta, su ascenso a alférez y su condecoración: águila de bronce con distintivo blanco.
¿Le alegró? Claro. Pero aunque las cosas estaban un poco mejor en casa, más estables, sabía que a Alice le dolía aun que no hubiera dejado la Nema. Lo cierto es que lo comprendía. El motivo para ir a la Nema había resultado contrario a la realidad pero, precisamente por eso, ahora mismo no podía dejarla. Eduardo nunca había sabido huir, salvo para proteger a otros o para coger carrerilla. La idea le hizo sonreír cuando, tras la entrega de medallas, se permitió una buena copa de michelada.
En todo caso no hubo tiempo para festejos. La decisión tras la cumbre de los tres presidentes de la Alianza de apoyar a Colombia con armaduras de la Nema hizo que se preparara la Operación Caballero, para la que, obviamente, fuimos convocados.
Y eso ocasionó la tercera mayor crisis matrimonial a la que Eduardo y Alice tuvieron que enfrentarse. Las órdenes a Eduardo coincidieron con el premio recibido por la familia para un viaje gratis en el más lujoso yate del mundo. Había que joderse. Y claro, el no poder ir Eduardo supuso bronca en plena acción de gracias, con buena parte de sus hombres allí, invitados para ver como su compañero, y nuevo jefe, tenía una hermosa pelea con su mujer. La cosa no fue a mayores, pero no fue agradable. Y el mal humor lastró a Eduardo durante toda la operación Caballero.
Noviembre de 2098
La mecánica repasaba por última vez las armaduras y equipos que se usarían para la Operación Caballero, preguntándose por qué habían sido todos asignados para aquel viaje. Sarah no se creía útil a nivel de copiloto, pues si algo llegase a pasar a Hatchetman ella no tenía los conocimientos para pilotar ninguna nave. Por suerte Hatch era un as tras cualquier volante, seguramente no tendría problema alguno en aquel viaje...
El mes había sido tenso a nivel político, ya la emoción de lo ocurrido en la Operación Madriguera de Conejo se había desvanecido, y la inminente lucha entre Venezuela y Colombia, como había sido la de Argentina y Uruguay, comenzaba a hacer mella en los ánimos. La mente de Charlie Cinco volvía a la medalla que se encontraba en su cajita junto a la mesa de noche. Era una distinción que le había enorgullecido al recibirla, aunque sin estar segura de merecerla. ¿Era un premio por haber volatizado a un hombre con un arma de extrema potencia? Decidió pensar que no, que era un reconocimiento por su trabajo en el taller y no por sus habilidades para asesinar a un ser humano.
Las cosas también estaban tensas en otras partes, como comprobaron en la cena de Acción de Gracias en casa de los Buendía. De hecho, estaba segura que debido a aquella pelea el hecho de que Jesse y ella estaban prácticamente declarando la oficialidad de su relación al llegar juntos pasó totalmente desapercibido. Y así, sin poder decir que habían pasado un día distinto y tranquilo, llegaban a la actualidad. Esta vez, la NEMA si intervendría en el conflicto internacional. Las consecuencias de ello... Eso lo sabréis más adelante.
Hatchetman, poco a poco, empezaba a darse cuenta de que había dejado de disfrutar prácticamente cualquier cosa. Lo único que le provocaba algún tipo de reacción más "normal" eran sus comentarios sarcásticos, la ironía, los chistes malos y crudos con y sin género y, por alguna razón, comer comida italiana. No entendía del todo por qué pero le hacía sentir incómodo, inquieto. Siendo de las pocas emociones que podía sentir realmente aprovechaba cada momento posible para comer algo con una buena boloñesa, fueran spaghetti, macarrones o cualquier otro tipo de pasta.
El mes de noviembre fue tenso, aunque a Tobías tampoco le parecía nada del otro mundo. Elecciones, entrenamientos, preparaciones, negocios y cosas que hablan en las grandes esferas en las que piensa que o bien nunca va a poder influir o que, si pudiera, ni siquiera lo haría.
Cuando empezó la Operación Caballero, el piloto no actuó de ninguna manera especial. Hizo su trabajo, sus preparativos, limpió su equipo con calma, etcétera. Sabía que podía pasar cualquier cosa en esa misión, pero jamás habría podido imaginar lo que él sufriría mientras pilotaba esa nave.
De igual manera, observó como el resto iba haciendo planes conforme se acercaban las fechas navideñas. No pudo evitar preguntarse qué estaría haciendo su exmujer, como estará su familia y cuánto habrán crecido los niños de su hermana. Se preguntaba, también, cuándo volvería a verles.
Jack aprovechó una pausa —una de las muchas que tenían durante el viaje a Colombia— para mirar los cazas que los escoltaban, el paisaje y para repasar el mes que ya se iba. Pronto sería navidad y, sí todo iba bien, podría pasarlos con Mary. Se había tomado las vacaciones por lo que probablemente no tendría un permiso muy largo, pero seguro podría arreglar algo. Se pasó la mano por el pecho para sentir el crucifijo que ella le había regalado y se apoyó en la ventanilla. Las naves hicieron un leve giro a la derecha —probablemente para corregir el curso— y el ex bombero se las quedó mirando un momento más.
La mano se cerró sobre el crucifijo que Mary le había regalado mientras su vista se desviaba de los aviones al mar que sobrevolaban. No podía negar que estaba preocupado, no por la misión en si sino por el rumbo que el papel de la NEMA tomaba con ésto.
Jack no era una persona política y prefería creer en que las personas iban a hacer lo correcto siempre que pudieran, en el fondo quería creer eso y por eso no se había preocupado mucho durante las elecciones y había votado por mantener el status que que llevaban hasta entonces. Mary había votado por un candidato desconocido, un recién llegado al mundo e la política, ecologista y pro animalista obviamente, pero él se había abstenido de opinar.
Había sido educado toda su vida para resistirse a los cambios y, aunque su novia le había ayudado mucho a superarlo, el mundo comenzaba a hacerle dudar si realmente no querer cambiar era algo malo.
Ellos mismos por ejemplo. Ya era un discurso trillado en su mente, pero ¿No habían entrado en la NEMA para proteger? ¿Que hacian ahora tomando un papel más activo en una guerra que no les pertenecía?
Se alejó de la ventanilla y comenzó a pasear por la New Lady mientras observaba a sus compañeros. Matt, Dawson, Mitch, Mercio, Moro... ¿Estaban de acuerdo todos en lo que se estaban convirtiendo? Quizás Mercio y Moro si, después de todo siempre hablan sido soldados, pero —y dio la vuelta para ir había la cabina—, ¿Y los que no lo eran? ¿Sarah, Tobías, Matt?
Todos condecorados, todos ascendidos y eso ¿Qué significaba? No podía decir que no estaba orgulloso, no había tardado nada en contárselo a su madre y a Mary, pero ¿de verdad se lo merecían?
La última misión él mismo apenas había hecho algo, Branaghan lo había llamado aparte para preguntarle porque había llevado armas que claramente no iban a atravesar los nuevos materiales de los terroristas y él había tenido que admitir —a su pesar— que no se había atrevido, que no sabía cuánto daño iba a hacer una de las nuevas armas y temía que su falta de experiencia dañada a algun civil inocente.
Trató de recordar que le había dicho ¿Cómo había sido exactamente? Suspiró, no importaba mucho. Al volver se había entrenado y ahora creía poder usarlas sin suponer un peligro para nadie.
Aunque no sería un peligro si no siguieran usándolos de esa manera.
Jack tomó asiento y soltó el crucifijo, podría sentir su idealismo y fe en las instituciones debilitarse y no le gustaba, ¿cuánto pasaría después de eso para que su propia fé divina también se quebrantara? Dios, como extrañaba ahora los tiempos en la compañía y aquellas emergencias que no se extendían a más de un barrio.
Volviendo a mirar por la ventanilla Jack recordó una de sus primeras intervenciones como bombero años atrás. Una sencilla casa de (buscar un barrio cercano a Louisiana) se había incendiado por un cortocircuito; lograron sacar a tiempo a la familia de cinco que estaba atrapada adentro. La alegría y gratitud en sus rostros al salvarlos fue increíble. Ese era el tipo de momento que lo había impulsado a ser bombero en primer lugar y policía después: marcar una diferencia cercana, directa. No grandes misiones geoestratégicas, sólo simples actos de valentía y bondad humana. ¿En qué momento NEMA se había desviado tanto de esos ideales, convirtiéndose en poco más que una fuerza militar? Las dudas comenzaban a tomarse nuevamente, mientras se preguntaba si no era tiempo de volver a esos sencillos actos de heroísmo que lo motivaron al principio de su carrera.
Cerró los ojos y las voz de su padre —¿o era la de su hermano?— resonó en su mente.
"El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús"
Al menos algo tenía claro: Debía seguir haciendo lo mejor que podía y tener fé en que Dios sabría lo que sea mejor para el mundo.
Tomó aire y se levantó, era hora de darle otra vuelta a Tobías, estaba preocupado, esa apatía en la que estaba cayendo se volvía cada vez más evidente. Le hecho un último vistazo a los cazas al otro lado del cristal y entró en la cabina.
NOVIEMBRE
Noviembre. El mes en que las sombras se alargan y los problemas parecen multiplicarse como ratas en una alcantarilla. La NEMA amenazaba con estar en medio de un conflicto que no era nuestro, pero la línea entre lo que es y no es de uno se desvanece cuando las balas comienzan a silbar.
La preocupación se arremolinaba en mi estómago como el humo de un cigarro en un cuarto cerrado. ¿Cómo había llegado a esto? No era un hombre de política ni un defensor de causas ajenas. Pero las monedas tenían dos caras, y en este negocio, la otra cara siempre estaba oculta. Yo había ido a NEMA a alejarme de los conflictos, pero estos tenían las patas más largas.
Para calmar las tormentas internas, me dirigí al gimnasio. Las pesas eran mis confidentes, el repiqueteo metálico de los discos contra el suelo, la música estruendosa que ahogaba los pensamientos intrusivos. Allí, entre el sudor y el esfuerzo, encontré algo parecido a la paz.
Cada levantamiento era un acto de resistencia contra las sombras que intentaban nublar mi mente. El culturismo era mi refugio todavía, el lugar donde podía dejar de lado las preocupaciones del mundo exterior y centrarme en la pura conexión entre el músculo y el metal.
Sin embargo, la realidad volvía a golpearme siempre que terminaba mi entrenamiento. ¿Cuánto tiempo más podría mantenerme alejado de las garras de la guerra? Los conflictos urbanos ya era preocupantes y el poder del armamento había escalado exponencialmente en el último año. ¿Pero una guerra en Colombia?
Noviembre se cernía sobre mí como un recordatorio de que, aunque pudiera evadir temporalmente las balas, las sombras siempre estaban a la vuelta de la esquina. El conflicto en Colombia no era solo un problema de otro, era una amenaza que se infiltraba en mi propia existencia.
Mientras me sumía en la profundidad de mis pensamientos, sabía que el próximo amanecer traería consigo nuevas incertidumbres. Pero hasta entonces, solo quedaba el tintineo constante de las pesas y el refugio temporal que ofrecía el gimnasio.